////// Año XVIº /// Editor Anónimo: Daniel Ares /// "Prefiero ser martillo que yunque", Julio Popper ///

martes, 29 de octubre de 2013

LEY DE MEDIOS: LA HORA DE LA VICTORIA



La madre de todas las batallas ha terminado: la Ley de Medios Audiovisuales es constitucional. 46 años de lucha desde que en 1977 la dictadura genocida le regalaba a Clarín, La Nazión y La Razón la usurpada empresa Papel prensa. Allí nacía un monopolio que acaba de morir. El Martiyo, partisano de la contienda, recibe sus laureles como presente de su quinto aniversario.

YO TE VI CAER




Absorbidos por la subsistencia personal dejamos pasar sin una palabra nuestro quinto aniversario. No dijimos nada de la vulgaridad mediática que envolvió en su inmundicia la internación de la presidenta; por no repetir lo dicho después de las PASO, obviamos los absurdos festejos de Clarín el domingo por la elección en un par de distritos (que según ellos valen más que un triunfo a nivel nacional); ni siquiera nos ocupamos del nuevo muñeco presidencial de Magnetto, el oportunista Sergio Massa, pero no podíamos faltar en este día en este instante.
Nuestro oficio –el periodismo- nos había permitido conocer muy bien la historia de Papel Prensa, y sobre todo, el poder de los medios de comunicación, especialmente en democracia, cuando las armas quedan guardadas, y las municiones son los votos. De golpe a mediados del 2008 la llamada crisis del campo, dejaba el juego al descubierto. Amplios sectores sociales se alineaban detrás de sus enemigos de siempre: la Sociedad Rural, las grandes cerealeras multinacionales, los monopolios, la banca financiera, y los sectores más recalcitrantes de la derecha. El Martiyo ni siquiera era aún El Martillo, pero igual no se sorprendió. Una vez más, como en la era de las privatizaciones, allí estaba el flautista de Hamelin de los medios monopólicos llevando a la gente rumbo al abismo. Una vez más.
Sin esperanzas ya en el periodismo industrial consolidado, el 4 de octubre de 2008 fundábamos El Martillo en la comunidad de blogs de Clarín, como una quinta columna, que en la medida de sus posibilidades, sí supo morderlo por dentro (ver sección El Martiyo contra Clarín), hasta que el 11 de noviembre de 2010 –a dos semanas de la muerte de Néstor Kirchner-, El Martillo era clausurado y todos sus archivos requisados por el Grupo Clarín, que en paralelo insistía con su defensa pública de la libre expresión.
Desde siempre, y más aún desde entonces, nuestro enemigo principal, nuestra hipótesis de conflicto, fue siempre el Grupo Clarín-La Nazión, lo que es, supone, y oculta. Secciones como 7D Diario de la cuenta regresiva, Medios medios, La guerra contra DOS medios, la ya mencionada El Martiyo contra Clarín, La patria escrita, y Memorias de un mercenario, están dedicadas a esa pelea, y por eso hoy sentimos que nos cabe un fragmento ilusorio de esta victoria cierta.
La Corte Suprema de Justicia, por fin después de tanto, declara constitucional la Ley de Servicios Audiovisuales.
Así concluye, triunfal, una pelea de casi medio siglo, iniciada en 1977 cuando Ernestina Herrera de Noble y Héctor Magnetto por el Grupo Clarín, los Mitre de La Nazión, y los Peralta Ramos de La Razón, recibían de manos de la dictadura genocida la usurpada empresa Papel prensa, y así el control de la producción de todo el papel para diarios. Allí surgía un imperio que recién murió.
Estas palabras son urgentes. La noticia acaba de estallar. Ahora mismo oímos cacarear a una presentadora de TN advirtiendo que “habrá que leer bien el fallo”, mientras cuenta los votos punto por punto como quien remueve con un palito una esperanza muerta. Por Continental dicen que las acciones de Clarin ya cayeron un seis por ciento en media hora. La euforia del domingo se disipó como el humo que sólo era. Sergio Massa, el nuevo muñeco presidencial de Magnetto toys, ya no divierte como ayer. Un hecho que tuerce la historia argentina acaba de suceder y eclipsa los titulares. La madre de todas las batallas ha terminado; y moribundo el monopolio, dice como el Laprida de Borges: la victoria es de los otros. Vencen los bárbaros, los gauchos vencen.
Nosotros nada más decimos...

¡Viva la patria! 


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domingo, 22 de septiembre de 2013

EL INDIO SOLARI Y CLARÍN: UNA NOCHE DE CRISTAL QUE SE HACE AÑICOS…



Sin ningún pudor, con la ceguera propia de la desesperación final, el Grupo Clarín comenzó la rápida demolición de la imagen acaso ya indestructible del Indio Solari, que en su último recital en Mendoza, fue demasiado lejos con su rebeldía y le plantó el 678 a la pantalla de TN. 
Y ahora es un burgués despreciable sin talento siquiera.


LOS OJOS CIEGOS BIEN ABIERTOS


La nueva mirada de Clarín...


“Una noche de cristal que se hace añicos”.
Los Redonditos de Ricota, (Ji ji ji).



Carlos Alberto Solari, el Indio, ex líder de los ya legendarios Redonditos de Ricota, lleva una vida, quién puede negarlo, enfrentando al establishment con lo que tiene a mano, sus presentaciones, sus declaraciones, sus producciones independientes, y su posición frente a la maquinaria del éxito industrial, con su tevé incluida, y desde luego con sus canciones; y sin embargo, aún así, aunque por todo ello, detrás de su público fiel y creciente, el Grupo Clarín supo colgarse de su nombre y de su imagen para instalar, mantener y multiplicar, más y nuevos productos en las franjas más jóvenes del mercado, que viene a ser su exclusivo interés. (El mercado, no los jóvenes).
Entonces el Indio Solari los despreciaba igual que hoy, nunca les dio una nota, nunca les dio la razón, ni una entrevista al paso, nada. Apenas esa última canción que ahora les clavó en el pecho como una estaca. 
El Grupo igual lo adoraba, lo pontificaba y lo consagraba.
Hasta que en su reciente presentación en Mendoza, el Indio fue demasiado lejos, y a su franca adhesión y reconocimiento a la presidenta Cristina, allí le estampaba a la pantalla de TN el número de la bestia: 678. Chau. Eso sí que no.
Minutos, segundos antes de la hecatombe, el conductor del programa La Viola, Bebe Contepomi, a mandíbula batiente (un día se le va a escapar), le explicaba a su público que por “amistad con La Viola, el Indio siempre le concedía en vivo el último tema de sus recitales. 
Y ahí la hecatombe. 
Los acordes de la cortina de 678 comenzaron a sonar, y el Indio que va y dice: Seis, siete, ocho… y allí la noche de cristal que se hace añicos.
Hoy Clarín ya inició la destrucción del monumento que le habían levantado (ver aqui). 
En un artículo apurado, mal escrito por lo tanto, sin firma como corresponde (quién va a querer dejar un dedo puesto ahí), y resuelto en módulos con pretensiones de glosario, se tiende una desconcertante analogía con Indiana Jones, y allí un puñado de diatribas contra los dos. No se sabe, insistimos, quién escribe. Si es Bob Dylan, Federico Fellini, el Papa Francisco o el propio Magnetto. Y tampoco se entiende por qué eligieron a Indiana Jones en lugar de Roger Rabbit, o Linterna Verde...
Sí sabemos que una columna de opinión anónima es una innovación, o una editorial que nos transmite así el pensamiento central del medio que la publica.
48 horas antes -24 incluso-, del desastre, el Indio, para Clarín -basta revisar sus propios archivos-, era poco menos que la encarnación criolla de Jim Morrison… hoy ya ni talento tiene. Confuso, sí.
Con violencia infantil, Clarín rápido rompe el juguete que no hace lo que le dicen. Y chau.
En cualquier momento, el polifacético Lanata arma su propia banda y ya van a ver quién se acuerda del boludo ese del Indio Solari.
(Ji ji ji).

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sábado, 7 de septiembre de 2013

BARACK OBAMA Y LA PRIMAVERA ÁRABE:... O LA MENTIRA UNIVERSAL...

El premio nobel de la paz Barack Obama junta votos en su congreso para soltar bombas en Siria, un país que ni conoce, y donde matará mucha gente para que no muera mucha gente, dice.
Es sin embargo el mismo hombre que allá por el 2008 cubrió el planeta con un manto inconcebible de esperanzas, apenas por ser negro.
Mientras tanto la "primavera árabe" que auguraban alegres los habladores, allí florece en flores de sangre que no paran de sangrar.


TODO EL MUNDO SE EQUIVOCA





Si alguna risa grande le está saliendo al mundo, son los escandinavos con su pobre premio nobel (ni mayúsculas le metemos, que se vayan a cagar). No le dieron el de literatura a Borges, pero sí el de economía a Milton Friedman y hace poco el de la paz a Barack Obama, que ahora junta votos en su congreso para soltar bombas en un país que ni conoce, mientras se caga, de paso, en todo el mundo. Un chino diría, son tiempos interesantes.
Grandes mitos se derrumban como caen los dioses de Pessoa en el suelo del Destino.
Nadie es mejor por ser blanco, está claro, pero tampoco por ser negro, ya lo vemos.
Los grandes diarios mienten y cada día más gente lo descubre. Y no sólo Clarín –primus interpares de la mendacidad-, también El País de España, y el Washington Post, y O Globo, y Le Monde, todos mienten ya desde que dicen que lo que único que les importa es la verdad. 
Y los curas no son santos, ni siquiera decentes, lavan guita y piroban pibes. 
Y la familia real no es noble. Y Obama no es mejor que Bush, y la prohibición no resuelve el narcotráfico, y el premio Nobel es un cachivache. 
Mitos que se derrumban. Un mundo que se viene abajo. Un tiempo que termina.
A fines del siglo XX vimos desinflarse la vieja contienda este-oeste, y ahora en dominó vemos desdibujarse la norte-sur. Y es que el mundo no es cuadrado. Es redondo y gira, y gira muy rápido, a 1600 km por hora, más rápido que un lavarropas, y en su batea nos mezcla y nos revuelve a todos.  
En su momento y en austera soledad, ante el triunfo de Obama en 2008, avisamos, allá en El Martillo de Clarín.blogs, que ningún presidente de Estados Unidos sería jamás otra cosa que un presidente de Estados Unidos así fuera blanco, negro, verde o plateado... Pero si hasta Fidel Castro pareció entonces reblandecido, y el ingenuo Hugo Cháves le regaló un ejemplar de Las venas abiertas de América Latina. Ja.
Venía de abajo, ni siquiera era norteamericano, surgió de las luchas por los derechos civiles, algunos creyeron ver en él la encarnación del sueño que soñaba Luther King, así se puso de moda, y rápido acabó en esto: Bush. El hijo, ni siquiera el padre. ¿Por qué engañó tanta gente?...
Con el mismo entusiasmo en los inicios del 2011, conforme el medio oriente ardía, los grandes medios del mundo ponían de moda la contenta expresión “primavera árabe”, y sus habladores a coro deliraban amaneceres democráticos y flores y pajaritos con los colores de la libertad y el silbo de la justicia. 
El Martiyo, también entonces en austera soledad, avisaba este porvenir que ahora ya vino (ver aquí), y no de profetas, lo avisamos, sino apenas por no apurarse a repetir lo que repiten los grandes habladores apurados por sus cierres urgentes, y sus modismos de moda. Bastaba mirar sin pasión para ver que ninguna paz iba surgir de lo profundo de esos pueblos sometidos hace tanto, enfrentados hace tanto, asfixiados hace tanto, y de pronto sueltos, libres de aquellos dictadores al fin y al cabo tan funcionales a la hora de aguantarles la parada a Washington y Tel Aviv… 
Kadafi, Mubarak, amores de estudiantes, de pronto eran ayer. Berlusconi, Sarkozy, recién a los besos, ya se los sacaban de encima como si fueran caspa. Acto seguido, siempre con fines humanitarios, las fuerzas de la OTAN iniciaron el incendio que ahora Obama pretende apagar con más fuego ya que estamos. El Oriente Medio es complicado, dicen y van.
Berlusconi y Sarkozy, Mubarak y Kadafi, ya son historia. Ahora es la hora de mostrar su pistola Barack Obama, que por aquellos días recién entraba en la escena augurando sonriente –no se sabe si por ingenuo o por ignorante- una era de paz y democracia para todo esos pueblos que ahora quiere bombardear.
Ayer se clausuró en San Petersburgo la reunión del G20 a la que Obama fue a buscar apoyo para su invasión. Pero no pudo ser. El apoyo, la invasión será. Rusia, entre otros, quedó del otro lado. Otra vez enfrente, o más bien enfrentado con los Estados Unidos. Nadie sabe de lo que son capaces esos dos. Ellos tampoco. Hay algo más grande que se los lleva puestos. Tampoco es la Historia. Es otra cosa. Un amasijo de codicias inmensas como una bola de nieve que rueda montaña abajo desde hace mucho. Y ellos no piensan pararla. Al contrario: son la bola. Se miran de reojo, y van a la guerra.
¿Hay algo mejor para poner en movimiento la industria pesada y sus incontables derivados? ¡en plena crisis! Viva. Muchos morirán, por supuesto. Pero esos ya están en la cuenta, ¿o qué se creen?.
Y ustedes, nosotros, ¿de qué vamos? Nosotros, ustedes, somos justamente los muertos. Los que no importan. Esos que ya estamos en la cuenta.
¿Y cómo llegamos a esto? En buena medida por intoxicación informativa, por tragar sin masticar ni distinguir qué nos llevamos a la boca, y que luego repetimos como eructos.
¿Usted también creyó, por ejemplo, estimado lector, que Obama era distinto, que suponía una esperanza de algo nuevo?... ¿O acaso todavía se deja impresionar por el premio Nobel, o de verdad piensa que la prohibición de las drogas está ganando su batalla?...
Entonces pregúntese por qué, indáguese sin miedos, sea valiente, intente recordar cómo es que llegó a tales conclusiones, y antes aún: constate con toda honestidad si de verdad piensa lo que dice que cree, o más bien terminó creyéndolo de tanto pensarlo para repetirlo.
Cuántos individuos de esa mayoría mundial que celebraba la llegada del presidente negro sabían de verdad algo de él, de los intrincados intereses en cuya red allí lo echaba su propia victoria; del verdadero poder tan relativo que suele tener en realidad un hombre en ese cargo, de la calidad de sus socios, de sus compromisos callados, de sus verdaderas, íntimas intenciones. Nada. La gran mayoría no sabía nada, y celebraba ¿Por qué? Por la fuerza incalculable de la difusión a gran escala que arrastra multitudes a pensar y decir, así, cualquier cosa.
Ahí el enemigo de la hora: los grandes medios del mundo. 
Porque fusionados, monopólicos, holdinizados, los grandes medios, por dinámica y volumen, quedaron del lado –o en manos- de la voracidad, del poder sin límites, del Mal.
De los intereses corporativos de unos pocos en detrimento del resto.
De los superbancos y su red de casinos financieros.
De de la banca off shore.
De sociedades anónimas multinacionales cuyas composiciones societarias son indescifrables o directamente secretas, como sus mandamases invisibles.
El periodismo independiente no existe o quedó reducido a un blog como este o cosas así.
Lo más honesto que nos queda ahora es lo que ya empieza a llamarse sin más vueltas, crudo y claro, el periodismo militante. El otro no es militancia ni es periodismo, es publicidad encubierta, inteligencia operativa, difusión institucional disfrazada de información objetiva. En síntesis, mentiras.
Mientras lo medios del periodismo militante dejan claros sus principios políticos, el otro oculta sus verdaderos intereses detrás de sonoros mandamientos éticos que en los hechos no respetaron jamás, como el periodismo independiente, la libertad de expresión, ni siquiera la de empresa.
Ahí el enemigo de la hora.
Es él el que nos dice quién es aquél que no podemos conocer sino por lo que él nos cuenta, o elige contarnos.
Así creemos saber y decimos saber quién es Cristina, Massa, Obama... tan grandes son los medios cuando son así de grandes, que alcanzan a eclipsar la realidad con una realidad que no es tal cosa.
Y entonces claro: entonces todo el mundo se equivoca, y el propio premio nobel de la paz resulta ser un loco de la guerra. `


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jueves, 15 de agosto de 2013

CRISTINA Y LOS TITIRITEROS…



En un discurso que nos recuerda una vez más porqué es invencible en las urnas y porqué será imposible desplazarla de las cumbres de la historia argentina, CFK reafirmó su identidad política, la fuerza de sus convicciones, y en un pase magistral, dejó fuera de juego a todos los títeres de la oposición: “quiero hablar con los titulares, yo no soy suplente de nadie”.


ADIÓS MUÑECO





El tiempo en que los presidentes argentinos usaban las palabras nada más que para ocultar lo que no hacían, o para culpar a otros de lo que sí hacían, terminó hace rato. 
Cuando se piensa en los discursos siempre vacíos, mentirosos y previsibles de Menem y De la Rua, de Duhalde, y de Alfonsín incluso (con sus felices pascuas y su obediencia debida); los de Cristina Fernández de Kirchner resultan auténticas aventuras intelectuales que siempre conmueven. A los unos, y a los otros. A los que vivan, y a los que trinan. No habla por hablar.
Así ayer, en el marco de una presentación del Programa Agrovalor en Tecnópolis, repasó para los duhaldistas de Massa lo que hicieron con el país cuando lo tuvieron; confirmó el rumbo hacia una Argentina donde la justicia social valga más que los deseos del FMI y sus timberos; recordó más y nuevas mentiras de la prensa monopólica, contó más cosas que ellos ocultan (por ejemplo que el FPV se impuso en la comunidad Qom La Primavera  por el 66 por ciento, donde hasta hace poco esa prensa veía nada más que indignados); señaló los desastres que las políticas “renovadoras” están haciendo en Europa; no negó la inflación y si avisó que una meta de inflación es reducción de salarios; apuntó que en julio –y según la UIA- se registró un crecimiento industrial del 5,4 por ciento (que por supuesto no se debe a lo mucho que hoy consume el mundo sino exactamente al mercado interno y a su modelo distributivo); y sobre todo, redujo a lo que son a todos los políticos de la oposición, exigiendo hablar –como corresponde a su investidura-  directamente con los patrones de esos políticos. Como quien evita al payaso, y encara al dueño del circo.
Viniendo de quién viene, sabido es que no son sólo palabras. Los “titulares” que no den la cara, serán igualmente identificados. Quedarán expuestos. Y sus políticos, esos muñecos, también. Y como muñecos que son.
¿El gobierno no escucha, no dialoga? Muy bien, Cristina está dispuesta a conversar y discutir sus políticas, cómo no... Pero no con Chirolita, que venga Mister Chasman, y que diga sin más vueltas –ni eslóganes de ocasión-, lo que de verdad quiere para el país. Sin giladas ni rebusques mediáticos.
“Quiero hablar con los dueños de los bancos, con la UIA, con los compañeros sindicalistas, no con suplentes”.
Que venga el Chase Manhattan y el Tesoro norteamericano a decirnos cómo harán ellos para sostener el crecimiento económico, el desarrollo industrial, y al mismo tiempo, una política inclusiva… ¿Cómo, eh?...
Que vengan los dueños reales de las exportadoras cerealeras, del campo y la Rural, y que nos digan ellos y no sus peones qué piensan hacer con la AUH, con el presupuesto de educación y con los jubilados…
O que venga Magnetto sin Massa en las rodillas y nos explique mejor qué es eso que dice su empleado sobre otra vez los bancos escolaseando con las jubilaciones, y de qué forma él seguirá aumentándolas dos veces por año, o por lo menos pagándolas todos los meses… ¿con qué dinero?, ¿con el de sus abonados a Cablevisión?...
“Yo no soy suplente de nadie, soy la presidenta de los cuarenta millones de argentinos”.
¿Y es que de qué vale hablar con Massa, con Macri, o con la Carrió, si después ellos corren a preguntar qué tienen que responder y hay que esperar hasta que vuelvan?...
La gente, el pueblo, el país, no tienen más tiempo para esas calesitas.
“Donde haya errores los corregiremos, porque tampoco somos obcecados ni tontos. Pero queremos discutirlo en la mesa grande, con los verdaderos jugadores, no con el banco de suplentes que me ponen en las listas”.
Y ahora que venga el que manda, porque del lado del pueblo está la que manda.
Massa que hable con María Laura Santillán, ya que se quieren tanto...


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lunes, 12 de agosto de 2013

PASO 2013: CUANDO LA ÚNICA REALIDAD NO ES LA VERDAD...




El oficialismo obtuvo un triunfo nacional con más votos de lo que pueden sumar todas las otras fuerzas juntas; logró más diputados que Massa en la provincia de Buenos Aires, y si esta misma elección se repitiera en octubre, ampliaría su ventaja en diputados y la mantendría en senadores.
Sin embargo los medios del miedo insisten en hablar de “la derrota del kirchnerismo”, y vuelven a la carga con los viejos latiguillos que usaron en el 2011 hasta 24 horas antes del huracán Cristina.
Un caso claro de que no siempre la historia la escriben los que ganan. Magnetto también.

LA ÚNICA REALIDAD 
NO ES LA VERDAD





Se dice que uno de los síntomas que mejor evidencia la locura es pretender resultados diferentes usando siempre los mismos métodos. El diario Clarín, pese a que ya vende menos que en 1963, pese a que los delitos de sus dueños ya fueron públicamente descubiertos, y viendo su prestigio periodístico terminado; insiste en su lucha con los mismos métodos que hasta acá lo trajo: suplantar la realidad con una ficción propia. Por supuesto La Nazión lo acompaña en la aventura.
Hoy los dos medios hablaban de la derrota del kirchnerismo, de fin de ciclo, y bla blá. 
Pero anoche al cierre de sus ediciones ya estaba escrutado el 70 por ciento de las mesas, y el Frente para la Victoria se imponía a nivel nacional con más votos de lo que podían sumar las otras fuerzas todas juntas. ¿Derrota?
Sergio Massa terminó sudando su victoria cuando al inicio de las campañas aventajaba en doce puntos al desconocido Martín Insaurralde. Si la tendencia de ambos se mantiene, ¿de qué “semilla de esperanza” hablaba ayer de cara a octubre?... Sin olvidar que en toda la provincia al final el FPV sumó más diputados provinciales que el FR ¿Era  para festejar?...
En la ciudad de Buenos Aires el hombre de Magnetto, Mauricio Macri, sintió las primeras consecuencias de su desgobierno sangrando votos en pro del Unen, para ver cómo su recia Micheti perdía con el cinematográfico Pino Solanas… Sin embargo en pleno desangre el alegre Diego Santilli ya animaba la fiesta con su risa de burlesque…
En otra parte, a la misma hora, pero ya en la realidad, las urnas le daban casi un 25 por ciento de los votos al FPV, y casi un 8 (7,7) al segundo de sus adversarios, la UCR. El resto venía todavía más atrás… ¿de qué se reía Santilli?
Si las elecciones de octubre repitieran los índices de ayer, simplemente el FPV aumentaría su representación en diputados, y la mantendría en senadores. ¿Fin de ciclo?...
Evidentemente, si hay dos países, pero los dos se llaman Argentina. Sólo que uno es real, y el otro alucinado. Uno sucede en la vida de todos, y lo actuamos todos, y el otro lo escribe Magnetto, y lo representan sus muchos muñecos. En uno el kirchnerismo está terminado, como en el 2009, 2010 y 2011, y en el otro el FPV acaba de imponerse a nivel nacional por el triple de votos que el mejor de sus oponentes.
La edición de la realidad es un derecho que le cabe a cualquiera. Ya confundir la edición de la realidad, con la realidad, más que un derecho resulta un riesgo.
Una vez más Héctor Magnetto nos demuestra que no siempre la historia la escriben los que ganan, y que la única verdad será la realidad, pero que la única realidad no es la verdad. Como en sus días dorados cuando el genocidio, el Grupo Clarín-La Nazión pretende modificar la historia por el sencillo trámite de publicar otra.
Lo curioso es que insistan como dementes con el mismo método que en apenas un lustro los llevó de ser el Gran Diario Argentino, a símbolo de la mentira y expresión de los sectores más reaccionarios del país... ¿Eso celebran?
El Martiyo, por su parte, aferrado a la realidad de las urnas –la única verdad- saluda desde aquí a la presidenta Cristina de Kirchner, quien promediando ya su segundo mandato, y en medio de un crisis internacional inédita, logra con su sola imagen más votos en todo el país que todos sus adversarios juntos.
Si eso es una derrota… dame dos. 

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domingo, 11 de agosto de 2013

EL MARTIYO SALUDA A VICTOR HUGO MORALES…


 Alejados ya por completo de la práctica del periodismo, los medios del miedo no fueron capaces de registrar uno de los episodios más trascendentes en la historia de la prensa argentina: el ataque judicial del empresario periodístico más poderoso del país, contra Victor Hugo Morales, apenas un periodista. Tarde y mal, tan sólo comentaron como “agresiones” la repulsa popular sufrida por el amo, que sin valor para enfrentar a su pequeño oponente, huyó despavorido como un cobarde enorme.


VENCEDORES VENCIDOS





Acorralados por el pasado, enceguecidos por la derrota, uno de los episodios más trascendentes en la historia del periodismo argentino, pasó inadvertido para los grandes medios, como si ya no fueran medios. Héctor Magnetto, capo máximo del monopolio mediático surgido del genocidio, emergió por fin de sus propias tinieblas enfurecido con Víctor Hugo Morales, apenas un periodista, y decidió aplastarlo con todo su poder. Sin embargo, a la hora señalada, huyó despavorido como un falso dragón frente a un hombre de verdad. La noticia era del tamaño de la corporación que la protagonizaba, y sin embargo…
Por primera vez en la historia de la prensa argentina, un monopolio entero avanzaba contra un periodista solo.
Peor: un monopolio periodístico.
Peor que peor: un monopolio periodístico que a su vez levanta las banderas del “periodismo independiente”.
No hay precedentes de un hecho así en el mundo todo. Jamás la historia se había atrevido a tanto.
Héctor Magnetto, nominalmente CEO del Grupo Clarín, pero virtualmente jefe supremo de una corporación continental parida por la última dictadura argentina; y por lo tanto personalmente responsable de las mayores estafas económicas y políticas de los últimos 37 años del país; él, tan luego él, esa bestia moral, denunciaba por “daños y perjuicios” a Víctor Hugo Morales, relator de fútbol y rara avis del periodismo argentino, entre otras cosas, porque no es argentino.
Sin embargo allí este uruguayo, que ya mucho antes del surgimiento del kirchnerismo se enfrentaba con el Grupo Clarín; el jueves supo dejarnos a todos los argentinos una muestra de hombría y de moral; y al periodismo especialmente, un ejemplo de integridad, y de auténtica independencia.
En el país de José Luis Cabezas, Rodolfo Walsh y los 106 periodistas desaparecidos durante el genocidio -que el propio Magnetto supo sostener, encubrir y justificar, cuando no alentar-; poner en riesgo apenas el patrimonio personal, no parece mucho. Sin embargo, vale recordarlo, en ese mismo país aún existen legiones de periodistas que tan sólo por dinero se engregan a un patrón que acaso desprecien ideológicamente o no, pero cuyos delitos, atropellos y censuras, nadie en el gremio ignoró jamás.
La tenebrosa historia de la apropiación de Papel prensa, y los efectos devastadores que eso produjo para la libertad de empresa en la industria periodística argentina, ningún periodista argentino pudo ignorarlos nunca. Como así tampoco ningún periodista argentino, mucho menos si está o fue empleado por Clarín o La Nazión, ignoró jamás el origen incierto de los hijos adoptivos de Ernestina Herrera de Noble, o la extraña historia de la hija adoptiva de Héctor Magnetto; y mucho menos la sociedad con la dictadura primero, o con Duhalde después; o la conveniencia de aquella pesificación contra todos los demás; o lo que hacían con el fútbol cuando eran dueños del fútbol, la cantidad de canales que fundieron por todo el país para comprarlos por monedas y desde allí fundir a la competencia para también comprarla por monedas y quedarse con todo; así como muchos sino el total de los periodistas del Grupo supieron del negociado con las AFJP, de las fugas de divisas con el JP Morgan (el propio Lanata publicaba esas cosas); o cuando menos de alguna de todas las incontables maniobras técnicamente mafiosas desplegadas por el Grupo a lo largo de toda su repodrida historia. Ningún periodista argentino ignoró jamás estas cosas, y aún así, y apenas por un salario, todavía existen legiones que sirven al Grupo. Personalmente, podemos comprenderlos. Pero también por eso, en dicho contexto, lo de Víctor Hugo Morales resulta por lo menos ejemplar, sino ya heroico.
Sin embargo los medios -los periodistas- del Grupo Clarín-La Nazión no vieron nada, no percibieron la más mínima amenaza a la “libertad de expresión” que tanto cacarean a la hora de incumplir la Ley de Medios. Nada. Ni una palabra.
Mientras el hecho se producía, TN ponía en el aire una nota sobre la educación sexual en las escuelas... Como en sus días dorados cuando el genocidio, callaban el horror confiados en que así lo suprimían.
Pero no ¿Cómo aún no lo aprendieron? Ningún silencio borra la historia, y ya la crónica de ese día contará para siempre que el jueves 8 de agosto de 2013, a las 14.35, un periodista solo enfrentó al jefe de todos los jefes de un monopolio incomparable, y que sin embargo el jefe de todos los jefes retrocedió y no dio la cara, y se batió en retirada con su ejército también incomparable. Borges diría: no tuvo valor, no fue valiente; no lo abandona, siempre irá a su lado, la sombra de haber sido un desdichado.
Abucheado por el pueblo allí reunido -que por fin pudo escupirle en la cara lo que sentía por él-, poco antes de las 16, al grito de “Magnetto basura, vos sos la dictadura”, el horrible Magnetto dejaba los tribunales temblando entre custodios, y huía de sí mismo como si fuera posible. Ahora sabía de una vez por todas lo que había hecho con su nombre.
El hartazgo popular, del que allí Magnetto apenas probó una cucharada, le sirvió por supuesto a sus empleados para repetir a coro los deshilachados argumentos de la intolerancia, la crispación, el autoritarismo, y toda esa garúa de palabras que ellos mismos vaciaron de contenido. Y eso fue todo lo que dijeron.
Enceguecidos por la subsistencia, maniatados por el amo, con el plato lleno pero la cadena al cuello, no vieron el hito, lo dejaron pasar, no consignaron el hecho, no fueron periodistas. Eso también quedó impreso en la historia.
David y Goliat volvían a enfrentarse, y por primera vez Goliat huía aterrado, sin valor siquiera para mirar a  los ojos a David, ya no para enfrentarlo... ¡Inédito! Pero los grandes medios vieron nada.
Peor todavía: un periodista, un solo periodista, (según Clarín ni siquiera eso, apenas un relator, un locutor); se le plantaba sin embargo al monopolio entero, a todo el Grupo Clarín, al mismísimo Héctor Magnetto -dueño de abogados, de políticos y de jueces-, y con la misma sola voz conque grita sus goles, allí nomás les decía: hasta aquí llegaron... ¡Insólito! Pero los grandes medios no oyeron nada.
Peor si se quiere: un megaempresario acusado por crímenes de lesa humanidad, el cerebro de una corporación bañada en sangre y mierda intentaba callar a un periodista independiente... ¡Inadmisible! Pero ni los grandes medios ni sus periodistas dijeron nada. 
¿Es posible todavía considerar medios y periodistas a quienes callan un atropello así, o cuando menos, una noticia de esa importancia?...
La historia del periodismo argentino deberá registrar además que el jueves 8 de agosto de 2013, un periodista, ese periodista, apenas un hombre, precisó para siempre las fronteras del oficio: de un lado quedaron los periodistas de verdad, y del otro… los empleados de Magnetto.
Desde su libertad absoluta, El Martiyo saluda a Víctor Hugo Morales. 


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jueves, 8 de agosto de 2013

MASSA, LILITA, PINO, ARGEN Y TINA: ¡AGUANTE LA FICCIÓN!...



Las cámaras de Sergio Massa y el reality de su robo mientras se saca el saco y se pone el pongo. 
Los monólogos de la serie "Ella o vos" de Federico de Narvaez, y su carcajada del final, casi sarcástica, casi demente, del todo preocupante. 
El chistoso "cenador" Rodolfo Terragno cocinando chocho como si la Alianza no hubiese sucedido nunca. 
La simpática saga de Argen y Tina con Ricardito Alfonsín disfrazado del padre, y la Stolbizer más o menos.
Lilita y Pino en una adaptación libre de los Simpson con Gil Lavedra como Milkhouse …
No por nada el Grupo Clarín decidió cerrar la campaña de sus candidatos en la fiesta del Martín Fierro, desde el Colón de Macri, a toda farándula, y con claqué propia.


¡AGUANTE LA FICCIÓN!




Nunca quizá nadie entienda jamás qué se proponía Sergio Massa con la producción barata de una película torpe sobre un ladrón estúpido sin diálogo ninguno, y encima en blanco y negro. Por algo venían retrasando su estreno. Pero otra vez el aguafiestas de Horacio Verbitsky les arruinó la sorpresa, y desde entonces el niño Clarín del año no para de explicar por la mañana lo que desmiente por la noche, mientras insiste tildado en la importancia de filmarlo todo. Y es lógico: si pierde las elecciones, siempre le queda el Martín Fierro, un premio amigo.
Sin embargo, no corre solo. A falta de ideas, proyectos y gestión de los políticos a vender; los publicistas de la oposición –ningunos mancos- supieron hacer de ese vacío un arte, y acaso como nunca antes en la historia moderna de la democracia argentina, nos entregan un auténtico festival de cortos en un nuevo género que se permite a un mismo tiempo la comicidad, el grotesco y el terror.
No es fácil. Se trata de vender un perfume sin olor, una pintura invisible, un jabón que mancha, una escoba que suelta polvo…
Porque ninguno de todos estos directores recurre al facilismo de un contenido político que sustente el producto que ofrecen. Es el envase vacío, y a pelearla. La caja sin los zapatos, el auto sin el motor, la fachada sin la casa atrás… No es fácil.
En tal sentido estas PASO serán alumbradoras, acaso para el mundo, porque permitirán medir, con precisión inusitada, el peso específico de la publicidad. Esta vez no hay producto.
La simpática saga de Argen y Tina -nobleza obliga- está a la altura de lo mejor de Suar, que no será Tarantino, pero… una pena que al final aparezcan el hijo de Alfonsín y la Stolbizer, la serie daba para mucho más, pero eso es todo. Propuestas cero.  
Federico de Narváez, en cambio, eligió el stand up y se presenta solo, sonriendo con la sonrisa que le quedó de tanto comer con Mirtha; feliz como un millonario, mientras con suficiencia y canchero, empieza a pegarle a “Ella”, hasta que al final, sorprendentemente, la llama “la más bella”, y allí remata con una carcajada propia de Ibañez Menta. Tampoco él ofrece ninguna propuesta, pero a cambio nos deja una profunda inquietud: ¿hasta qué punto el dinero entontece?...
Rodolfo Terragno, el “cenador” (?), intenta gracioso una especie de humorada que no hace reír porque no se entiende, pero que en nada eclipsa su protagonismo indeleble en la catastrófica Alianza del bobo salvaje de Fernando de la Rua.
La troup  de los Unen con su circo ambulante, y sus peleas de Sprinfield, Lilita que le grita a Pino, Pino que le grita a Lilia, y Gil (Lavedra) que llora entre los dos como Milkhouse… es imposible no imaginarlos después de cada función, ya todos juntos a solas, matándose de risa de sus propias bromas, la gran burla que son para el que piensa… ¡Todo es fantástico, todo es maravilloso! ¡Aguante la ficción!...
En un panegírico de pesadilla, vimos sin conseguir entender a Alfredo de Angelis soltando un Sapucai, al colorado Macalister haciendo un asado, y hasta la desaparición sistemática de unos chorizos sobre una parrilla… humor, grotesco, terror…
Candidatos sin gestión para ostentar ni trayectoria que recordar, o ya incinerados por sus propios archivos; promesas que no llegan a ser propuestas, o propuestas herméticas cuyos mecanismos de resolución nadie conoce, ni siquiera el que las propone. Allí se lleva una estatuilla, cómo no, Diego Santilli, candidato a senador por el Pro, advirtiendo que “propuestas hay, pero todavía no es el momento de darlas a conocer”. Si eso no es el vacío, el vacío dónde está…
En la humilde opinión de este blog, nunca tanta nada produjo tanto algo. Y lo saludamos. Directores, creativos, técnicos, proveedores, catering, cadetes, administrativos, actores y maquilladores, la industria del cine también es la industria de la publicidad, y muchas veces rascadas como estas para clientes como estos –que no se fijan en gastos porque total la guita no es de ellos-, sirven para sustentar otras películas que sí valen la pena.
En cuanto a la realidad… no creemos, humildemente también, que ninguno de estos “candidatos” –la sola palabra nos causa risa- tenga verdaderas intenciones de actuar en política. Con actuar les basta, y con lo que tienen -sus spots, sus bolos en TN, etc-, ya está bien. Quizá alguno de ellos, cómo no, sueñe o se ilusione con ser un día presidente. Sueñe, o se ilusione. En cuanto a la realidad… se verá el domingo cuando cada argentino con su voto nos dirá de verdad cuál es el peso específico –sin lastres de contenido- de la espuma de la publicidad.
Así también nos abstenemos de comentar los spots del oficialismo, por no parecer más oficialistas de lo que somos, pero el del niño coya que recita junto a Cristina, no conmueve, únicamente, a los corazones que ya no laten…
Por lo demás, este blog, que nunca presumió objetividad porque se jacta de su honestidad, ha revisado con esa misma honestidad la trayectoria y las propuestas de los candidatos de Clarín –basta de eufemismos-, y no halló, sin embargo –o por lo tanto-, más que eso: la espuma de la publicidad… o el vacío de lo inconfesable
No por nada este año la entrega de los premios Martin Fierro quebró su propia larga tradición y pasó de mayo para agosto. Así el Grupo Clarín clausuró oficialmente la campaña de sus candidatos: en el Colón de Macri, a toda farándula, con claqué propia, y un Lanata tan exultante, que hasta le agradeció el premio al vicepresidente Boudou, como el ahorcado feliz que nunca olvida su soga.
¡Aguante la ficción!... para realidad está el domingo. 

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martes, 9 de julio de 2013

RECORDATORIO: 9 DE JULIO: TODAVÍA NO SOMOS LIBRES...

9 de julio de 2013

En un nuevo  aniversario de la declaración de la independencia nacional en el Congreso de Tucumán de 1816, El Martiyo prefiere recordarnos que todavía no somos libres, que aún se pelea por recuperar la entrega de los 90, que las corporaciones apátridas han penetrado hasta la justicia y deciden nuestras políticas, que las Malvinas todavía están ocupadas, que la lucha continúa... 
Pero celebra, sí, que continúe.

¡Viva la Patria!


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domingo, 7 de julio de 2013

sábado, 6 de julio de 2013

CFK: LA PEOR DE TODOS...


 Ni Néstor Kirchner ni Jorge Rafael Videla inspiraron tantos enconos como Cristina Fernández de Kirchner. 
¿Por qué?
Aquí El Martiyo ensaya una respuesta, plantea otras preguntas, revisa ciertos hechos, considera algunas razones, pero no descarta ninguna pasión.


LA PEOR DE TODOS


Cristina Fernández de Kirchner



Las corporaciones económicas, los grandes medios y buena parte de la sociedad argentina supieron defender cuando no justificar o estimular a cada uno de los sucesivos dictadores de la dictadura genocida inaugurada en 1976. Raúl Alfonsín, que como buen radical no completó su mandato -dejándonos en pleno caos y en manos de Menem-, hoy para muchos de esos sectores es poco menos que un prócer. Carlos Menem, que remató el país, olvidó a su gente y completó la destrucción de la industria nacional, no tuvo menos adeptos, por el contrario. Incluso Néstor Kirchner, que coleccionaba enemigos en esos mismos sectores, supo tener espacios de sosiego. Cristina, en cambio, consiguió unificar el odio de todos ellos como nunca nadie en la historia de la Argentina, a excepción, acaso, del mismísimo Perón.
Y decimos odio porque lo hemos palpado, lo palpamos a diario: no es oposición, no es vulgar rechazo y nada más, es odio. 
Cómo entonces no preguntarse por qué. 
Si bien el odio es una pasión y buscarle razones a una pasión es casi siempre una aventura infausta; El Martiyo, de guapo, se le atreve.
Porque sabe oculto en ese odio una cuestión moral, apenas ideológica, más cultural que política, más endémica que visceral, pero más visceral que inteligente, (de allí los resultados que obtiene).
Disparan contra Cristina, pero el blanco vivo detrás de su imagen no es ella, ni siquiera sus funcionarios, o en síntesis El Gobierno. No. El objetivo de todos los ataques es la gente que lo vota, y el mecanismo que lo permite. De lo contrario todos ellos dormirían confiados en su consecuente derrota electoral… ¿o alguien durante el catastrófico gobierno de la Alianza temió siquiera por un segundo que Fernando de la Rua pudiera eternizarse en el poder?...
“Estos vienen por todo”, nos dijo un día un contra, a la sazón colega. Le recordamos que Clarín también, y que a cambio a Magnetto no lo había votado nadie. El diálogo se truncó ahí, pero no pudimos no preguntarnos: al fin y al cabo ¿quiénes son “Estos”, los que “vienen por todo”?... ¿Cristina?, ¿Boudou?, ¿De Vido?, ¿Moreno?, ¿este gobierno, bah?... ¿Pero este gobierno no fue elegido democráticamente, y encima por amplia mayoría?... ¿Y entonces quiénes son “estos”? ¿El pueblo soberano? ¿“Nosotros”, o sea?... Porque de ser así, más bien que venimos por todo, lógico. Y con absolutamente más derechos que Magnetto y su banda, qué te parece…
¿Pero entonces vos te comprás el relato?, nos increpó, suficiente, otro contra, creyente de Clarín, claro. Le preguntamos ahí nomás a qué “relato” se refería, porque el problema no está en el relato que se compre, sino en el relator que te lo venda. 
Hasta hace poco, por ejemplo, esas mismas voces habían aprendido a decir “en la Argentina ya no queda clase media”. Era una verdad establecida por todos los medios del Grupo, y desde allí descendía sacra, indiscutible. Cualquier argumento en contrario, era un invento de Moreno que uno se compraba infelizmente.
Hasta que un día hace poco el Banco Mundial –más riguroso que Marcelo Bonelli-, le anunciaba al mundo que en la última década la Argentina había duplicado su clase media, superando así en el ítem a toda la región… Por eso decimos, el relator que se escoja es el problema. No siempre lo más a mano es la verdad.
Los mismos contras hasta no hace mucho explicaban la incapacidad de la justicia para probar la corrupción oficial, porque todos los jueces eran manejados por el gobierno. La batalla por fin desatada por la propia presidenta para democratizar el poder judicial, barrió con su sólo inicio cien millones de mentiras.
Sin embargo el odio no cesa, y sus repetidores tampoco.
Entonces vale preguntarse: ¿qué es lo que temen?... Si como dicen “estos vienen por todo”, pero resulta que “estos” somos “nosotros”, ¿cuál es problema?... Porque si “estos” dejaran de ser “nosotros”, sencillamente en la siguiente elección “nosotros” no lo votaríamos más, y “estos” dejarán de ser “estos”… ¿y entonces?...
¿O en el fondo la idea iluminada es que somos todos idiotas que no sabemos votar y por eso mejor sería un golpe?... O mejor todavía: una democracia teledirigida por una corporación mediática a imagen y semejanza de aquella que nos arrojó al abismo del 2001 con sus 39 muertos?...
Por muchas vueltas que le demos, habrá que admitir que la sustancia del odio es esa: este pueblo de negros no sabe votar, y nos echa en manos de una banda de zurditos nazis, fascistas y montoneros. Así de absurdo, de retrasado, y de espeluznante. Como es el odio.
Desprecio por el otro, complejo de superioridad, futilidad, indiferencia social, y la soberbia intelectual propia del ignorante profundo. No hay más que eso.
Cualquier intento por darle un contenido racional a ese amasijo de miserias, acabará sin solución en otro de esos galimatías que hoy con tanta solicitud prodigan en TN Beatríz Sarlo, Marcos Aguinis, Martín Caparrós, o María Laura Santillán; y que al cabo no trascienden las fronteras del propio club del odio  donde se fraguan.
A todos ellos les decimos: es infantil atacar a Cristina, porque ella nada más hace lo que decidimos "nosotros"
Y si usted, estimado lector, cree que de verdad este gobierno es tan terrible como le dice Magnetto, no tiene nada que temer, porque el mismo pueblo que lo eligió, sabrá castigarlo con su voto soberano.
Ahora bien... si usted, como Magnetto, a lo que de verdad le teme es al pueblo soberano, es porque usted, como Magnetto, está más sucio que una papa. Estimado lector. 


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viernes, 5 de julio de 2013

Los chistes de Borges... o un texto sobre textos...

Los chistes de Borges


Cuando le preguntan a María Kodama qué es lo que más extraña de Borges, ella no duda en responder: “su sentido del humor”. Uno de los hombres más divertidos de la historia del hombre, sin embargo, decidió pasearse por su siglo disfrazado de viejo aburrido, sin romances rimbombantes ni escándalos de vodeville, con su traje siempre gris, su bastón y su ceguera, su hablar lerdo y trabado, y su genio camuflado de sabio que no sabe. No es arbitrario pensar que esa sola caracterización, única y total, fuera su más secreta y grande broma.




Con gigante generosidad, no se guardaba los trucos y compuso un día un texto sobre Cómo nace un texto –tal el título-, y ya de arranque se despachaba con humor:
“Empieza por una suerte de revelación. Pero uso esa palabra de un modo modesto, no ambicioso. Es decir, de pronto sé que va a ocurrir algo y eso que va a ocurrir puede ser, en el caso de un cuento, el principio y el fin. En el caso de un poema, no: es una idea más general, y a veces ha sido la primera línea. Es decir, algo me es dado, y luego ya intervengo yo, y quizá se echa todo a perder”.

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jueves, 4 de julio de 2013

LA VIEJA EUROPA, o el nuevo patio trasero de los EE.UU...


En un episodio por demás didáctico, sin perder su sabia sonrisa aborigen, Evo Morales ilustró al mundo sobre la actual relación de fuerzas internacionales que lo tensa; y hasta qué punto ahora el patio trasero de los Estados Unidos ya no es la emergente América Latina, sino la vieja Europa de la Nueva Unión terminal.


VEJÁMENES DE LA CONQUISTA





“En 1517 el P. Bartolomé de las Casas tuvo mucha lástima de los indios 
que se extenuaban en los laboriosos infiernos de las minas de oro antillanas, 
y propuso al emperador Carlo V la importación de negros, que se extenuaran en los laboriosos infiernos de las minas de oro antillanas”.
Jorge Luis Borges, (El atroz redentor Lazarus Morell).


"El colonizador europeo, ahora se ha convertido en colonizado".
Evo Morales



Cuando allá por el 2008 Barak Obama ganaba sus presidenciales, y por todo el mundo todo tipo de personas se alegraba por el cambio que suponía; El Martiyo prefirió subrayar el retorcido racismo que animaba tales festejos, reducidos en lo sustancial a que el nuevo presidente era negro. Como si alguna raza fuera mejor, o superior, que las otras. “Un presidente de los Estados Unidos –decíamos allí- será siempre un presidente de los Estados Unidos”. El tiempo apagó aquellos festejos, y nos dio la razón. Que no es para festejar.
Muy por el contrario, la invasión a Pakistán en mayo de 2011 para la ejecución sumaria de un ciudadano saudí (Osama Bin Laden); y ahora, el atentado físico, moral y jurídico a un jefe de estado extranjero (Evo Morales); nos dejan toda la razón del mundo: no hay nada que festejar...
A no ser el contraste que nos permite confirmar que el yugo que antes cargaba América Latina, ahora lo lleva la Unión Europea, cuya sumisión a los amos de Washington, ayer quedó mundialmente expuesta. ¿pero es para celebrar la vergüenza ajena?... 
En la Casa Blanca tampoco hubo alegría. Cambiaron un jardín infinito, por un castillo en ruinas. Europa es tierra yerma, unión de estados en estado terminal desde siempre en conflicto. Razas bravas de saqueadores, sus broncas étnicas llevan siglos sin resolverse ni a tiros, mientras sus países son dibujos en los mapas que desdibujan con frecuencia entre imperios que se deshacen, y por lo tanto desesperan. No, Europa no es Latinoamérica, pero responde mejor.
Con subordinación y sin ningún valor, España, Portugal, Italia y Francia no precisaron siquiera un mail de la Casa Blanca para violar en su nombre todos los tratados y las leyes y los protocolos internacionales, reteniendo, o sea: deteniendo; o sea secuestrando, a un jefe de estado extranjero, con el correspondiente riesgo para su seguridad y la de su comitiva. Todo en nombre del amo.
El hecho alcanza su significado más desgraciado cuando se recuerda el sólo móvil de tantas vejaciones: apenas la escuálida posibilidad -el rumor, la ilusión, la fantasía o/y el pánico-, de que a bordo del avión presidencial boliviano se escapara el espía norteamericano Edward Snowden, el hombre que acaba de avisarle, a toda Europa, que los Estados Unidos también los espía a ellos, les chupa los teléfonos, y les revisa el correo. A todos, y a cualquiera. Y sin embargo…
En nuestra sección Europa en Guerra, venimos anunciando el trágico desenlace bélico que acecha una vez más –y van- al viejo continente, (como se ve, ya demasiado viejo).  
La soberanía económica resignada ante los gerentes de la "troika"; la soberanía política de todos los miembros de la zona del euro a los humores de Alemania; la recurrencia demente en plena crisis a las recetas del FMI, que en las últimas décadas del siglo XX gangrenaron a Latinoamérica; la carísima protección militar que le pagan desde hace más de medio siglo al Pentágono; no son síntomas sino causas de un presente que no ofrece -como Winston Churchill hace setenta años-, más que sangre, sudor y lágrimas. Y sin embargo…
Ajustes y más ajustes, desocupación y más desocupación, recesión y más recesión, decepción, resentimiento, mucho resentimiento, y un gran desconcierto entre sus pueblos, que sin entender y hartos, ahora se preguntan por qué se la agarran con Evo, si el que los espía es Obama.
Pero sus líderes no responden, evaden o se esconden, ensayan explicaciones aerotécnicas, y disculpas que dan vergüenza...
En contraste, ante los hechos, América Latina reacciona como una sola gran nación de estados de verdad soberanos. Hoy ya se reúne de urgencia la Unasur, y ayer todos los presidentes todos manifestaron sin eufemismos su rechazo al imperialismo norteamericano y sus colonias europeas.
Tal vez hay algo para celebrar, sí, pero es sólo eso: un contraste, un juego de luces y sombras entre lo que es y debe ser, y lo que ya fue, y así terminaEntre una América Latina que emerge soberana, y esa Europa colonial, que por algo se deshace.
Como síntesis estética del nuevo mundo que nos toca; rescatamos de este episodio tan ilustrativo, la inmensa figura sencilla de Evo Morales cruzando los cielos de la Tierra sin encontrar por dónde, y sin perder la sonrisa, mientras nos explica, sin palabras casi, pero con ancestral contundencia, qué poco han progresado los genocidas de la Conquista.

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