LAS TAPITAS DE Clarín
Hace algún tiempo ya, Clarín agregó un “atractivo” a su deslucido portal, que nos
atrajo a nosotros también, y por ello saludamos al mounstroso monopolio, no sin
gratitud. Lo cortés no quita nada, suma.
Y lo saludamos con gratitud porque pese a que pretendieron
restringir el recurso a un juego de autorreferencias personales titulando desde
el vamos “Mirá la tapa del día que naciste”; El Martiyo advirtió allí, en
cambio, una maravillosa posibilidad de revisar, día por día, la historia
argentina de las últimas décadas, a partir de la confesión de parte uno de sus
principales gestores: Clarín.
Y maravillados por la maravilla, decidimos consagrarle una
sección que de alguna manera encierra el juego
“dime qué dijiste y te diré quién eres”, pero que en gratitud a tan
generoso recurso, optamos por reconocer la marca que lo brinda, y le pusimos
directamente: Las tapitas de Clarín.
Que se hagan cargo.
Esperamos la disfruten, los entretenga, les recuerde, o los
despierte.
El 16
de junio de 1955, aviones aeronavales y de la Aeronáutica, ametrallan y bombardean
la Playa de Mayo y la Casa Rosada, la CGT y aledaños, asesinando a más de 300 personas, y dejando más de 700
heridos. El gobierno democrático del general Juan Domingo Perón, comenzaba a
caer. El 23 de setiembre la sedición comandada por el general Pedro Eugenio Aramburu
y el almirante Isaac Francisco Rojas, daba su golpe de gracia en un golpe de
estado travestido de Revolución Libertadora.
El jueguito
de Clarín “Mirá la tapa del día que naciste”, no entrega la correspondiente al
17 de junio, día siguiente al bombardeo. Ya la del día 18, ni siquiera menciona
el genocidio.
Tampoco
hay tapa del 24 de setiembre, el día después del golpe de estado. Tal vez por la resaca
de los festejos, porque ya la del día 25 saluda exultante el "nuevo orden", y hasta incluye un recuadro
que avisa, recuerda y propone, o recomienda: “Hora de Colaboración”.
Como si
estuvieran en Francia y vieran llegar a Hitler. Tal
cual.
Clarín: 18/6/55
|
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Como tantos medios públicos, EL Martiyo no deja de ser privado, y por lo tanto se reserva el derecho de pubicar o no los comentarios recibidos.