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martes, 12 de junio de 2018

Los Chistes de Perón - Hoy: Las Malvinas, el perro y la correa...

Los chistes de Perón 


Si alguna vez los argentinos consiguiésemos el nirvana tangible de una divisa estable, esa nueva moneda debería llevar impresa, en sus dos caras sin ceca, las imágenes yuxtapuestas de Borges y Perón; como el yin y el yang de una Argentina sola, que en su doble anverso, grabara así la riqueza de nuestras más hondas contradicciones, unidas entonces por las solas banderas de la gracia de la inteligencia, la agudeza de la sensibilidad, y la sabiduría siempre que revela el humor. 
Por ello aquí El Martiyo, en un gesto estético histórico -pero histórico por estético-, reúne, funde, en un mismo marco, en idéntico formato, a este dueto imposible, y sin embargo… Esperamos que así como los peronistas disfrutan de Los chistes de Borges, así también la otra Argentina disfrute de Los chistes de Perón, quien supo tener, indiscutido, el sentido de la risa que es propio de los grandes. Y que nos hace mejores.




Durante el primer gobierno de Perón Inglaterra atacó un refugio argentino en la Antártida. La pequeña guarnición nacional instalada allí, armada de ametralladoras, consigue repeler a los ingleses, que rápido se retiran, no sin antes clavar la Union Jack sobre el refugio destruido. Un cabo argentino la arranca y se las arroja al bote en el que huían. 
Pocos días más tarde, el embajador británico fue a pedirle explicaciones al presidente Perón.
-- Vino a verme el embajador británico y tuve con él una pequeña conversación más bien amistosa, en el curso de la cual me preguntó: ¿Cómo van a arreglar ustedes ese asunto de la Antártida? Le contesté : ¿Y qué derecho tienen ustedes a la Antártida?; entonces él me replicó: La Antártida es una prolongación de las islas Malvinas. Y fue ahí cuando yo le dije: eso me recuerda a un tipo que una vez me robó un perro. y al día siguiente vino a pedirme la correa.


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