Perdido
por perdido, despacio como aturdido, de manera impensada y sin embargo muy decidida,
Clarín fue cambiando de género y degeneró del drama a la comedia, y de la
comedia a la comicidad. Así lo que antes daba bronca, ahora da risa y cada vez
más risa.
Cuando el humor gráfico argentino parecía extinto, el extinto monopolio
se inmola entre carcajadas.
“Uno de
mi calle me ha dicho que dice
conocer un tipo que un día…”
J. M.
Serrat
Quizá
todo comenzó en aquel octubre huracanado de 2011, cuando la victoria aplastante
de Cristina pulverizaba la feroz ofensiva iniciada por Clarín desde la
crisis de los grandes terratenientes tres años antes. Esa fue, acaso, la
primera gran carcajada.
Tres
años de mentiras y de agravios, de campañas miserables con desfile de
traidores. TN, Canal 13, Radio Mitre, diario Clarín, Nelson Castro, Inmorales
Solá, Van der Koy, Fernandito Bravo más bravo que nunca, Lanata inflado hasta
reventar, todos los medios todos, todos sus empleados todos, tres años con sus
días y sus noches, y Cristina que contra viento y marea se alzaba con ese 55
por ciento que todavía les duele. La risa entonces duró días, semanas, meses…
La
bronca volvió de a poco. La bronca que da sobre todo sentirse subestimado como
lector, como persona adulta, por las campañas baratas y demasiado evidentes, por
las mentiras grandes pero las desmentidas chiquititas; por la entrega, por la
traición, por la indisimulable alegría que les produjo el secuestro de la Fragata Libertad en Ganha; por la
ilusión que les inspira cada nuevo zarpazo de la diplomacia británica en las
Malvinas; por todas las corridas cambiarias que desataban con sus tapas contra
la economía de todos nosotros, por la gran esperanza que les supone todavía
Paul Singer y sus fondos buitres… por la imperdonable indiferencia de llevarse
puesto el país si con eso la dañan a Cristina… daban bronca, además de asco, y
sed de justicia por Papel Prensa, por la nunca bien contada historia de los hijos
adoptivos de Ernestina (y de Magnetto); por las maniobras con las AFJP, por el
lavado de guita denunciado por el vicepresidente del JP Morgan, por el
genocidio entero que encubrieron y aplaudieron… cada día más rabia daban,
claro.
Pero antes
del quebrantamiento es la soberbia, está en la Biblia.
Enceguecidos
por la impotencia, llevados por el canto de sirenas de su propia desesperación,
dispuestos a probarlo todo, despacio pero efectivamente, se perdieron por los
caminos de una comicidad involuntaria que, como tal, no hace reír, sino que da
risa y por eso es fatal.
En los
hitos de esa historia acaso haya que registrar, fundacional, la pretensión
desde ya desopilante de presentar a Lilita Carrió como “uno de los referentes
políticos más serios de la Argentina ”
(Joaqu-Inmorales Solá, dixit). Pero tan serio referente apenas rascaría el uno
por ciento de los votos en aquellas mismas elecciones de 2011. Una risa, sí. Luego
repitieron tanto el chiste, que ya no causa gracia, y por ahí se deshilacha Lilita
sin que le quede más nadie a quién denunciar al pedo…
Pero
los chistes continuaron, la danza de los potenciales permitía todos los
augurios, todas las sospechas, cualquier humorada, ya no hacían falta
investigaciones ni pruebas, un rumor más o menos bien envuelto de “altas
fuentes confiables” y rociado con muchos “allegados a” y todo por supuesto “hiperchequeado”,
terminó por enloquecerlos, y en su espiral de odios, de miedos y mentiras,
acabaron por morderse la cola ellos mismos desatando allí sí las carcajadas del
público en general…
La
metamorfosis no fue fácil. Por demasiado tiempo no dejaban en claro si hablaban
en serio, o era todo joda. Las humoradas entrelazadas con las alarmas de un
inminente Apocalipsis que sigue sin llegar (a no ser que gane Macri),
desconcertaron al lector, que no sabía, ya, si reírse, llorar, o tirar el
diario a la basura. El grueso del público se decidió por la tercera opción, y por
eso hoy venden menos que en 1963, cuando el país no tenía ni la mitad de la población
actual.
Cuando el
agua alcanzó la cubierta, Magnetto, evidentemente, ordenó definir el perfil, y entonces
sí por fin se lanzaron de lleno a un humor onda Búster Keaton: gesto inmutable,
sustancia hilarante.
De
allí, quizá, la idea de presentar al fiscal Alberto Nisman como un santo de la
espada, mártir de su propia valentía, que así pagaba con su muerte el heroísmo
de su misión... cuando en realidad se trataba de un botarate acomodado, un abogado
inoperante que en diez años de investigar la causa AMIA, derrochó el mayor
presupuesto de la Justicia
y lo único que descubrió es que le gustaban de alma los ratones, los gatos y
las trampas. Esa fue una risa triste, porque ellos son tristes, pero igual fue
una risa, cómo no.
Pensemos
hoy en el 18F ,
la marcha, los paraguas y el silencio, la lluvia, los fiscales y la oposición,
y todo por Isidoro Cañones que se nos fue sin saludar…
A la
par iban las disparatadas teorías que a diario pretendían resolver el misterio
del baño cerrado, con teorías aún más disparatadas sobre conexiones terroristas
que en menos de tres párrafos establecían entre Venezuela, Cuba, Irán, la
antigua Checoseslovaquia, Júpiter, González Catán, y desde luego Al Qaeda,
total es gratis. Eso también fue muy gracioso, nobleza obliga.
Ya en
cambio la denuncia de la semana pasada contra Máximo Kirchner -que hasta La Nazión desmentía en simultáneo-,
eso, bueno, ja… eso nos hizo pasar momentos que sólo Los Tres Chiflados en la
plenitud de la infancia y después de un buen vaso de vino y soda.
A sólo 24
horas de anunciada la denuncia con título catástrofe, ya ni un recuadro la
recordaba. Jajajaja, sí… y para mejor muchos de sus creyentes todavía la repetía,
cuando ellos ya ni mu, jajaja, sí, cómo no: jajajajaja… y encima obligaron a Máximo
a salir de su silencio y lo instalaron como candidato a nivel nacional,
jajajaja… como quien se perfora los dos pies con el mismo tiro, jajajaja… una
risa que da risa, claro que sí… (ver Con enemigos así…).
O
ahora, esta semana, la carta abierta de Alfredo Leuco al Papa reclamándole que
no reciba otra vez a Cristina, jojorojojó… qué demasiado… claro que al grito
de “una carta abierta no se le niega nadie”, Leuco bien podría iniciar una serie y
cartearse ya que está con el Dalai Lama y con Putin, con Mick Jagger y con Messí,
total… jajajaja…
El diablo está en los detalles. Al pasar estos días por facebook captamos ese titular que aquí encabeza este post: “La hermana de un amigo de Echegaray…” Debajo todos los comentarios festejaban el chiste. Y claro. Para no reírse de eso, hay que ser por lo menos Héctor Magnetto.
El diablo está en los detalles. Al pasar estos días por facebook captamos ese titular que aquí encabeza este post: “La hermana de un amigo de Echegaray…” Debajo todos los comentarios festejaban el chiste. Y claro. Para no reírse de eso, hay que ser por lo menos Héctor Magnetto.
Porque
ahí sí la tristeza, la verdadera tragedia. Lo fatal. Lo irreparable.
Cuando
un diario que se pretendía serio llega a dar risa sin quererlo, todo
ha terminado. Todo. La credibilidad, el prestigio, la penetración en la opinión
pública, su verdadero poder… ya todo es pólvora mojada. Todo.
Si sos Magnetto, ¿de qué vas a reírte?...
Porque eso sí que no se resuelve con cautelares, ni te lo arregla Lanata por más gracioso que se crea. Ja.
Qué
risa. Porque eso sí que no se resuelve con cautelares, ni te lo arregla Lanata por más gracioso que se crea. Ja.
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