A sólo
cinco meses de inaugurada la Revolución de la Alegría, el gobierno de Macri
conmemoró su primera fiesta patria aislado y/o protegido por un ejército, mientras saludaba a nadie en el corazón vacío de una Plaza vallada para que el pueblo no se le
acerque.
Lo que alarma no es tanto el desgaste sufrido en tan poco tiempo, sino el mucho tiempo que todavía le queda, o le falta.
¿Cómo lo cruzará? ¿Así?...
Lo que alarma no es tanto el desgaste sufrido en tan poco tiempo, sino el mucho tiempo que todavía le queda, o le falta.
¿Cómo lo cruzará? ¿Así?...
VALLAS
DONDE VAYAS
En la
fiesta patria del 25 de mayo el gobierno de Macri alcanzó en imágenes la
síntesis brutal de su verdad. La Plaza desierta, la zona militarizada -no sólo
vallada-, y la cúpula del Estado marchando sonriente, saludando al vacío,
orgullosa, ajena, aislada, protegida como conciente del daño que prodiga.
Del
otro lado de las vallas, un centenar de personas –cooperativistas en picada-
alzaban sus gritos y sus carteles. Uno de ellos también alcanzó la síntesis: “Vos
poné vallas, yo quiero que te vayas”.
Lo que
eleva a desastre político la importancia de esas imágenes –de estos hechos-, es
el tiempo, los sólo cinco meses que pasaron desde la asunción de este gobierno
y el anuncio con suelta de globos de la Revolución de la Alegría.
Desde
entonces la única sorpresa que presentó el gobierno de Macri –más allá de los
creyentes de Magnetto- es la velocidad de la furia con que destrozó el estado
de bienestar de los argentinos. En sólo tres meses devaluó la moneda un 50 por
ciento, desató la inflación -que ya duplica la que venía a resolver-, subió la
tasa de desempleo -que sigue en ascenso-, aplicó tarifazos de hasta un dos mil
por ciento, nos entregó a los fondos buitres atados de pies y manos, endeudó
al país otra vez y por varias generaciones, pero abrió la importación, autorizó
la fuga de divisas, desgravó el champán y los autos de alta gama, y libró de
retenciones a las mineras y a las grandes exportadoras del agronegocio. Moraleja:
así de rápido un millón y medio de personas ingresaron a la pobreza, y suman y
siguen.
Pero
acaso lo grave no es el poco tiempo que pasó, sino el mucho que falta.
Si a sólo cinco meses de asumido el gobierno debe celebrar su primera fiesta patria más custodiado que los hermanos Lanatta, ¿cómo cruzará los tres años y medio que le quedan –o le faltan-?...
Si a sólo cinco meses de asumido el gobierno debe celebrar su primera fiesta patria más custodiado que los hermanos Lanatta, ¿cómo cruzará los tres años y medio que le quedan –o le faltan-?...
En
caída libre en las encuestas, la imagen del presidente ya es apenas la de un
fantasma en el que nadie cree, pero al que todos temen. Propios y ajenos.
Una
mezcla de inconciencia, impericia, futilidad, insensibilidad social, desidia y
revanchismo, burbujea en cada uno de sus gestos. Su perro en el sillón
presidencial, la brutalidad de sus tarifazos, sus off-shores, su familia y su
pasado, su sociedad con Lázaro Báez ya probada; los despidos que no paran y su
veto para no pararlos; su amistad con Obama, su desinterés por Malvinas, su
inmediato apoyo al golpe en Brasil, su gabinete lleno de piratas del Caribe…Obligados a vender un detergente que mancha la ropa, sus defensores a sueldo –periodistas, panelistas, políticos, operadores y socios-, sin saber qué decir ante la realidad insalvable, repiten a coro la balada falsa de la herencia recibida, y/o justifican cualquier error del gobierno con otro del gobierno anterior, mientras aún así insisten como si nada con que son el “cambio”. Ya nadie les cree, ya apenas los oyen.
Conforme
pasan los días los pocos medios opositores que sobreviven a la nueva pauta
oficial –y a las presiones con las que han sido calladas tantas voces-, ganan
el público que, por lo tanto, otros medios pierden. Clarín & Co. se agota en los
mismos esfuerzos que los voceros del gobierno para hacernos creer que todo va
bien, que no nos mean sino que llueve... Pero la realidad no los ayuda, y la
gente, en busca de alguna verdad, comienza a abandonarlos.
El
canal de cable c5n ya supera las mediciones de la televisión abierta. Radio del
Plata, que hasta hace tan poco se hundía en el dial, ahora es la segunda AM
detrás de Mitre. Roberto Navarro, cuyas primicias imponen tema para toda la
semana, gana la noche de los domingos contra todo el Grupo y sus satélites. El nuevo
programa de Lanata fue lanzado como un gran trasatlántico, pero así como entró
al agua, siguió hacia su fondo. En la noche de los Martin Fierro, el ex-enemigo
a muerte de Clarín, sangró todo su resentimiento entre espumarajos de rabia. La
cobertura mediática, pieza clave de la estrategia para la devastación macrista,
se deshace insustancial.
En sólo
cinco meses de gestión, el gobierno se arrastra entre paros, protestas, amparos
judiciales contra los tarifazos, marchas, acampes, y encima, en lo que resulta una
pesadilla perfecta para la derecha argentina, el Vaticano con su Papa en
contra.
Sobre
llovido, los Panamá Papers, los beneficiados con el dólar a futuro, la cada día
más extraña historia del primo Calcaterra, y los desaguisados constantes de sus
mejores muchachos: Aranguren diciendo que el que no puede pagar el combustible se joda;
Frigerio aconsejando mirar películas suecas para ver cómo la gente cuida el
gas; Durán Barba negando el hambre mientras come con Mirtha Legrand; González
Fraga recordándole al votante de Macri que vive por error; Lopérfido rebajando
los desaparecidos… tanto y todo no podía sino culminar en un 25 de mayo así: él
rodeado de un ejército, y el pueblo tras las rejas.
Y sólo
pasaron cinco meses, y todavía quedan –faltan- tres años y medio.
¿Cómo
lo hará?
El gobierno
hasta ahora no informó de ningún plan económico. Hay medidas aisladas, augurios,
ilusiones, y promesas que se postergan de un semestre al otro, y del otro al tercero. El déficit fiscal que venían a bajar, subió. El consumo cae, y los
comerciantes y las cámaras empresariales, todos los días, gritan su asfixia por
todo el país. Se vende verdura en cuotas, y el pan en las joyerías. Mientras
tanto afuera, alrededor, el mundo se contrae; la recesión y el desempleo –y los
refugiados- azotan Europa; Brasil, el gran socio nacional, acaba de perderse en
la niebla de un golpe de estado que ahondará su crisis… hasta China se ajusta…
Ahí el
gran misterio, la gran –la sola- intriga histórica que presenta este gobierno:
¿Cómo lo hará?... ¿Cómo cruzará ese campo minado hasta la hoy tan lejana orilla
del 10 de diciembre de 2019?...
Porque
la historia argentina ya nos mostró muchas veces que las vallas esas pueden ser
del mejor hierro del mundo… pero cuando el pueblo advierte que se abusó de su
paciencia, parecen de papel.
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