¿Te acordás, hermano?...
¿Te acordás de la tragedia de Once, cómo te pusiste?...
¡querías salir a matar a la presidenta!, menos mal que te paré, te acordás?...
¡estabas sacado!... no era para menos, claro, pero…
Me dio miedo que te pusieras igual con el ARA San Juan, pero
por suerte ni me lo mencionás.
Me acuerdo sí que te volviste loco cuando Lanata mandó el
pibe a Panamá detrás de la ruta del dinero ka… ¡rabioso, qué digo loco!... ¿y
cuándo el gordo fue a las Seychelles y probó que Cristina una vez había hecho
una escala técnica ahí?... Uuuuu… aturdías, no sé sí te acordás… meses
cacareando con eso, ¿cómo no te acordás?... Por suerte después aparecieron las
50 offshores de los Panamá Papers y los Paradises-leaks, y te calmaste un
poquito…
Porque te ponías muy mal… rojo, te ponías…
¿O te olvidás la mañana que me despertaste furioso porque
les habían encontrado cuentas en el exterior a Nilda Garré y Máximo Kirchner,
terrible delincuente que hasta el día anterior se hacía el que jugaba con la
play, te acordás cómo estabas?... ¿Te acordás que inmediatamente yo me puse a
buscar la noticia y ya ni en Clarín aparecía porque era todo una operación de
Daniel Santoro, una mentira simple, te acordás?... ronco quedabas… afónico…
Incluso me preocupaste el otro día, cuando te vi tan
eufórico por las fotocopias de las fotocopias de los cuadernos que no existen
pero fueron escritos por un exmilico dado de baja por tirarle una granada a un
compañero pero salvado de la cárcel porque los psiquiatras lo declararon
ininputable y pese a todo el tipo escribe mejor que los muchachos de Clarín…
¡me pensé que te habías ganado la lotería cuando te vi!... tenés que tener
cuidado con esas cosas…
O te olvidás que casi te da un infarto cuando los convictos
hermanos Lanatta denunciaron en el programa de Lanata desde la casa de la
Carrió que Aníbal Fernández era La Morsa, el rey de la efedrina… Ahí creí que
te me ibas, te juro… ¡Por suerte era todo mentira! ¿Te enteraste, no?...
¿No?...
¿Seguís leyendo Clarín, Globert?...
Tenés que tener cuidado… porque yo creo que sobre todo es eso lo que te
pone tan mal, tan nervioso… y no sólo te vas a arruinar la salud, sino que en
el barrio somos cada vez más los que pensamos que sos un pelotudo.
* * *
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