Apurados
por el odio a Cristina, Magnetto y sus muchachos ya hablaban con el papa Francisco
para canonizar al fiscal Nisman sin mayores trámites.
Pero
otra vez la realidad no supo acompañarlos. Todos los días nuevos datos y más fotos
revelan a un hombre que -dijeran Los Auténticos Decadentes- vivía entre “patines
y levantes, programas todo el día, una agenda secreta, con una doble vida”
SOMOS
LOS PIRATAS
“Toda
una vida fiel,
al gato
y a las trampas”.
Los
Auténticos Decadentes.
Nadie
es mejor porque se muere.
Y otra
cosa: eso de que no hay que investigar a la víctima es un viejo eslogan
estupido inventado tan luego por el muerto de Bernardo Neustadt cuando el asesinato de
María Soledad Morales se volvió funcional para el gobierno de Carlos Menem.
Siempre
hay que investigar a la víctima. No hay un camino mejor para llegar al
victimario. ¿A quién se le ocurre no querer saber dónde iba, con quién se
juntaba, qué hacía, cómo se portaba el muerto, eh?... Al muerto de Bernardo
Neustadt, nada más.
Sin
embargo no. Con renovado énfasis, jóvenes panelistas opositores, indignados políticos
ídem, y otros concursantes del 18F ,
atropellados por la verdad, infantilmente se tapan los oídos mientras gritan
porque no quieren saber, no quieren ver ni quieren oir qué pedazo de patético
tarambana estaban a punto de canonizar.
De
pronto el nuevo santo de la espada era un viejo demonio de la noche admirado
incluso hasta por Guillermo Coppola, pirata por antonomasia. Chicas, risas,
viajes, fiestas. Viva la pepa. Hay fotos. Muchas fotos. Cada vez más.
De
pronto el íntimo amigo que le prestó el revólver que lo mata, era más bien un
testaferro que le pagaba para tener trabajo, mientras lo ayudaba a lavar guita,
y que ahora prende el ventilador harto de encubrir a su buen amigo Alberto que
mirá en qué quilombo lo metió... ¡A tomar por culo, Alberto!...
Porque
de pronto resulta que el valiente fiscal lavaba dinero, malversaba fondos públicos,
mantenía y explotaba ñoquis, practicaba el cohecho, y de la AMIA ni hablar. Diez años, y
nada. Un tiro en la cabeza.
A todo esto su ex esposa la jueza federal Sandra Arroyo Salgado, que tan
dramáticamente irrumpiera en la pantalla chica argentina pidiendo prudencia a los
unos y los otros; de pronto reparte gacetillas, fotos, hipótesis y pericias
paralelas mientras impide otras oficiales y pide silencio y sale a hablar, y
todo al mismo tiempo.
Como
una burla siniestra de la suerte, vuelven travestidas las imágenes del 18F, aquella marcha de paraguas
sin propuestas y en silencio, ahora ganan con los días un brillo distinto, una pátina
cómica que recuerda con tristeza la fuerza que todavía tienen los grandes
medios para vender gato por liebre.
Sus
participantes, que aquella tarde se mojaron tanto y tan al pedo, ahora, ante
los hechos, ¿qué pueden hacer?... Taparse los oídos, cerrar los ojos, gritar
bien fuerte “no toquen al muerto”.
Y es lógico.
Porque
en cada foto de Nisman de joda con sus chicas; en cada nueva revelación de su fiel
Lagomarsino; en cada nuevo paso de su dolida ex esposa; ellos ven un dedo que
los señala cagándose de risa.
No,
mejor no hablar del muerto.
No
rindió lo que se esperaba. Apurados por el odio a Cristina, ungieron mártir a
un pirata digno de Los Auténticos Decadentes.
Sí,
mejor no investigar a la víctima.
Y no
mojarse más al pedo por culpa de Magnetto.
"No tenemos vacaciones, ni feriados"... |
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