Nostalgias del horror
(tango en crudo)
Apenas
porque la deuda externa alcanza ya el 80% del PBI, parece que muchos olvidan los
años duros de la “década ganada”, cuando en realidad lo que hacíamos era
marchar por ganancias, y la dictadura del cepo nos impedía vaciar el país como
si no fuera nuestro.
Basta
que aumenten la indigencia y la pobreza, el hambre y la desocupación, para que
muchos añoren los días de plomo cuando casi nos quedamos sin tampones y
Starbucks tuvo que reemplazar sus vasos por unos de mierda de la industria
nacional.
Son los
mismos que chillan porque en estos dos años y pico desaparecieron del país más
de 55 mil millones de dólares, pero olvidan los sufrimientos pasados cuando conseguir
una reserva de hotel o pasaje un fin de semana largo resultaba un calvario así
fuera en Claromecó...
Cacarean
como gallinas porque saquean a los jubilados o los dejan sin remedios o les
sacan la pensión a los discapacitados, pero miran para otro lado si les hablás
de las carteras Louis Vuiton y de todo el dinero enterrado que sigue sin
aparecer ¡cuando aún queda mucha Patagonia pa´perforar!...
Lloran
porque revientan por el aire los docentes o los secuestran y los torturan, pero
se hacen los sordos cuando les recordás el abuso de la cadena nacional,
interrumpiendo, a veces, incluso ¡a Tinelli!...
Machacan
como piojosos con que todo el gabinete nacional tiene su guita afuera, que el
presidente se auto perdonaba la deuda del Correo, que se mandó el negocio del
parque eólico, de los peajes, de McAir, del soterramietno del Sarmiento, que
alguna vez fue condenado por contrabando agravado, y que asumió procesado por
escuchas ilegales, y sí, okay, es cierto… ¿pero por qué no hablan también de cuando
teníamos que pagar el fútbol para todos?
Repiten
como loros que “gobiernan para los ricos” porque les sacan las retenciones a las
grandes exportadoras del agronegocio y a las mineras, desgravan el champán y
los autos de alta gama, reducen al mínimo el impuesto a la riqueza, y cagan a
tarifazos y devaluaciones a todos los demás… pero ni mención al dedito
levantado de Cristina.
Hinchan
las pelotas con los panamá papers y los paradisse-leaks, y que nada más que la familia
presidencial tiene más de 50 empresas offshores para lavar activos, pero se
olvidan que un día Lanata fue a las Seychelles y comprobó ¡in situ!, que
Cristina había hecho una vez una escala técnica ¡ahí mismo!...
¡No les
basta con las fotocopias de las fotocopias de los cuadernos! ¡Quieren los
cuadernos, los muy peronistas!...
¡No les
basta con que les expliques que los cuadernos no existen porque los escribió un
exsuboficial del ejército dado de baja por tirarle una granada a un compañero
pero salvado de la cárcel porque fue declarado ininputable por insania mental!
¡No! ¡Están ciegos! ¡Les mostrás mil tapas de Clarín, de La Nación, les mandás
el último video de Majul, y no te creen! ¡Quieren pericias, pruebas, algo de
verdad!
Reclaman
por el ARA San Juan, ¡como si no pudieran entender que el mar es inmenso!
Putean
por las tarifas, pero se olvidan cuando teníamos que pagar la fiesta entre
todos…
Se
aterran porque los créditos UVA les explotan en la cara como un chasco barato,
pero se olvidan cuando no tenían esos créditos, ni estas deudas...
Les
molesta que Dujovne declare su mansión un baldío, que Luis Caputo maneje una
mesa de dinero y se vaya a tomar sol a Copacabana mientras Macri juega al
paddle y el país se prende fuego, pero al mismo tiempo les parece bárbaro que
Cristina tenga una carta de San Martín.
Te
demuestran con números, estadísticas, hechos, y hasta confesiones de parte de
funcionarios oficiales, que lo único que crece es el déficit fiscal y el
comercial, que todo el tiempo la balanza de pagos rompe su propio récord histórico
negativo, que aumentan la desocupación, la inflación, la deuda y los intereses
de la deuda, que se extingue el consumo interno, que las pymes cierran en dominó,
que los tarifazos no paran ni pararán; que mientras Macri repite promesas
vencidas, en Washignton deciden si tendremos moneda o no; que ya nos gobierna efectivamente
el FMI, que ya se cortó la cadena de pago, que ya estamos en recesión, que los
comedores se multiplican por todo el país a la par de la miseria, que hay un
corralito tácito, que en el mejor de los casos el gobierno está completamente a
la deriva, que… y sí, está bien, es todo cierto, sí, pero… ¿y Nisman?.
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