Resistido, injuriado, bombardeado, fusilado, desterrado, perseguido, proscrito, torturado, desaparecido, el peronismo siempre vuelve.
Incomprendido por izquierdas y derechas, ni combate el capital ni promueve la pobreza.
Pero su propia doctrina explica el mito de su eterno retorno.
Incomprendido por izquierdas y derechas, ni combate el capital ni promueve la pobreza.
Pero su propia doctrina explica el mito de su eterno retorno.
POR QUÉ VOLVEMOS
Ya fuera de izquierda
o de derecha, el gorila medio ilustrado –ilustrado por los medios- tiene una
confusión esencial con el peronismo. Le molesta detectar a un peronista de
vacaciones en Miami, usando una cartera de marca, o montando una Honda CBR1000.
Todavía se exaspera con las joyas y los vestidos y las pieles de Evita.
Entiende que el peronismo debería promover la pobreza, cuando viene a ser todo
lo contrario.
Alguna vez tuve la
suerte de conocer y tratar a don Enrique Pavón Pereira, biógrafo oficial de
Perón, quien a su vez heredó de don Enrique la primera oficina que ocuparía en
la Secretaría de Trabajo y Previsión, donde todo comenzó. Desde entonces se
conocían.
Entre muchísimas
historias, anécdotas y detalles de oro, don Enrique me contaba que efectivamente
Evita se mezclaba entre los pobres luciendo y exhibiendo sus joyas, que se las
mostraba y les recordaba: “también estas cosas son para ustedes, estas cosas
tienen que aprender a desear”. Peronismo explícito.
Lejos de la
austeridad que venera la izquierdita argentina -cuyo máximo referente, Nicolita
del Caño, sólo puede jactarse de carecer de automóvil-, el peronismo promueve
la abundancia, el disfrute, amplía derechos y horizontes, la mentada movilidad
social, pero a partir de la igualdad, es decir: no hay un techo, hay un piso.
Claro que el
peronismo no combate el capital, apenas sus abusos. Hace del Estado una
herramienta de equilibrio frente a la codicia privada, los intereses
imperiales, la usura, y el desguace nacional. Es un movimiento burgués, pero
eso lo volvió maldito.
Tiene principios
simples, y por ello también tan claros. Aspira a la independencia económica
para alcanzar la soberanía política sin la cual la justicia social se hace
imposible.
Anticlerical pero de
índole cristiana, su doctrina prioriza la defensa de los pobres, de los
postergados, los desposeídos. Los descamisados. Cree que un rico puede entrar
al cielo, pero no si todavía existen pobres.
Sanmartinano,
bolivariano, entiende la integración regional con Latinoamérica como una condición
necesaria para la independencia completa de todos sus Estados.
Concebido para y por
argentinos a la medida de la Argentina, resulta un fenómeno muchas veces
incomprensible para la mirada internacional, que así lo trata de izquierda
populista, como de fascismo simple.
Resistido, injuriado,
bombardeado, fusilado, desterrado, perseguido, proscrito, torturado,
desaparecido, el peronismo siempre vuelve, una vez y otra vez surge y resurge
de las profundidades de ese pueblo que ya vio las joyas, que conoció con él sus
días mejores, cuando aprendió a soñar, a tener esperanzas, a organizarse y
luchar y sentirse más digno y más respetado y muchas otras cosas de esas que
nunca se olvidan.
Por eso volvemos siempre.
* * *
Excelente.
ResponderEliminarExcelente...Viva peron ...carajo ahora mas que nunca ..compañero !!✌
ResponderEliminarImpecable! Viva Perón,Evita Néstor y Cristina. Estaremos SIEMPRE!!
ResponderEliminarDidáctico y clarisimo
ResponderEliminarExcelente!!!
ResponderEliminarLa mejor síntesis que leí!
ResponderEliminarIMPECABLE!
Excelente espacio!
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