Todo parece indicar que este año alcanzará plena vigencia la ley de medios audiovisuales, mientras se profundiza y avanza la investigación por el traspaso de la empresa Papel prensa.
Acorralados ya, es dable esperar lo peor del Grupo Clarín-La Nación.
El uso político de la tragedia de Once, es sólo un anticipo.
Están dispuestos a todo.
Acorralados ya, es dable esperar lo peor del Grupo Clarín-La Nación.
El uso político de la tragedia de Once, es sólo un anticipo.
Están dispuestos a todo.
EL AÑO QUE VIVIMOS EN PELIGRO
Los muertos no importan, obvio. Los muertos son lo de menos. 50, 100, 300 o 30000, los muertos nunca importaron para La Nación y Clarín, ni durante el bombardeo a Plaza de Mayo, ni después cuando el gran genocidio de sus socios militares, ni ahora, ni nunca. Por el contrario, los muertos suelen ser su mejor alimento.
Venían de rasgarse las vestiduras por las fotos del cadáver de una modelo que el diario Crónica expuso sin pudores. Pero Clarín.com, por ejemplo, no tuvo ningún empacho en ofrecernos una fotogalería de la tragedia con las peores imágenes que no aportaban nada a la investigación, ni a los deudos. Era sólo el horror, su fiesta en sí.
Saben lo que hacen: cualquier espanto sirve para instalar el malestar, el miedo, sobre todo el miedo, hijo de la ignorancia, padre del odio.
Como era previsible hurgaron en el desastre hasta encontrar su link con el gobierno nacional. Cuantos más muertos, a esa altura, mejor.
Luego ya –desesperados al cabo de tres años y más de probarlo todo para conseguir los resultados del último octubre- ungieron a Macri como la nueva gran esperanza blanca, y entre ambos patearon los subtes en un gesto de impredecibles consecuencias (quizá similares a las que obtuvieron el último octubre).
Pero en su columna de hoy Eduardo Van der Koy –un auténtico duro de leer- acusa a Macri de “ingenuo” por haber aceptado los subtes con “mansedumbre” hace dos meses. El aumento del 127 por ciento, sería la prueba de su mansedumbre…
Así opera Clarín, hoy de la mano de Macri, ayer de Dhualde, alguna vez de Cobos, de a ratos con Lilita, o con Sergio Shocklender cuando hace falta… y así también acaban todos, como acaso al fin acabe Macri… -
¿Pero qué importan ellos?
Nada importan, ni lo muertos, ni los vivos. Sólo sus negocios, Papel prensa, el monopolio que la nueva ley amenaza, el poder que así supieron amasar, esas cosas nada más importan para Clarín-La Nación , lo que son, suponen y ocultan.
Los resultados de octubre les arrebató el Congreso y su jauría de ineptos funcionales.
Los jueces cautelares que también les servían, empiezan a retroceder.
Acorraladas, hasta las ratas se vuelven temerarias.
Ojo, cuidado, buen lector: están dispuestos a todo.
Tomarán como válidos -sin esperar ninguna investigación judicial (ni propia)- los brotes de cualquier ex despechada y desequilibrada que ensucie a cualquier figura del gobierno y con eso armarán un caso de corrupción nacional que reíte de Papel prensa...
Pero olvidarán sin embargo, y sistemáticamente, las causas por las que está procesado Mauricio Macri, acusado entre otras cosas de asociación ilícita y escuchas ilegarles, y ya en dos instancias. Aún así lo llamarán ingenuo y manso.
Ciegos en su desbande llegarán incluso a dudar de la soberanía argentina sobre las Malvinas, y con su viejo tono fatuo de institución sin fines de lucro, negarán su propio pasado y probarán suerte alternativamente con Macri o Moyano o Binner o quien fuera, y siempre, siempre, con los muertos.
Están dispuestos a todo.
Será prudente mantenerse alertas, leerlos con cuidado, ¡comprarlos jamás!, pero creerles mucho menos.
Mienten, mintieron siempre, y mentirán cada vez más, como hace el pillo cuando ya fue descubierto.
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