El año pasado al despedirnos revisábamos la sección Europa en Guerra en un post titulado Nadie nos oyó gritar, y en el cual lamentábamos que nuestras precisas profecías no hubiesen sido oídas por los responsables de impedirlas. Hoy la percepción cambió, y así como ayer dijimos una cosa, siempre detrás de la verdad, ahora decimos lo contrario. Tarde pero quizá no tanto, ya no somos los únicos que vemos lo que vimos: Europa en guerra.
LOS UMBRALES DEL ABISMO
“Luché con las armas en la mano contra la ocupación nazi. Conocí los calabozos de la Gestapo. Fui condenado a muerte por los alemanes y sobreviví milagrosamente. En 1967, fundé el Frente Patriótico (Patriotikò Mètopo, PMA), la primera organización de resistencia contra la junta militar. He luchado en la clandestinidad. Fui detenido y encarcelado en el matadero de la policía de la Junta. Pero sigo aquí. Tengo 87 años y es muy probable que el día de la salvación de mi querida patria no esté entre vosotros. Pero voy a morir con la conciencia tranquila, porque cumpliré hasta el final con mi deber para con los ideales de libertad y derecho”.
Mikis Theodorakis.
Heroico, agónico, así cerraba su discurso el inmenso músico griego el último 12 de febrero en la plaza Sintagma de Atenas al cabo de anunciar, ante una multitud, los umbrales del abismo: el final de Grecia.
Y decía:
“El año pasado, el presidente del Eurogrupo, Jean-Claude Juncker, declaró que era consciente de la masiva fuga de capital que tenía lugar en Grecia a causa del alto costo del material militar, comprado principalmente a Alemania y Francia. Añadió que había llegado a la conclusión de que los fabricantes de armas nos estaban llevando a un desastre seguro. Sin embargo, confesó que no hizo nada para contrarrestarlo… ¡Para no perjudicar los intereses de países amigos! En 2009, el Pasok de Papandreu obtuvo el 44% de los votos. Ahora, las encuestas no le dan más del 6%.”
Lo mismo decíamos nosotros, pero casi un año antes, ver aquí y aquí; así como también reparamos hace rato en el sólido crecimiento que en plena crisis de la Eurozona vivía sin embarg la industria alemana de armamentos, y el porcentaje del rescate a Grecia destinado ya a dichas operaciones, aún en plena crisis. Ver aquí.
Con doloroso orgullo destacamos con frecuencia la precisión profética de nuestra sección Europa en Guerra, y no por jactarnos, sino para recordarle al lector que no pierde su tiempo leyendo El Martiyo, como si suele perderlo leyendo muchos grandes medios pomposos y espectaculares, pero que recién ahora empiezan a decir lo que hace tanto decimos desde aquí, y aún antes de aquí.
Inauguramos la sección en noviembre de 2008 en el viejo Martillo, con nuestro post Europa se termina otra vez (ver ahí), y desde allí advertíamos no sólo el derrumbe de la Eurozona , sino el estallido violento de esa "patria grande cosida de apuro entre pueblos que nunca se quisieron, que siempre se pelearon”, y que de pronto pendían de su sola fraternidad para subsistir.
Así también hace rato avisamos el avance de lo que bautizamos Alemancia sobre el resto de los estados de la región, ocupándolos y dominándolos, ya no con tanques sino con bancos, sin uniformes sino de Armani, gerentes en vez de generales, ni armadas ni artillerías: la troika y las legiones del Goldman Sachs…(ver aquí, y aquí, y aquí)
Antes aún de la caída de José Sócrates en Portugal, avisamos que así sería, que los líderes políticos serían inmediatamente responsabilizados y policamente linchados; que los partidos tradicionales iban a desfigurarse hasta deshacerse; que la gente se iba a resistir a ser pobre siendo rica; que la sola respuesta de tales líderes terminados sería la represión y más represión, y que entonces… todo lo avisamos, ver aquì, aquì, aquí, y aquí.
Ya mucho antes aún, cuando Europa avasallaba al mundo con su flamante Euro, a principios nomás de este siglo, en una serie de tres notas, -vendidas a la empresa CIMECO (*), y basadas en estadísticas de las más confiables, no ya en cuartetas inciertas-, avisábamos el rumbo de colisión social que había tomado Europa, que envejecía sin renacer y se encarecía sin producir, mientras xenófoba espantaba con sus leyes de extranjería, la mano de obra que tanto precisaba.
Esa serie fue rescatada para El Martiyo Plus bajo el título inevitable de La triple guerra del final. Ver ahí.
Esa serie fue rescatada para El Martiyo Plus bajo el título inevitable de La triple guerra del final. Ver ahí.
Pero todas entonces, mediodía del Euro, parecían exageraciones lunáticas, metáforas delirantes de un porvenir imposible...
¡La sólida Europa!,
¡Mejor aún: la Nueva Unión Europea!
¡La meca moderna de la fortuna y el confort!...
¡La meca moderna de la fortuna y el confort!...
¡La tierra prometida del desinformado medio!...
Hoy cuando de allí salen corriendo como pueden, no hay especialista, analista, artista, político o funcionario que, ya fuera denunciando o negando, pueda evitar palabras como invasión, ocupación, xenofobia, persecución, exterminio, resistencia, supervivencia, lucha, armas…
Hoy todos parecen repetirnos, vocear nuestros presagios… infelizmente.
Hoy todos parecen repetirnos, vocear nuestros presagios… infelizmente.
Decía Thoedorakis
“Existe una conspiración internacional cuyo objetivo es darle a mi país el golpe de gracia. El asalto se inició en 1975 contra la cultura griega moderna; luego continuó con la descomposición de nuestra historia reciente y nuestra identidad nacional y, ahora, trata de exterminarnos físicamente con el desempleo, el hambre y la miseria. Si los griegos no se sublevan para detenerlos, el riesgo de extinción de Grecia es real. Podría ocurrir en los próximos diez años. Lo único que sobreviviría a nuestro país sería el recuerdo de nuestra civilización y de nuestras luchas por la libertad”.
Hoy hasta Mikis Theodorakis parece habernos leído.
¿Por qué no nos alegra?...
* Las serie de notas La triple guerra del final fue publicada en Rumbos, revista dominical producida por la empresa CIMECO (antes de los diarios Clarín y La Nación, hoy toda de Clarín) para las ediciones dominicales de sus diarios Los Andes de Mendoza, La voz del interior de Córdoba, El Tribuno de Salta, el Río Negro de Río Negro, entre otros. (No son un monopolio, no. Ja).
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