Llevamos días sin publicar nada casi, y algunos en cambio publican demasiado. Como es infrecuente referimos aquí la trastienda del Martiyo, algunos hechos que pasaron, que siguen y se olvidan, y los gritos pelados de Fito Paez en contra de Macri, pero más de Filmus.
MARQUEN A LOS NUESTROS
Fito Paez...
Tal y como reza nuestra presentación en la columna de la izquierda, “operamos desde la primera persona del plural porque no estamos por encima de nadie ni abjuramos de las responsabilidades que a todos nos caben por este mundo que supimos conseguir…”, o sea, no es porque somos muchos ni pocos, y por eso también “nacionalizamos nuestra onomatopeya”, para “marcar de paso nuestra naturaleza individual”. En pocas plabras: El Marti(yo) no sólo es humano, sino que es un humano solo, y por lo tanto, cuando otras vicisitudes de la vida de todos precisan de la persona de nuestro editor, El Martiyo a su vez la pierde, y así se explica a veces nuestro silencio sin furias…
Por ello mil cosas se nos suceden inasibles por los rápidos sin paz del torrentoso río de la actualidad. Oh.
Nada dijimos por ejemplo de la muy buena demostración de fútbol que diola Selección Argentina en el segundo tiempo contra Costa Rica, y que hubiese sido perfecta de haber tenido enfrente un rival con el cual medirse.
Nada dijimos por ejemplo de la muy buena demostración de fútbol que dio
Nada tampoco de los hermanos Herrera Noble y sus muestras de ADN y sus cotejos, que en nada mudarán tampoco los vicios de sus adopciones, ni mucho menos, los crímenes de Clarín y sus dueños durante la dictadura y después.
Se nos fue también la decisión al cabo inútil del gobierno griego de entregarse por fin a un rescate sin embargo mortal, y que aún así tampoco nadie quiere darle mientras tiembla a su vez tal cual tanto avisamos hace tanto la Eurozona completa, y ahora es Italia, ya no sólo Grecia (más Irlanda y Portugal y Polonia), la nueva niña de sus desvelos, el gran ajuste que se viene, el rescate que sí pero no, el caos social y la crisis política terminal que supone ya la sola mención del nombre de Berlusconi…
Ni siquiera tuvimos tiempo de saludar a la presidenta porque será abuela, y brindar porque hay un Dios que le devuelve la alegría despuès de tantos meses de tristeza y trabajo y lucha y nada más… Viva.
Sin embargo sí tuvimos tiempo de comentar las razones de la notable ventaja que sacó Mauricio Macri en la primera vuelta de las elecciones porteñas, quien así una vez más nos demostró de qué madera estamos hechos los porteños.
Arrabal amargo se titula dicho post –ver ahí- y en él nos permitíamos una rápida semblanza del hombre de Buenos Aires, lejos de aquél nuevo ateniense que soñaba Scalabrini Ortiz, y más cerca en cambio de eso que sueña más bien Mauricio Macri…
Entre la ironía fresca y el sarcasmo dolido, nos quejábamos allí de nosotros mismos, nos burlábamos y nos avergonzábamos no de la mitad de los porteños, sino de todos. Algunos lectores, sin embargo, pasaron por debajo de su triste ironía, y lo creyeron acaso un elogio a Macri.
Entre la ironía fresca y el sarcasmo dolido, nos quejábamos allí de nosotros mismos, nos burlábamos y nos avergonzábamos no de la mitad de los porteños, sino de todos. Algunos lectores, sin embargo, pasaron por debajo de su triste ironía, y lo creyeron acaso un elogio a Macri.
No nos sorprende. Así de apurados somos –y votamos- los porteños.
Pero sí en cambio nos sorprende la repercusión alcanzada por las nerviosas y por ello algo desordenadas palabras de Fito Paez en Página 12 a propósito de “la mitad” de los porteños, y de tales elecciones…
Y nos sorprende no porque la oposición en su desasosiego haya elevado a “síntesis del pensamiento oficial” el brote de este muchacho -cosa entendible si se tiene en cuenta la inconsistencia política de dicha oposición-, sino porque Fito Paez no dijo nada nuevo ni mucho más ofensivo que lo que hace tanto repiten irresponsblemente Elisa Carrió, el payaso Del Sel, De Narvaez, Duhalde, y otros cómicos de Clarín. Sólo que todos ellos se refieren a las mayorías argentinas, no a la mitad de una ciudad.
Por lo demás, Fito Paez puede hacerse matar por este modelo que El Martiyo tanto defiende, y por esta presidenta, en la que El Martiyo tanto cree, y puede decir de Macri todo lo que El Martiyo cree que habría que decir de Macri; que por nada de eso borraremos de nuestra sección Brulotes Brutales el brutal brulote que le dedicamos hace tanto en El Martillo, y que una vez destruido por Clarín dicho blog, reprodujimos aquí para que nunca nos falte. (Ver Circo Beat Payaso Vip).
Fito Paez tiene razón pero no será él desde Rosario quien venga a descubrirnos lo que somos los porteños. (Sí admitimos que la escasez de autocrítica inspira la critica de terceros, pero ni siempre, o ver de nuevo sino Arrabal amargo)…
Fito Paez lleva una vida almorzando con Mirtha Legrand, que a su vez lleva dos o tres vidas insultando a la mayoría de los argentinos. Y los dos se cagan a besos cada vez que se ven, que suele ser cada vez que él larga un nuevo cd...
Fito Paez tiene razón y los porteños hemos demostrado cada vez que pudimos qué poco nos importa el resto del país, incluso, sin ir tan lejos, el vecino de al lado. Somos el gran puerto de la patria, y sobre ese puerto siempre lleno de barcos extranjeros, pesan desde Solís todos los grandes y más graves intereses de sus variadas banderas. ¿Qué pretendía descubrirnos Fito Paez?...
Fito Paez una vez más tiene razón porque una vez más dice lo que hace rato ya sabemos todos, qué vivo…
Como un gran cactus que de golpe se emociona y te abraza, Fito Paez lo que hizo fue dejar a Filmus todo lleno de espinas.
Como un gran cactus que de golpe se emociona y te abraza, Fito Paez lo que hizo fue dejar a Filmus todo lleno de espinas.
Bien lo avisaba Nietzsche: “a ciertos niveles la estupidez es una traición”.
tomatelás...
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