Mediáticamente resulta desde ya fascinante, por inédita
y planetaria –y tiene algo de David y Goliath-, la contienda entre el
nuevo papa y todo su Vaticano, versus un periodista argentino y su modesto
diario (en términos mundiales). Tal como lo anunciara El Martiyo en anteriores
posts, esto recién comienza. A las acusaciones hechas por Verbitsky, respondió apurado y con desprecio el vocero papal reduciéndolo todo a una mera campaña
de la “izquierda anticlerical”.
Pero hoy en Página 12
aparecen pruebas.
DON FRANCISCO Y EL PERRO
DON FRANCISCO Y EL PERRO
Cuando el jueves tan apurado el vocero papal Federico
Lombardi salió a desmentir las acusaciones contra Bergoglio hechas en el 2006
por Horacio Verbitsky y refrendadas esa misma mañana en el diario para el cual
escribe, El Martiyo anunciaba sin más el comienzo de una batalla muy desigual, y por lo
tanto, fascinante.
A partir de allí los medios del miedo, fieles al poder
establecido, no dudaron en repetir y refrendar la desmentida del Vaticano sin
investigar ni preguntarse más nada, y pronto algunos íconos de los derechos
humanos, como el Nobel Pérez Esquivel; incluso inesperadas figuras del
oficialismo, como Guillermo Moreno o Dante Gullo; salieron a defender al nuevo
papa.
Igual por el mundo corrió la duda. Medios de
todos los países recogieron la oscura historia. En Brasil, acaso lastimados por
la derrota de su pollo Odilio Scherer, hasta los más católicos, como la red
O Globo, revolvieron la herida. Verbitsky callaba.
En la Argentina ,
en cambio, periodistas argentinos, sin chequear nada, se asombraban de que tan
luego un argentino, ¡un medio argentino!, criticara al nuevo papa, ¡que es
argentino!, como si dicha nacionalidad nos limpiara de cualquier cosa.
Más referentes del oficialismo y los derechos humanos, el Chino Navarro, Graciela
Fernández Meijide, por ejemplo, se sumaban a los otros que lo
defendían, y contaban todo lo contrario, que salvó y ayudó a muchos; y alguno de
ellos fue más lejos todavía y se preguntó qué había hecho Verbitsky durante la
dictadura. No faltó quien lo acusara de “colaboracionista”. Todos le pegaban al
mensajero, el mensaje no importaba nada.
Para entonces uno de los dos jesuitas en cuestión,
secuestrados en la ESMA
durante 1976, Francisco Jalics -el único aún vivo-, a través de la página
de su orden, emitía un comunicado desde Alemania declarando que ya se había “reconciliado
con aquellos acontecimientos”. (De Bergoglio ni hablar).
En el Página 12 del
sábado, Verbitsky tampoco dijo nada.
Hasta ahí, a juicio de este blog, la batalla parecía ya
ganada por el nuevo papa y su tremendo Vaticano.
Pero entonces llegó el domingo.
"La única verdad es la realidad", grita Verbitsky en tapa, y adentro, bajo el título "Cambio de piel", usa su turno, responde y contraataca, y a juicio de este blog, toma la delantera.
"La única verdad es la realidad", grita Verbitsky en tapa, y adentro, bajo el título "Cambio de piel", usa su turno, responde y contraataca, y a juicio de este blog, toma la delantera.
Allí sobre el título está el link para quien quiera leerla. Muy sintéticamente, digamos que la
nota revisa, no con opiniones, ni con suposiciones, ni con presunciones, sino
con información, datos, fechas, documentos y testimonios, la relación de Jorge
Bergoglio con la dictadura, especialmente con el almirante Masera, cuando el propio Bergoglio lo llevó de profesor honorario a la universidad de El Salvador; también la
historia de una isla del Tigre que la curia de Buenos Aires le había vendido a la ESMA para alojar detenidos, y
que Bergoglio negó conocer en su testimonio judicial… hasta que de remate comenta
y presenta dos breves documentos con facsímil al pie que serán muy difíciles de explicar para el nuevo papa.
Uno, escrito de puño y letra de Bergoglio, demuestra que el nuevo
papa mintió bajo juramento, y que sí sabía de la existencia de esa isla del
terror. El otro, firmado por el director de Culto Católico de la Cancillería de la
dictadura, Anselmo Orcoyen, quien allí sugiere
negarle el pasaporte al cura Francisco Jalics, según el pedido expreso del “padre
Bergoglio”.
Transcribimos textual dicho documento:
Padre Francisco Jalics:
a
- Actividad disolvente
en congregaciones religiosas femeninas (Conflictos de obediencia)
- Detenido en la Escuela de Mecánica de la Armada 24/4/76-XI 76 (seis
meses). Acusado con el padre Yorio. Sospechoso contacto guerrilleros.
- vivían en pequeña
comunidad que el Superior Jesuista disolvió en febrero de 1976 y se negaron a
obedecer solicitando la salida de la Compañía el 1973, recibieron 2 la expulsión, el
padre JALICS no porque tiene votos solemnes. Ningún obispo del Gran Buenos
Aires lo quiso recibir.
NB: estos datos fueron
suministrados al señor ORCOYEN por el propio padre BERGOGLIO, firmante de la
nota con especial interés a que no se hiciera lugar a lo que solicita.
Y firma al pie.
Estas no son opiniones, presunciones ni ilusiones. Son documentos,
documentos que refrendan hechos. Puede a uno gustarle más o menos Horacio
Verbitsky y su Página 12, pero eso no
modifica el pasado de nadie por más papa que sea.
A favor y en contra, ahora los medios del mundo –al menos
del mundo católico- seguirán la historia.
La pelea continúa. El pequeño David, asestó un buen golpe
esta mañana. El gigantesco Papa y su inmenso Vaticano ¿responderán?... ¿O callarán
y otorgarán?...
Lo incontestable es que tal y como anunció inmediatamente El Martiyo, ahora la historia moderna
de la Iglesia Católica
Argentina trascenderá sus fronteras como nunca antes.
Y siempre con la cruz a cuestas de un genocidio también
incontestable.
* * *
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