Este fue uno de los últimos post publicados por El Martillo en la comunidad de Clarín. Llamábamos a la rebelión a todos los blogger de esa comunidad. Tanto sabíamos de lo suicida de la misión, que hacia el final del post lo dejamos escrito. Allí fuimos igual. Arrancaba noviembre, en pocos días más -el 10- El Martillo y todos nuestros blogs serían destruídos Clarín.
La insurrección no.
* * *
“Una hormiga no puede vencer a un elefante, pero muchas pueden devorárselo”.
Juan Perón
Todo inicio suele ser casi imperceptible, pero ha comenzado ya, de manera firme y sistemática -concientes de la clara amenaza que representan-, el ataque de los grandes medios contra los pequeños blogs.
Es un hecho en todo el mundo que los blogs se están devorando como hormigas a los grandes medios, y es lógico: no sólo ahora todos valemos un mismo, solo y rápido click, sino que para mejor los blogs, en su gran mayoría unipersonales, sin fines de lucro, sin estructuras que mantener, ni intereses económicos que defender, suelen ser igual de subjetivos pero infinitamente más honestos y por lo tanto más creíbles que la totalidad de los grandes medios. Por eso nos atacan.
Hace unos años Clarín, como tantos otros monstruos fabricantes de noticias, inauguró alegremente su comunidad de blogs, convocando usuarios con promesas celestiales, ágiles plataformas de infinitos recursos, y por supuesto, libre expresión garantizada…
Hace muchos años ya que nadie les cree nada, muchísimo antes de los Kirchner en la esquina de Carlos Clavo y Defensa esplendía aquella máxima formidable: “Nos mean, y Clarín dice que llueve”. Hace mucho que somos muchos los que no esperamos nada de ellos, pero no por eso les vamos a permitir esta emboscada.
Cada vez más bloguers se comunican con El Martillo –por fuera del blog- aunando quejas, temores y furias. La mayoría de ellos viene trabajando duro desde hace meses, años en algunos casos -como el nuestro-; y ven que sus blogs se vuelven cada día más difíciles de operar. La sola publicación de un post con detalles de imagen y edición de textos, puede llevar horas.
Hasta las “mejoras” de Clarín blogs podíamos medir la afluencia de visitas, su procedencia, y algo mejor: sus preferencias. Un blog pretende comunicarse, encontrar puntos en común. De lo contrario escribiríamos sólo en la arena.
Nada esto, desde luego, le importa a Clarín. Clarín ve amenazado su espacio, y ataca. Fieles a un estilo, no lo hacen de frente, no avisan -como cuando nos buscan para juntar entradas y vender avisos-: “se acabó lo que daba: rajen a tiempo que hacemos agua por todos lados”, o algo por el estilo que les advirtiera a sus usuarios que serán abandonados, no… Pérfidos hasta el fin, suprimen herramientas, complican la plataforma, dificultan el más mínimo procedimiento… atacan por la espalda, bah.
Pretenden cansarnos, desgastarnos
Nosotros, El Marti(yo), no nos cansamos ni nos desgastamos, pero nos hartamos.
Lo que de ninguna forma significa que nos rendimos. Al contrario. Multiplicamos nuestras fuerzas, y arremetemos.
Convocamos desde aquí a todos los bloggers y lectores de Clarín blogs a unírsenos en la defensa de nuestros derechos por encima de concepciones políticas, estéticas o qué sé yo…
Se trata de nuestros blogs, de nuestro trabajo, de nuestra palabra. ¿Quiénes son ellos, ahora, para arrebatárnosla?...
Clarín blogs, insistimos, somos nosotros.
Comprendamos nuestra fuerza.
Sin nosotros este espacio sería otro de sus productos llenos de nada como un programa de Tinelli.
El secreto de las hormigas es que siempre son concientes del ejército que integran.
El Martillo, como blog, sabe los riesgos que corre al publicar este post. Pero también sabe que todos los blogs de esta comunidad están corriendo riesgos hace rato.
Estamos a tiempo de frenarlos. Vienen por nosotros. Los estamos devorando. Ellos lo saben mucho mejor que nosotros.
Pero esa es la sola ventaja que les queda.
Hasta la victoria inevitable…
El Martiyo…
El logo oculto de Clarín blogs.
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