////// Año XVº /// Editor Anónimo: Daniel Ares /// "Prefiero ser martillo que yunque", Julio Popper ///

lunes, 18 de abril de 2016

COSTA SALGUERO: LA DROGA NO ES LO QUE MATA



Derribar aviones o reventar villas no evitó cinco muertes por droga en una fiesta electrónica en un bunker del Pro.
Al igual que la pobreza cero y la revolución de la alegría, el vociferado combate contra el narcotráfico es otra mentira como los disfraces de Patricia Bullrich.
Pero los muertos son de verdad.


MENTIRAS QUE MATAN


Patricia Bullrich y el carnaval de la muerte.


Por mucho que Patricia Bullrich se disfrace de Rambo o de arbusto, los papelones se suceden, y ya comenzaron las tragedias.
Las cinco muertes de Costa Salguero no son una fatalidad. Son parte de ese fracaso que supimos anunciar el 15 de octubre del año pasado en nuestro post Tres tristes tigres.
El gobierno nacional no tiene ninguna intención de luchar contra el narcotráfico. El “problema de las drogas”, como le llaman con notable displicencia, no les parece grave. De hecho no pesa en las encuestas. No importa. Se trata de un “flagelo mundial”, y como tal está lleno de excusas que hace mucho se dicen por la tele. Basta con repetirlas.  
Al igual que la mentada revolución de la alegría o la pobreza cero, el vociferado combate contra el narcotráfico, también era mentira. Una fachada pomposa, como los disfraces de la ministra.
Camuflada en la épica de una guerra contra los carteles de Sinaloa, la policía volvió a pedirle documentos a la gente como en los días de hierro de Videla & Co.
La temeraria ley de derribo de aviones sólo sirvió, a la luz de los hechos, para rehabilitar la ingerencia de las fuerzas armadas en la seguridad interna, como en los días de hierro de… Y las cinematográficas y violentas incursiones en los barrios más pobres detrás de los grandes capos narcos, acabó con cinco muertos en una fiesta electrónica autorizada por el gobierno de la ciudad y organizada por socios del gobierno de la ciudad. Ningún avión, ninguna villa.
Igual que en Cromañón, una vez más basta escarbar apenas para encontrar enseguida el tejido subcutáneo de la corrupción oficial. Costa Salguero, bunker del Pro durante su campaña, salón de fiestas del casamiento de Macri, el gobierno de la ciudad le concedió su explotación al marido de Carmen Polledo, diputada Pro, y tan luego vicepresidenta de la Legislatura en la Ciudad de Buenos Aires. 
Sin embargo esta vez los grandes medios prefieren  culpar a “la droga” como a un ser viviente; preguntarse con remanida ingenuidad  “por qué se drogan los jóvenes”, y al cabo deshacerse en la melaza de lugares comunes tantas veces dichos, que ya ni siquiera precisan pensarlos para repetirlos. Y entre la ignorancia y la complicidad, el tema también se deshace.
Histriónica y desorientada, pero severa aunque incompetente, Patricia Bullrich se tomó el asunto como algo personal, y apenas asumió se jactó de entregarse a la DEA para que la agencia norteamericana le aportara toda la experiencia obtenida en sus ya más de cuatro décadas de evidente fracaso.
La poderosa agencia hoy cuenta con más de cinco mil agentes especiales y está presente en más de 60 países. Inaugurada como tal el 1º de julio de 1973, desde entonces, como es sabido, la producción, el tráfico y el consumo de estupefacientes se multiplicó en progresión geométrica, especialmente en todos esos países donde opera la DEA.
Pedirle a esta gente que te asesore en la lucha contra el narcotráfico, equivale a pedirle al Estado Islámico que te haga la seguridad de los estadios. Sin embargo, allí fueron Macri y su ministra a buen puerto por agua.
Una de tres: o no entienden nada, o no les importa nada, o son parte del negocio.
Demasiadas veces referimos en esta misma sección la plusvalía irremplazable que significa para el narcotráfico la prohibición de su mercadería. Una vez abolida la ley seca en los Estados Unidos, las mafias abandonaron el contrabando de alcohol. Y nació el narcotráfico.
Y muchas veces que nunca serán demasiadas advertimos también la esterilidad de la discusión sobre los daños que produce la droga –los riesgos para la salud, la dependencia orgánica, las consecuencias letales, y otras verdades inútiles-, cuando la cuestión urgente, desde hace rato, es decidir quién ha de controlar el segundo negocio más redituable del mundo: si el Estado organizado, o el crimen organizado.
Mientras el debate gire sin salida alrededor de los mismos clisés, las organizaciones dedicadas al narcotráfico aumentarán su lucro a diario, y por consiguiente expandirán a diario sus ramificaciones en el poder, y su poder.
Y mientras las autoridades insistan en reventar los barrios de los pobres, los chicos caerán como moscas en las fiestas de los ricos.

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sábado, 16 de abril de 2016

MACRI PRESIDENTE: LA DIMENSIÓN DESCONOCIDA…



La inflación y más aumentos, los tarifazos y los despidos, los papeles de Panamá y la pesadilla perfecta del regreso de Cristina. 
Y para colmo Clarín que se le pone nervioso. 
Después de las multitudes que desbordaron el barrio de Retiro el miércoles, hoy Macri llenó un centro de jubilados, y en pocas palabras, pero con gestos muy precisos, dijo varias verdades que no quiso contar.

Los sonidos del vacío

Foto: Rubén Digilio.



Semana trágica no sólo para Macri y su gobierno, sino también para el núcleo duro que lo sustenta: el Grupo Clarín-La Nazión, lo que es, supone y oculta; y ese pedazo del Poder Judicial que les pertenece. Días duros.
El escándalo por las filtraciones de Panamá se mantiene sin dar respiro en las tapas de todos los diarios del mundo y cada nuevo día se mastica otro mandatario, un ministro, un secretario de estado, mientras en la Argentina se multiplican los piratas del Caribe en las filas del gobierno, pero nadie renuncia, de eso no se habla, no pasa nada. Tanta es la nada, que el resto de los diarios del mundo empezaron a preguntarse a qué juegan los dos grandes diarios argentinos que ignoran semejante descubrimiento mundial hablando de Lázaro Baez, de un tal Fariña, y de cosas de las que sólo ellos hablan.
Alconada Mom –administrador público de las filtraciones de Panamá en representación del diario La Nazión (propietario junto a Canal 13 de esos derechos para la Argentina)-no para de explicar por qué le avisaron a Macri antes de publicar nada, por qué tardaron tanto en publicar que el dueño de La Nazión también tiene su off-shore como corresponde a un tipo fino, o por qué en realidad no son tan “suaves” con Macri como parece y dicen los demás diarios del mundo. En fin, Alconada Mom explica lleno de buenas intenciones. Pero el galimatías no es el género indicado para ninguna aclaración.
Mientras tanto el mal humor social crece al ritmo de la inflación que a su vez persigue a los aumentos que no paran, y entonces se suceden los despidos, de paso cañazo se reducen los remedios gratis para los jubilados, la moratoria previsional no existe más, el consumo cae, los comercios se vacían, se reducen o cierran, y más despidos, y más aumentos, peajes, prepagas, transportes y combustibles, y entonces más inflación que se viene (a no ser que nos salve una gran recesión), y la misma UCA que ayer invocaban como a la Santa Biblia hoy les dice que son ellos los que aumentaron la pobreza en un millón y medio de personas, y la propia vicepresidenta admite ante empresarios en Tucumán que habrá que esperar “tres, cuatro, o cinco años para salir adelante”, mientras las otras pocas voces oficiales que no consiguen esconderse de la prensa, repiten como en tiempos de la primera Alianza que estamos mal pero vamos bien.
Y encima Cristina que vuelve como una pesadilla perfecta soñada por el propio Macri, que a su vez apenas aparece en público y ya más custodiado que el propio Lázaro Báez. ¡Gracias, Bonadío!, gritan los kirchneristas ¿Esto es real? Días difíciles.
Como quien se revienta la cabeza contra la pared de la realidad, en el colmo de la impotencia y su desesperación, el jueves por la noche algunos operadores macristas –con el hijo de Mauro Viale a la cabeza (es lo que hay)-, salieron urgidos a ligar a Cristina Kirchner con los Panamá Papers a partir de rebuscadas asociaciones en las que ellos mismos terminaron por enredarse sin conseguir explicarlas, pero invocando para su protección al diario Le Monde Diplmatique, fuente inobjetable de todo lo dicho. Al día siguiente la noticia ocuparía las primeras planas de todos los diarios del mundo, auguraba experto el padre del citado operador.
Pero al día siguiente lo que sucedió fue que el propio Le Monde Diplomatique salió a negarlo todo mientras se preguntaban de paso, ellos también, por qué los diarios argentinos eran tan “suaves” con Macri y tan morosos con las informaciones. Lo cual disparó un nuevo trabalenguas del Alconoda Mom. En fin.
Sobre llovido las escupidas de Clarín, que de pronto se le pone nervioso. Primero la tapa anunciando el aumento de la pobreza, y desde entonces una sucesión de palizas a cargo de sus mejores muchachos, incluyendo un Bonelli por escrito, a salvo de cualquier confusión oral.
¿Pero cómo? ¿Clarín contra Macri?
Clarín no está ni estuvo jamás contra nadie, a no ser que se le ponga delante.
La llegada de la Turner no sólo amenaza el gran negocio de la televisión abierta, sino, peor, el inmenso negocio del fútbol argentino y su Selección, y, peor aún: el monopolio de la tevé por cable que hasta hoy detentan. Una cosa es aplastar con el pie a Crónica, Ámbito Financiero, etc., y otra bien más asustadora es enfrentarse a la 110 Aerotransportada de la Turner, la CNN, y su Hollywood invencible. Así que le marcaron la cancha.
Cual Gepetto con su Pincoho, viendo que de pronto su muñeco se moría, Durán Barba metió a Macri en un helicóptero –palabra que oye cada vez más seguido- y lo mandó a sobrevolar de urgencia las zonas inundadas del Litoral, al menos el tiempo necesario para un par de fotos. Pero el muñeco es de madera, y la madera es madera.
Después de ver a Cristina desbordar el barrio de Retiro convertida en cadena nacional sin ordenarlo, esta mañana algunos canales mostraron que Macri llenó casi por completo un centro de jubilados, acompañado por un par de sus ministros, y ante un grupo reducido pero entusiasta de pensionadas del lugar. Se esperaban grandes anuncios, pero todos estuvieron a tono con la modestia de la reunión. Breve y pobre, la ceremonia se agotó en sí misma, rápido, triste.
Sin embargo, no todo fue nada: habló Macri, y muchas verdades lo desbordaron.
Decir no dijo nada, desde luego, o más bien dijo lo de siempre, se quejó del pasado por la debacle de su presente y prometió un mañana mejor aunque sin fecha precisa.
Pero con Macri lo importante no es lo que dice, nunca. Hoy una vez más la verdad aparecía subtitulada en cada uno de sus gestos, en su postura, en sus movimientos, primero escondido detrás de Carolina Stanley, la mirada perdida cuando hablaban los otros, y todo el tiempo ansioso, inquieto, sin saber qué hacer con las manos; y después los gestos lerdos cuando por fin habló, el tono monocorde y la voz cansina como cansada de tanto repetir lo que no puede creer, y el artificio de un énfasis que no suena como tal, y el aire de la ausencia envolviendo toda su presencia, y el tremendo esfuerzo que parecía costarle cada abrazo, cada sonrisa, toda su actuación. La presión de saberse superado.
Porque sus gestos incómodos y sus palabras vacías, contaban justamente eso: la incomodidad del vacío. Todo él transmitía lo mismo: no hay plan económico, no hay nada, no hay rumbo ni soluciones. Hay una especie de improvisación, la obediencia debida a quienes me pusieron acá, y un gran desconcierto. Y la protección de los medios si no se raja, y la loca ilusión de un diluvio de dólares porque Obama me sonrió y porque mi papá es amigo de un montón de empresarios que seguro me ayudan. Eso es todo lo que hay.
Eso.
El vacío del abismo de la grieta que se lo traga.


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viernes, 15 de abril de 2016

miércoles, 13 de abril de 2016

CRISTINA: EL REGRESO Y LA GLORIA




Con la potencia histórica que la caracteriza, y una iniciativa política que la Alianza actual no ha mostrado en cuatro meses de gobierno, Cristina volvió y retomó en una mañana la conducción de su pueblo y del país. Ante una multitud que superó por mucho los peores temores oficiales, en cadena involuntaria para todo el país, en un discurso pleno de sentido político, histórico y social, marcó un antes y un después para el gobierno de Macri.


FIN DE CICLO




Y un día volvió Cristina. 
En un formidable cañonazo por la culata sus propios enemigos la trajeron de vuelta, la arrancaron de su retiro como si el mismo ruido de su absoluto silencio no los dejara dormir, y fueron y la despertaron y despertaron a su pueblo. Y lo que empezó como un ataque, como un golpe de gracia a su odiada figura, terminó en eso: en un formidable, histórico cañonazo por la culata.
Adentro presentó un escrito que redujo al juez Bonadío a un mediocre leguleyo que ya nadie respalda ni respeta, y afuera dialogó con esa multitud frente a la cual Mauricio Macri resulta inconcebible, a no ser bailando como un avestruz.
Con un discurso improvisado –sin leer, ni tartamudear-, cargado de sustancia política, histórica y social, frente una masa varias mayor que los mayores temores del gobierno, Cristina Kirchner, en términos virtuales, en poco más de una hora, al frente de su pueblo, retomó esta mañana la conducción del país.
Bajo una lluvia que no le importaba a nadie repasó la historia de las distintas encarnaciones del movimiento nacional y popular, y sus correspondientes persecuciones, y los no menos correspondientes encubrimientos de la prensa grande, siempre de acuerdo con los poderes concentrados (concentrados en limar tus derechos).
Con nitidez y contundencia refirió la velocidad de la catástrofe social provocada por el actual gobierno en tan pocos meses de gestión, y le propuso al gran pueblo argentino, sin distinción de filiaciones, un frente ciudadano que de verdad se pregunte, honestamente, qué es lo que está pasando.
Con hechos y no con metáforas recordó para que la escuchen hasta en Salta –donde a esa hora se escondía Macri bajo el poncho del borroso Urtubey-, las filtraciones de Panamá, las empresas fantasma que no paran de llover sobre los funcionarios del gobierno, la larga tradición de saqueadores del estado de la familia Macri, y la condena por contrabando agravado que la Corte automática de Menem le borró con el codo.
En una involuntaria pero inevitable cadena nacional –a la que ni siquiera TN pudo resistirse-, copó las pantallas de todo el país mientras en off y entrecortados por el asombro rumiaban habladores perdidos que disimulaban entre dientes la bronca que les daba la torpeza del gobierno y su Bonadío por regalarle al kirchnerismo semejante fiesta.
El desconcierto arrasaba al otro lado de la grieta.
La magnífica multitud ya desbordaba hasta los planos cortos con los que en un primer momento los distintos canales intentaron no mostrar lo que mostraban. Los más rabiosos todavía repetían que cada uno de esos cientos de miles de hombres y mujeres y niños había recibido 500 pesos para ir, y que los choripanes eran gratis, y que la lluvia no mojaba como el agua… hasta que habló Cristina y puso cada cosa en su lugar: quiénes eran los que lavaban dinero, quiénes los que habían mentido en campaña, y qué buscaban esos quienes que en menos de tres meses destruyeron el bienestar de un pueblo que, allí lo demostraba, no había olvidado nada.
El 13 de abril no ha terminado todavía, y ya es una jornada histórica.
Políticos y analistas que más allá de a quiénes engañen no se dejan engañar por los medios, empiezan a entender lo que pasó. Y todos esos dirigentes que hasta ayer se repartían los huesos de la derrota, hoy se enfrentaron a la única realidad de la verdad de quién conduce al pueblo peronista. Ningún fin de ciclo
En cuanto al gobierno… más allá de su victoria electoral, y de su asunción el 10 de diciembre, la nueva Alianza seguía en campaña, barriendo bajo la alfombra de Magnetto la catástrofe provocada, cantando sin parar la falsa balada de la herencia recibida, y las promesas de un mañana que cada día aparece más lejano. Hoy todo eso se terminó. Fin de ciclo.
Cristina ha vuelto, tiene un plan, y un pueblo que la sigue a donde vaya.
Si alguien no despierta a Mauricio Macri y le avisa que esta mañana ha comenzado su gobierno, morirá repitiendo las mismas mentiras inaudibles que todavía dice por ahí el bobo letal de Fernando De la Rua para explicar por qué lo terminaron echando tan rápido los mismos que hacía tan poco lo habían votado.
Magnetto, Durán Barba o Mirtha Legrand… alguien que lo sacuda y le diga: “Che, Mauricio… Volvió”.