////// Año XVº /// Editor Anónimo: Daniel Ares /// "Prefiero ser martillo que yunque", Julio Popper ///

martes, 31 de mayo de 2011

PARECE QUE NO PERO SI: COMPRAR CLARÍN ES VENDER EL ALMA.


A manera de alerta, ya no de advertencia, este post intenta salvar del dolor y las llamas eternas el alma y las mentes de tantos argentinos condenados a un mundo de horrores y temores, por el viejo hábito en apariencia inocuo de comprar el diario Clarín.



SIMPATÍA POR EL DIABLO




Un acto menor y cotidiano de consecuencias sin embargo trágicas, es comprar el diario Clarín.
Comprar Clarín es vender el alma. Parece que no pero sí.
Ya todos sabemos, ya es demasiado público, qué es Clarín, sus dueños, el Grupo, el monopolio y sus ramificaciones infinitas; ya todos conocemos los crímenes de su pasado, la apropiación de Papel Prensa, la ya indudable apropiación de los hermanos Herrera Noble (o la mismísima señora de Noble antes que nadie se hubiese presentado en la justicia en vez de esquivarla); el negocio de las AFJP, qué tan claramente demostró cómo se cagan en la gente; el genocidio, que callaron y otorgaron, y que más de una vez aplaudieron... en fin, este blog está lleno de secciones llenas de información sobre algunos pocos de los muchos desmanes y delitos del Grupo Clarín. (Ver La guerra con Dos medios, Medios medios, El Martiyo contra Clarín, y desde luego La patria escrita) Ya todos sabemos todo, no hace falta repetirlo aquí y ahora.
Aquí lo que nos importa ahora, lo que nos urge, es advertirles a los lectores –nuestros y ajenos-, que el acto de comprar el diario Clarín, esa costumbre ya adherida al café y el cigarrillo (otros dos vicios letales), es sin embargo, trastocado en su apariencia inocua, un salto al vacío, un pacto con el Mal, es entregar el alma, la mente y por lo tanto el cuerpo, a un mundo en llamas, de sombras y de aullidos. Parece que no, pero sí. 
Bartolomé Luis Mitre, la viuda de Noble,
y el muy querido (por ellos) Videla.
Porque comprar el diario Clarín, es depositar a diario –como su nombre lo indica-, efectivamente y en efectivo (no metafóricamente y con tarjeta), tu estipulado diezmo en manos de los apropiadores y los explotadores y los ladrones y los asesinos y los genocidas y los torturadores y los mentirosos y los hipócritas y los corruptos y los traidores al país y a nosotros.
Comprar Clarín es financiar el monopolio de la opinión pública para que sigan mintiendo y delinquiendo sin que nadie pueda decirles nada; es financiar los negocios del Goldman Sachs y sus anónimos dueños multinacionales que jamás por supuesto se preocuparon por nuestra suerte; comprar Clarín es fomentar sus prácticas hegemónicas, en lo económico, en político, en lo cultural, pero también en lo comercial, o sea: comprar Clarín es antes que nada cagarse en todos los usuarios de todos sus servicios, empezando tan luego por aquel, que sin embargo cada día, fiel y consecuente, les da su óbolo sin falta...
Y es que así es el Diablo: te cobra para joderte.
Y no sólo eso: te miente, se lleva tu dinero, y se queda con tu cabeza… y así de a poco, sin que te des cuenta, te llena el alma del mismo miedo y el mismo odio que sienten sin poder evitarlo los asesinos, los ladrones, los mentirosos, los torturadores, los corruptos, los apropiadores de niños de padres desaparecidos… el mismo miedo, el mismo odio, te llena a vos…
Por eso este post, y su tremenda advertencia:

¡Oíd, mortales: comprar Clarín, es vender el alma!

Parece que no, pero sí.


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Aforismos: "Al que madruga, Dios lo ayuda...

Aforismos:



"Al que madruga Dios lo ayuda... 
si no te agarra de resaca y lo único que querés es seguir durmiendo".

domingo, 29 de mayo de 2011

LAS CHICAS DEL MARTIYO... cuando muestran lo que ocultan...

“Las Chicas”

Así esta chica nos muestra lo que oculta...
y así nos desespera.

CON VOS SÍ, SARLO…


La polémica desatada alrededor de Beatríz Sarlo, su libro sobre Néstor Kirchner, y su presumida impunidad declarada en el programa 678, al grito de “conmigo, no”; abren una esperanza en el público harto de giladas, y un quién es quién cada día más preciso.
Ahora le saltó Verbitsky.

CUIDADO CON EL PERRO





Así como nos espantamos ante la prosa y otros desatinos del grueso del periodismo nacional, así también nos gusta destacar, cuando sucede, la calidad de ciertos episodios, que aun en un contexto mejor, brillarían lo mismo.
Nos referimos en este caso a la polémica iniciada en el programa 678, entre sus panelistas y Beatriz Sarlo, a raíz de su libro sobre Néstor Kirchner, titulado La audacia y el cálculo (Sudamericana, 2011).
Hoy Hernán Brienza, desde el portal de Tiempo Argentino, repara con interesante enfoque en el “conmigo no” que Sarlo con soberbia le espetó a Orlando Barone cuando éste le preguntó desde dónde hablaba ella. Y tiene toda la razón Brienza: ¿por qué con ella no?...
De alguna manera la respuesta a esta pregunta parece darla hoy Horacio Verbitsky en Página 12 desde su espacio habitual de los domingos, donde en pocas líneas –comparadas en tal caso con las 235 páginas del libro de la Sarlo- tritura por completo dicho libro.
El método que utiliza es tan simple como eficaz: detona los cimientos sobre los que Beatriz Sarlo apoya todo el edificio de sus conjeturas. Verbitsky revisa sus información, denuncia sus falsedades, sus omisiones, sus imperdonables errores históricos en una ensayista que se pretende tan por encimad de la media, y al final no deja nada, Verbitsky... De remate, parafraseando malvado el título del libro, cierra con este seco navajazo: “Sin dudas, se trata de un libro audaz, escrito con más pasión que cálculo”.
Por algo lo llaman El Perro.
Pero como más allá del autor y sus opiniones, importa la información que nos acerca, aquí linkeamos el artículo completo, titulado como corresponde: “La audacia sin cálculo”.
Lo recomendamos para evaluar, entre otras cosas, de qué se habla cuando se habla de Beatríz Sarlo, destacada representante de un pensamiento abolido por el fracaso nacional consagrado en el 2001, intelectual apurada por el vacío de los suyos, polemista improvisada de presuntuosa impunidad... o sea, ninguna Woolf, ninguna Yourcenar.

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Crónicas y Blues. Hoy: "Los abonados".

Crónicas

Los abonados

Los abonados son un montón de gente a la que le echaron mucha bosta para que le salgan yuyos y así comer más ensalada aunque eso no sea suficiente porque el hombre es un animal carnívoro y los abonados pura bosta, no nos engañemos.

DA/Junio del 94.-

EL MISTERIO DEL VIOLADOR VIOLADO, Capítulo II


En el capítulo uno de este de este post (ver El misterio del violador violado), nos preguntábamos por qué ahora y no antes fue detenido el abusador frecuente y ya denunciado Dominique Strauss Kahnn.
El enigma comienza a resolverse.

EL MISTERIO DEL VIOLADOR VIOLADO
(Capítulo II)



Una vez más el Tiempo, luz de luces, alumbra las sombras del ayer.
De a poco empieza a develarse la intriga planteada en el primer capítulo de esta saga, con respecto a la curiosa oportunidad de la detención de DSK, director –ex- del FMI; sabiendo como todos, decíamos allí, que en este mundo no va preso el que delinque, sino el que no puede evitarlo.
Un hombre tan poderoso, director de un organismo superpoderoso, en vísperas de competir por la presidencia de Francia, de pronto va preso por lo que todos sabían que hacía siempre. Motivos para detenerlo, o sea, nunca faltaron, ¿cuál era, ahora, la novedad?.
No descartábamos, en nuestro post –y al igual que buena parte de la opinión pública francesa- la posibilidad de una emboscada. Ecos del eco de otras voces, recordábamos que era justamente DSK el hombre que pretendía repartir la crisis también con los Estados Unidos, cuyo pingo ha sido siempre Sarkozy, tampoco lo olvidemos…
Ayer el servicio de Infobae nos acercó un artículo de Jorge G. Castañeda a propósito no ya de la detención o las fragilidades de DSK, ni siquiera tampoco de la oportunidad de su detención, sino, justamente, de los cambios que DSK proponía para el FMI y el Banco Mundial, y que ya no serán. El artículo completo, al servicio de nuestros lectores, lo linkeamos aquí.
Nos dice, en síntesis, y textualmente, que la salida de DSK “impidió preparar el terreno para acabar con la discriminación de los emergentes”, y nos cuenta, más en detalle, la batalla que ahora se desata por su sucesión, y cómo en esta batalla, ahora, los rezagados de ayer seguirán rezagados. En un pasaje afirma: “Durante los últimos días, muchos expertos, estudiosos de la política y funcionarios públicos, han señalado que el sistema de derecho a voto en el FMI es obsoleto: discrimina a las economías emergentes”.
Según parece, todo esto iba a cambiar con Strauss Kahnn, pese a la actual desesperación de la Unión Europea por echar mano a los dos organismos y a todo cuando pueda para evitar el desastre inevitable... pero la UE ya no tiene por qué desesperar: Strass Kahnn no está más.
Lo limpiaron.
Por lo que hizo siempre, pero justamente ahora.
Olvidamos acotar que el doctor Jorge G. Castañeda –que hoy viene a probar la sensibilidad de nuestro olfato periodístico- fue ministro de Relaciones Exteriores de México, y es profesor Global Distinguido de la Universidad de Nueva York.
Tan luego por ello este post correspondiente a la sección Mundo mundial, se adjunta además a la sección Espacio de autobombo.
Y seguimos informando.


Ni antes, ni más... 

El Martiyo informa mejor.

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viernes, 27 de mayo de 2011

BRULOTES BRUTALES - Hoy: Joaqu-Inmorales Solá, el hombre fulminado...




El miércoles deponíamos el ataque constante a los esbirros del monopolio Clarín, para pegarle directamente a Clarín (Ver El ventrílocuo maldito). Este post parece contradecirnos, y tal vez sí. ¿pero quien es al fin y al cabo el monopolio sino, también, sus esbirros? Aquí entonces, una de sus figuras históricas: Joaqu-Inmorales Solá.


EL HOMBRE FULMINADO




Para terminar de una vez por todas con esa efigie falsa del periodismo argentino, Joaqu-Inmorales Solá, vaya aquí este brulote brutal como un regio martiyazo que intentaremos definitivo, a fin de no tener que mencionarlo más.
Con su tono calmo, afectado, casi monocorde -capaz por oficio de trasladar al texto a partir de una prosa correcta que destaca en la pobreza del conjunto-, Inmorales Solá supone así para su público una templanza y un equilibrio que de ninguna manera contienen sus contenidos. Y nos cagamos en la redundancia, como en él.
Tucumano de origen, cronista mimado de las tropas que “limpiaron” el monte de su provincia en el histórico por feroz operativo Independencia –apenas un ensayo del matadero inminente-; habitué en los asados del general Domingo Bussi, Hernán López Echague consigna en su libro El enigma del general el premio que le dio dicho general, así como el abrazo que él le dio al general. Y también consigna, en un artículo posterior que linkeamos aquí-, el llamado que le hiciera a propósito Morales Solá, reconociendo el hecho como un “pecado de juventud”, y rogándole al autor que en una próxima edición “suprimiera ese párrafo”, demostrando ahí, así, hasta qué punto este muchacho supone que el silencio, anula el crimen.
El caso es que el pecado aquél le valió el premio grande, y en 1975 desembarcó en Clarín, ya para quedarse y ser quien al final resulta que es.
Allí ya, y durante años –durante todos los años del genocidio- Inmorales Solá, como su nombre lo indica, no advirtió sin embargo ninguna irregularidad por parte del gobierno de turno, ni de sus heroicas Fuerzas Armadas, por supuesto.
Muy por el contrario, el equilibrado Joaquín hallaba entonces prosperidad y orden y esperanza, y sus bordados semanales en el gran diario argentino, nos narraban inocuas rencillas castrenses, en las que acaso él se animaba contra un sector, pero siempre amparado por otro… 

Junto al Operativo Independencia.
Dentro de la ley, todo.
 Y es que eran tiempos difíciles, cómo no. Muchos periodistas desaparecían, otros eran detenidos y torturados, otros asesinados, y otros partían al destierro. Joaquín, en cambio, supo sobrevivir a todo, y no sólo salió ileso, ¡sino fortalecido!. Lo que no mata engorda, hay que joderse.
Cuando volvió la democracia, Joaquín ya era Clarín… y casi viceversa. Desde sus columnas dominicales bajaba o levantaba su pulgar ante la incipiente clase política que despertaba o regresaba y se organizaba, cuando Clarín, y él, ya estaban allí, antes que nadie y desde siempre, invulnerables incluso al genocidio, más grandes y más fueres aún, ambos dos, Clarín y Joaquín, Joaquín y Clarín, dispuestos a bendecir a todo aquél que no hiciera ciertas preguntas, y favoreciera ciertos negocios…
Nunca jamás dijo una sola palabra sobre el inédito poder –ya no el insólito traspaso- de Papel prensa, dueño no ya de todo el papel de la Argentina, sino, y por lo tanto, de la suerte o la desgracia de cualquier medio que a su vez se atreviera a preguntar lo indebido…
Defensor incomparable de la libre expresión, monge de la Democracia, de la Justicia y la Verdad, tampoco nunca dijo nada de los hijos de la Noble, hasta que la Noble fue detenida por el juez Marquevich, y entonces sí, allí Joaquín salió a recordar las lágrimas en los ojos con las que aquella madre les contaba a todos sus colaboradores y en detalle la triste y amorosa historia de la adopción de esos dos niños …
Para entonces Joaquín se había mudado a La Nación, o sea, a ningún lado, allí seguía dando la cara siempre por el mismo monopolio que le dio su ser.
Sin embargo de su trabajo allí –para ir terminando, así comenzamos a olvidarlo del todo-, extraemos este recuerdo, como síntesis, compendio y apoteosis de toda su carrera pasada, presente y por venir.
Citamos de memoria, pero con la tranquilidad que nos da sabernos respaldados por el archivo del propio diario La Nación (que el lector puede consultar si duda de nosotros, nosotros estamos tan seguros que nos dio fiaca buscar nada)-.
Agasajado por el general Bussi.
Cómo olvidarlo.
Fue allá por los días del enfrentamiento entre el gobierno y la Sociedad Rural –cuyos capangas entonces se hacían llamar "El Campo"-, exactamente al día siguiente de la plaza de Mayo convocada por Cristina –es fácil por lo tanto ubicar esa edición -, cuando ya en la misma tapa del diario, como largando espuma por la boca, Inmorales Solá iniciaba su columna de urgencia bajo el título –y esto sí es textual- “Nadie nunca hizo tanto por dividir al país”.
El hombre que apenas comenzó el genocidio ya acompañaba con su chin-pum a los militares que lo ejecutaron; el cronista casi estandarte del general Bussi en Tucumán, uno de los más distinguidos encubridores de la señora de Noble; uno de los mejores testigos vivos que debe quedar del extraño traspaso de Papel prensa, uno de los testigos directos del poder de esa empresa sobre todos los medios gráficos del país, un periodista que hace por lo menos cuarenta años que tiene acceso a información calificada, que por lo tanto sabe tanto, ha visto tanto (y callado tanto); descubrió sin embargo en Cristina de Kirchner la persona que más había hecho en la historia Argentina por dividir el país.
Osvaldo Rossler avisaba que “el peso de la palabra escrita habrá que soportarlo para siempre”.
Como exmercenarios, lo comprendemos, y lo saludamos. Su propia terrible trayecoria es una muestra de su eficacia como tal. Todo joven que aspira a ganarse la vida en el periodismo industrial, podría aprender mucho de este guerrero. Incluso si todo esto no hubiese afectado letalmente su credibilidad, hasta recomendaríamos su contratación. Se trata de uno de los grandes mercenarios de la patria gráfica, y si hoy lo vemos terminado, insustancial, incoherente o previsible –derrotado, bah-, no es porque no haya puesto en la batalla todo lo que hay que poner, sino porque llevó una pelea muy desigual: peleó contra la verdad, que es pelear contra el sol… al cabo de la noche vuelve a surgir, intacto como ayer… y te abrasa.
Te calcina.
Te fulmina.


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DESTELLOS AJENOS. HOY: Benito Pérez Galdos








Destellos Ajenos:

"En el populoso barrio de Chamberí, más cerca del Depósito de aguas que de Cuatro Caminos, vivía ha no muchos años un hidalgo de buena estampa y nombre peregrino, no aposentado en casa solariega, pues por allí no las hubonunca, sino en plebeyo cuarto de alquiler de los baratitos, con ruidoso vecindario de taberna, merendero, cabrería y estrecho patio interior de habitaciones numeradas. La primera vez que tuve conocimiento de tal personaje y pude observar su catadura militar de antiguo cuño, algo así como una reminiscencia pictórica de los tercios viejos de Flandes, dijéronme que se llamaba don Lope de Sosa, nombre que trasciende al polvo de los teatros o a romance de los que traen los librillos de retórica; y, en efecto, nombràbanle así algunos amigos maleantes; pero él respondía por Lope Garrido, resultando que aquél sonoro Don Lope era composición del caballero, como un precioso afeite dedicado a embellecer la personalidad; y tan bien caía en su cara enjuta, de líneas firmes y nobles, tan buen acomodo hacía el nombre con la espigada tiesura del cuerpo, con su despejada frente y sus ojos vivísimos, con el mostacho entrecano y la perilla corta, que el sujeto no se podía llamar de otra manera. O habia que matarle, o decirle Don Lope".

Benito Pérez Galdos

jueves, 26 de mayo de 2011

ESCRITOR X ESCRITOR - HOY: WOLFE X FAULKNER.

ESCRITOR POR ESCRITOR


Aunque más no fuera por alentar o sostener o cuando menos celebrar esa magnífica fraternidad fuera del tiempo y del espacio que suscita la escritura entre escritores, aquí El Martiyo presenta esta sección que fija, recorta y comparte, en fragmentos preciosos, pedacitos de ese platónico amor de verdad desinteresado, de verdad espiritual, de verdad eterno… de verdad amor.
Escritor x escritor, como Destellos Ajenos, es un espacio inmejorablemente escrito, porque lo escriben los mejores de la especie, sólo que aquí los unos elevan a los otros elevándose así en prueba de una generosidad como la que soñaba don Antonio Machado, cuando “la monedita del alma, se pierde si no se da”.




ESCRITOR x ESCRITOR


Thomas Wolfe x William Faulkner:


Thomas Wolfe


"En Norteamérica hay tres grandes escritores: primero está Wolfe, después yo, y después Hemingway".


(Contundente declaración pública de 1951, ya muerto Wolfe, ya Nobel él).


William Faulkner

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ANÉKDOTAS. HOY: "La relativa relatividad", con Alberto Einstein.

Anékdotas

Hoy:  “La relativa relatividad”

Con Alberto Einstein

 
Alberto Einstein intentaba, además, ser un hombre sociable, y cuando estaba en una reunión, se abría a la charla con cualquiera. Así una vez, una señora, durante una recepción, al ser presentados, le pidió que le explicara, al paso, sintéticamente, la Teoría de la Relatividad.
Einstein lo intentó, y de la forma más simple que pudo, pero la mujer igual no la entendió, y sin rendirse, le pidió que se la explicara de una forma aún más simple. Einstein lo hizo, pero otra vez ella tampoco lo entendió, y otra vez le pidió otra reducción. Y así una vez y otra vez Einstein resumió su teoría, hasta que por fin la buena señora le dijo:
-- Ahora sí la entendí.
-- Bien –le dijo él-, pero eso ya no es la teoría de la relatividad.


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miércoles, 25 de mayo de 2011

PRIMICIA MUNDIAL: EL MARTIYO ABANDONA LA LUCHA CONTRA LA OPOSICIÓN.




Si tuviéramos los recursos de los grandes medios, a nadie le faltaría su buen martiyazo en la cabeza. No dejaríamos pasar ni siquiera las especulaciones psicológicas de Chiche Duhalde, desempolvada de apuro por su fantasmal esposo; nos haríamos una fiesta tras otra con las gansadas a repetición de Mauricio Macri, y resucitaríamos incluso a Elisa Carrió… pero somos pocos, y nos conocemos mucho: el enemigo es otro.


EL VENTRÍLOCUO MALDITO





Sin toro no hay torero.
No hay diestro que se luzca frente a una alfombra.
Cuando lo vemos a Macri, bailando como un pelotudo, fesejando porque iba para presidente y no lo siguió literalmente ni su padre; cuando lo oímos a Duhalde calificar su propio circo de “papelón”, y sacar del armario a su Chiche para que ésta se ponga a interpretar psicológicamente a Cristina (lo cual equivale a que el Checho Batista nos explique el conflicto de Medio Ortiente); cuando vemos a Pino Solanas, que quiso ser cineasta y no pudo, que la iba de político de izquierdas y termina a los besos con Mariano Grondona; cuando vemos que ya ni vemos a la Carrió en las páginas de Clarín; cuando el propio Cobitos se llevó puesta a la UCR en su triple traición final (no olvidemos que lo expulsaron por traidor, y que por el mismo motivo lo reincorporaron despuès de la 125, para que él de última los sepulte con aquel adiós en el que prometió no renunciar a su cargo de vicepresidente para demostrar que “un radical también puede terminar su mandato”); cuando vemos todo eso, nos preguntamos, casi con vergüenza, no sin piedad, ¿a quién le pegamos cuando le pegamos a la oposición?
Si el lector se toma la molestia, advertirá que el último post que publicamos sobre la oposición es del 18 de abril: La patria de la risa. (Acaso el título ya anunciaba este adiós).
Desde entonces más de una vez comezamos a escribir sobre alguno de ellos… pero enseguida nos desanimó la desagradable sensación de estar pateando una bolsa de papas… o algo peor, sí: un muerto.
Nos permitimos recordarles a nuestros lectores que El Martiyo nació como El Martillo en octubre de 2008 en la comunidad Clarín.blogs, y ni la fecha ni el site fueron al voleo.
Decidimos iniciar El Martillo después de los hechos que concluyeron con la noche no positiva del cacófónico Julio Judas Cobos y la victoria de la Sociedad Rural, celebrada espantosamente por muchísimas de sus históricas víctimas… Retirados del periodismo industrial desde hacía más o menos tres años, convocados por dicho disparate colectivo, sentimos la necesidad de volver y oponer, al menos, una voz… Concientes de nuestra estatura de David, pero también ya entonces de quién era en realidad el Goliath a enfrentar, elegimos la comunidad de blogs de Clarín, para ser por lo menos esa quinta columna que los masticara por dentro… Y exactamente  eso hicimos durante dos años y un mes, hasta que Clarín no aguantó más, se arrancó su falsa careta de la libre expresión, y nos clausuró por fin, para nuestra decidida honra,  el 11 de noviembre de 2010.
Viéndola venir cuando murió Néstor Kirchner, ese misma mañana nos clonamos en El Martiyo, y desde aquí le seguimos dando y dando, a la oposición, y a Clarín, que vienen a ser la misma cosa, o mejor dicho: la oposición es Clarín, y ya no hay otra cosa. El resto son fantasmas que crea su ilusión, y que ya vemos: aparecen y se desvanecen, y sólo, siempre, queda Clarín allí…
Por supuesto cuando decimos Clarín aprovéchanos a reunir en tan cómodo vocablo, todo lo que en sí contiene: el diario y el Grupo, el Goldman Sachs, y sus muchos medios y sus incontables negocios y sus socios, Papel Prensa y por lo tanto La Nación y por lo tanto el Barton Group, y la empresa Cimeco, a través de la cual controlan los diarios Río Negro de Río Negro, La voz del interior de Córdoba, El Tribuno de Salta, el Los Andes de Mendoza, y otros), más las radios y los canales de cable y…. uf, damos gracias por la existencia de la palabra Clarín, cuya formidable síntesis contiene tanto… por no decir "todo”.
Su ingrato nombre, si bien se piensa, supone y concentra el último bastión de los enemigos del país: la Sociedad Rural de las grandes exportadoras, la cúpula eclesiástica que bendijo el proceso, la timba financiera internacional, y los últimos fantasmas de una Argentina errática y frustrada: Duhalde, Macri, De Narvaez, la Carrió en fin, en términos de oposición, podríamos decir: “dentro de Clarín todo, fuera de Clarín, nada”.
En esa inteligencia entonces, y a riesgo de que el lector nos presuma monotemático, anunciamos aquí concentrar desde hoy la suma de nuestras fuerzas en el único enemigo, que es, en sí, todos los enemigos.
Lo cual no quita, claro, que no se liguen algún eventual martiyazo sus espectros de turno (la tentación siempre estará)… Pero no seremos nosotros quienes ahorquen al muñeco mientras se nos escape el ventrílocuo.




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TIEMPOS MODERNOS: EL PRESENTE SEGÚN NOSOTROS...

El Martiyo Producciones Presenta...



Tiempos Modernos XXI



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LOS CHISTES DE BORGES... y los errores del sistema...

Los chistes de Borges



Cuando le preguntan a María Kodama qué es lo que más extraña de Borges, ella no duda en responder: “su sentido del humor”. Uno de los hombres más divertidos de la historia del hombre, sin embargo, decidió pasearse por su siglo disfrazado de viejo aburrido, sin romances rimbombantes ni escándalos de vodeville, con su traje siempre gris, su bastón y su ceguera, su hablar lerdo y trabado, y su genio camuflado de sabio que no sabe. No es arbitrario pensar que esa sola caracterización, única y total, fuera su más secreta y grande broma.


Cuando cumplió 80 años un periodista entonces muy conocido y ahora olvidado, le preguntó por televión, en vivo y en directo, qué pensaba de su edad. Borges, sin ningún énfasis, respondió:
-- Que es un error del sistema métrico decimal- y se calló.
Pero ante la perplejidad del notero, decidió explicarse.
-- Fijesé que si en vez de contar de diez en diez, contáramos de doce en doce, yo hoy cumpliría 60 años, que es una edad bastante decorosa, no?...

 

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lunes, 23 de mayo de 2011

MEMORIAS DE UN MERCENARIO - HOY: "LAS MIELES DE LA VICTORIA".



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El periodismo es un negocio de extorsión, la prensa libre no existe, y estamos todos rodeados”; fue dicho en el post del 10/11, Una puta inmaculada, que sirve de introducción a esta sección, y donde a la vez anunciábamos estos rápidos relatos destinados a refrendar con hechos las palabras, porque una buena historia vale más que mil imágenes. El autor se retiró de lo que gusta llamar "el periodismo industrial", no arrepentido, pero si medio asqueado, al cabo de 25 años de oficio.
De su experiencia, estos recuerdos.



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El Martiyo Producciones presenta…


"Memorias de un mercenario"
 




“Los mercenarios que he tratado, y con quienes a veces he compartido la vida, combaten de los veinte a los treinta años para rehacer el mundo. Hasta los cuarenta, se baten por sus sueños y por esa idea que de sí mismo se han inventado. Después, si no han dejado la piel en la batalla, se resignan a vivir como todo el mundo –a vivir mal, porque no cobran ningún retiro- y mueren en su lecho de una congestión o de una cirrosis hepática. El dinero nunca les interesa, la gloria rara vez, y se preocupan muy poco de la opinión que merecen a sus contemporáneos. En esto es en lo que se distinguen de los demás hombres”.

Jean Lartéguy 

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Hoy: "Las mieles de la victoria"

 


Larteguy tiene razón. Los mercenarios que yo he conocido también combaten de los veinte a los treinta por rehacer el mundo, y despuès, hasta los cuarenta, por esa idea que de sí mismo se han inventado. Yo entonces tenía 35. Estaba en el momento justo para batirme por esa idea que me había inventado de mí mismo. Si algo había aprendido al cabo de tantas batallas, era hora la de probarlo… y de probarme.  
Es bueno que el novato sepa que tarde o temprano, si no cae en la contienda, llegará su momento.
Aquella pequeña revista, de género menor, dedicada a la tevé y su farándula, demorada durante meses en números ceros que nunca llegaban al uno, con su escuálida redacción de principiantes; y que yo creía condenada a ser apenas un satélite de Telefé, ya tenía nombre -Tele clic-, ya llegaba a los kioscos, y ya me había demostrado que, tras su apariencia inofensiva, era en realidad un comando especial para operaciones encubiertas. (Ver Nunca sabrás nada de nada). Pero apenas nacida, ya se moría.
Pensada para vender al menos entre diez y quince mil ejemplares (recordemos que se trataba en principio de una revista de programación, con algunos recuadritos de exaltación a las figuras de Telefé), apenas lanzada, con toda la fuerza de Atlántida y el apoyo audiovisual de Telefé y Continental, picó de salida en nueve mil ejemplares, y de allí empezó a caer semana tras semanas… hasta que cayeron sus directores, claro.
Eran Jorge Lafauci y Marita Otero, buena gente, pero no aguantaron las presiones. Demasiados amigos en la farándula, y Tele clic ya nacía llena de enemigos (el resto del mundo menos Telefé, claro). Nunca llegaron a echarlos, la tempestad se los tragó, renunciaron a coro en mitad de un cierre, el taller babeando de ansiedad, y el número aquél a la deriva… y a bordo veinte novatos y un solo profesional: yo.
Aldo Proietto dirigía por entonces El Gráfico, pero brazo derecho de Constancio Vigil, controlaba todas sus revistas, exceptuando La Chacra, pero incluyendo Tele clic, y mucho más en ese preciso momento, cuando ya no la dirigía nadie.
Pálido bajo el neón de los tubos, miró a su alrededor, uno por uno a los novatos… y yo.
Perdido por perdido, se le cayó la pregunta de la boca
-- ¿Te animás?- me dijo.
Sonreí. Bastaba asentir para que de pronto una revista de Constancio Vigil, el hombre al que yo había mandado preso pocos meses atrás (Ver No odies a tu enemigo: contrátalo), de pronto quedara en mis manos. Asentir hubiese bastado, pero hice más.
Joven, atrevido, valiente o temerario, dispuesto a batirme por la idea que me había hecho de mí mismo, hice más que asentir: sonreí, me encogí de hombros con sobrada obviedad, y recuerdo que le dije:
-- Más bien…
Proietto se atajó. Supongo su escalofrío: de golpe sin otra alternativa que el naufragio, o yo…
-- Es sólo por este cierre… -aclaró como para calmarme pero para calmarse.
-- Por mí no hay problema –le respondí para que se calme, y no.
Asintió sin sonreír.
-- Metéle –me dijo, y le metí.
Allí tenía yo, por fin, un buen buque mercante bajo mi mando por primera vez. La nave no era en sí gran cosa, pero la respaldaba una de las flotas más poderosas del continente: Atlántida-Telefé-Continental
La nave en sí no era gran cosa, y para peor se estaba hundiendo, es cierto. Pero mejor: no habría presiones. Tenia mucho para ganar y nada para perder. Si se hundía, no era yo el que la había hundido, y si flotaba… era yo quien los salvaba a todos del naufragio…
Mentiría si dejo aquí las cifras exactas de las ediciones sucesivas, recuerdo sí –y aún debería estar en aquellos balances de Atlántida- que las ventas empezaron a subir una semana tras otra, que enseguida pasamos los diez mil ejemplares y los veinte mil, después los treinta y los cuarenta mil, y que antes de un año alcanzamos los 120 mil ejemplares, que era el tope de ventas de Noticias y Gente, los dos semanarios de mayor circulación por entonces.
Como suele ocurrir, de a poco la victoria se llenó de traidores, y al año me fui… Pero durante ese año fue una campaña triunfal, y en tal caso acá lo que importa es cómo lo conseguimos, las técnicas de combate que nos dieron la victoria… Y no me refiero a las grandes estrategias de marketing o a los pretenciosos estudios de mercado, que si fueran tan efectivos no fallarían nunca. Me refiero a lo que no falla nunca: a los recursos y la experiencia recogidos en el frente, a esas cosas que fuera de toda ortodoxia -y no necesariamente éticas-, resuelven la batalla y aniquilan al enemigo.
Era la hora de probar lo aprendido... y de probarme.
Eureka- eureka, la pólvora explotaba, sí.
Pronto Tele clic era nombrada, discutida o elogiada en casi todos los programas de la tele y la radio, alcanzábamos la tapa de los grandes diarios, y pronto imponíamos y sacábamos figuras y programas de la televisión argentina. Luego comenzamos a exportarla.
¿Cómo lo hicimos?
Para explicarlo necesito un espacio igual a éste así que mejor la sigo en el próximo episodio. Prometo esta vez no demorarme tanto, que ya hace más de un mes desde la última entrega, lo sé...
Pero es que lo mercenarios somos así. Larteguy allí no lo dice, pero cuando no dejamos la piel en la batalla, ni nos derrota la cirrosis –y encima un modesto botín de guerra nos permite un retiro relajado-, a veces nos relajamos demasiado, sí, puede ser… son las mieles de la victoria, como les llaman.
Es bueno que el novato sepa que no siempre se pierde.

(continuará)

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LOS CHISTES DE PERON: KENNEDY Y LA MANO DE DIOS.

Los chistes de Perón



Si alguna vez los argentinos consiguiésemos el nirvana tangible de una divisa estable, esa nueva moneda debería llevar impresa, en sus dos caras sin ceca, las imágenes yuxtapuestas de Borges y Perón; como el yin y el yang de una Argentina sola, que en su doble anverso, grabara así la riqueza de nuestras más hondas contradicciones, unidas entonces por las solas banderas de la gracia de la inteligencia, la agudeza de la sensibilidad, y la sabiduría siempre que revela el humor. Por ello aquí El Martiyo, en un gesto estético histórico -pero histórico por estético-, reúne, funde, en un mismo marco, en idéntico formato, a este dueto imposible, y sin embargo… Esperamos que así como los peronistas disfrutan de Los chistes de Borges, así la otra Argentina disfrute de Los chistes de Perón, quien supo tener, indiscutido, el sentido de la risa que es propio de los grandes. Y que nos hace mejores.



Con su sonrisa made in Hollywood, su bella y elegante esposa, y su dramático final en pleno aplauso, John Fitzgerald Kennedy consiguió lavar su imagen de tantas cochinadas que hizo en vida, como Bahía de los Cochinos por ejemplo.
Sin embargo Perón lo recordaba bien, o sea... En uno de sus libros, su biógrafo oficial, Enrique Pavón Pereyra, consigna esta rápida semblanza del uno por el otro:
-- Andaba tan lejos de Dios, que Dios no pudo echarle una mano cuando la precisó.


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