////// Año XVIº /// Editor Anónimo: Daniel Ares /// "Prefiero ser martillo que yunque", Julio Popper ///

jueves, 24 de marzo de 2016

24 DE MARZO DE 1976: HOY UNA TRISTEZA, AYER UNA ILUSIÓN...



No todos lloraron ese día...   



HOY UNA TRISTEZA
AYER UNA ILUSIÓN

"TOTAL NORMALIDAD" 




“Lo terrible no es que me hayas mentido,
sino que no podré creerte nunca más”.
Immanuel Kant.


El 24 de marzo de 1976 el Departamento de Estado Norteamericano impulsó un golpe cívico-militar en la Argentina, estructurado por José Alfredo Martínez de Hoz en representación conjunta de la banca extranjera y la Sociedad Rural, ejecutado por las Fuerzas Armadas, justificado por los principales diarios, y bendecido por la Iglesia Católica. A continuación, mancomunados, y conforme sus planes originales, destruyeron la industria nacional, consecuentemente la clase obrera, endeudaron al país por varias décadas, y lo bañaron en sangre.
Por la memoria de aquellos hechos, aquí El Martiyo cita a dos de sus protagonistas principales: los diarios La Nazión y Clarín, sin cuya colaboración dicho desastre nacional no hubiese sido posible; y quienes aquí se expresan en fragmentos escritos, impresos y publicados por ellos mismos, que así guardan, por lo tanto, el peso ilevantable de lo dicho para siempre.

* * *


Así nos alumbraba el diario Clarín ya el 25 de marzo de 1976 -o sea, apenas al día siguiente, dijéramos: rapidito rapidito- en su hoy histórico editorial:

"Aunque resulta innecesario justificar las motivaciones de la acción militar del 24 de marzo -porque nada fue más evidente que la incapacidad del anterior gobierno para modificar el rumbo que nos conducía a todos al desastre- ha sido oportuno que el país escuchara las explicaciones de su nuevo presidente. Ellas ratificaron el hecho conocido de que las Fuerzas Armadas no han interrumpido el proceso que se venía desarrollando, sino cuando tuvieron el convencimiento de que se hallaban agotados todos los recursos susceptibles de operar la indispensable rectificación".

Y así remataba para rematarnos:

"La palabra presidencial (el discurso de Videla), sin buscar aplausos anticipados, ha fijado un rumbo apto para la solución de los problemas nacionales. Y como el mismo Presidente lo expresa, el acierto de las decisiones del gobierno será en definitiva el que suscitará la adhesión de la gran mayoría de los argentinos".

Eso es, y será siempre Clarín.

Mitre, la Noble y Videla.
Los días dorados.


La Nazión, por su parte, festejaba así:

"La crisis ha culminado. No hay sorpresa en la Nación ante la caída de un gobierno que estaba muerto mucho antes de su eliminación por vía de un cambio como el que se ha operado. En lugar de aquella sorpresa, hay una enorme expectación. Todos sabemos que se necesitan planes sólidos para facilitar la rehabilitación material y moral de una comunidad herida por demasiados fracasos y dominada por un escepticismo contaminante. Precisamente por la magnitud de la tarea por emprender, la primera condición es que se afiance en las Fuerzas Armadas la cohesión con la cual han actuado hasta aquì. Hay un país que tiene valiosas reservas de confianza, pero también hay un terrorismo que acecha".

Eso es y fue siemrpe La Nazión.

Cuando todo era brindar,
callar y acumular.


N. del E.: este post con leves modificiaciones fue publicado el año pasado para la misma fecha, y posiblemente lo publiquemos el año que viene, y el otro, y el siguiente...

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lunes, 29 de febrero de 2016

BERGOGLIO Y MACRI: FRANCISCO Y EL LOBO...

Jorge Lanata, Elisa Carrió, Pamela David, y otras cumbres del pensamiento nacional, hicieron público su desencanto por el Papa Francisco. Su diplomacia de las periferias, su discurso anticapitalista, su rosario a Milagro Sala, y de remate, su (des)encuentro con Macri y su fúnebre esposa el sábado en el Vaticano.
Contrariando 20 siglos de Iglesia Católica, el Sumo Pontífice cosecha enemigos por donde corresponde.

HIPÓCRITAS Y FARISEOS






El 18 de marzo de 2013,  a pocos días de la consagración de Jorge Bergoglio como nuevo papa, Cristina se reunía con él, y El Martiyo publicaba un post titulado La misa criolla, que empezaba así:
“Aunque egresado de colegio de curas, El Martiyo volvería a la fe católica –de la que tanto le costó huir- si este papa Francisco de verdad le mostrara y demostrara al mundo que es mejor que los demás hombres, que está más cerca de Cristo que cualquier otro, que en serio es Su enviado...
Si lo viéramos expulsar del templo a los mercaderes, aunque no fuera a palazos; si uniera y se uniera a los pobres, a los necesitados y a los buenos, y le dejase al César lo que es del César; si usara los infinitos recursos del Vaticano para multiplicar los panes y los peces; si a su paso se encresparan de odio los hipócritas y los fariseos, si arranca la hierba que nunca dará frutos; si echa al abismo a todos los cerdos de su rebaño; si no le tiembla la voz ni se vende frente a Caifás ni frente a Pilatos; si fuese capaz de inspirar amor, ya no sólo de predicarlo; pues entonces El Martiyo podría revisar y hasta perdonar la tremenda decepción que le generó una institución presentada como sacra y santa, y descubierta enseguida tan repodrida por dentro”.
En ese mismo post comentábamos también que el día anterior, 17 de marzo, Joaquin Morales Solá, desde La Nazión, auguraba lleno de esperanzas una pésima relación entre CFK y el nuevo Papa, y que éste, más o menos, se ocuparía personalmente de voltear al gobierno nacional.
Por eso aquel nuestro post del 18 cerraba así:
“Será fácil entonces reconocer si este papa es quien queremos que sea. En cuando los medios del miedo lo empiecen a atacar, a ningunear, a cuestionar, cuando veamos a los hipócritas y a los fariseos que se encrespan de repulsa a su paso, tendremos una señal, sabremos que él es, sí, el enviado”.
Pasó el tiempo y muchas cosas, y aunque todavía no estamos en condiciones de afirmar que este Papa sea –o cuando menos trate de parecer- el Enviado, en cambio sí podemos afirmar ya que a su paso se encrespan de repulsa hipócritas y fariseos.
Elisa Carrió, Jorge Lanata, Alfredo Leuco, Pamela David y otras cumbres del pensamiento nacional, ya hicieron público su desencanto ante un Papa que prometía tanto para el Occidente capitalista, católico (y blanco), y que resultó ser al final otro cabecita negra, peronista de mierda, kukaracha y zurdo, y medio montonero para colmo.
Al principio parecía simpático, gauchito y hasta gracioso, ¡uy cómo se reían cuando en su primera visita internacional en Brasil lanzó ante la juventud en el Santuario de Aparecida su hoy epigramático “hagan lío”!... Qué risa, uf… Si hasta revoleaba la camiseta de San Lorenzo en plena plaza San Pedro, y gastaba a los de Boca. Un pingazo. Parecía.
Pero depués empezó dale que te dale con su discurso anticapitalista, denunciando la codicia, la usura y la explotación; al toque desplegó su diplomacia de las periferias y se abrazó con los indios en Latinoamérica, reinvindicó sus derechos ancestrales, y allí fue cuando llamó mentirosos a los mentirosos; y descendió a los infiernos del Africa más profunda y sangrienta; y visitó las cárceles, Ciudad Juárez, Chiapas, Cuba; y se mostró entre carcajadas con Dilma, con Evo, con Correa, con Fidel, con Maduro, y sobre todo –y seis veces- con Cristina; y encima le mandó un rosario a Milagro Sala, ignoró la victoria de Macri, y por fin le dispensó sin una sonrisa 22 minutos de tensión eterna.
Hipócritas y fariseos no pudieron soportarlo.
Las cloacas de los comentarios de los portales del Grupo y sus satélites, se incendiaron de furia con la vulgaridad y la cobardía que el anonimato insufla.
Elisa Carrió prometió no ir a Roma. No importa que nadie la haya invitado, ella no irá. Punto.
Alfredo Leuco dudó del entorno de Su Santidad, de sus asesores… Quizá Durán Barba pudiera ayudarlo, esclarecerlo, no se animó a sugerir, pero…
Pamela David, otrora bataclana, hoy esposa y madre católica y señora conductora de un programa en el canal de su marido; sufrió una crisis de fe. El rosario a Milagro Sala fue demasiado.
Y le faltaba aun ver el (des)encuentro del sábado en el Vaticano, aquella foto tan buscada, que por buscada resultó forzada. Allí ahora quedarán para siempre Mauricio Macri y su fúnebre esposa, y entre los dos un Papa cuyo gesto en tornasoles va del disgusto al desprecio.
No hubo esta vez Antonia que lo salve; la tétrica indumentaria de Juliana Awada, parecía un sarcástico homenaje a los esclavos caídos en sus talleres clandestinos; las respuestas recitadas de Macri, sus evasivas y sus “lagunas”, no ayudaron a aflojar tensiones. Las promesas panóramicas como expresiones de deseo –tipo pobreza cero, unión de los argentinos, lucha contra el narcotráfico, etc- tampoco.
En pocos minutos, el visitante fue despachado.
Católicos apostólicos feroces como romanos, no aguantaron más y salieron a decirlo. Veinte siglos de sacro santa institución eclesiástica, echados a la basura. Veinte siglos de una Iglesia que supo proteger al Occidente capitalista y blanco, imperialista y monopólico, amparando dictaduras, encubriendo genocidios, bendiciendo ejércitos, guerras, ¿y todo para nada? ¿Todo para que un sudaca peronista venga a decirnos que habíamos vivido equivocados? Las redes ardieron, arden.
Cacerolos y globeros no lo perdonarán jamás. Mostró la hilacha. El cura ese. Algunos incluso se indignan porque habría colaborado con la dictadura genocida que sin embargo esos mismos indignados aún añoran.
Aquí y allá, los escribas y habladores de Magnetto, jugando a la vida es bella, hicieron y siguen haciendo no pocos pero infructuosos esfuerzos para explicar la frialdad del papa con una gripe, una “relación protocolar”, una empleada que se le murió… todavía explican, arden todavía.
No, no podemos afirmar que Jorge Bergoglio sea ese Enviado que los justos esperan.
Pero ya es un hecho que a su paso se encrespan de repulsa hipócritas y fariseos. 


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sábado, 13 de febrero de 2016

RESISTIR, NO HABLAR DE RESISTENCIA: EL PLAN MARTIYO


Mientras rápido y furioso el gobierno avanza y avasalla, se queda con todo, y entrega el país; los políticos de la oposición se mastican entre ellos, los capos de los sindicatos se abrazan con la patronal, y los grandes medios nos cantan mil versiones del arrorró. 
¿Qué hacer? 
El Martiyo arrima un plan. 
Porque se habla de resistencia, se agitan las plazas y las calles, pero son esos mismos resistentes los que todos los días le dan de comer al chancho que tanto combaten.

LA CULPA NO ES DE MAGNETTO







Dicen los italianos que una cosa è morire, e altro piú differente è parlare di morire.
Lo mismo ocurre con la resistencia. Una cosa es resistir, y otra… parlare.
En dos meses de gobierno, Macri no se privó de nada, censuró periodistas, avasalló leyes, ignoró al Congreso, manoteó la Corte Suprema, se realineó con el Departamento de Estado, consiguió su primer preso político, desató a la policía, reprimió protestas -hasta disparó contra una murga hiriendo niños-; instauró la pena de muerte sin juicio previo, y le devolvió a las Fuerzas Armadas el control de la seguridad interior; devaluó la moneda y desató la inflación; rompió todos los récords en DNU,  levantó las retenciones para las grandes agroexportadoras pero ahogó a los pequeños productores; despidió más de cincuenta mil personas y suma y sigue; se abrazó a David Cameron pero obvió hablar de Malvinas; elevó en 16 mil millones de dólares la deuda externa; aceptó el retorno del FMI para revisarnos las cuentas y darnos consejos; sentó a su perro en el sillón de Rivadavia, descolgó los cuadros de Hugo Chávez y Néstor Kirchner –como un vampiro frente a dos crucifijos-, y nos puso en cuatro ante los fondos buitre.
A todo esto los capos sindicalistas ya ni siquiera disimulan que no representan más que sus propios negocios, los peronistas se mastican entre sí los pedacitos de la derrota, el resto de la oposición resultó oficialista, los traidores se multiplican, y nadie hace nada.
Exceptuando algunas honrosas excepciones, pero excepciones al fin, de los grandes y no tan grandes medios ya no hay nada que esperar. Son todos de Magnetto.  
Si alguna esperanza, posibilidad de resistencia queda, está en el pueblo, en ese colectivo repleto de individuos. En uno. En cada uno de nosotros.
No tenemos los medios, pero tenemos medios: las redes sociales, las plazas, y la calle. Y sobre todo, un arma poderosísima: la billetera.
No enfrentamos un partido, una ideología: enfrentamos un monopolio económico que sólo tiene intereses. Una bestia de cien mil cabezas y ningún corazón. El mayor conglomerado periodístico de América Latina. El único Grupo periodístico en la historia del mundo, que se adueñó de todo el papel para diarios de un país. Un monstruo incomparable, y sin embargo…
Decía Perón: “una hormiga no puede matar a un elefante, pero muchas pueden comérselo”.
Cada uno de nosotros debe entender, aprehender, que el enemigo es, se hace, vive de nuestro dinero. Esa es su sangre, y su sangre por lo tanto es nuestra. No se la demos más.
¿Qué pasaría, vale preguntarse, si por un año, o menos, ese 49 por ciento que no votó a Magnetto, renunciara a sus productos completa, absolutamente?...
Un año o menos de no consumir ninguno de los productos del Grupo: ni comprar el diario Clarín, ni visitar su portal Clarín.com, ni Olé, ni diario Muy, ni La Razón, ni la revista Genios, Guapas, o lo que sea. No mirar Canal 13 (ni siquiera el fútbol), ni TN ni Metro, ni sus repetidoras; no escuchar radio Mitre ni las incontables radios del Grupo en todo el país. No comprar, no leer ni repetir los diarios Los Andes de Mendoza, ni La Voz del Interior de Córdoba, ni la revista Rumbos, todos productos de CIMECO, propiedad del Grupo Clarín. Y tampoco los diarios La Nazión, Perfil, sus portales, sus revistas, y otros satélites secundarios del Grupo.
No usar Fibertel ni contratar Multicanal, Cablevisión o Nextel.
No asistir a sus producciones teatrales, musicales o “culturales”.
Mucho menos a Expoagro.
No comprar sus libros.
No comprar ningún libro en las librerías Cúspide.
Nada.
Una comisión especial del gobierno de los Estados Unidos se dedicaba específicamente a controlar cada producto que se comerciaba en el mundo entre sus socios, y/o, colonias. Si en alguno detectaban aunque más no fuera un tornillito de origen cubano, allí también ejecutaban su bloqueo.
¿Por qué no hacer lo mismo y mantenerse siempre atentos a cualquier producto que pudiera incluir alguna partícula del Grupo Clarín, y evitar su consumo, bloquearlo también?…
Porque de qué valen las plazas abiertas y las redes sociales, si todos los días alimentamos a la Bestia, vamos con nuestro platito, y le damos de comer.
Si el 49 por ciento que no lo votó aguantara un año o menos esta acción colectiva, los ingresos del Grupo mermarían fatales, pero su fuerza política desaparecería casi por completo. Entonces el escarmiento popular tronaría materialmente, se derrumbarían las ventas y la publicidad, y la eficacia electoral de sus medios se licuaría inexorable.
Un año, menos.
Pero el 49%.
Todos.
Sin fallar.
Ninguno.
Eso sí sería resistir, más que hablar resistencia. 


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viernes, 29 de enero de 2016

Las tapitas de Clarín - Hoy: 3-6-2001, el megacanje que pagamos todavía...


LAS TAPITAS DE Clarín


Hace algún tiempo ya, Clarín agregó un “atractivo” a su deslucido portal, que nos atrajo a nosotros también, y por ello saludamos al monstruoso monopolio, no sin gratitud. Lo cortés no quita nada, suma.
Y lo saludamos con gratitud porque pese a que pretendieron restringir el recurso a un juego de autorreferencias narcisistas titulando desde el vamos “Mirá la tapa del día que naciste”; El Martiyo advirtió allí, en cambio, una maravillosa herramienta para revisar, día por día, la historia argentina de las últimas décadas, a partir de la confesión de parte uno de sus principales gestores: Clarín.
Y maravillados por la maravilla, decidimos consagrarle una sección que de alguna manera encierra el juego  “dime qué dijiste y te diré quién eres”, pero que en gratitud a tan generoso recurso, optamos por reconocer la marca que lo brinda, y le pusimos directamente: Las tapitas de Clarín. Que se hagan cargo.
Esperamos la disfruten, los entretenga, les recuerde, o los despierte. 

Aún hoy la Argentina no termina de pagar las consecuencias del Megacanje acordado en los primeros días de junio de 2001 por Domingo Cavallo, ministro de economía de la Alianza anterior. La deuda nominal del país crecía así en 55 mil millones de dólares –sumado el servicio de intereses- y allí los fondos buitre llegaban para quedarse. Sin embargo, en su edición del 3 de junio de 2001, el diario Clarín hablaba de reactivación, y saludaba a las ballenas. 



Clarín: 3-6-2001

sábado, 16 de enero de 2016

MACRI PRESIDENTE: LA CALABAZA DE LA REALIDAD



Contorsionistas morales, al grito de que se doble pero no se rompa, el votante de Macri y sus habladores a sueldo, realizan verdaderas proezas de flexibilidad ideológica. La Constitución, la libertad de expresión, la República y sus instituciones, y todo aquello que hace tan poco les importaba tanto, de pronto no importa nada, y como toda lógica del gran cambio anunciado, ahora justifican cualquier atropello con atropellos anteriores, verdaderos o falsos, eso tampoco importa.


LA FIESTA DEL ODIO




“La verdad ya no cuenta. 
La fuerza y el descaro son lo que cuentan”.
L. F. Céline, Cartas de la cárcel






Botón de muestra, Paulo Vilouta, hablador de fútbol devenido por la magia de la televisión en analista político, justificaba la inexplicada expulsión de Víctor Hugo Morales de radio Continental, recordando la salida de Juan Micheli de la tevé pública. Así también otros botones de la botonera de Magnetto, dueños de alguna superioridad nunca demostrada, invocan sin falta la “autoridad moral” de cualquier crítico a los atropellos diarios con que el nuevo gobierno embiste a la Constitución Nacional, la libertad de expresión, la República y sus instituciones, y todas esas cosas por las cuales hace tan poco quedaban al borde del soponcio, y que hoy, de golpe, ya no importan nada, al contrario: sirven para justificar cualquier atropello nuevo. Tal el cambio de los cambiadores de Cambiemos.
Apenas asumieron comenzaron los despidos, las censuras, los decretos contra natura, la intromisión en otros poderes del Estado, anularon leyes, se cosieron de apuro una Corte Suprema a medida; abjuraron del Congreso porque total qué importa, repartieron el Estado entre compañías extranjeras, y así a pura fuerza y con total descaro. Rápido mostraron la verdad de lo que son.
Ya nada hay que esperar, no hubo campaña sucia, todo era verdad: Magnetto conduce, y ya vemos hacia dónde. Hacia el saqueo nacional, el endeudamiento externo, la desocupación, el caos social, la represión, y el caos total. Todo esto ya fue visto, empezó igual, y terminará ídem.
Porque Dios perdona siempre, el hombre perdona a veces, y la realidad no perdona nunca.
Los remanidos 100 días de luna de miel que todo gobierno sueña para sí, se esfumaron en una sola noche cual carroza convertida en calabaza.
La princesita sonriente María Eugenia Vidal, ya no sonríe como antaño, ¿qué tendrá la princesita? Apenas asumió se le escaparon los únicos tres presos que no debían escapársele. No los atrapó nunca. Dejaron el penal y también su provincia pero sólo después de pasearse por allí durante 15 días como quien sale de vacaciones. Por fin y exhaustos, cayeron en un pozo en Santa Fé, y se entregaron sin resistir. En el
medio se sucedieron los papelones oficiales, desde Ritondo que los tenía “cercados” apenas fugados, hasta el propio Macri “resolvido” en hazmerreír de la prensa internacional, en línea con su “festibalera” Michetti, y con la no menos festiva Patricia Bullrich, mezcla rara de Mujer Maravilla y Niní Marchall.
Pero no hay mal que por bien no venga, diría Durán Barba, y encubiertos por la cobertura de los medios del miedo que hoy reparten coraje, decidieron hacer del extraordinario fracaso un negocio más. Presentado el episodio del pozo que desbarató la fuga como un duro golpe al narcotráfico, así se disponen a justificar cualquier atropello próximo, como en los tiempos cuando la excusa era la lucha antisubversiva. Ahora será el narco. Ya lo dijo Michetti: “no tenemos herramientas para pelear con esto”… ¿Se las pedirán a la DEA, en una suerte de Plan Cóndor narco?... ¿O recurrirán a las Fuerzas Armadas para la seguridad interna, como en el tiempo de los asesinos?... ¿O amasan un estado de sitio y sacarse de paso el Congreso de encima de una vez por todas?... No hay mal que por bien no venga, cómo no.
El INDEC que durante años supuso el Santo Grial de esa furiosa mitad que lo votó, de pronto no hace falta. Simplemente. Sobra. Podemos vivir sin ninguna estadística de ninguna inflación. Para eso está el administrador de la fortuna Fortabat, que ajusta, devalúa, y nos cuenta cómo nos va.
Mirtha Legrand, que vivió una dictadura bajo Cristina, y ninguna bajo la dictadura, ahora “ya no hablo de esos temas”, responde cuando le preguntan por la expulsión de Víctor Hugo Morales.
Los precios no paran de subir y la temporada en los centros del verano anuncia un invierno muy frío y muy largo. Pero Su está chocha con el presi Mau porque ahora se puede comprar todos los dólares que quiera. Si esa no es la revolución de la alegría…
Del otro lado de la pantalla, el ciudadano de a pie que lo votó, con la flexibilidad ideológica propia de un contorsionista moral, se resiste a la sola verdad de la estupidez del odio que lo llevó al error que tampoco todavía admite. Pero sólo pasaron poco más de treinta días de gobierno. Hay que darle tiempo.
Como el ciego que cree volar mientras cae al vacío, todavía disfruta de la victoria en la que se hunde; todavía se divierte con la aniquilación de Víctor Hugo, 678, TVR, y que sigan las bajas; todavía goza con los atropellos al AFSCA y en brochet a la justicia; con el triunfo de Clarín, los ñoquis de la Cámpora, la grasa militante, los carísimos chistes de Alfonso Prat Gay y las patéticas incoherencias de Alfredo Caseros, y sobre todo, con el oprobio a Cristina como en los días de la Fusiladora con Perón y Evita. El odio es un gran combustible, y Magnetto una fuente inagotable.
Pero Dios perdona siempre, el hombre perdona a veces, y la realidad no perdona nunca.
Porque ningún odio pagará las tarifas por venir, ni parará la inflación que se anuncia encubierta en el nuevo plan monetario; ningún odio impedirá la progresión de los despidos que siguen y suman, y por lo tanto la caída del salario real, y por lo tanto la del consumo, y por lo tanto más despidos, y por lo tanto... Porque el odio es una fiesta muy cara, un lujo de los ricos, de los hartos. El hambreado, el humillado, el desocupado, tienen otras urgencias. Otros sentimientos.  


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