////// Año XVIº /// Editor Anónimo: Daniel Ares /// "Prefiero ser martillo que yunque", Julio Popper ///

jueves, 8 de agosto de 2013

MASSA, LILITA, PINO, ARGEN Y TINA: ¡AGUANTE LA FICCIÓN!...



Las cámaras de Sergio Massa y el reality de su robo mientras se saca el saco y se pone el pongo. 
Los monólogos de la serie "Ella o vos" de Federico de Narvaez, y su carcajada del final, casi sarcástica, casi demente, del todo preocupante. 
El chistoso "cenador" Rodolfo Terragno cocinando chocho como si la Alianza no hubiese sucedido nunca. 
La simpática saga de Argen y Tina con Ricardito Alfonsín disfrazado del padre, y la Stolbizer más o menos.
Lilita y Pino en una adaptación libre de los Simpson con Gil Lavedra como Milkhouse …
No por nada el Grupo Clarín decidió cerrar la campaña de sus candidatos en la fiesta del Martín Fierro, desde el Colón de Macri, a toda farándula, y con claqué propia.


¡AGUANTE LA FICCIÓN!




Nunca quizá nadie entienda jamás qué se proponía Sergio Massa con la producción barata de una película torpe sobre un ladrón estúpido sin diálogo ninguno, y encima en blanco y negro. Por algo venían retrasando su estreno. Pero otra vez el aguafiestas de Horacio Verbitsky les arruinó la sorpresa, y desde entonces el niño Clarín del año no para de explicar por la mañana lo que desmiente por la noche, mientras insiste tildado en la importancia de filmarlo todo. Y es lógico: si pierde las elecciones, siempre le queda el Martín Fierro, un premio amigo.
Sin embargo, no corre solo. A falta de ideas, proyectos y gestión de los políticos a vender; los publicistas de la oposición –ningunos mancos- supieron hacer de ese vacío un arte, y acaso como nunca antes en la historia moderna de la democracia argentina, nos entregan un auténtico festival de cortos en un nuevo género que se permite a un mismo tiempo la comicidad, el grotesco y el terror.
No es fácil. Se trata de vender un perfume sin olor, una pintura invisible, un jabón que mancha, una escoba que suelta polvo…
Porque ninguno de todos estos directores recurre al facilismo de un contenido político que sustente el producto que ofrecen. Es el envase vacío, y a pelearla. La caja sin los zapatos, el auto sin el motor, la fachada sin la casa atrás… No es fácil.
En tal sentido estas PASO serán alumbradoras, acaso para el mundo, porque permitirán medir, con precisión inusitada, el peso específico de la publicidad. Esta vez no hay producto.
La simpática saga de Argen y Tina -nobleza obliga- está a la altura de lo mejor de Suar, que no será Tarantino, pero… una pena que al final aparezcan el hijo de Alfonsín y la Stolbizer, la serie daba para mucho más, pero eso es todo. Propuestas cero.  
Federico de Narváez, en cambio, eligió el stand up y se presenta solo, sonriendo con la sonrisa que le quedó de tanto comer con Mirtha; feliz como un millonario, mientras con suficiencia y canchero, empieza a pegarle a “Ella”, hasta que al final, sorprendentemente, la llama “la más bella”, y allí remata con una carcajada propia de Ibañez Menta. Tampoco él ofrece ninguna propuesta, pero a cambio nos deja una profunda inquietud: ¿hasta qué punto el dinero entontece?...
Rodolfo Terragno, el “cenador” (?), intenta gracioso una especie de humorada que no hace reír porque no se entiende, pero que en nada eclipsa su protagonismo indeleble en la catastrófica Alianza del bobo salvaje de Fernando de la Rua.
La troup  de los Unen con su circo ambulante, y sus peleas de Sprinfield, Lilita que le grita a Pino, Pino que le grita a Lilia, y Gil (Lavedra) que llora entre los dos como Milkhouse… es imposible no imaginarlos después de cada función, ya todos juntos a solas, matándose de risa de sus propias bromas, la gran burla que son para el que piensa… ¡Todo es fantástico, todo es maravilloso! ¡Aguante la ficción!...
En un panegírico de pesadilla, vimos sin conseguir entender a Alfredo de Angelis soltando un Sapucai, al colorado Macalister haciendo un asado, y hasta la desaparición sistemática de unos chorizos sobre una parrilla… humor, grotesco, terror…
Candidatos sin gestión para ostentar ni trayectoria que recordar, o ya incinerados por sus propios archivos; promesas que no llegan a ser propuestas, o propuestas herméticas cuyos mecanismos de resolución nadie conoce, ni siquiera el que las propone. Allí se lleva una estatuilla, cómo no, Diego Santilli, candidato a senador por el Pro, advirtiendo que “propuestas hay, pero todavía no es el momento de darlas a conocer”. Si eso no es el vacío, el vacío dónde está…
En la humilde opinión de este blog, nunca tanta nada produjo tanto algo. Y lo saludamos. Directores, creativos, técnicos, proveedores, catering, cadetes, administrativos, actores y maquilladores, la industria del cine también es la industria de la publicidad, y muchas veces rascadas como estas para clientes como estos –que no se fijan en gastos porque total la guita no es de ellos-, sirven para sustentar otras películas que sí valen la pena.
En cuanto a la realidad… no creemos, humildemente también, que ninguno de estos “candidatos” –la sola palabra nos causa risa- tenga verdaderas intenciones de actuar en política. Con actuar les basta, y con lo que tienen -sus spots, sus bolos en TN, etc-, ya está bien. Quizá alguno de ellos, cómo no, sueñe o se ilusione con ser un día presidente. Sueñe, o se ilusione. En cuanto a la realidad… se verá el domingo cuando cada argentino con su voto nos dirá de verdad cuál es el peso específico –sin lastres de contenido- de la espuma de la publicidad.
Así también nos abstenemos de comentar los spots del oficialismo, por no parecer más oficialistas de lo que somos, pero el del niño coya que recita junto a Cristina, no conmueve, únicamente, a los corazones que ya no laten…
Por lo demás, este blog, que nunca presumió objetividad porque se jacta de su honestidad, ha revisado con esa misma honestidad la trayectoria y las propuestas de los candidatos de Clarín –basta de eufemismos-, y no halló, sin embargo –o por lo tanto-, más que eso: la espuma de la publicidad… o el vacío de lo inconfesable
No por nada este año la entrega de los premios Martin Fierro quebró su propia larga tradición y pasó de mayo para agosto. Así el Grupo Clarín clausuró oficialmente la campaña de sus candidatos: en el Colón de Macri, a toda farándula, con claqué propia, y un Lanata tan exultante, que hasta le agradeció el premio al vicepresidente Boudou, como el ahorcado feliz que nunca olvida su soga.
¡Aguante la ficción!... para realidad está el domingo. 

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