////// Año XVIº /// Editor Anónimo: Daniel Ares /// "Prefiero ser martillo que yunque", Julio Popper ///

miércoles, 3 de agosto de 2011

CLARÍN CONTRA TODOS: NI MADRES, NI ABUELAS, NI ZAFFARONI ZAFA…


Primero fueron las Madres, después las Abuelas, ahora Zaffaroni.
En la desesperación de su final, acorralados, enceguecidos por el pánico, los principales diarios embisten de cualquier forma y contra cualquiera, como si todo fuese gratis en esta vida.

LOS IMPERDONABLES



Acorraladas, hasta las ratas atacan, y enceguecidas por el miedo, embisten sin discernir la estatura de quien las asusta.
Así los principales diarios, en su desesperación final, no distinguen más, y ya lo mismo dan Moyano, Moreno o Grondona, que las Madres, las Abuelas (sus causas, claro), o el internacionalmente inobjetable doctor Zaffaroni. Revolcados en el cambalache irrespetuoso del lodo de sus vidrieras, da lo mismo Tinelli que Borges, Pachano que Perón, Evita o la Carrió. Ellos consiguen embarrarlo todo, ensuciarlo todo, pudrirlo todo.
Eso hicieron durante décadas con el país y la cabeza de su gente, inspirados en la caverna de Platón, y funcionales, incluso, al genocidio.
Más poderosos que todos los presidentes hasta Kirchner, lavaban a diario los crímenes propios y de los suyos, y aniquilaban aunque fuera con calumnias a cualquier que osara denunciarlos.
Claro, Clarín.
Así ambos medios, por ejemplo, pasteurizaron el proceso militar para el gran público argentino cada mañana durante los largos años del matadero; y así encubrieron a Duhalde cuando su policía emboscó y asesinó a Maximiliano Kosteki y Darío Santillan, y entonces “la crisis” –abstracta- causaba las muertes.
Hoy La Nación inventó una visista de Zaffaroni a la Casa Rosada, que sencillamente no sucedió, como tampoco todas las cosas que según La Nación sucedieron en ella.
Y estos son sólo tres ejemplos de tres tiempos distintos  durante los cuales los dueños del papel en la Argentina manipularon a su antojo la realidad, impidieron la difusión de cualquier verdad que los incomodara; y al servicio de los militares, o al mando de los civiles, sin más objetivos que amasar dinero y poder, no hicieron otra cosa que defecar sobre la patria, y ensuciarlo todo, embarrarlo todo, ensombrecerlo todo… y ahora, ahora que llega el fin, porque todo concluye un día, la bestia que son, desesperada, acorralada, enceguecida por el miedo, ya no distingue nada de nada, y embiste contra las Madres, contra las Abuelas, contra Zaffaroni, aterrada por las causas que defienden, por la moral que la contrasta, por el pasado que esas causas y esas gentes le recuerdan… por este final que ni siquiera así puede parar…
Por todo eso nada de esto sorprende, los ataques a las víctimas del genocidio, o a los más capaces de buscar la verdad y hacer justicia. Una vez más nuestros principales diarios resultan previsibles.  
Lo que sorprende en tal caso son sus hombres, sus agentes, periodistas profesionales supuestamente bien informados, cuando menos personas adultas que no sepan aún que nada es gratis en esta vida, que estas cosas siempre se pagan… que allá en el horno se vamo´a encontrar…


* * *

LAS CHICAS DEL MARTIYO... una que conocemos todos...

“Las Chicas”

Esta chica existe, se llama Eva Méndez y trabaja en Hollywood.
Le rogamos se comunique urgentemente con nosotros.

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martes, 2 de agosto de 2011

EL ESTÚPIDO FINAL DE LOS ESTADOS UNIDOS



El jueves en nuestro post Érase una vez en América, anunciábamos el pronto desenlace emocionante de esa gran superproducción de la negligencia norteamericana y su ruleta rusa al borde del default. El 2 de agosto, la hora señalada, llegó inevitable, pero el final fue al final un estúpido final sin buenos ni malos ni más vencedores que los vencidos.


EL VIEJO TRUCO
DEL MUERTO INMORTAL



Al cabo la gran producción de acción y terror y suspenso que fue el acuerdo en el congreso norteamericano para evitar el default inevitable; acabó en un final barato de cine clase B, de esos cuando el malo muere, pero resucita varias veces hasta que muere del todo para resucitar otra vez. Bah.
En un desenlace estirado hasta la negligencia, y en el que ya no se distinguían los buenos de los malos, minutos antes de que la sierra circular alcanzara sus cabezas, los demócratas consiguieron el acuerdo que sin embargo querían los republicanos. Nadie ganó, pero todos, vencidos, aplaudían.
Por supuesto que el riesgo mayor de estos finales tan trillados, donde el muerto no muere por más roto que esté, es que una vez vistos, ya no convencen más a nadie.
Fuera de la prensa funcional, y del lector apurado, el acuerdo logrado no resolvió los problemas de la deuda norteamericana (por el contrario, los inflamó), no salvó del recorte los planes sociales (por el contrario, los afiló), no resolverá la desocupación (muy por el contrario); ni conformó mucho menos a la oposición, que a falta de una victoria propia, festejó la derrota ajena. Algo es algo.
Pero quienes de verdad tenían que ser convencidos -las agencias de riesgo, las bolsas y los mercados internacionales, los inversores privados, y los otros estados-; no fueron convencidos en absoluto. Ya vieron ese final demasiadas veces.
Vetustos habladores de toda la tierra, se preguntan si ha comenzado ha declinar el imperio americano, y acaso aferrados a sus patrones y sus palabras, arriesgan mil soluciones para un problema que los propios Estados Unidos llevan décadas sin resolver. Muy por el contrario.
Se recuerda entonces, para animarlos, que su presupuesto militar equivale al del resto del mundo todo junto... pero lejos de animarlos, esa es justamente una de las razones de su desánimo… incursiones amargas que hoy pagan como si se hubiesen divertido…
Capitalistas, liberales, neoliberales del mundo unidos, claman al cielo, aterrados, huérfanos de golpe… ¿Y qué será del dólar, patrón de los patrones?... y qué del planeta sin sus bravos vigilantes?... quién ahora asesinará a los enemigos y bombardeará a los horribles… oh, Washington, oh!…
Demasiado tarde para lágrimas.
Por mucho que estiren su final en una baba ensangrentada y el muerto se arrastre ya casi sin su cuerpo; el imperio del que hablan no existe más, ayer sus propios representantes lo terminaron en un gesto histórico, profundo y revelador.
Porque ayer lo que hicieron fue postergar el problema, elevaron el techo de la deuda, incapaces de pagarla, y mañana vemos
Encorbatados analistas muy bien peinados vendrán a explicarnos ahora, con detalles que desconocen, lo que no quieren ver.
No permita que lo confundan, amigo lector…

El Martiyo la hace corta para usted: ayer lo que hicieron fue lo que hace el alcohólico que no puede parar de beber, y toma para olvidarlo.
No permita que lo confundan con finales baratos y críticas pagas: están terminados.


Bah...

* * *
 

LOS 7 PECADOS EN 7 FOTOS Y UN SOLO CLIC...

El Martiyo Producciones Presenta...



* LOS 7 PECADOS EN 7 FOTOS *


Aquí en un sólo click toda la serie de esta sección gráfica y finita inspirada en ese poético invento católico de los 7 pecados capitales, que tantas ficciones, dramas y comedias, conflictos y prejuicios han inspirado a su vez, sin que se les conozca ningúna otra razón más o menos positiva...
Aquí entonces, para ver, reflexionar, cortar o pegotear, los 7 pecados en 7 fotos y un solo -y valiente- clic...
(Pecar sería huir)

lunes, 1 de agosto de 2011

ANÉKDOTAS. HOY: "Instrucciones precisas", con Carlos Bilardo...

Anékdotas

Hoy: “Instrucciones precisas”

Con Carlos Bilardo


1990, mundial de Italia. Cuartos de final, Brasil-Argentina. Cero a cero al cabo del primer tiempo. Pero todo, menos la suerte, fue para Brasil, la pelota, y las oportunidades. La suerte fue para Argentina. Los jugadores vuelven al vestuario temiendo más que nada en el mundo, el largo sermón de Bilardo que los espera...
Y no. Nada. Pasan los minutos, va a comenzar el segundo tiempo, y Bilardo no dice nada. Por fin llega el momento de volver a la cancha, y ahí sí, a punto de encarar el túnel, Bilardo desde atrás que los instruye:
-- Muchachos… no se la pasen más a los de amarillo.

* * *

MACRI: EL HOMBRE GLOBO ATACA DE NUEVO.


Sorprendentemente sin sorpresas para nadie, Macri ganó la ciudad que ya antes había votado dos veces a De La Rua (¡y una para presidente!).
“Culpar a los medios, es no entender lo que pasó”, dijo.
El Martiyo concuerda, y más aún: expone aquí las razones propias de una legítima victoria.


EL HOMBRE GLOBO ATACA DE NUEVO






“Tú no creces:
te empinan las circunstancias”.
Giuseppe Ungaretti



Como enseña la más pura concepción democrática: los pueblos son soberanos y se expresan en las urnas, donde las mayorías mandan. Así ayer el pueblo de la ciudad de Buenos Aires, sin sorprender siquiera a Filmus, le dio el triunfo a Macri, la reelección. Y se expresó. El pueblo soberano. Sus mayorías.
Dijeron lo que piensan, sienten, y quieren.
Quieren a Macri.
Piensan que es un trucho, un inútil, y que la ciudad está cada vez peor.
Pero sienten bronca.
Ven la ciudad sucia, abandonada, llena de negros, de extranjeros que no son turistas y que en vez de pagar mangan; ven que les cortan las calles, que hay protestas todos los dias, y que llueve y se inunda todo, y ya no piensan más: odian.
Y ya no quieren ayudar a los pobres, prefieren que los echen a otro lado, más lejos, y listo. No les importa la educación pública, es un gasto innecesario. Prefieren ese dinero en seguridad, dos o tres policías, metropolitanas, urbanas y ya que está alguna más, y todas bien armadas, sin bozales ni correas... Quieren mano dura, no planes sociales. Quieren castigo, no prevención; represión, no soluciones.
Y Macri los expresa mejor que nadie. Sin ideas pero decidido, sucio pero blanco, enemigo de Cristina, y por lo tanto, de Moyano y de sus negros; y socio y ahijado de Clarín, o sea: uno de los nuestros.
“Culpar a los medios, es no entender lo que pasó”, difo Macri, ya difuso entre la euforia y los globos como un árbol en un bosque.
Los miles de indigentes que arrojó a las calles y a su suerte, los comedores cerrados; los centros culturales cerrados; los escandalosos negocios que mantiene con Clarín (las netbooks, el wifi, el Colón); las escuchas ilegales, su correspondiente procesamiento por asociación ilícita ya confirmado en Cámara; las anacrónicas picanas; su apuntador en vivo pensando por él; la mugre que tapa las calles de la ciudad; la ciudad que lentamente desaparece bajo esa mugre; el 300 por ciento de aumento de ABL, las escuelas que se derrumban, los hospitales que no sirven, los baches; todas estas cosas le prodigaron un triunfo que, sorprendentemente, no sorprende a nadie.
Pero por qué habría de sorprender, vale decirlo, si es la ciudad que votó dos veces a De la rua, ¡Y una para presidente!...
Ahora la suerte es para Macri, la ciudad que se agarre.
El Hombre Globo ataca de nuevo.

Brrr...

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FOLLETÍN HISTÓRICO: WATERLOO, los 3 días que cambiaron el mundo.



El Martiyo Plus Presenta...



WATERLOO
-crónica de los 3 días que cambiaron el mundo-



Por Daniel Ares




Un hombre que sólo quiere escribir igual debe ganarse la vida, y en tanto no alcance la fortuna con sus propias obras, no siempre escribirá sus propias obras. Por lo general, más bien, el escritor que no conmueve las librerías, por mucho que sí conmueva a sus selectos lectores, se ganará la vida, si no quiere dejar de escribir, escribiendo muchas cosas que no quiere escribir.
En mi caso la lista se pierde en el horizonte de la memoria. Recuerdo haber escrito libros –ya no hablamos de breves y rápidos artículos, sino de ¡libros!- sobre temas que no sólo desconocía por completo, sino sobre los cuales no tendría tiempo de aprender nada, cuando ya el libro estaba en la calle.
El seudónimo es un gran invento: no sólo encubre al escritor desesperado, sino que le permite al editor sacarle jugo a las baldosas, ya que en cada escritor, tiene infinitos escritores. Tantos, quizás, como acreedores tenga dicho escritor.
Sin embargo a veces, muy raras veces, el tema de la encomienda me era grato y por lo tanto conocido, y profundizar en él, y narrarlo, constituían un placer triple, porque a esos dos, se agregaba el dinero.
“Waterloo –crónica de los 3 días que cambiaron el mundo”, es uno de esos trabajos por dinero que lleva ese plus de lo que se hace además por placer.
Tal y como sostiene el subtítulo, no es un ensayo, ni una ficción, ni un análisis político o militar de la contienda, sino apenas la crónica periodística de los tres días de la batalla más famosa y más desconocida de la historia.
Hasta donde sé, este texto luego fue publicado en forma de libro por la editorial Planeta. Nunca lo vi.
Ahora, en versión virtual, ilustrada y corregida por su propio autor (y sin permiso de nadie, proque para eso es su autor), El Martiyo Plus inicia esta historia por entregas como en los días de gloria del folletín decimonónico, pero con los soportes propios del siglo XXI.
Y aquí El Martiyo, por su parte, recomienda su lectura.
En Waterloo acaba la inmensa jornada que fue para el mundo Napoleón Bonaparte, y nace la Europa moderna cuyo epílogo es la actualidad.
Por eso abre esa frase de Víctor Hugo: “Waterloo fue algo más que una batalla, fue un cambio de frente del Universo”.







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sábado, 30 de julio de 2011

LOS CHISTES DE BORGES... las risas circulares...

Los chistes de Borges



Cuando le preguntan a María Kodama qué es lo que más extraña de Borges, ella no duda en responder: “su sentido del humor”. Uno de los hombres más divertidos de la historia del hombre, sin embargo, decidió pasearse por su siglo disfrazado de viejo aburrido, sin romances rimbombantes ni escándalos de vodeville, con su traje siempre gris, su bastón y su ceguera, su hablar lerdo y trabado, y su genio camuflado de sabio que no sabe. No es arbitrario pensar que esa sola caracterización, única y total, fuera su más secreta y grande broma.





Avisábamos aquí el 10 de junio que habríamos de incorporar a Los chistes de Borges  pasajes de su obra que demuestran que, esencia del espíritu de su naturaleza,  el humor en él nada más fluía y se manifestaba allí donde encontraba un espacio, porque Borges, magistralmente, no se hacía el gracioso, lo era.
Este pasaje abre el relato El atroz redentor Lazarus Morell, el cual a su vez abre su libro Historia Universal de la Infamia.

“En 1517 el P. Bartolomé de las Casas tuvo mucha lástima de los indios que se extenuaban en los laboriosos infiernos de las minas de oro antillanas, y propuso al emperador Carlo V la importación de negros, que se extenuaran en los laboriosos infiernos de las minas de oro antillanas”.


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ZAPATERO SE LAS TOMA: SALE UNO…


Rodeado de indignados, sin apoyo adentro ni afuera, y con el agua de la crisis a la altura de la nariz, José Luis Zapatero, el hijo de Atocha, decidió adelantar las elecciones generales y así resolver lo que nunca pudo resolver. Para su tranquilidad histórica, El Martiyo lo absuelve de todo: él nunca hizo nada.

RÉQUIEM PARA UN INOCENTE




Sigue sin paz la dolorosa confirmación de las visiones que anticipamos tanto en nuestra sección Europa en Guerra y siempre con la peregrina ilusión de ser leídos algunas vez por alguien que pudiera acaso desbaratarlas del porvenir, y no… vinieron, llegan, aquí están, una a una cobran la forma material de la tragedia. Rumbo al vacío, Sócrates cayó en Portugal, y ahora Zapatero sale corriendo de España.
Es el primero en huir (a Sócrates lo echaron, no le dieron tiempo), y no sorprende que lo sea. Siempre fue el más frágil, el más desorientado… Por algo aquí lo apodamos el hijo de Atocha.
El carnaval del mundo.
Minutos antes del espantoso 11 de marzo aquél, las encuestas le daban la victoria de nuevo a Aznar. El hombre los había conducido a esa guerra, pero los muertos no importaban porque morían lejos, y entonces Aznar iba fenómeno, de la mano de Bush, y a donde fuera. Mientras llovían los euros, el pueblo español estaba dispuesto a seguirlo. El resto eran recitados de sobremesa.
Pero de golpe Atocha parió el revés. Aznar quiso culpar a la ETA, pero lógicamente no era momento para chistes. El desastre lo alcanzó a él también,  y de sus escombros, aún aturdido por el estruendo y la polvareda, surgía Zapatero, el hijo de Atocha.
España inició su debacle. Y no por él, sino por las malformaciones congénitas de la Unión Europea que aquí y allá, ya entonces, comenzaban a supurar; pero no por Zapatero. Él nada más no podría evitarlo, porque no estaba preparado, porque no se lo esperaba. La victoria lo sorprendió más que la bomba.
Y una vez al mando, cuando descubrió los mil agujeros en el casco, el agua ya le entraba por todas partes, y lo tapó enseguida.
La oposición, abatida a punto de vencer, rabiosa desde entonces, dispuesta a inmolarse con España, no le hizo jamás el más mínimo favor... y allí se va ahora Zapatero, corriendo como lo vemos, rapidito rumbo el olvido…
No es Mr.Been, no.
Para su consuelo de tonto, le avisamos: no es el único... Todos estos líderes actuales de la Europa en descomposición, no tienen chances de posteridad, a no ser por sus crímenes y delitos: Irak, Libia, Afganistan, las deportaciones de Sarkozy, los variados escándalos de Berlusconi, las barbaries de Orbán en Hungría, las cosas que recién mañana sabremos del hoy… En dicho contexto, habrá que reconocer al menos, Zapatero es un inocente.
La historia antes de olvidarlo quizá lo pinte como un inútil, un inoperante, un incapaz, un daño colateral de un otro hecho central, apenas una cicunstancia, quizá, sí… Pero también y por lo mismo, y con la frente bien alta, José Luis Zapatero podrá decir hasta evaporarse del todo en la memoria de los hombres: yo no hice nada, yo nunca hice nada… Y los hechos –los no-hechos, bueno- le darán la razón.
Y algo más que ahora agregamos nosotros hasta que el olvido nos degluta a todos: Zapatero no hizo nada, ni lo haría tampoco en cien años más. Sin moneda propia, con la desocupación más alta de Europa, el 80 por ciento de su deuda en manos de los bancos alemanes, y los indignados rodeándole hasta el inodoro, Zapatero no podía hacer sino lo que hizo: rajar. Rajar antes de que lo echen, como le pasó a Sócrates, como tendrán que hacer mañana o pasado tantos de sus pares...   
Ya todos lo saben, ya fue dicho oficialmente: el plan A de Europa falló, y no hay plan B.
Fruto de un espanto que no provocó, inocente de su propia victoria, lo es también de su caída, y sin siquiera grandes crímenes para recordarlo, José Luis Zapatero marcha veloz hacia un olvido como el que seguramente sueña.
Puede quedarse tranquilo.
Los grandes sucesos que van a vivirse próximamente en esa misma sala, barrerán su nombre como barren los huracanes los gorriones, sus nidos y sus huevos…
Sócrates, Zapatero, son nada más los primeros de esos gorriones ya sin nido ni huevos, y el viento que se los lleva sopla cada día más fuerte.
¿Nadie más mira hacia dónde?...



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DESTELLOS APÓCRIFOS: ¿Mito, misterio o miseria?...

Destellos Apócrifos




Negamos desde ya que se trate de una miseria de nuestra imaginación, de residuos del ingenio que por no arrojar al cesto de los fracasos, oh, los arrojamos aquí. No. 
Como bien nos recuerda en su prólogo a los Evangelios Apócrifos Jorge Luis Borges (que si supiera que lo citamos en este contexto, nos cagaría a bastonazos), el vocablo “apócrifo”, que hoy vale por “falso”, originariamente significaba en realidad  “secreto, vedado al vulgo”.
Así entonces -llevado por un raro brote antropológico, etimológico, (o algo por el estilo)-, El Martiyo creyó creer alguna vez que todas esas frases, lugares comunes, refranes populares, y tantas otras boludeces consideradas en general anónimas, tienen, secretamente, vedados al vulgo, sus verdaderos creadores… Y puestos a creer, ya que estamos, cualquier cosa, El Martiyo creyó creer también que conoce o intuye a dichos autores, así aquí ponemos  y oponemos, a nuestros geniales Destellos Ajenos, estos Destellos Apócrifos, que no por no ser geniales, dejan de ser menos apócrifos.
Descubra en un rápido clic de dónde salen y quiénes dicen las cosas que nadie dice que dijo, y que ahora decimos todos...


Destellos Apócrifos. HOY: ¡Mr. Ed!...

Destellos Apócrifos:

"Hablar habla cualquiera".

Mr. Ed

viernes, 29 de julio de 2011

CLARÍN, MACRI, NETBOOKS A U$S 900,-: MISTERIOSA BUENOS AIRES.

El lector actual de Clarín excede el campo de la sociologia y supone uno de los casos más interesantes de la antropología moderna.
Votante de Macri, la Carrió, Solanas o los Midachi -o  de cualquier cosa que mande Magnetto-, no le importa que le mientan ni que le roben, y en nombre de sus convicciones, está dispuesto a cagarse hasta en sus propias convicciones.


MISTERIOSA BUENOS AIRES




"La desesperación es mala:
lleva a perder la dignidad"
Proverbio japonés


Mientras el occidente –y por lo tanto el mundo- surgido de la Segunda Guerra se desploma con estrépito minuto a minuto; mientras se prenden fuego los pueblos del Islam, mientras Latinoamérica surge como la esperanza más inmediata, y mientras en ella la Argentina crece a un ritmo del 9 por ciento anual, y sus reservas (que en 2003 eran de 8 mil millones de dólares), hoy alcanzan ya los 50 mil millones; Clarín –ese amasijo de medios, miedos, intereses y arlequines-, se demora en el nuevo campeonato de la AFA, en los alquileres del juez Zafaroni, en los resentimientos personales de Alberto Fernández, y en las menores pajitas del ojo ajeno. La desesperación es mala, pero en el caso del Grupo Clarín, es entendible.
Inmensamente más curiosa es la razón de los lectores que le quedan. ¿Por qué lo hacen? ¿Por qué todavía leen Clarín (algunos incluso lo compran), y lo que es más extraordinario, ¡lo repiten!, eh? ¿Por qué aceptan difundir sin cuestionar los quejidos de una empresa privada, monopólica y multinacional que más allá  -y mucho antes- de este gobierno, fue cómplice, no sólo de la dictadura militar y su genocidio, sino después también socio –y mayoritario- de cada gobierno democrático que manejó, le sirvió o desechó?... ¿Por qué ese lector, supuestamente progresista, humanista, ilustrado y moderno, siente de pronto placer en que se ataque a las Madres de Plaza de Mayo, y a las Abuelas, mientras se ensalza a Duhalde, o se excusa a Videla? ¿Qué es lo que disfruta ahí?... ¿Por qué ese ciudadano, de moral supuestamente incuestionable, se caga sin embargo en las escuchas ilegales de Macri, en la mugre ya demostrada de su campaña, en su procesamiento por asociación ilícita ya confirmado en Cámara, en su manifiesta xenofobia; y en que Clarín encima oculte o maquille todo eso… por qué, eh? ¿Comparte esas miserias, le gusta que le mientan, que lo estafen? Por qué ese argentino, supuestamente más vivo que los otros, permite que Macri con su guita le pague a Clarín 900 dólares por netbooks que valen menos de 300, y va y lo vota igual, y compra Clarín, ¡y lo repite! ¡Y con énfasis! ¡Acalorados! Convencidos… Tristemente convencidos.
Asombra, cómo no.
Son hombres y mujeres que han recibido al menos diez o quince años de educación formal, cívica, democrática, algunos más; muchos de ellos incluso deben recordar perfectamente quiénes son y qué (no) hicieron Patricia Bullrich, Eduardo Duhalde, Rodríguez Sáa, Elisa Carrió y otras figuras que ahora Clarín amalgama en una remake fast food de la Unión Democrática de Braden… y sin embargo, por resucitar figuras como estas, esas mujeres y esos hombres creen traer alguna verdad. Mejor aún: La Verdad. Fuera de ellos, del otro lado, sólo hay ignorancia y crispación. Sería de risa si no estuviese en juego la suerte de todos.
Alguien podría decir que las mismas cosas se podrían decir de quienes defienden a este gobierno, y sí, tal vez. Pero la diferencia a favor es sustancial: porque estos defienden lo que va bien, no lo que fue mal.
Nos preguntamos con interés casi científico qué puede sentir una persona que explicó sin entender -y durante años- ¡los terribles peligros! de una política que nos alejaba comercialmente de papá Estados Unidos y de mamá Europa, para juntarnos con todos esos países latinoamericanos de cuarta; y de pronto ver esto, ver el derrumbe de ese occidente y de todo lo que dijo y comprobar una vez más que Clarín lo mandó a repetir boludeces, y ni disculpas le pide… Y lo más increíble: aún así ese argentino no desiste, insiste, sigue, repite y repite lo que mande Magnetto, muchas veces, incluso, palabra por palabra: ley mordaza, viento de cola...
Cómo no preguntarse qué raro instinto, que ignoto placer lo impulsa...
Y acaso lo más curioso de todo: ¿qué lo lleva a pensar, aún así, que piensa?...
Brrrr...
Misteriosa y tétrica Buenos Aires.


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jueves, 28 de julio de 2011

EL EMOCIONANTE FINAL DE LOS ESTADOS UNIDOS...


En un final mejor que los de Stephen King, el imperio norteamericano comienza su efectivo derrumbe. Entre el abismo del default, y el infierno de la miseria; Obama, desesperado y solo, llama a la lucha de clases, mientras el FMI va a por ellos, así como ayer venía a por nosotros…

ÉRASE UNA VEZ EN AMÉRICA





"Prefiero el dolor a la muerte, y el infierno a la nada".
Willian Faulkner, Palmeras Salvajes

Con la violencia que los distingue como nación, el congreso norteamericano decidió jugar a la ruleta rusa con su propia cesación de pagos, mientras buena parte del mundo los mira como se mira una película de terror, en la que todo lo que se espera, claro, es que el monstruo muera.
En tanto nuestro superhéroe El Hombre Líquido, Barak Obama, de regreso a sus bases –las redes sociales-, le pide al pueblo que representa que lo represente ante sus representantes, porque evidentemente a él no le dan le bola. Y le pide que les pidan que aprueben el gran ajuste que lógicamente nadie quiere, pero que tienen que querer igual, porque ya no están para elegir. Es lo que hay: el infierno o la nada.
La nada supone el default del país más poderoso del mundo, y su efecto dominó correspondiente. El infierno es la miseria que tanto tiempo exportaron.
Según un sondeo de Reuters, el 56 por ciento de los norteamericanos se inclina por el infierno, (acaso porque hasta ahora lo vio siempre de lejos). Recortes de planes sociales y alzas de impuestos, con sus consecuentes recesión y desocupación, y tal.
El 2 de agosto es el dia D. Las negociaciones entre las partes avanzan como quien acelera empantanado en la arena: hacia abajo. La pistola va y viene, y todos gatillan a su turno. La bala por ahora no sale, pero está ahí.
El lunes por la noche, Obama se llevó el caño a la sien, y sobre llovido, inspirado acaso en Las venas abiertas de América Latina que le regalara su colega Hugo Chavez, desató por la tele la lucha de clases. “La única razón por la que este enfoque equilibrado no está en vías de convertirse en ley, es porque un significativo número de republicanos en el Congreso, siguen insistiendo en un enfoque que sólo contempla recortes y que no les pide nada a los estadounidenses más ricos, o a las empresas más grandes”, dijo en cadena para todo el país, y pasó el arma.
Inmediatamente la tomó John Boehner, presidente de la Cámara de representantes: “La triste verdad es que el presidente quería un cheque en blanco hace seis meses, y hoy también quiere un cheque en blanco. Y eso, sencillamente, no va a pasar”, gatilló y dijo.
La bala sigue ahí.
Pero es sólo cuestión de tiempo.
Los relojes no se quedan quietos, y la hora señalada se acerca.
Y encima la tierra gira, y los que ayer estaban arriba, hoy...
El FMI, que asesoró hasta el desastre a tantas economías del tercer mundo, ahora va por el primero, y lo aconseja. Christine Lagarde, su presidenta -ya sin la alegría con que se la vio asumir-, les recomendó con el dedito en alto que además de “un techo para la deuda, deben aprobar un plan creíble de ajuste fiscal”.
Los analistas del mundo llevan por lo menos quince días diciendo cualquier cosa, una por la mañana, y todo lo contrario por la tarde. La mitad sigue sin poder creer la negligencia de una clase política que ellos creían de colección. La otra mitad confía en que algo así como Batman o Superman, sino el Huasón, aparecerá sobre la hora para resolverlo todo en los 30 segundos finales como Hollywood manda.
Toda debacle es lamentable, incluso la de los Estados Unidos. Mucha gente inocente pagará por la soberbia de unos pocos ineptos que ayer se jugaron su futuro y hoy les devuelven este presente entre el infierno y la nada. Y no sólo a sus ciudadanos, por eso también es lamentable.
Sin embargo habrá que reconocerles una vez más que saben mantener en vilo a sus plateas. El suspenso les pertenece ya desde los lejanos días de Edgar Allan Poe.
Igual falta poco.
El 2 de agosto esta película se acaba.
Ojalá ganen los buenos, y el monstruo reviente de una vez por todas.




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miércoles, 27 de julio de 2011

DESTELLOS AJENOS. HOY: Marcel Proust.







Destellos Ajenos:


"Cuando de un pasado vivo no sobrevive nada después de la muerte de los seres o la destrucción de las cosas, sólo quedan, más frágiles, pero más vivos, más inmateriales, más persistentes, más fieles, el olor y el sabor, que duran largo tiempo, como almas, recordando y esperando sobre la ruina de todo lo restante, sosteniendo sin doblegarse, sobre su casi impalpable gotecilla, el edificio enorme del recuerdo".

Marcel Proust