////// Año XVº /// Editor Anónimo: Daniel Ares /// "Prefiero ser martillo que yunque", Julio Popper ///

jueves, 14 de marzo de 2019

GRANDES MEDIOS Y RAMOS PADILLA: LOS SONIDOS DEL SILENCIO…



En un país serio -de esos que alucina el tilingo argentino con fervor colonial-, ayer la historia se hubiera detenido.
Un juez federal denuncia ante el Congreso y con pruebas un esquema delictivo que involucra jueces, fiscales, periodistas, servicios de inteligencia nacionales y extranjeros, pero los grandes medios y sus grandes próceres en la lucha contra la corrupción, no observaron nada raro.
Un silencio parecido, precede a los terremotos.



EL QUE CALLA OTORGA






Un juez federal se presenta ante el Congreso y descubre para los legisladores, públicamente, por televisión para todo el mundo, un esquema delictivo que involucra jueces, fiscales, periodistas, servicios de inteligencia nacionales y extranjeros, complicados en maniobras extorsivas, intimidatorias, conspirativas, con injerencia en otros países, más inexplicables “extracciones” de seres humanos, y los grandes medios argentinos y sus mayores próceres republicanos, no se enteraron de nada.
Los mismos próceres y los mismos grandes medios cuyos empleados a diario se rasgan las vestiduras por la corrupción, ahora, desde ayer, al cabo de las históricas denuncias del juez federal Alejo Ramos Padilla, hablan simplemente de otra cosa.
Apenas terminada la extensa y demoledora presentación del juez, El Martiyo recorrió las cadenas de noticias más importantes del país, y en su silencio era posible oír la desesperación oficial, propia. Terminal.
Crónica TV hablaba de unos hinchas que entraron a balazos en una cancha. Incluso los presentadores parecían animados.
TN sin embargo allí redoblaba durante demasiados segundos la placa URGENTE y sus trompetas, pero al cabo la noticia era la clausura del teatro donde se había accidentado Sergio Denis.
Siendo que Eduardo Feinman había sido mencionado durante la exposición de Ramos Padilla, y aunque el juez no lo acusó, sí lo excluyó puntualmente de la lista de “periodistas víctimas”, en la que apenas dejó al pelotudo confeso de Alejandro Fantino, y a Romina Mangel; y pese a eso a esa hora A24 no encontraba mayor problema para el país, que los motochorros.
El portal de La Nazión abría con un “Messi, brillante”, y la buena noticia del día: “el dólar dio un respiro”. Institución decana del periodismo argentino, “tribuna  de doctrina”, de Ramos Padilla no sabían nada.
Clarin tampoco, más bien. A esa hora su portal nos contaba de la reunión de su columnista Dujovne con la presidente Christine, algo de Messsi, claro, desde luego un palo para Cristina, y eso si: ¡la verdadera historia de la prostituta polaca que interpreta la China Suárez en la nueva serie que por supuesto producen ellos!... Del continente de corrupción descubierto por Ramos Padilla minutos antes en el Congreso y en detalle, ni un comentario, nada. Periodismo de guerra en pleno combate, digamos.
Los legisladores del oficialismo, profetas de la transparencia, y sus pares del Peronismo Zero, no se interesaron en lo que el juez tenía para contarles. Ninguno.
Con el sentido de la oportunidad propia de una catástrofe ambiental, Elisa Carrió se burlaba por Twitter de la posibilidad de ser detenida, justamente el mismo día en que rodaba otra vez por las redes la biografía de su hijo radicado en México, Enrique Santos Carrió, marcado por la DEA como uno de los jefes del cartel de Jalisco.
El Ministro de Justicia de la Nación, German Garavano, tuvo allí en el Congreso, durante más de cuatro horas, a un juez federal revelando un manantial de podredumbre en el ámbito de su cartera, pero apenas cuestionó el espacio. Debió haber sido en la comisión de inteligencia, no en la de libertad de expresión, observó. Y nada más raro observó.
Ernesto Tenenbaum, Reynaldo Sietecase, María O´Donell, y otros grandes líderes de la inexistente Corea del Medio, elevaban oraciones al cielo para que nada de “todo esto” obstruyera la causa (de las fotos de las fotocopias) de los Cuadernos, que llevan tan luego el de pronto fantasmal Carlos Stornelli, y su cada vez más nervioso Claudio Bonadío Glock.
Celestial y divina como insustancial, indiferente o ajena, la Corte Suprema de Justicia, aludida en más de un pasaje como responsable directa de la falta de apoyo al juez, mantiene un silencio, dijera don Bernardo de Irigoyen, “muy parecido a la estupidez”.
Hoy ninguna de las tapas de los grandes diarios y ninguna de sus ediciones digitales mencionan el tema, lo relegan a sus últimas páginas, como un hecho menor, intrascendente.
Y Eduardo Feinman, Luis Novaresio, Jorge Lanata, la descabellada Carrió y su triste Majul, Leuco y Leucocito, y todos esos grandes próceres vivos de la lucha contra la corrupción, de pronto se esconden y se callan, aunque al callar también otorguen.
Algunas cámaras empresariales (ADEPA, FOPEA, la SIP), todavía intentan enfáticas defensas del agente Daniel Santoro, pero son ecos lejanos, que se alejan y se apagan, ecos sin eco entre sus compañeros de redacción. Apenas sí lo apoyan los del espionaje.  
Y es que la caja de Pandora ya fue abierta.
En lo sucesivo asistiremos a un festival de maniobras oficiales y mediáticas como un desfile de inclemencias que a lo sumo, y con suerte, retrasarán lo inevitable, pero nada más.
La declaración espontánea del fiscal de Mercedes Juan Bidone en pos de limpiarse cuanto antes de Marcelo Dalessio y Asociados -enchastrando a la justicia, a los servicios, pero también al Gobierno-, anuncia que habrá nuevos y más arrepentidos del lado de los fabricantes de arrepentidos.
Son días inmensos.
Quienes hayan vivido en zonas de terremotos frecuentes, saben que los temblores se anuncian, segundos antes, con un silencio que se puede oír de tan absoluto… y luego sí, luego procede la destrucción.
Así suena ahora, desde ayer, el silencio atronador de todos los grandes medios y sus grandes próceres en la lucha contra la corrupción.
La destrucción parece inevitable.


* * *

5 comentarios:

  1. No hay una puta línea en Clarín ni Nación de esto, solo informes sobre la salud de la hija de la ex presdienta, para el regodeo del odio de los gorilas. Ah, y un apartado para un supuesto atentado contra Ritondo que no se lo cree ni la madre. Ritondo en si es un atentado. Salú.

    ResponderEliminar
  2. No hay una puta línea en Clarín ni Nación de esto, solo informes sobre la salud de la hija de la ex presdienta, para el regodeo del odio de los gorilas. Ah, y un apartado para un supuesto atentado contra Ritondo que no se lo cree ni la madre. Ritondo en si es un atentado. Salú.

    ResponderEliminar
  3. Excelente, terrorífico... tienes razón, es un terremoto. Ya vienen las réplicas.... !

    ResponderEliminar

Como tantos medios públicos, EL Martiyo no deja de ser privado, y por lo tanto se reserva el derecho de pubicar o no los comentarios recibidos.