Día 0
Mañana
Clarín festeja: son más poderosos que los tres poderes de la República. Viva.
Su tremenda fuerza se despliega real, se pavonea
Dos abogados empleados por una Cámara Civil y Comercial de la Capital Federal , -jueces a la sazón recusados y por ellos mismos reintegrados- bastaron para ungirlos, y el Día Cero los encuentra triunfales.
Así nomás.
Una cámara federal decide desoír el mandato de la Corte Suprema y le regala a Clarín el 7D que soñaban.
Algunos empleados de TN parecen borrachos de alegría, locos de ira...
Ya sueñan el retorno a los días mejores del Grupo, Menem, Duhalde, De la Rua , si hace falta Videla…
Fuera del planeta Clarín, en cambio, el resto del universo se debate entre el bochorno, el desconcierto, y no. Era de esperar. Lo habíamos advertido aquí: algo huele muy a podrido en el palacio de los Tribunales.
¿Pero entonces el Congreso es qué?...
¿Un jueguito que Magnetto nos permite a veces?
¿La Corte también?
¿Y nosotros?
Lejos de ser una obsesión personal del Martiyo, aquí queda por fin bien demostrado cómo todo lo cubre la sombra siniestra de Clarín.
Antes de las diez de la mañana el Poder Ejecutivo, en representación del Estado Nacional, ya había presentado su pedido de anulación de la prórroga de la cautelar ante la Corte Suprema de Justicia
Pero la Corte , parece, no está. Una jueza cumple años, otro tiene dentista, otro está de viaje… el país puede esperar, bah.
Clarín festeja.
Viva.
Se ríe de Cristina, de la ley, del Congreso, de nosotros, de cada uno de nosotros, incluso del que festeja con ellos por odio ciego a este gobierno, de todos se ríe. Viva.
Ha triunfado el dinero, la prepotencia económica, no el derecho; las corporaciones, no la democracia, ja, qué va... La democracia es a Clarín lo que la kryptonita a Superman: lo debilita y mata. No a la democracia. Así está mejor.
También lo advertimos: se pelea en el barro, Clarín está en su elemento.
En su escalofriante artículo de hoy, Horacio Vertbisky -con información, no con supuestos-, narra la tétrica trastienda del comunicado lanzado ayer por la corporación judicial, y nos cuenta quién es quién en la maldita Cámara del terror, y hasta qué punto muchos de esos magistrados orbitan el Grupo Clarín.
Mario Wainfeld, por su parte, nos presenta un inventario de las incongruencias y torpezas de una resolución apurada a pedido de Clarín.
Al cabo de ambas lecturas –que no recomendamos si usted es impresionable-, ya la democracia toda parece apenas una ilusión pasajera que un puñado de leguleyos nos permiten de a ratos.
Tarde
Según el medio, el constitucionalista que consultan, y según él, la suerte del país ahora empozado en la Justicia.
Unos y otros le advierten a la gente que el otro quiere confundirlo.
Ninguno de todos recuerda muy bien de qué se habla.
El inmenso problema de la soberanía política nacional es reducido a la burocracia tribunalicia de cautelares y procedimientos.
Hay un paquete explosivo bajo el arbolito de navidad, y todo lo que se discute es a qué hora lo abrimos.
Luego avisa que recién lunes o martes decidirán sobre el pedido de anulación presentado hoy por el Ejecutivo. A sentarse y esperar.
Súbditos repentinos de un poder que nadie elige, vitalicio y exento de las obligaciones del vulgo; no se somete al vulgo, y el vulgo ha de esperar.
Plebeyos democráticos de un estado monárquico de pronto, aquí está la verdad.
Manda Magnetto, su corte de abogados, ninguna democracia.
Pero quizás hacía falta que fuera así de claro.
Ahora el pueblo argentino, de un lado y del otro del actual gobierno, sabe quién manda de verdad en la Argentina.
Quién maneja los jueces, quién dicta los fallos…
Quién puso y depuso gobiernos hasta el año 2008.
¿Ahora no piden por una justicia independiente?
¿Ahora les sirve la que hay?
Noche
Sucia de toda sospecha, la Justicia paga el precio de servir a Clarín: el desprestigio social, la caída.
Debieron haber aprendido del precio pagado por Duhalde, la Carrió , Cobitos, y tantos otros experimentos que terminaron igual, en el descrédito. Queda la Corte para lavarla, o ya toda la Justicia habrá roto lanzas con la democracia, y antes que despuès, lo pagarán.
Ahora se toman unos días, se ganaron un descanso. Viva.
Héctor Magnetto, con su historia toda sucia, se eleva como el hombre más poderoso del país. Allí lo tienen los rabiosos de la cacerola. Tal el hombre que al final los representa.
Les guste o no.
El diario de la cuenta regresiva aquí concluye.
La lucha no.
El día Cero los encuentra triunfales.
Pero el sol siempre se agranda en su caída.
Hay una sensación que recuerda la 125 y la noche no-positiva de Judas Cleto Cobos.
Entonces también comenzaba una magnífica historia.
* * *