////// Año XVIº /// Editor Anónimo: Daniel Ares /// "Prefiero ser martillo que yunque", Julio Popper ///

martes, 9 de abril de 2013

CLARÍN VS LA CAMPORA. Actor invitado. Juan Miceli, como Clark Kent...



Clarín hace de la realidad una ficción según la cual un reducido grupo de personas, apoderadas del gobierno con malas artes –una dictadura, bah-, lo persigue sin tregua. Clarín es el bueno, el muchachito. Defiende la libertad de expresión, la justicia, y enfrenta, en defensa de todos, al Mal.
El Mal, como en las historietas de la infancia, es algo así como un espíritu diabólico que se manifiesta en distintos monstruos, y por eso cada episodio tiene su villano invitado: Cristina, por supuesto, cuando no Moreno, Boudou, ayer Moyano, a veces D´Elía… 
En el capítulo de esta semana le tocó a La Campora, con la participación especial de Juan Miceli, como el boludo de Clark Kent.


 LA BOCA DEL BOBO




“A ciertos niveles, la estupidez es una tración”.
Friedrich Nietzche.


La legión de superhéroes del Grupo Clarín –Cleto Cobos, la Carrió, la Bullrich, Lanata, Shocklender, etc- suelen cumplir arriesgadas misiones en su lucha por el bien (de ellos). No siempre triunfan, claro (más bien casi nunca), antes o después la kriptonita de la verdad los desmiente y elimina (¡cómo olvidar la espectacular misión de Superlanata en Venezuela, o todas las predicciones sobre la catástrofe electoral que sufriría CFK en 2011), pero nada de eso los detiene, y ellos siguen su lucha mentira tras mentira…
Hace poco le hicieron repetir al inexplicable público que todavía les queda, que “¡14 veces Bergoglio le había pedido audiencia a Cristina, y ésta nunca lo había recibido!”… ¡14 veces!, repetían y repetían indignados y automáticos…
Cuando el propio Episcopado informó que sólo dos veces Bergoglio había pedido audiencia con la presidenta, y que las dos veces le había sido concedida, Clarín y La Nazión no indemnizaron a ninguno de sus lectores por hacerles decir boludeces durante casi quince días. Ni un ejemplar gratis, les dieron. La Nazión, incluso, hecho un furia, se llevó puesto al propio Episcopado, sugiriendo que la aclaración era producto de presiones oficiales. O sea: ustedes también son una mierda
Esta semana el villano invitado es La Campora, con especial atención a su líder el diputado Andrés Larroque, el Cuervo. (El casting parece de la Warner, sí).
El episodio comienza cuando un periodista sin demasiadas luces –con cara de Clark Kent, pero que no es Superman-, en medio de la tragedia por las inundaciones, en pleno despliegue solidario, entrevista al aire para la TV Pública, al temible Cuervo –que a la sazón allí estaba con los inundados, no en un estudio- y se atreve, osado, a preguntarle por la pechera de los que dan. El terrible Cuervo, lo invita a dar, pero el pobre Clark Kent huye despavorido ante semejante proposición, y se refugia en los brazos de su viejo amigo el espantoso doctor Nélson Castro.
A partir de ahí, en un país sumido en el desastre de inundaciones inéditas, sus principales medios se diluyen en una discusión fundamental: ¿pecheras sí, o no?...
La única razón para que estos pocos segundos de televisión hayan alcanzado nivel de polémica nacional, la dimos en nuestro post Las marcas del agua. En resumen, sosteníamos allí, como no tienen nada que decir, dicen estas boludeces.
Pero como la cosa no paró, nos vimos tentados a dar nuestra opinión profesional.
La pregunta de Juan Miceli, periodísticamente, fue innecesaria, inoportuna, e inconducente.
Desde los voluntarios de Cáritas a los de La Cruz Roja utilizan pecheras, así como uniformes todos los ejércitos del mundo -y camisetas los equipos de fútbol-, porque en los movimientos colectivos de gran despliegue en grandes espacios, los ojos sirven para identificarse, y así organizarse. Claro. En tal caso la pregunta revela una ignorancia de Miceli, por eso para él, sobre todo, fue innecesaria.
Inoportuna, también, porque por mucha cara de Clark Kent que ahora ponga Miceli, fue una pregunta estrictamente política. Era el momento de ayudar, no de polemizar o discutir quién ayudaba.
Con esto no queremos decir que haya sido premeditada, la pregunta de Miceli. Es más, nos inclinamos a pensar que él ni siquiera pensó lo que decía. Nadie está libre de ser un pelotudo.
Pero dicho lo dicho, ya no había un metro para atrás, y allá fue.
Ex hombre del Grupo, lo primero que hizo fue correr a los brazos de Nelson Castro, como quien vuelve vencido a la casita de los viejos…
Los de 678 le dieron con lo que tenían a mano acaso enfurecidos porque a ciertos niveles la estupidez es una traición. 
En su cuarto de hora inesperado, Miceli alcanza la tapa de Clarín, ¡es noticia!... Desde allí llora porque lo atacan, insiste con su profesionalismo (no entendemos por qué), y se confiesa: “Yo no pertenezco al Grupo Clarín, yo estoy solo en todo esto”, dice desde Clarín.
Pero nosotros le creemos. O al menos lo entendemos.
Son momentos muy delicados del país. La Argentina pelea por fin por completar el proceso de independencia nacional comenzado en 1810. Muchos piensan que aquí se discuten restricciones cambiarias, el precio del subte, o las redes pluviales. Pero más allá de la coyuntura, la jugada es inmensa y muy compleja, y muchos –sobre todo aquellos formateados por Clarín- no alcanzan a comprenderlo, y sin saber lo que hacen, atacan al que da, y así resultan funcionales con el que nunca dio.
No son culpables, pero eso tampoco los vuelve inocentes.
Son tiempos delicados.


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LOS CHISTES DE PERÓN... el rey de Inglaterra...


Los chistes de Perón



Si alguna vez los argentinos consiguiésemos el nirvana tangible del acuerdo absoluto, una nueva moneda nacional debería llevar impresa, en sus dos caras sin ceca, las imágenes yuxtapuestas de Borges y Perón, como el yin y el yang de una Argentina sola, que en su doble anverso grabara así la riqueza de nuestras más hondas contradicciones, unidas entonces por las solas banderas de la gracia de la inteligencia, la agudeza de la sensibilidad, y la sabiduría que siempre revela el humor. Por ello aquí El Martiyo, en un gesto estético histórico -pero histórico por estético-, reúne, funde, en un mismo marco, en idéntico formato, a este dueto imposible, y sin embargo… Esperamos que así como los peronistas disfrutan de Los chistes de Borges, así la otra Argentina disfrute de Los chistes de Perón, quien supo tener, indiscutido, el sentido de la risa que es propio de los grandes. Y que nos hace mejores.




El 7 de julio de 1972, en la cena de camaradería de las Fuerzas Armadas el general Alejandro Lanusse –presidente de facto- anunciaba que para ser candidato a presidente se debería renunciar a cualquier cargo en el gobierno, y que se debía fijar residencia en el país antes del 25 de agosto. En un solo pícaro disparo, así él se autoexcluía, y emplazaba a Perón, que seguía en su exilio en España.
Al saber esto, desde Madrid, Perón rechazó las condiciones considerándolas proscriptivas. Entonces dijo:
-- Lanusse parece que se autoproscribió y me invita a hacer lo mismo, pero su situación no es la misma que la mía. Él tiene tantas posibilidades de ser presidente constitucional de la República Argentina, como tengo yo de ser rey de Inglaterra.


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LOS CHISTES DE BORGES... humor de alta gama...


Los chistes de Borges


Cuando le preguntan a María Kodama qué es lo que más extraña de Borges, ella no duda en responder: “su sentido del humor”. Uno de los hombres más divertidos de la historia del hombre, sin embargo, decidió pasearse por su siglo disfrazado de viejo aburrido, sin romances rimbombantes ni escándalos de vodeville, con su traje siempre gris, su bastón y su ceguera, su hablar lerdo y trabado, y su genio camuflado de sabio que no sabe. No es arbitrario pensar que esa sola caracterización, única y total, fuera su más secreta y grande broma.





Entrevistado por la revista Siete Días, en 1973, Borges bosquejaba una vez más su sueño de un “anarquismo a la manera de Spencer, con un máximo de individuo y un mínimo de Estado”
-- ¿Piensa seriamente que tal estado es factible?
-- Por supuesto... Eso sí, es cuestión de esperar doscientos o trescientos años.
-- ¿Y mientras tanto?
-- Y... mientras tanto, jodernos.

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sábado, 6 de abril de 2013

INUNDACIONES: LAS MARCAS DEL AGUA...



Baja el agua y aparecen los vestigios materiales, sentimentales y morales de un desastre que también desnudó comportamientos, actitudes, seres. Estadistas, periodistas, empresarios y pueblo. Todos nos vimos las caras. Cristina en Tolosa, y Macri en Trancoso; Larroque versus Miceli, y Clarín contra las Abuelas. Nadie volverá de estos días.

LAS MARCAS DEL AGUA




El peronismo nació así, cuando hizo falta, cuando fue urgente, de la tragedia, del dolor, de la necesidad; fue la respuesta a la desesperación, al abandono, a la angustia; y tomó toda su fuerza de ese pueblo entero, de los muchos que precisaban ayuda, y de los muchísimos más que precisaban darla. Fue en San Juan, el 15 de enero de 1944. Su parto un terremoto.
CFK lo sabe, y lo recuerda. Por eso no demoró en hundir los pies en el barro de su Tolosa natal, en disponer la ayuda, y organizarla. Armonizar pueblo y estado con un solo objetivo: los necesitados. Estuvo a la altura de las circunstancias, otra vez.
Y esto no es una opinión, es un hecho. Lo prueban las inmediatas medidas dispuestas, la acción de la gente, de las organizaciones políticas, sociales y religiosas; y sobre todo, el silencio del enemigo: Clarín, y La Nazión.
En un primer momento soñaron con un alzamiento popular fogoneando por todos sus medios la “ausencia del estado” –cuya presencia combaten hace años-, sin mencionar siquiera a qué estado se referían. La idea era un nuevo 2001, y que se vayan todos… si la furia se lo llevaba puesto a Macri, tanto daba. Fabricarían otro. Desde que abandonaron el periodismo, la manufacturación de monigotes presidenciables es la especialidad de la casa.
Pero la ilusión no duró nada.
La presidenta marcó presencia, organizó la ayuda, dispuso a los suyos, inspiró a los otros, duplicó asignaciones, pensiones y jubilaciones, habilitó nuevas líneas de crédito... No estaba tomando sol en Brasil, estaba allí, donde había que estar. Daba soluciones, consuelo y ejemplo. Macri a esa hora daba explicaciones, y repartía culpas.
Mientras tanto los medios del miedo, en pleno desastre, entre miles de afectados, ya con muertos, y aún con desaparecidos, se demoraban en un grupo de infaltables que putearon a Scioli y a Alicia Kirchner, porque también estaban allí.
En su hora más cruda, Clarín incluso acabó relamiéndose con la “desaparición bajo el agua” de una abuela de plaza de Mayo. De terror.
Por momentos Clarín se hunde con tanta decisión, que a veces pareciera que lo maneja Guillermo Moreno.
La cosa es que la presidenta allí, el estado presente y resolviendo, y la gente con más ganas de ayudar a los inundados que a Magnetto; desbarataron enseguida sus horribles planes.  
Perdidos, vaciós, en un patético intento final por ensuciarlo todo sin aportar nunca nada, inflaron hasta el escándalo un episodio insignificante en términos históricos, e incluso políticos: el cruce entre el diputado Andrés Larroque con el periodista de la TV Pública Juan Miceli, que a la hora de dar, preguntaba por la camiseta del que daba. Allí nomás Larroque lo invitó a dar, pero Miceli prefirió irse a charlar con su amigo Nelson Castro, que tampoco repartía nada. En fin.
Al cabo de días interminables de conmoción nacional –que siguen sin terminar-; ante el magnífico espectáculo de un pueblo solidario que se organiza y da; frente a un estado que respondió inmediatamente, y una presidenta con reflejos de madre; el enemigo todo lo que tiene, como vemos, es nada.
Una polémica menor, insustancial, intrascendente.
Chismes que se susurran en un velorio ajeno.
Miserias del que no siente.
Muy por encima de ellos –tal y como demostraron las últimas presidenciales y estas inundaciones- un pueblo entero se eleva y los olvida.
Hay mucho por hacer.


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miércoles, 3 de abril de 2013

MACRI NO TIENE LA CULPA: EL CHANCHO ES USTED...



La inmensa tragedia en la provincia de Buenos Aires le sirvió a Mauricio Macri para eclipsar su no menos inmensa impericia, indiferencia, inconciencia, o lo que fuera. No hay maldad. 
Mientras la ciudad y mucha gente se perdían bajo las aguas, él nada más se tostaba en el nordeste del Brasil, donde el verano es perenne. 
Es lógico que ahora no entienda por qué lo culpan, si ni siquiera estaba.

EL CHANCHO, LA CULPA Y USTED

¿Lo qué?



Ayer mientras la ciudad y varias vidas se perdían bajo el agua, Mauricio Macri se tostaba en Trancoso, una de las mejores playas del nordeste del Brasil. Su jefe de gabinete, Rodríguez Berreta, en París, Francia. ¿Qué tul?...
Macrí volvió, el otro no importa.
Sin embargo según el propio Clarín –socio y amigo de Macri-, no fue un impuslo, qué va, tuvieron que insistirle, y hasta tres veces, no quería, más bien… ¿Qué loco te deja una playa bajo el sol para volver a una ciudad bajo el agua?...
Pero al final volvió, tanto insistieron...
Siempre en campaña, aterrizó y lo primero que hizo fue ocuparse de los medios, mientras trataba por supuesto de esquivarlos. A las 17.50 –según Clarín-, citó a conferencia de prensa en Chacarita, para las 18.15. Casi nadie llegó, era la idea.
Igual no dijo nada.
Apenas lo bajaron del avión se ve que le soplaron algo sobre una tormenta récord, y salió a repetirlo como toda respuesta a los desagües tapados por falta de barrido y limpieza, a los espacios verdes perdidos, a las deficiencias en la recolección de residuos, a las obras pendientes… Fiel a su estilo, tartamudeó algunos eslogan, pasó el micrófono cada vez que le preguntaron algo concreto, revoleaba los ojos tratando de ubicarse, y por supuesto culpó al gobierno nacional. Y por supuesto otra vez mentía. Fiel a su estilo.
Hoy los medios que no lo encubren informan que del presupuesto para red pluvial aprobado en 2011, dos años atrás, sólo se ejecutó hasta ahora el 73 por ciento, y apenas el 2 en lo que va del 2013. O sea: la plata está, pero…
Los datos pertenecen a un informe especial de la revista La Fábrica Porteña, recogido hoy por Página 12, y publicado ya en noviembre del año pasado, después de las inundaciones que también entonces sorprendieron al gobierno porteño en plena era satelital, cuando la precisión de los servicios meteorológicos es casi absoluta, y cuando repetidos alertas advirtieron el desastre.
Pese a manejar el distrito con mayor recaudación y presupuesto de todos, hoy insistía en endeudarnos con la banca extranjera, ¿por qué será?...
Desde que el actual procesado en dos instancias por asociación ilícita, Mauricio Macri, asumió el gobierno de la ciudad de Buenos Aires, el ABL aumentó un 1000 por ciento, los taxis 252 por ciento, los estacionamientos 250 por ciento, y los subtes, sólo en 2012, pueden llegar al 217 por ciento. El último lunes, después de 16 años de congelamiento, Macri aumentó los peajes un 27 por ciento. El total acumulado es del 1300 por ciento. Ni Clarín con toda su furia alcanza a dibujar una inflación así. Macri la produce.  
Pero no surgió de un golpe, la ciudad no es una monarquía…
Cuando bajen las aguas los porteños tendrán que preguntarse muy seriamente por qué lo votaron, si fue por odio a los otros, por indiferencia, porque alguien les dijo que allí tenían un gran estadista…
Velados los muertos, reconstruidas las cosas, será hora de sentarse y preguntarse qué nos pasa…
El pueblo que votó dos veces a de la Rua (¡una para presidente!), votó dos veces a Macri… ¿por qué?...
Apenas ganó aquella segunda vez, El Martiyo arriesgó una respuesta en un post que no por nada titulamos Arrabal amargo.
Cuando bajen las aguas, si usted es porteño, dele una leída… y reflexione.
Porque políticamente Macri será un chancho, tiene razón… pero la culpa nunca es del chancho.


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EL MARTIYO... algo así como el diario del lunes...



Del que pega primero...

Entre todas las satisfacciones que nos da hacer El Martiyo, colaborar con la prensa de gran difusión, es una de ellas. 
Ayer a las 16.25 –tal cual puede constatarse al pie del post correspondiente- publicábamos una nueva entrega de nuestra sección Más de mil palabras, anticipando allí la tapa de Página 12 de hoy.
El mismo título, la misma concepción, la misma intención.
Saludamos desde aquí a los editores de Página, que recogieron la idea en su totalidad, y desde luego a nuestros lectores, que así siguen siempre un paso más adelante que todos los otros.

Página 12 hoy


El Martiyo ayer

El Martiyo Producciones Presenta...


*Más de 1000 Palabras*
(galería de imágenes)


Título:


"Venecia sin ti"
¿Y vos dónde te metiste?, "Trescientos-por-ciento-de-aumento"...

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"BANDERAS EN LOS BALCONES", la novela de Malvinas...


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Poca literatura hay hoy aún sobre la Guerra por las Malvinas, y de esa poca sólo una novela fue escrita por un corresponsal periodístico enviado al lugar de los hechos con la suerte de ser un cronista cuando tenía la edad para ser un soldado.


EN EL 31º ANIVERSARIO DE
LA GUERRA POR LAS MALVINAS

Ediciones del Martiyo presenta…



2º Edición
1ª Digital

Con prólogo de Federico Lorenz

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“Yo fui el hombre, yo estuve allí”
(Walt Whitman)


Novela con alto valor de crónica, su autor fue testigo presencial y preferencial de la Guerra por las Malvinas. 
Enviado como corresponsal periodístico, vivió en Tierra del Fuego casi todo el conflicto, recorrió completo el Frente Sur, alcanzó Puerto Argentino, y cubrió tanto los festejos del 2 de abril en Buenos Aires, cuando la toma; como el estallido del 15 de junio, cuando el final. Y con todo lo que vio, supo y sintió, compuso este relato, que es una crónica y una novela; una ficción y toda su verdad.
Con tapa de Marcelo Pais, prólogo del historiador Federico Lorenz, y revisada por su autor, esta 2ª edición (1ª digital), pretende acompañar humildemente un nuevo aniversario del conflicto, honra a sus caídos, y reivindica la soberanía nacional sobre las Islas Malvinas, Sandwich y Georgias del Sur.
Y nos recuerda por las dudas, a lo largo de sus páginas, aquella Argentina siempre posible, a un tiempo trágica y banal.



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martes, 2 de abril de 2013

MAS DE MIL PALABRAS: "Venecia sin ti", con la ausencia de Mauricio Macri...


El Martiyo Producciones Presenta...


*Más de 1000 Palabras*
(galería de imágenes)

Título:


"Venecia sin ti"
¿Y vos dónde te metiste?, "Trescientos-por-ciento-de-aumento"...

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DIEZ CONSEJOS PRÁCTICOS PARA LEER LOS DIARIOS, (revistas y afines)...



DECÁLOGO DEL LECTOR AVIVADO


  1. Antes que los titulares de un medio, lea siempre sus avisos. Si tiene Internet a mano, puede mejor informarse sobre la composición societaria del medio, lo cual le dará sin error su orientación política.
  2. Distinga así fuera en un rápido adjetivo la opinión o el vaticinio, de la información concreta.
  3. Así también, distinga en cada información la fuente citada, y revise si dicha fuente está de alguna forma asociada –política o económicamente- al medio que habla, o al hecho que se comenta.
  4. No fije en su mente como “información”, rumores, suposiciones y diretes. Cuando lea frases como “fuentes allegadas”, “un funcionario cercano”, o cosas así, regístrelas como lo que son: rumores, especulaciones, chismes, etc.
  5. Esté atento a cada potencial: habría, diría, sería, podría, etc. La falsa información, la intencionalidad política, lo que en periodismo se llama “carne podrida”, suele envolverse así.
  6. Separe como la paja del trigo lo que son puras especulaciones subjetivas del autor de la nota, tipo “fulano querría”, “mengano piensa que”, “zutano intentaría”, etc. Nunca olvide que el cronista periodístico no es un narrador omnisciente que habita la mente de sus personajes. Nada que ver.
  7. La objetividad de un medio será siempre imposible, pero su coherencia no. Si saludan en un funcionario la misma actitud que critican en otro, es claro que están haciendo negocios, no periodismo.
  8. Nunca deje de sopesar en sus conclusiones, ante cada cosa que se dice, cuánto se calla con respecto al mismo tema. En los silencios de los medios, muchas veces, queda atrapada la verdad.
  9. Cuando una frase, enfoque o razonamiento se repite sistemáticamente en distintos articulistas de un mismo medio, o de medios asociados, no descarte la posibilidad de una campaña de prensa decidida más arriba, mucho más arriba del autor del artículo.
  10. Mantenga presente siempre el comportamiento histórico de cada medio en los distintos momentos del país. Y recuerde: especialmente en la Argentina, cuanto mayor es su trayectoria, más sospechoso es el medio. Una historia como la nuestra no se atraviesa impunemente.

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domingo, 31 de marzo de 2013

DANIEL SCIOLI, Y EL HIJO DE PUTA DE VERBITSKY...




Joaqu-Inmorales Solá y Ricardo Kirchbaum, uno por La Nazión, el otro por Clarín, lograron hoy un afinado dueto en sus respectivas columnas, presentándonos en cándidas exposiciones al gobernador Daniel Scioli como un héroe incomprendido por su propio ejército.
 En simultáneo, sin embargo, y ya como solista, desde Página 12, también se ocupa del gobernador el hijo de puta de Horacio Verbitsky, quien nos ofrece un detallado informe del accionar del narcotráfico en su distrito, y de la red de complicidades policiales, políticas y judiciales que lo sustentan.

LA BALADA DEL PISTOLERO 




Un lector desprevenido nos preguntaba esta semana si “comprábamos” a Verbitsky, que es, agregaba, “un hijo de puta”. Hasta ahora, pese a lo mucho que se lo pedimos, nuestro amigo no envió ninguna prueba al respecto, siquiera un argumento que sostenga lo que dice. Curiosamente, el amigo en cuestión es también un colega, un periodista.
Nosotros en cambio, con educación y profesionalismo, nos tomamos el trabajo de responderle y explicarle. Primero, que no conocemos a Verbitsky, ni guardamos ningún aprecio especial por él. Y segundo, que tampoco lo “compramos”, o en tal caso, no lo compramos a él; más bien pagamos un abono mensual a Internet, y así tenemos acceso a todos los diarios del mundo, y más cosas.
Por supuesto, sabemos que nuestro amigo no se refería a eso; “comprar”, en tal contexto, y en boca de un argentino, significa más bien “tragarse algo sin masticarlo”, o, mejor, directamente, “creerse una mentira simple”.
El post que produjo esta sospecha en nuestro amigo, es Don francisco y el perro (II).
Ahí -pueden leerlo-, nos limitamos a comentar el inusitado enfrentamiento entre un periodista y el Vaticano, su papa y sus papistas; destacando, eso sí, que el periodista presentaba pruebas, y los otros no.
También contrastábamos allí –vicios del oficio- las técnicas periodísticas de Verbitsky, contra las de sus pares de Clarín y La Nazión. Mientras aquél compone sus artículos en base a información concreta –datos, fechas, textuales, documentos y etc-, sus colegas prefieren en cambio el rumor improbable, la interpretación subjetiva, la suposición hipotética, el futurismo, y otras variantes de la ficción. Desde luego si tuviéramos que elegir un profesional para nuestro equipo, en defensa de la credibilidad del medio, elegiríamos al más profesional, claro. En tal sentido, sí “compramos” a Verbitsky.
Hoy por ejemplo, con singular sintonía, los tres principales columnistas de los tres principales diarios argentinos, se ocuparon del mismo tema: Daniel Scioli.
Aprovechamos, entonces, para medirlos.
Clarín y La Nazión, en la voces de Joaqu-Inmorales Solá y Ricardo Kirchbaun, nos presentan a Daniel Scioli, casi con iguales palabras, como una víctima inocente del cristinismo. En ninguna de las dos columnas hay una mínima referencia a la más mínima impericia del gobernador, ya fuera política, o ejecutiva. Por el contrario, el gobernador emerge de ambas lecturas convertido en un pobre santo martirizado por su propia iglesia.
Sin embargo, ni el uno ni el otro, ni Inmorales, ni Kirckbaum, presentan datos concretos, fechas, textuales, pruebas, nada.
En simultáneo con ellos llegaba a los kioscos Página 12, donde su columnista principal también se ocupa de Daniel Scioli, pero a partir de un informe detallado del funcionamiento del narcotráfico en su distrito, y de sus cómplices policiales, políticas y judiciales. Todo con nombres y apellidos, fechas, domicilios. Información, bah.
Para graficar lo que decimos, reparemos en los tres primeros párrafos de cada uno.
Bajo el título “Entre la sumisión y la destitución”, en La Nazión Inmorales comienza así:
“Sumisión o destitución. La opción de Daniel Scioli es sólo ésa para el cristinismo. No lo queremos echar, pero debe alinearse, condicionó Diana Conti, convertida en el inconsciente explícito del cristinismo. Es decir, el oficialismo se propondrá la caída de Scioli si éste no se sometiera”.
Reparemos: De arranque dispara un dilema que da por real sólo porque así lo establece él. Inmediatamente se adjudica la capacidad de interpretar la mente supuestamente monolítica del inconmensurable cristinismo. En literatura eso lo hace un narrador omnisciente; en periodismo, un descarado. Ahí nomás desliza como un textual de Diana Conti, lo que no es un textual (por eso no lo encomilla), y de remate, con un rápido “es decir” -como si algo hubiera probado ya-, echa mano al tiempo futuro y se lanza nomás a la profecía. De información, ni hablar.
En Clarín, ese auténtico duro de leer que es Ricardo Kirchbaum, con menos síntesis que Inmorales, pero el mismo guión, titula El sitio a Scioli lo enfrenta con un dilema: romper o capitular; y empieza así (no se duerma, es corto):
“El sitio kirchnerista a Daniel Scioli busca que el gobernador bonaerense capitule en su proyecto presidencial y que se discipline a los planes de Cristina Kirchner. Esto es que acepte mansamente el destino que la Presidenta le tiene reservado. Si fuera por ella y su entorno, Scioli no merece más consideración que la que le dispensarían a un ex menemista. Eso desde la ideología. Pero la práctica política y la necesidad electoral es otra cosa. Esa necesidad de la Casa Rosada es, precisamente, la fortaleza de Scioli”.
Revisemos: Larga y se adentra en una metáfora bélica acaso infeliz, pero igualmente imaginaria. A partir de esta ficción, hilvana sin pudores una serie de suposiciones que tampoco refrenda con información ninguna. Imagina primero, elucubra después. Un procedimiento habitual en el novelista, inconveniente para el periodismo. Hacia el final del párrafo, abre las puertas a lo que luego será una invitación a Scioli para sublevarse, ofreciéndole desde allí, soterrado, el apoyo irrestricto del Grupo, como el lobo con Caperucita.
En Página 12, bajo el título La máquina de encubrir, Horacio Verbitsky también se ocupa de la figura del gobernador, pero a partir de un informe detallado del accionar del narcotráfico en su distrito. Arranca así:
“El 23 de julio de 2008 en el estacionamiento del shoping Unicenter de Martínez un breve tiroteo acabó con la vida de dos hombres. El jefe de gabinete provincial Alberto Pérez dijo que se trató de “una venganza vinculada al narcotráfico” y que habían actuado sicarios. Las víctimas fueron los paramilitares colombianos Héctor Edilson Duque Ceballos y Jorge Alexander Quinteros Gardner. A principios de 2009 cayó abatido del mismo modo otro colombiano, Juan Sebastián Galvís Ramírez, esta vez en San Fernando. La primera causa era investigada por el fiscal Diego Grau; la segunda por su colega Luis Manuel Angelini. En busca de nexos que ayudaran a esclarecer el doble crimen, el fiscal Grau participó en una reunión con dos colegas que llevaban causas similares: Juan Bidone, de Mercedes, quien tenía a su cargo el expediente por el triple crimen de General Rodríguez (donde fueron asesinados Sebastián Forza, Leopoldo Bina y Damián Ferrón en agosto de 2008) y Analía Córdoba, de la UFI 4 de La Matanza, quien investigaba otro doble homicidio de ciudadanos colombianos en San Justo. El intercambio de información y la coordinación estratégica quedaron truncos porque el fiscal general adjunto de San Isidro, Marcelo Vaiani, ordenó a Grau que dejara aquel encuentro y acudiera a la sede departamental para impartirle directivas burocráticas sobre la forma de llevar las estadísticas. Debido a un cruce de llamadas telefónicas Grau y Angelini habían solicitado el allanamiento en la sede de una de las empresas de los hermanos Gustavo y Eduardo Juliá, Federal Aviation, que no fue concedido por el juez de garantías Esteban Rossignoli. En enero de 2011 los Juliá fueron detenidos en España con una tonelada de cocaína”.
Se trata de un torrente informativo, sin adjetivación, sin calificativos, sin interpretaciones personales, sólo datos, fechas, nombres, textuales encomillados. Informaciones puras que el lector o quien fuera puede chequear y desmentir, si así correspondiese. De arranque ya precisa una fecha, un lugar, y un hecho. Luego añade un testimonio, menciona a los involucrados, aporta más fechas, más datos, más nombres. Más hechos. Es el más extenso de los tres primeros párrafos citados, pero acaba sin un calificativo, sin una suposición, sin proyecciones improbables.
El civil acaso desconoce una regla básica del buen cronista que pertenece al ABC del oficio. La inventaron los americanos, por eso la llaman la regla de las Cinco W. Se supone que una buena crónica contiene en su primer párrafo las 5W: What ,when, where, who, why. Qué, cuándo, dónde, quién, por qué.
Note el principiante, el aficionado –incluso el que lleva años en el oficio sin conseguir aprenderlo- que Verbitsky también atiende ese principio.
Y el otro. El que reza ni una línea sin una información.
Se trata sin dudas de un tremendo hijo de puta.


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domingo, 24 de marzo de 2013

EFEMÉRIDES: UN DÍA COMO HOY, DOS DIARIOS COMO ESOS…





Cada año para esta fecha nos gusta imaginar qué difícil ha de ser la noche previa en las redacciones de Clarín y La Nazión a la hora de reprobar lo que ayer aprobaron, acompañaron, justificaron, sostuvieron y aplaudieron: la dictadura y el genocidio inaugurados un día como hoy de 1976.




HOY UNA TRISTEZA
AYER UNA ILUSIÓN

¡TOTAL NORMALIDAD! 






El 24 de marzo de 1976 el Departamento de Estado Norteamericano impulsó un golpe de estado en la Argentina estructurado por José Alfredo Martínez de Hoz -en representación conjunta de la banca extranjera y la Sociedad Rural-, ejecutado por las Fuerzas Armadas, justificado por los principales diarios, y bendecido por la Iglesia Católica Argentina. A continuación, mancomunados, y conforme sus planes originales, destruyeron la industria nacional, consecuentemente la clase obrera, endeudaron al país por varias décadas, y lo bañaron en sangre.
El Martiyo preferiría dedicar este espacio y este tiempo a otros recuerdos… y es por eso que se lo cedemos, mejor, a dos de sus protagonistas principales, los diarios La Nazión y Clarín, sin cuya colaboración dicha tragedia nacional no hubiera sido posible; y quienes aquí se expresan en fragmentos impresos y públicos por ellos mismos, y que así guardan, por lo tanto, el peso irrevocable de lo ya dicho para siempre. 
Con ustedes, los autores y las obras.


* * *


Así nos alumbraba el diario Clarín ya el 25 de marzo de 1976 -o sea, apenas al día siguiente, dijéramos: rapidito rapidito- en su hoy histórico editorial:

"Aunque resulta innecesario justificar las motivaciones de la acción militar del 24 de marzo -porque nada fue más evidente que la incapacidad del anterior gobierno para modificar el rumbo que nos conducía a todos al desastre- ha sido oportuno que el país escuchara las explicaciones de su nuevo presidente. Ellas ratificaron el hecho conocido de que las Fuerzas Armadas no han interrumpido el proceso que se venía desarrollando, sino cuando tuvieron el convencimiento de que se hallaban agotados todos los recursos susceptibles de operar la indispensable rectificación".

Y así remataba para rematarnos:

"La palabra presidencial (el discurso de Videla), sin buscar aplausos anticipados, ha fijado un rumbo apto para la solución de los problemas nacionales. Y como el mismo Presidente lo expresa, el acierto de las decisiones del gobierno será en definitiva el que suscitará la adhesión de la gran mayoría de los argentinos".

Eso es, fue, y será siempre Clarín.


Mitre, la Noble y Videla.
Los días dorados.


La Nazión, por su parte, lo celebraba así:

"La crisis ha culminado. No hay sorpresa en la Nación ante la caída de un gobierno que estaba muerto mucho antes de su eliminación por vía de un cambio como el que se ha operado. En lugar de aquella sorpresa, hay una enorme expectación. Todos sabemos que se necesitan planes sólidos para facilitar la rehabilitación material y moral de una comunidad herida por demasiados fracasos y dominada por un escepticismo contaminante. Precisamente por la magnitud de la tarea por emprender, la primera condición es que se afiance en las Fuerzas Armadas la cohesión con la cual han actuado hasta aquì. Hay un país que tiene valiosas reservas de confianza, pero también hay un terrorismo que acecha".

Eso es y fue siempre La Nazión.

Cuando todo era brindar,
callar y acumular.


* * *
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BERGOLIO-VERBITSKY: LA CONTIENDA CONTINÚA



Acaso Francisco el papa pueda librarse algún día del pasado de Jorge Bergoglio, pero Jorge Bergoglio no. Al menos en vida de Horacio Verbitsky, cuya embestida tiene ya ribetes de paliza.
El Vaticano, después de culpar al mensajero y obviar el mensaje, se llamó a silencio. 
Entonces varias voces salieron a defender al nuevo papa. Para su desgracia, Clarín y La Nazión entre ellas. Pero también Hebe de Bonafini,  Adolfo Pérez Esquivel y otros referentes de los derechos humanos.
Sin embargo se hizo el domingo, y allí estaba de vuelta Vertbitsky, ladrando como quien muerde.


DON FRANCISCO Y EL PERRO 




“De tanto en tanto, la sociedad argentina es atacada por raptos de euforia en los que un tema central reclama la unanimidad de las voluntades y la exclusión de los disidentes, como si su mera existencia ofendiera la exaltada sensibilidad colectiva. Ese poder hipnótico parece capaz de abolir diferencias, historias personales e intereses sociales. El que no salta es un inglés, o un holandés, o un cuerpo extraño a la Nación y enemigo del pueblo”.
Horacio Verbitsky, Página 12, 24/3/13

“Perro que ni me deja ni se calla”.
Miguel Hernández




Primero golpeó Verbitsky acusando a Bergoglio; rápido –demasiado para algunos- respondió el vocero papal desestimando el mensaje porque el mensajero no le gustaba, y enseguida se alzaron mil voces en defensa del nuevo papa y en contra del periodista; incluso la de uno de los curas en cuestión, que de pronto negaba todo desde Alemania… El gigante Goliat del Vaticano, parecía vencedor.
Pero entonces se hizo el domingo, cuando Dios descansa, y Verbitsky aprovecha.
Desde su columna en Página 12 respondía a las acusaciones del vocero papal y a las dudas y/o sospechas de muchos, y lo hacía con citas textuales de testigos directos, datos, fechas, nombres y apellidos, y de remate, estampaba un par de documentos irrefutables que probaban, al menos, que Verbitsky no inventaba nada. Los hechos eran los hechos, y él sólo el mensajero. Era el domingo 17.
Ante la contundencia del contraataque, nos preguntábamos entonces qué haría el Vaticano, si respondería o callaría como quien otorga, o qué…
El Vaticano calló. Pero para su desgracia Clarín, más papista que el papa, salió a difundir un video de La declaración de Bergoglio ante la justicia en 2010, resaltando que así, allí, quedaba claro que Bergoglio no sólo no había entregado a ningún cura, sino que sí le había reclamado a Massera por los dos sacerdotes secuestrados, Orlando Yorio y Francisco Jalics.
Pero activado el video, en los hechos lo único que allí quedaba claro era que Bergoglio decía haber reclamado a Massera. Nada que ya no hubiera dicho Verbitsky en su columna del domingo, cuando incluía en ella lo que hoy llama “la versión autoindulgente de Bergoglio”.
En paralelo aquel mismo domingo -17- desde La Nazión, Joaqu-Inmorales Solá, en un brote muy de los suyos, pretendía una “campaña argentina contra el papa”, pero fiel a su estilo impreciso y trémulo, no daba nombres ni datos ni fechas, ni nada.
Sin embargo luego, desde Alemania, uno de los sacerdotes en cuestión, Francisco Jalics –el único vivo de los dos-, parecía darle la razón. A través de un comunicado publicado por su orden en el site de la misma, el sacerdote decía haberse “reconciliado” con aquellos hechos, y que se veía “obligado” ahora a limpiar a Bergoglio de todas sus sospechas.
Se esperaba el domingo 24 para ver qué diría HV; cuando inesperadamente, el jueves 21,  volvió al ataque.
Bergoglio ya era papa oficialmente.
Bajo el título Pasado pisado, repasaba allí todo lo dicho hasta entonces, y refrendaba -otra vez con testimonios, datos, etc.-, que en tal caso el que de pronto “se veía obligado” a cambiar su versión, era el sacerdote jesuita Francisco Jalics.
“Por lo tanto, es un error afirmar que nuestra captura ocurrió por iniciativa del padre Bergoglio.”, dice el site de la orden que dice Jalics. Vertibsky entonces agrega: “Para el vocero de prensa del papado no se trata de un error sino de una calumnia izquierdista”. Un cross a la mandíbula.
Porque en contraste con sus colegas de La Nazión o Clarín, lejos de la especulación caprichosa, la suposición pura, el tejido intencionado de rumores, y la interpretación subjetiva de todo, Verbitsky no sólo compone su artículo en base a información estricta y chequeada –o sea: hechos-, sino que da vuelta sus cartas y también revela conversaciones off the record con los entrevistados, y condiciones impuestas en la hora. Jalics prefería que todo lo dicho por él fuera “adjudicado a una persona de su íntima confianza”. La nota no deja dudas: Verbitsky no inventa.
El gigante parecía golpeado, y el pequeño David ganaba el centro del ring.
Aún así, más papistas que los dos papas juntos, Clarín insistió en ofrecer a diario el video de La declaración de Bergoglio ante la justicia, mientras de jactaba del éxito internacional del mismo, como si el mérito fuese de Adrian Suar o algo así.
Pero como cualquier argentino de bien sabe, que te defienda Clarín es una de las peores cosas que hoy le pueden pasar a un argentino.
Ya todos conocemos la triste suerte de Cobos, Carrió, Duhalde, la Rural, Schoklender, los kelpers, y de cada producto que vende el Grupo (si hasta Tinelli perdió con ellos). Y ahora ni el papa se salvó.
Porque el video no le hace ningún favor a Bergoglio. Se lo ve nervioso, incómodo, reticente, desmemoriado, dubitativo, y como decíamos, lo que pretende probar su absoluta inocencia, no sólo ya lo había consignado HV el domingo anterior en su columna; sino que no pasa de una versión propia, “autoindulgente”, sin documentos, ni testigos, ni pruebas… o sea, con gigantes amigos así de torpes como Clarín-La Nazión, el pequeño David la tenía fácil.
Sin embargo no todo era puro Grupo.
En la semana sorprende a los medios la siempre punk Hebe de Bonaficini rectificando sus opiniones y reconociendo en Bergoglio una esperanza para los pobres. Al toque la exjueza Alicia Oliveira –desplazada por la dictadura, reconocida militante de los derechos humanos- ponía de testigo a la ministra Nilda Garré de lo mucho que había hecho Bergoglio por muchos perseguidos; y allí nomás apareció el incuestionable premio Nóbel de la Paz Adolfo Pérez Esquivel desde Roma abrazando al nuevo papa para negar inmediatamente cualquier sospecha en su contra, y hasta reclamando él también que el mensajero se retracte: “creo que Verbitsky comete muchos errores con acusaciones de ese tipo”. Tal vez no fue una buena idea decir eso, pero de pronto el mínimo David parecía contra las cuerdas.
Cuando otra vez se hizo el domingo, y allí estaba Verbitsky de nuevo, ladrando como quien muerde, perro que ni te deja, ni se calla.
Uno por uno se volteó a todos los gigantes que le opusieron, y ya no sólo con testimonios, documentos, datos, fechas, nombres y apellidos; sino que ahora él también tiene videos.
En este se lo ve al incuestionable Adolfo Pérez Esquivel diciendo todo lo contrario de lo que dice ahora, y hace tan poco.
Apenas ocho años atrás, en vísperas de la elección de Bendicto XVI, cuando el premio Nóbel -en vivo y en directo- temía que fuera elegido Bergoglio porque “un papa tiene que tener definiciones muy claras, muy concretas. Bergoglio es un hombre inteligente, es un hombre capaz, pero es una persona ambigua. Espero que el Espíritu Santo ese día esté despierto, y no se equivoque”. Era esto el 15 de abril de 2005, en el programa Informe central de América TV. Pérez Esquivel recordaba allí que “la actitud de Bergoglio se inscribe dentro de todas estas políticas de pensar que todos aquellos que trabajaban socialmente con los sectores más pobres, más necesitados, eran comunistas, subversivos, terroristas” (Ver para creer)
Glup.
Con su ironía canina, bajo el título “Se equivocó la paloma”, hoy lo de Verbitsky en Página ya tiene ribetes de paliza. Arranca así: 
“En 2005, Pérez Esquivel dijo que el “ambiguo” Bergoglio creía que el trabajo con los pobres era cosa de “comunistas, subversivos, terroristas” y rogó al Espíritu Santo que estuviera bien despierto en el cónclave y no se equivocara. Esta semana, alguien muy parecido a él se abrazó con el papa Francisco…”.
Sin dejar de imprimir su sincero respeto por Pérez Esquivel, prefiere esperar a que se aclare si el que abrazó al papa era o no el verdadero Pérez Esquivel. Y dice:
“Mientras se esclarece si era él o no, son útiles algunas precisiones. Los cargos los formularon las víctimas de los secuestros de mayo de 1976. Yo me limité a reproducir lo que los tres escribieron (Yorio en una carta dirigida en 1977 al superior general de la Compañía de Jesús a través de su asistente; Mignone en su libro Iglesia y dictadura, de 1986, y Jalics en su obra de 1994, Ejercicios de Contemplación. Introducción a la forma de vida contemplativa y a la invocación a Jesús). También publiqué la versión autoindulgente de Bergoglio y entrevisté a Yorio, a Jalics y a la viuda de Mignone, Angélica Sosa, de modo que mi presunto error no estaría en los hechos, sino en haberlos publicado. Entramos en el terreno del delito de opinión. Distinto es el caso de Alicia Oliveira, que siempre ha dicho lo mismo de su amigo, padrino de bautismo de uno de sus hijos, porque vio a Bergoglio ayudando a sacerdotes en riesgo, está convencida de que en todos los casos actuó del mismo modo y considera infame cualquier demostración en contrario. Para estar a tono con el momento, perdono todo lo que ha dicho, pero no puedo tomarlo como un aporte al debate”.
Está claro que no fue una buena idea la de Pérez Esquivel.
Como no lo fue tampoco la del vocero papal.
Ni la de Clarín, con el video tardío.
Imparcial y humilde frente a esta extraordinaria versión mediática de David y Goliat, El Martiyo se permite sugerirles a todos aquellos papistas repentinos, que no se busquen más problemas con Verbitsky, que si de verdad quieren defender al papa, que imiten al propio papa, que a todo esto de todo esto parece que no oye, ni ve, ni recuerda nada…
Y está bien.
Cualquiera sabe que cuando un perro así te ataca… lo mejor es hacerse el muerto.

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