////// Año XVIº /// Editor Anónimo: Daniel Ares /// "Prefiero ser martillo que yunque", Julio Popper ///

sábado, 8 de enero de 2011

MEMORIAS DE UN MERCENARIO: "MEA CULPA".




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El periodismo es un negocio de extorsión, la prensa libre no existe, y estamos todos rodeados”; fue dicho en el post del 10/11, Una puta inmaculada, que sirve de introducción a esta sección, y donde a la vez anunciábamos estos rápidos relatos destinados a refrendar con hechos las palabras, porque una buena historia vale más que mil imágenes. El autor se retiró del periodismo, no arrepentido, pero si medio asqueado, al cabo de 25 años de oficio. De su experiencia, estos recuerdos.



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El Martiyo Producciones presenta…


"Memorias de un mercenario"
 




“Los mercenarios que he tratado, y con quienes a veces he compartido la vida, combaten de los veinte a los treinta años para rehacer el mundo. Hasta los cuarenta, se baten por sus sueños y por esa idea que de sí mismo se han inventado. Después, si no han dejado la piel en la batalla, se resignan a vivir como todo el mundo –a vivir mal, porque no cobran ningún retiro- y mueren en su lecho de una congestión o de una cirrosis hepática. El dinero nunca les interesa, la gloria rara vez, y se preocupan muy poco de la opinión que merecen a sus contemporáneos. En esto es en lo que se distinguen de los demás hombres”.

Jean Lartéguy. 



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Hoy: "Mea culpa"

Yo fui uno de los periodistas que linchó a Guillermo Luque en el verano de 1991, allá en Catamarca, cuando mandamos a la cárcel a un pibe de veinte años por más de veinte años acusado de un crimen que ni siquiera la mismísima justicia le pudo probar. No me siento culpable, pero tampoco inocente, no fui el único que participó del linchamiento, ni tampoco fuimos sólo los periodistas. Era la hora de oro del clamor popular.
Para los que no recuerdan el caso que basten estas líneas, o que busquen más en Google bajo cualquiera de los nombres que aquí voy a dar:
En setiembre de 1990 María Soledad Morales -17 años, alumna de un colegio de monjas del centro de la ciudad de San Fernando del Valle de Catamarca-, apareció asesinada, torturada y violada un lunes a la mañana; y por supuesto esa ciudad, esa provincia –y acaso este país- nunca más fueron lo mismo. Allí terminaban muchas historias porque empezaba esta.
El inmediato primer sospechoso fue Luis Tula, amante de María Soledad, hombre mayor de edad, y casado, así que su esposa, claro, pasó a ser entonces la segunda sospechosa…
El caso parecía así de rápido resuelto, cuando allí surge a la fama nacional la hermana Marta Pelloni -monja directora del colegio al que asistía la víctima-, acusando con nombres y apellidos a cuatro de los hijos predilectos del poder sempiterno de la provincia: el hijo del intendente, Diego Jalil, el del jefe de la policía, Miguel Ángel Ferreira (h), el de un sobrino directo del gobernador, Arnoldito Saadi;  y el hijo del diputado nacional por la provincia Ángel Luque: Guillermo Daniel Luque...
Según la monja, María Soledad se les “había ido” en el marco de una “orgía de drogas y de alcohol”.
Por supuesto desde el poder reaccionaron ante las acusaciones, pero también entonces reaccionó la población como nunca antes había reaccionado en Catamarca. Allí nacieron las marchas del silencio, y en ese silencio, se derrumbaba sorda la dinastía de los Saadi.
Sexo, política, drogas, dinero y sangre, al caso no le faltaba nada, cuando entonces le pusieron la frutilla de la torta: en los primeros días de enero de 1991, el presidente del país, Carlos Menem, como si fuera el comisionado Fierro llamando a Batman, le encomendaba el caso al ya mediático subcomisario de la Bonaerense -procesado entonces por apremios ilegales-, Luis Abelardo Patti. Tras sus pasos fuimos todos.
Todos. Diarios, revistas, agencias, radios, canales, todos.
En la abulia estival de un verano sin romances, divorcios ni suicidios, el Caso María Soledad Morales fue entonces la bendición y salvación de todo el periodismo industrial sin excepciones.
Por aquellos días yo estaba al servicio de la revista Noticias de la Editorial Perfil de Jorge Fontevecchia.
Medio y dueño -gustaría recordar-, pretendieron siempre ser mucho más que un fabricante de revistas y su producto más lustroso. Lo suyo suponía más bien una causa personal casi patriótica, Noticias era su pluma y era su espada; y nosotros, sus empleados -sobre todo los de Noticias- debíamos suponer que buscábamos la verdad para alumbrarle a los argentinos el camino de la democracia, de la justicia y la moral. Pero todo era mentira, más bien, lo único importante era facturar. Y aquel del 91, vaya si fue un verano pródigo...
Apenas comenzado el año aquella espantosa tragedia catamarqueña se llevó de un solo tornado las marquesinas de todas las obras del vodevil atlántico.
Desde la guerra de las Malvinas ninguno de los periodistas que habíamos cubierto ambos sucesos recordábamos otra concentración de prensa tan grande en un lugar tan pequeño. Ni siquiera faltaban corresponsales extranjeros. Catamarca era el centro del país, sino del mundo.
Todos juntos una mañana, detrás de Patti y de sus hombres, desembarcamos allí con nuestras cámaras y nuestros micrófonos, y nuestros apuros antes que nada.
Por mi parte, en 48 horas cerraba Noticias, y antes de eso yo debía investigar -y ya que estamos resolver (de ser posible en primicia exclusiva)-, toda la verdad sobre un caso del que nada de verdad sabíamos.
Para mejor distinguirse de Atlántida, Fontevecchia pagaba muy mal, y sobre todo retaceaba los medios a la hora de producir. Recuerdo que pese a tener el cierre encima, nos mandó en ómnibus desde Buenos Aires; y que además tenía un sistema de viáticos que te obligaba a llevar una contabilidad aparte, o terminabas pagándole por trabajar. Sus revistas bien vestidas suelen ser empanadas rellenas de aserrín y vidrio. Pero qué importancia tiene nada de eso cuando el único objetivo es la Verdad, la Justicia, la Democracia, y mayúsculas así, ¿verdad?...
El negocio de los medios suele ser como cualquier negocio, donde el cliente siempre tiene la razón, y si no la tiene… allí estamos nosotros justamente para dársela.
El negocio de los medios es captar, interpretar, más bien, la canción que el público quiere escuchar.
Por eso el público de izquierda, ya lo expliqué, compra medios de izquierda, y el de derechas…
La revista “Así es Boca”, por dar un ejemplo, tuvo mucho éxito porque no hablaba bien de River...
Y Fontevecchia no conseguiría ni conseguirá jamás prestigio periodístico ni moral, pero lleva años sobreviviendo en el negocio del periodismo, justamente, porque lo conoce.
En aquellos días que les cuento el grueso del público argentino –recalentado ya por los grandes medios nacionales (insuflados a su vez por Menem, que soñaba con sacarse de encima a Ramón Saadi en la interna justicialista)- había decidido que el asesino de María Soledad Morales era Guillermo Luque, hijo del obeso diputado saadista Ángel Luque, cuya imagen nunca midió nada bien en el televidente medio...
Para cuando llegamos a Catamarca, ya de los cuatro acusados por la hermana Pelloni, sólo quedaba uno: Guillermo Luque, el único de los cuatro que había salido a defenderse públicamente, como quien oscurece mientras aclara. Y de allí en más, por lo tanto, Guillermo Luque no dejó de excusarse nunca más… ni volvió a ser escuchado tampoco.
Él era ya el asesino de María Soledad, todos lo sabían, y sólo hacía falta demostrarlo. Fuera como fuera. Ya las marchas del silencio callaban su solo nombre; mientras nosotros, la prensa libre y toda, lo gritaba a viva voz en la euforia de los récords de ventas que vencíamos semana a semana.
Una hija de los pobres había sido asesinada.
Un hijo de los ricos preso, parecía justicia.
Y para eso estábamos nosotros, la impoluta vox dei de la vox populi que a su vez representábamos y alimentábamos, y viceversa...
Por otra parte, Guillermo Luque no sólo era hijo de un rico obeso saadista, sino que además trabajaba en el Congreso Nacional contratado por su propio padre, así que pronto fue también acusado de “ñoqui”, y ya que estaba de vago, juerguista, drogadicto, degenerado, medio puto, en fin… De a poco y entre todos dibujamos con ese pibe el asesino que la gente más quería. La monja nos daba su bendición, y el pueblo nos alzaba en su ovación. Mejor aún: el pueblo nos compraba y nos compraba.
Por su parte Patti tampoco precisó investigar demasiado para saber por qué estaba allí y a quién debía perseguir y encarcelar.
En cuando a los jueces del caso… pasaron seis o más, ya nadie los recuerda, uno a uno los fuimos descartando hasta que por fin apareció el que se avino a cumplir sin tantos tecnicismos el mandato popular, que nosotros, por supuesto, expresábamos. Pero eso fue después.
En menos de 48 horas, recién llegados y medio fundidos, con el fotógrafo levantamos la cantidad necesaria y suficiente de testimonios y fotos que sostuvieran como fuese el argumento que llevábamos preconcebido por imperio del marketing.
A punto para el cierre, con tono trágico, recursos del buen folletín, y apenas el rejunte de chismes que a mi paso cualquiera me contaba, despaché una nota perfectamente esquiva entre potenciales improbables en un juego de intrigas que sin solución conducían al mismo desenlace: Catamarca era un infierno, y Guillermo Luque el hijo del diablo. Cumplimos.
Por supuesto con menos de 48 horas no tuve tiempo de chequear una sola palabra de lo escrito; pero mi comando en Buenos Aires quedó tan satisfecho, que allí nos confirmaron en la cobertura una semana más... La paga no era buena, pero el caso era un gran caso. Por mercenario que uno sea, la adrenalina es la adrenalina.
Claro que como suele suceder en estas notas, más allá de lo que uno escribe y luego te publican, está lo que uno de verdad va sabiendo a medida que pregunta, mira, oye… investiga, bah.
Y resulta que entonces, para la segunda entrega, yo sabía mucho más de lo que sabía recién llegado, y ya no estaba tan seguro de todo lo que había dicho entonces.
Lo hablé con Giordano, le dije que me parecía mejor preservar al pibe Luque hasta que la justicia pudiera probar algo… Giordano por supuesto lo habló con “Jorge”, y de regreso de su encuentro –ya con sus Diez Mandamientos tallados en piedra-, me recordó, primero, que yo era “un profesional”, y sobre todo, lo que ya todos sabíamos sin que hiciera falta saberlo.
-- Dejáte de joder, Daniel, todos sabemos que se la cargó el pibe Luque, y que lo protegen porque es quién es, ¿qué me venís con "preservarlo"?… -recuerdo exactamente que me dijo, tan lejos él de Catamarca, tan allí yo...
En menos de dos meses Patti encarcelaba a Guilermo Luque por orden del juez Luis Ventimiglia, y unos años más tarde, otros jueces -sin que del fallo se desprendiera cómo ni cuándo ni dónde ni quiénes mataron a María Soledad Morales.- condenaban a Guillermo Luque (junto al primer sospechoso del caso, Luis Tula), a veintiún años de cárcel.
De vuelta al verano del 91, pocos días antes de que lo detuvieran, cerramos la temporada y agotamos el caso con una edición especial de Noticias improvisada y falaz, pero que en sólo dos días vendió el doble de lo que vendía habitualmente en una semana entera. La competencia no pudo agregar más nada.
El caso siguió su curso pero los periodistas dejamos Catamarca apenas terminó el verano. María Soledad ya no vendería más sino hasta el día del juicio, y para eso faltaba todavía...
Sin embargo a muchos de los que cubrieron el caso el aura de héroes populares les iba a durar semanas y meses; y algunos, por mucho más tiempo aún, sintieron incluso orgullo de lo que habíamos hecho allí, cuando linchamos a un pibe a la cabeza de un pueblo recalentado en su furia por la canción que le cantábamos nosotros.
Yo fui uno de esos hombres. Precisaba esta confesión.


(continuará)


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viernes, 7 de enero de 2011

"Más de 1000 Palabras" (galería de imágenes). Hoy: "Gestos de Europa II", con Angela Merkel

El Martiyo Producciones Presenta...


*Más de 1000 Palabras*
(galería de Imágenes)


Título:

"Gestos de Europa II"

Angela Merkel, canciller de Alemania.

BRULOTES BRUTALES: HOY: ERNESTO SÁBATO


Dos veces publicamos este brulote, dos veces Clarín lo censuró, por ello aquí, definitivo ahora, indeleble ya (hasta donde indelebles somos), lo reeditamos sin demoras antes de que Sábato se muera, pues no estaría nada bien hablar así en su ausencia.



LA IMPORTANCIA DE LLAMARSE ERNESTO




Ya nos hemos referido alguna vez a esa vocaciòn tan argentina de comprar lo que no existe y vender lo que jamás tuvimos, y dimos tambièn algunos ejemplos concretos: Riquelme, Alfonsín, Menem, Chacho, Orteguita, la crotoxina, Viedma Capital, en fin… La Compañía Argentina de Camelos, fundada con la patria, no descansa jamás.
Pero acaso ninguno de sus productos haya sido tan logrado, tan loado, y tan bien impuesto, como Ernesto. (La rima es un influjo de la primavera, pero también un intento suave por quitarle desde ya toda importancia al nombre).
Nos referimos, no hay suspenso, a Ernesto Sábato, autor de incontables libros  (incontables porque mejor que no te los cuenten), y sobre todo, más que nada, o acaso  “exclusivamente”, hombre comprometido con su país y su tiempo, con su pueblo y sus pesares, y con las más grandes causas que valgan la pena... o algún buen premio, en lo posible literario.
Como escritor, no hay mucho que decir de él. Publicó un expediente judicial muy importante titulado "Nunca más", y algunos varios ensayos ajenos, pero astutamente emparedados como ensanguchados con frases propias (o al menos sin comillas). Sus novelas, El Túnel y Sobre héroes y tumbas, son aburridas (felizmente ignoramos o hemos olvidado si hay otras). Sobre héroes y tumbas es una obra de largo aliento, preferible correr una maratón. El Túnel por lo menos es corta, se acaba rápido y la olvidás enseguida, metéle sin miedo, (aunque no perdés nada si seguís de largo).
Alegando que escribir lo deprimía (a nosotros leerte, mirá vos), durante muchos años Ernesto se mantuvo alejado de la literarutra. Fueron buenos tiempos, cómo no...
Pero todo concluye al fin y Ernesto, endeble  pero indoblegable, volvió a las librerías para despedirse con un libro del cual se esperaba una dramática repercusión ya que sería, se dijo, su "último trabajo", y por ello iba titulado –con redobles de escobillas-  “Antes del fin”... Sólo que después Ernesto siguió sin morirse, y claro... la gente se sintió engañada, y las ventas mermaron, lógico.
En cambio como hombre público, como hombre de su tiempo, como… ¿cómo decirlo?... como mentor y guía de la humanidad toda (no nos achiquemos) ahí, bueno... ahí cuidado, mucho cuidado, porque en tal sentido, podríamos decir, Ernesto es único, lo que se dice único.
Antiperonista biológico por aprehensión a los pobres, los negros, los otros y los muchos, sin haber sufrido -acaso- más que alguna detención momentánea por averiguación de antecedentes (o escándalos en la vía pública, como mucho), igual celebró la Libertadora, y recién muchos años después. qué vivo, condenó bombardeos y fusilamientos porque para entonces ya estaba colgado de la liana de Frondizi. Tan luego a Rogelio Frigerio le dedica El Túnel. (Que se joda Frigerio)
Luego iban a sucederse azules y colorados, vuela Frondizi, dibujan a Guido, llega Illía, lo sacan de una oreja, viene Onganía, la noche de los bastones largos y todo eso, cuando ya arrancan los Montoneros y se suceden Levingston y Lanusse, y pasa Campora, y vuelve Perón, vuelve y se muere ya en medio de la gran balacera, y ya es el golpe, la dictadura, desaparecen, son asesinadas, encarceladas, desterradas y torturadas miles y miles de personas, estalla la guerra con Gran Bretaña, la derrota, el fin, y durante todo este tiempo, que fue en menos de un párrafo desde 1955 a 1983, Ernesto estuvo siempre ahí, hay que decirlo. En su casa de Santos Lugares. Hablando de sí mismo, su tema predilecto.
(Vale la digresión: por aquellos años el cronista de estas líneas lo visitó justamente allí, en su casa de Santos Lugares. Hay testigos, podemos citarlos. Jóvenes, ilusos, otro como yo y yo quisimos conocerlo, y lo conseguimos. Una mañana oscura de sábado, nos concedió por fin una hora  de su divino tiempo. Fueron exactamente 60  minutos de balanza, donde Ernesto nos  habló tanto de Ernesto, que en un momento hasta nos dieron ganas de conocerlo y todo… Nos contó de su frágil salud, de sus retinas descapotables, de sus depresiones crónicas, y únicas, pues nadie podía entender cuánto sufría Ernesto a consecuencia de su trágica sensibilidad desde luego también única. Una tristeza enorme… La única alegría que ese día nos llevamos de esa casa, fue la visión de sus cuadros, porque Ernesto ahora pintaba. Eran cuadros terribles, horribles, precarios, imitaciones de principiante sin destreza ni vocación, pero fue un alivio saber que al menos ya no escribía. Y a los sesenta minutos exactos, Ernesto miró su reloj y nos despidió. Sin indemnización ni nada. Afuera la mañana seguía negra, y la dictadura con su fiesta).
Y eso es lo milagroso, ahí lo distinto, lo diferente, lo que hace de Sábato un hombre singular: en 30 de los años más violentos de la historia argentina, Ernesto, intelectual comprometido, aguerrido, insobornable, implacable, valiente y altruista, jamás, nunca, ni una sola vez -a diferencia de todos sus pares-, sufrió un día de arresto, ni un fin de semana de exilio (aunque más no fuera varado en Colonia por la lluvia), ni se ligó siquiera un empujón de un vigilante. Nada. Pintaba en Santos Lugares mientras hablaba de lo bien que pintaba. El único bife que le dio la violenta  dictadura militar, se lo sirvieron el día que fue a almorzar con Videla en la Casa Rosada.
Y sin embargo su nombre cobró una importancia ecuestre.
Nos preguntamos entonces, antes de enloquecer: ¿Cómo lo hizo?...
Un hombre que escribió poco y mal, y se comportó peor, llegó sin embargo a convertirse en uno de nuestros más premiados escritores, y en un ejemplo de moral tal, que no se entiende cómo alguna vez la prensa del corazón no le inventó un romance con Teresa de Calcuta.
¿Cómo hiciste, Ernesto?...
Asombrados, perplejos, casi del todo desesperanzados, quisimos dejarle, entonces, nuestra humilde ofrenda.
Aquí te saludamos, Ernesto, y con gusto te dejamos, este martillazo puesto.

(Publicado por primera vez en El Martillo, Clarín.blogs - 26.10.08)

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Aforismos: "Recuerda al levantarte...

Aforismos:



Recuerda al levantarte, que cada nuevo día supone una nueva esperanza.
(Y otras cosas que mejor no suponer, porque sino no te levantás más).

jueves, 6 de enero de 2011

"CRÓNICAS Y BLUES": LA CANCIÓN DEL SACERDOTE... (ni siquiera un blues).

LA CANCION DEL SACERDOTE


"Yo me ofreeezcooo",
cantaba devoto el sacerdote

"Yo me ofreeezcooo",
cantaba el sacerdote de rodillas

"Yo me ofreeezcooo",
cantaba el sacerdote bajo la luz de la ventana
en la sencillez recoleta de su cuarto
desabrochada a medias su sotana
con verdadera pasión, con toda entrega…

"Yo me ofreeezcooo",
cantaba el sacerdote
mientras hurgaba con sus dedos mi bragueta.


DA/5 de julio de 1993

"MÁS DE MIL PALABRAS" (galería de imágenes). Hoy: "Gestos de Europa I", con Nicolás Sarkozy

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*Más de 1000 Palabras*
(galería de imágenes)


Título:

"Gestos de Europa I"

Nicolás Sarkozy, presidente de Francia.

UNA HISTORIA DE AMOR BREVE Y BRAVA...

El amor después del amor, y de los amantes también.




ESAS COSAS DE CELESTE Y ROSA





Esto sucedió la semana pasada en Sao Paulo, pero no importa dónde ni cuándo.
Un chico de 20 años, rechazado por su novia, decide visitarla armado con un revólver, y la toma de rehén.
Al llegar la encuentra con un grupo de compañeros, en su casa, estudiando.
A punta de pistola, Linderberg -así se llama nuestro héroe-, saca a todos los intrusos de allí, y se queda con su novia y con una amiga de ella que no quiso abandonarla en dicho trance.
Desde luego, la policía no tarda en aparecer, rodea el edificio, y comienzan las negociaciones y pasan horas... Horas que al cabo suman un día, y luego dos, y tres, y cuatro y cinco, y recién entonces, ala quinto día, mientras la televisión ya transmitía entre bostezos las  no-noticias directamente desde el lugar, ¡pumba!, se oye una explosión, la policía de pronto tira la puerta del departamento abajo, y de la lógica confusión que se desata, sacan primero un chico ya maniatado -¡es Linderberg-, luego una chica, no sabemos quién es pero sangra por la boca, y luego por fin aparece la otra chica alzada por un policía que la saca de allí corriendo...
Telón.
Más tarde confirmarán los noticieros que ambas chicas habían recibido sendos balazos en la cabeza.
La exnovia, el sábado a la noche, fue declarada clínicamente muerta.
La otra chica, herida en la boca, precisará de algunas cirugías, pero sobrevivirá.
Linderberg quedó incomunicado. Su abogado renunció, y la justicia sólo espera que se reponga y pueda hablar la testigo sobreviviente.
Mientras tanto en Sao Paulo, en Tokio, en Johannesburgo, en París, La Paz o Nueva York, el amor más allá de sus amantes sigue flechando corazones... cuando no baléandolos.

El amor siempre vence.
Sea como sea.

miércoles, 5 de enero de 2011

Destellos Apócrifos. HOY: WALT DISNEY...

Destellos Apócrifos:
"Yo no me caliento más".
Walt Disney.

LAS CHICAS DEL MARTIYO... ofrecen también su corazón.

“Las Chicas”

Esta chica parece ofrecernos su corazón...
Nosotros lo tomaríamos con mucho gusto, y con ambas manos.


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martes, 4 de enero de 2011

Destellos Ajenos - Hoy: Fiodor Dostoievski...




Destellos Ajenos:


"No necesito dinero, o mejor dicho, no es dinero lo que necesito, ni siquiera es poder, sólo necesito lo que se adquiere con el poder y no puede adquirirse sin él: la conciencia tranquila y solitaria de la fuerza".

Fiodor Dosteievski

ANÉKDOTAS: HOY: Una de Hitler...

Anékdotas


Hoy: "No es bueno que el hombre esté solo"


Con Adolfo Hilter


Villano invitado: Albert Speer


Albert Speer, arquitecto del IIIª Reich, llegó a inspirar tanta admiración en Adolfo Hitler, que éste le encargó el diseño del estadio de Nüremberg, de la Cancillería de Berlìn, y de toda Berlín de vuelta. Finalmente Speer se convirtió en algo más que en su arquitecto personal, y fue su hombre de confianza, su consejero, o lo que un ser humano hubiéra llamado su niño mimado... Hasta cierto día en que Hitler, pintor frustrado, quiso probar la lealtad de Speer, y lo llamó para mostrarle un garabato recién hecho por su propia mano.
-- He pensado que éste podía ser el nuevo emblema del Reich...
Speer contempla el esperpento, y dice casi con euforia:
-- ¡Es maravilloso, main fhurer!...
Pero entonces Hitler le responde:
-- No, Speer… esto es una porquería, y usted es igual que todos.


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LOS 7 PECADOS EN 7 FOTOS Y UN SOLO CLICK

El Martiyo Producciones Presenta...
* LOS 7 PECADOS EN 7 FOTOS *

Aquí en un sólo click toda la serie de esta sección gráfica y finita inspirada en ese poético invento católico de los 7 pecados capitales, que tantas ficciones, dramas y comedias, conflictos y prejuicios han inspirado a su vez, sin que se les conozca, hasta esta página, ningúna otra razón más o menos positiva...
Aquí entonces, para ver, reflexionar, cortar o pegotear, los 7 pecados en 7 fotos y un solo click...


lunes, 3 de enero de 2011

TIEMPOS MODERNOS IV: IMÁGENES CRUDAS DE UN MUNDO CRUDO...

El Martiyo Producciones Presenta...

Tiempos Modernos IV




LOS CHISTES DE BORGES... y la gracia del horror


Los chistes de Borges


Cuando le preguntan a María Kodama qué es lo que más extraña de Borges, ella no duda en responder: “su sentido del humor”. Uno de los hombres más divertidos de la historia del hombre, sin embargo, decidió pasearse por su siglo disfrazado de viejo aburrido, sin romances rimbombantes ni escándalos de vodeville, con su traje siempre gris, su bastón y su ceguera, su hablar lerdo y trabado, y su genio camuflado de sabio que no sabe. No es arbitrario pensar que esa sola caracterización, única y total, fuera su más secreta y grande broma.



Si hasta cuando profetizaba el horror, el horror cobraba gracia.
En 1941 escribe un artículo para la revista Sur en el que advierte sobre el peligro todavía inadvertido que ya representaba Adolfo Hitler para el mundo entero. Cerraba así.
“Lo inverosímil, lo verdadero, lo indiscutible, es que los directores del Tercer Reich procuran el imperio universal, la conquista del orbe. No haré enumeración de los países que han agredido ya y expoliados; no quiero que esta página sea infinita. Ayer los germanófilos perjuraban que el difamado Hitler ni siquiera soñaba en atacar este continente, ahora justifican y adulan su novísima hostilidad. Han aplaudido la invasión de Noruega y de Grecia, de las Repúblicas Soviéticas y de Holanda; no sé qué júbilos elaborarán para el día en que a nuestras ciudades y a nuestras costas les sea deparado el incendio. Es infantil impacientarse, la misericordia de Hitler es ecuménica; en breve (si no lo estorban los vendepatrias y los judíos) gozaremos de todos los beneficios de la tortura, de la sodomía, del estupro y de las ejecuciones en masa. Alguien, para frustrar nuestras esperanzas, observa que estamos lejísimos. Le respondo que siempre las colonias distan de la metrópoli: el Congo Belga no es lindero de Bélgica”.

EUROPA EN GUERRA: LA BATALLA DEL GLYCOL


Los aeropuertos pelean por anticongelante



LA ERA DEL HIELO





“Para colmo el mal tiempo”
Ernest Hemingway, París era una fiesta.

Predicción por excelencia del Martiyo -lamentable por infalible-, la guerra en Europa, cuyo comienzo anunciamos ya desde los días del Martillo; por fin es descubierta incluso hasta por nuestros principales diarios que hace rato no se enteran de nada enceguecidos como están por salvar de la justicia a sus negocios y sus dueños...
Sin embargo ayer nomás el corresponsal de Clarín desde Bruselas inicia su nota sobre la escasez de anticongelante en Europa, con estas textuales palabras: “Los aeropuertos europeos entraron en una guerra”: El trágico vocablo ya comienza a llover, gotea por ahora, pero desde un cielo negro cada vez más negro.
Y no forzamos la interpretación de los hechos, ni la frase del cronista, ni de jactarnos de ver lo que se se ve a simple vista aunque muchos no quieran mirarlo... Se trata nada más de revisar cada tanto lo que todavía queremos creer que aún es posible parar.  
Por el momento "parece" que la palabra guerra ahí apenas refiere a la guerra por el glycol, el líquido que permite descongelar los aviones, y que entró en falta no sólo por la excesiva demanda, sino también porque los trabajadores de una de las tres únicas industrias que lo producen para toda Europa, entraron en huelga como tantos otros trabajadores de toda Europa. Por eso encomillamos “parece”.
Porque a esta guerra de los aeropuertos se suma el raro rosario de bombas en las embajadas de Chile y de Suiza en Italia, en el parlamento griego, en su embajada de Buenos Aires, y otros explosivos no detonados pero también hallados o simulados en amenazas que se suceden y enrarecen el aire de toda Europa, y entonces en dicho contexto la guerra de los aeropuertos pasa a "parecer" apenas una batalla de la gran guerra de Europa.
Porque a la guerra de los aeropuertosa las bombas por todos lados, habría que agregar además las protestas cada día más violentas que detonan por simpatía en toda las capitales de Europa conforme les informan a sus pueblos que todo era mentira y que se acabó la fiesta; y a la guerra de los aeropuertos, las bombas y las protestas, habría que sumar además el consecuente avance de la xenofobia y por lo tanto de la ultra derecha desesperada en casi todos los parlamentos europeos; que a su vez dan por ejemplo en las deportaciones étnicas del humanista Sarkozy (ver aquí), y en las amenazas de la inestable Angela Merkel (ver aquí), y en la recesión y en la desocupación que suben sin parar en España, Irlanda, Portugal, Italia, Grecia, y el dominó que les sigue, y para colmo el mal tiempo...

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Porque a la falta de anticongelante, además hay que sumarle las vías férreas y las carreteras interrumpidas por las nevadas de un invierno hijo del diablo que así nos descubre a todos la real precariedad de un viejo primer mundo en la pendiente de su decadencia.  
En tan extraño contexto asume la presidencia semestral del parlamento Europeo el primer ministro húngaro, Victor Orbán, quien acaba de instaurar en su país un régimen bastante similar, en principio, al stalinismo, con intervención estatal efectiva y directa sobre los medios de comunicación, y limitaciones políticas concretas al poder judicial.
Desde luego la mitad de Europa se opone a dicha presidencia, mientras la otra mitad la mira con cariño. La Unión Europea se desune otra vez. Igual sucede con el tema del muro que ahora quieren levantar los griegos para defenderse de la inmigración de los turcos. Algunos países de la comunidad se oponen, y otros sueñan con su propio muro. La cosa que así, por aquí y por allá, por esto y por aquello, la gran Unión se desune y se desune en un juego de grietas que abren nuevas grietas y que anuncian abismos.
Un cronista apurado, distraído -o perceptivo-, podría usar aquí también la expresión guerra, la guera parlamentaria o la guerra de las inmigranteso o algo por el estilo, y sin embargo, no serían estas sino otras batallas de la gran guerra que repta, se extiende y estalla por toda Europa todos los días.
Y para colmo el mal tiempo.