////// Año XVº /// Editor Anónimo: Daniel Ares /// "Prefiero ser martillo que yunque", Julio Popper ///

sábado, 27 de noviembre de 2010

EUROPA EN GUERRA: EL DÍA QUE EMPEZARON LAS DEPORTACIONES ÉTNICAS

 Europa en guerra se distingue de nuestras otras secciones, porque configura, en sí, una profecía. Ya mucho antes de ser El Martillo, El Martiyo anunciaba una guerra en Europa, que ahora ha comenzado. En pos de reconstruir esa sección y su profecia, reponemos este post publicado allá por setiembre de este año, cuando Nicolás Sarkozy, presidente de Francia, ordenó la deportación de ciudadanos rumanos por ser gitanos, porque entendemos que a parti de aquí no hay que esperar mucho más para anunciar la Europa en guerra... El que quiere oir, que oiga.  

* * *



Francia deporta gitanos (pero como nosotros somos sudacas…)



LO QUE IMPORTA ES EL ODIO

Antiguas tradiciones de la vieja Europa.


“Ya no hará falta disimular la xenofobia.
El odio será bandera, la codicia prudencia,
el otro la excusa, el enemigo que nunca les faltó”.
El Martillo.





Desde siempre en Europa la política no es el medio para evitar la guerra, sino viceversa.
El acápite rescata palabras de un post del Martillo que todavía no recuperamos, y que ya una vez habían cercenado de nuestra sección Mundo mundial los muchachos de Clarín blogs, siempre en defensa de la libre expresión, como manda Magnetto.
No importa. .
Nada de eso, como se ve, nos detuvos a nosotros, ni la guerra en Europa.
“Ya no hará falta disimular la xenofobia. El odio será bandera, la codicia prudencia, el otro la excusa, el enemigo que nunca les faltó”…avisábamos allá por agosto de este año, cuando apenas llegado setiembre, ¡allí ya sin más se nos desenmascara tan luego el tan humanista y medio budista Nicolás Sarkoxy sacándose de encima a los gitanos!, acusándolos para mejor de ser ellos los culpables del aumento de la criminalidad en Francia (como para que los reciban bien en cualquier lado), pero alegando, con la misma cara sin embargo, que todo lo hacía “para protegerlos”, en referencia tal vez a los 300 euros que le daban a cada expulsado (màs cien por cada pibe que les rajaron); aunque ya muchas de las familias llegadas a Bucarest, dijeron no haber recibido nada. Vaya uno a saber. Son gitanos, no?... ¡Y los otros franceses!
Por supuesto inmediatamente una buena parte de la Unión Europea reaccionó contra Francia…. O sea, en términos reales, la Unión Europea inmediatamente abrió y amplió esas fisuras, que ya más  bien son grietas, y que ya anuncian abismos...
El ruido feo comenzó cuando la representante de Luxemburgo ante la Unión, Vivane Redding - responsable de Justicia y Derechos de los Ciudadanos de la Comisión Europea-, comparó estas deportaciones con las del Tercer Reich (en las que también, vale recordar, participaron activamente los franceses, a excepción de unos miles de resistentes organizados y financiados por los aliados), y dijo, la Redding, concretamente, que lo de Francia era una “vergüenza” y que "es una situación que nunca imaginé que Europa volvería a vivir después de la Segunda Guerra Mundial", En pocas palabras -en una sola, bah-, los llamó nazis.
Sus amados hermanos de la Unión Europea, no Bin Laden, ni Hugo Chavez, no, ni el impronunciable presidente iraní, no: sus propios hermanos, socios y amigos de la Unión Europea, los llamaron “nazis”.
Nazis, sí.
Al romántico Sarkozy y a todo su romántico gobierno de humanistas y progresistas, modelos morales de un mundo que así comienza a terminarse….
Nazis.


¿Gitanos a mí?


Sin pensarlo demasiado, Sarkozy -que rara vez piensa mucho- le respondió  a la Redding preguntándole por qué ya que tanto le gustaban, no se llevaba a todos los gitanos para Luxemburgo… Contra las cuerdas de sus propias palabras, la Redding no pudo evitar decir que cómo no, que con todo gusto serían muy bienvenidos en su país, donde a esa hora, seguramente, ya la querían matar…
Para sorpresa del mundo, sin embargo, en un milagro de la redención, quizás, Alemania y Austria –la sola cuna del Tercer Reich- salieron en defensa de los gitanos, respaldando a la Redding
Del otro lado, más allá de un tibio apoyo del tibio y cada vez más difuso Zapatero, esta vuelta a la hora de condenar a los hipócritas tendrá que ser salvo Silvio Berlusconi, quien, previsible pero también sincero, fue el único apoyo más o menos claro que recibió Sarkozy. “El problemas de los roma no es sólo francés”, asumió el tanito, fiestero y triste, jugado por jugado…
El Martiyo –alma nómade si las hay- vivió algunos años en Europa y puede afirmar -sin pruebas concretas ni temor a equivocarse tampoco-, que allá nadie que no sea gitano siente por los gitanos algo mejor que el desprecio, cuando no el odio llano y compacto, o, en el mejor de los casos, la indiferencia cruda que así los abandona en manos del odio y el desprecio de los demás.
Españoles, italianos, belgas, portugueses, blancos, negros, amarillos, todos los europeos que no son gitanos, odian a los gitanos.
Y el que lo niega miente o ignora.
Nadie los quiere y los echan de todas partes con cualquier excusa porque son gitanos.
Creer, a esta altura descarada de la historia, que alguno de todos esos pueblos se preocuparía sinceramente por el bienestar de los gitanos, resulta un poco tardío, sino retrasado…
Mucha de la falsa indignación manifestada ahora por todos estos países, esconde el sincero temor de que todos esos gitanos echados de Francia, se les vayan encima colgados de dichas falsas manifestaciones de indignación...
 Mientras tanto, eso sí, de un lado y del otro, todos concuerdan, cómo no, en pretender que el terrible episodio del (re)comienzo de las deportaciones étnicas, es nada más que una “polémica”Estèril, incluso. El propio Sarkozy recomendó “no embarcarse en polémicas estériles”, como quien dice nomás “a quièn carajo le importan estos gitanos de mierda”
De alguna manera, nobleza obliga, Sarkozy tiene razón: los gitanos no importan. Lo que importa es el odio.
Porque bien lo dice aquel tan gastado poema de tampoco ya no importa quièn: primero vinieron por los gitanos, pero como yo soy sudaca…
El odio es lo que importa, no los gitanos.
Los gitanos quizás Europa un día consiga exterminarlos por completo, pero el odio sobrevivirá.
Eso es lo que vale. Lo que enciende la polémica, y la recalienta.
Porque mientras Sarkozy pretendía despreciar el tema como a los gitanos, el diputado francés Jean Francois Copè, acusaba en nombre de su bancada a todo el resto de Europa de “realizar un sitemático proceso de intención contra París, con un objetivo oculto”.
¿Oculto, dijo?
En la última reunión de mandatarios de la Unión Europea en Bruselas, durante la cumbre de jefes de estado, el almuerzo terminó literalmente a los gritos.
Sarkozy la embistió primero contra el presidente de la Comunidad, José Manuel Durao Barroso, pero despuès, ya por completo desbocado, se enfrentó con los alemanes, y rompiendo todos los códigos con Angela Merkel, dijo que ella misma le había confesado que Alemania también pensaba deportar gitanos: "Merkel me indicó su voluntad de proceder en las próximas semanas a la evacuación de campos [de gitanos]", dijo delante de todos, y sonriendo, canchero, metió ahí nomás el uno-dos: "Vamos a ver en ese momento la calma que reina en la vida política alemana".
A las corridas Berlín tuvo que emitir una desmentida oficial, negando de paso que en Alemania existieran “campos” (todavía):
Total: Sarkozy se fue de Bruselas peleado con medio mundo, y al día siguiente ya la prensa de toda Europa le daba con lo que tenía a mano. El diario austríaco Die Presse tituló directamente: Un presidente solo contra Europa
Tal el tono que va cobrando la polémica.


Berlusconi: la voz del equilibrio.

Y es que desde siempre, en Europa, la política no es el medio para evitar la guerra, sino viceversa.
En Europa, las palabras, como el rayo, preceden el trueno, y sus tempestades.
Las palabras, en Europa, allanan el camino para los tanques.
Les abren paso.
Los anuncian.
Cuando el hambre les sube por el recto, cuando ya no quedan cuellos ajenos donde hinchar sus colmillos, en Europa, suele ocurrir, las polémicas se ponen así, suben de tono, viran de a poco enfrentamientos que atentan contra el buen diálogo y las buenas relaciones… hasta que por fin las interrumpen… el diálogo, y las buenas relaciones.  
Napoleón charló con todos antes de invadirlos.
Hitler también.
Los ingleses siempre charlaron antes de entrarte.
Hasta Stalin algo te decía...
Derrumbado el bárbaro imperio romano, ya todo fue hipocresía en Europa, hay que decirlo….
Diálogos delicados con final feróz.
Gira que te gira sobre su viejo carrusel de espanto, vuelta tras vuelta Europa se encuentra sin solución consigo misma, con su propia historia de saqueos y de vejámenes, de cruzadas, de imperios y exterminios; y con su sed de sangre, cuando no ajena…propia.
Estos gitanos no importan nada, Sarkozy tiene razón. El odio es lo que importa.
En Europa, ya, comenzó una guerra, sus preliminares.
El Martillo lo avisa como quien avisa un muro, el que quiere oír...
Ya los políticos enfrentan sus estados mientras el odio renace entre sus pueblos, que además, tal como se ve, nunca se quisieron.
Y mientras tanto el hambre que les sube por el recto…
Ya no hace falta disimular la xenofobia.
El odio es bandera, la codicia prudencia, el otro la excusa…
El enemigo que nunca les faltó.


 Ciudadanos rumanos deportados por aumentar la criminalidad.


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1 comentario:

  1. Pensar que en el camino del cortejo en Santa Cruz estaban los gitanos con un cartel que decía "NLos Gitanos de Santa Cruz te amamos, Fuerza Cristina" no será que somos la parte humana de los humanos?

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