Cuando le preguntan a María Kodama qué es lo que más extraña de Borges, ella no duda en responder: “su sentido del humor”. Uno de los hombres más divertidos de la historia del hombre, sin embargo, decidió pasearse por su siglo disfrazado de viejo aburrido, sin romances rimbombantes ni escándalos de vodeville, con su traje siempre gris, su bastón y su ceguera, su hablar lerdo y trabado, y su genio camuflado de sabio que no sabe. No es arbitrario pensar que esa sola caracterización, única y total, fuera su más secreta y grande broma.
Marco Denevi caminaba con Borges, ya ciego, por la calle, y se le ocurre comentarle que las paredes estaban llenas de pintadas nacionalstas, y allí nomás le lee una que dice: "Dios, familia y propiedad".
-- Vaya... -comenta Borges- qué tres incomodidades.
Ya el padre Castellani, se refería a los escritos de Borges, como con contenidos anticristianos, con una mirada soberbia de la vida. De hecho, sé que atacaba al peronismo por su parte cristiana y católica de su doctrina, y su trabajo por la clase obrera. Me gustaría saber bien qué pensaba de Dios y de Cristo Borges. ¿Qué pensás Daniel sobre eso? ¿O autor anónimo, qué pensás?
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