////// Año XVº /// Editor Anónimo: Daniel Ares /// "Prefiero ser martillo que yunque", Julio Popper ///

miércoles, 24 de noviembre de 2010

LA ÚLTIMA DE MIRTHA: HABLAR ES INVENTO DEL GOBIERNO.

 



DIVAS Y DIVAGUES



Ya son de dominio público las dos breves declaraciones que hizo Federico Luppi sobre Susana Giménez y Mirtha Legrand: la una caga por la boca, la otra es una ignorante pobre de espíritu.
Por asépticas que parezcan ambas descripciones puntuales, la señora Mirtha Legrand, sin embargo, se enojó, y claro, dicho enojó la irritó, y dicha irritación la llevó a un colapso nervioso que ya con preocupación avisaba El Martiyo ayer nomás en nuestro post Cien años de Soliloquio.
Sacada  más sacada que aquél día de su célebre “puta, mierda, carajo”, Mirtha salió a reclamarle al gobierno nacional la opinión que de ella tiene el que la tenga. No hay demente que no sorprenda.
Con su aguda vox agudizada aún más por sus agudos problemas, se preguntaba ayer “cómo el gobierno permite que alguien hable así de un compañero”.
No propuso cómo contrarrestar este antiguo mal humano. El chisme, la maledicencia, existen desde que existe el otro, ¿acaso una policía silenciadora de habladores?, ¿o una ley mordaza contra todo aquél que no la quiera? No lo explicó. 
Pero en cambio sí fundamentó las razones por las cuales el gobierno nacional era responsable de lo que dijera de ella cualquiera que no la elogiara: “curiosamente –reveló la diva- usó las mismas palabras que usó Anibal Fernández: dijo que yo era ignorante y pobre de espíritu”.
Inmediatamente, para tranquilidad de su teleplatea, la señora aclaró que ella no era ninguna de las dos cosa; y por fin exigió que el gobierno nacional tomara cartas en el asunto. Cómo puede ser que alguien hable mal de ella. 
En fin. Los caminos de la mente, también son infinitos.
Por su parte Susana Giménez, hasta donde sabemos, no se manifestó Seguramente, fiel a un estilo, saldrá a desmentir con buen tono a Federico Luppi, explicándonos que no, que ella, pese a ser una diva como no hay dos o tres, caga por el culo igual que cualquiera.  
En cuanto a Mirtha… más allá de las palabras, tal cual lo expresamos en el  brulote brutal de ayer, y tal cual pensamos, como muchos, hace mucho, Mirtha Legrand es una ignorante, y si “pobre de espíritu”, quiere decir “medio pelotuda”, nosotros también creemos que Mirtha Legrand es “pobre de espíritu”.
Hace como treinta años que lo pensamos.
De cuando Aníbal Fernández iba al primario, más o menos. 


 El sueño de toda mujer: joyas, vestidos, mucha pintura para el pelo,
y que nadie la critique jamás, o que el gobierno se lo cargue.

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