////// Año XVº /// Editor Anónimo: Daniel Ares /// "Prefiero ser martillo que yunque", Julio Popper ///

lunes, 29 de noviembre de 2010

¿La guerra con los medios, o la guerra con DOS medios?

¿Y los civiles?

SOLDADOS SIN SABER





Es lógico y se entiende que el ciudadano común, consumidor habitual de noticias, no comprenda del todo el por qué de esta guerra franca entre el gobierno y el Grupo Clarín y su aliado La Nación (quienes en el contexto de la contienda pretenden presentarse como “La prensa libre”, o directamente como “la libertad de expresión”), y que se pregunte, el civil que nunca formó parte de ninguno de los dos bandos; por qué tanta saña, al fin y al cabo, entre un matrimonio, y un par de empresas... Atentos al lector, que tanto nos importa, El Martiyo intenta entonces echar algo de luz en la cuestión.
Primero que nada, nosotros no somos ningún matrimonio: somos un blog. Porque no sólo el gobierno participa abiertamente de esta guerra, nosotros, por ejemplo, también. Y segundo, ellos, además, son mucho más que un par de empresas.   
Pero es lógico y se entiende que el civil no lo entienda del todo, justamente porque la historia la escriben los que ganan, y hasta hace muy poco el monopolio de estos dos jugaba solo. Durante larguísimos años su canción de cuna fue la sola canción que se se escuchaba, y claro: te dormía.
Disfrazados desde fines del siglo XIX de La prensa argentina por antonomasia, inscriptos a todos los efectos como sencillas aunque grandes empresas nacionales, pujantes y preocupadas por los destinos de la patria y de su pueblo, atravezaron así la historia nacional tejiéndola y destejiéndola como se les daba la gana sin pagar jamás por lo destrozos. Al contrario: así se enriquecieron.
Allá estaban ya del lado errado cuando bajaron a Yrigoyen, mucho más cuando la Revolución Fusiladora por fin los dejó ser; ni qué decir cuando desterraban y mataban y destaparecían y torturaban durante el proceso; no dijeron nada tampoco cuando Martínez de Hoz, Alfonsín y Menem jugaron al dólar barato destruyendo la industria nacional; al contrario: otra vez ganaron  ellos porque también entonces jugaban con los naipes marcados; y apenas se vieron tambalear en el 2001, lo pusieron a Duhalde, que les pesificó la deuda; se arrojaron corriendo en los brazos del Golman Sachs y el Barton Group, y se vendieron como salchichas sin dejar de ser por eso “la prensa libre”, “la libertad de expresión”…


La foto que publicamos más de un millón de veces,
porque vale más que un millón de palabras.



Fueron días demasiado felices –para ellos, más bien-, la realidad era lo que ellos decían que era, y chau. La historia pasaba por sus páginas, no por nosotros. Nosotros -nos explicaban ellos de infinitas formas- éramos apenas el desaguadero final en el cual desembocaba la historia que defecaban ellos. Días cuando imperaban como dioses sobre la realidad, y con la espada mágica de Papel Prensa, abatían uno a uno a todos sus rivales. Días de rosas y de champán (no para nosotros, claro).
Por eso es lógico y se entiende: nadie entrega semejante felicidad sin dar pelea.
Del otro lado, en tanto, no sólo hay un gobierno, un proyecto, un modelo, y mil complicaciones insospechadas, seguramente; sino también hay un pedazo cada vez más amplio de la ciudadanía, hay muchos diarios del interior que quieren papel para vivir, y señales y distribuidores de señales que también tienen derecho a ser, hay muchos blogs, como nosotros, hay organismos de derechos humanos, y cámaras empresariales que no maneja Magnetto y que por eso parece que no existen pero existen, hay periodistas, muchos periodistas que también están en guerra, incluso -calladamente-. periodistas que hoy trabajan para ellos... no es sólo el gobierno, ni un matrimonio o su viuda…
Son esas dos argentinas, en realidad, las que se enfrentan: la de los pocos, y la de los otros, dos argentinas que viven desde siempre en guerra sin reconocer civiles.
Ojalá este post sirva para eso: para que el ciudadano común sepa mejor entre qué balas camina, y con cuáles armas cuenta cada vez que compra un diario, elige un site, o dispara el control remoto.
En las guerras no hay civiles, hay caídos, o vencedores.

 

16 de junio de 1955. Bombardeo a Plaza de Mayo.
La Nación callaba, y esperaba...  



(*) Este post alcanzó a ser publicado en El Martillo en Clarín blogs, el 8 de noviembre de 2010, tres días de ser censurados, clausurados y expulsados de su comunidad, en nombre, tal vez, de la libertad de expresión que tanto defienden.


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