////// Año XVIº /// Editor Anónimo: Daniel Ares /// "Prefiero ser martillo que yunque", Julio Popper ///

sábado, 19 de marzo de 2011

DESTELLOS AJENOS. HOY: JAMES JOYCE.





Destellos Ajenos:

"La observó mientras vertía en la medida y luego en la jarra la rica leche blanca, no la de ella. Viejas tetas arrugadas. Vertió otra vez una medida entera y una yapa. Vieja y misteriosa, venía de un mundo matutino, tal vez como un mensajero. Alabó la excelencia de la leche, mientras la vertía. De cuclillas, al lado de una paciente vaca, en el campo lozano, al amanecer, una bruja sobre un taburete, los dedos rápidos sobre las ubres chorreantes. Conociéndola, las vacas mugían a su alrededor: ganado sedoso de rocío. Seda de las vacas y pobre vieja, nombres que le daban en los viejos tiempos. Una tía vagabunda, forma degradada de un inmortal, sirviendo a su conquistador y a su alegre traidor, su concubina común, mensajera de la secreta mañana. Para servir, o para vituperar, quién sabe, pero desdeñaba pedirle favores".

James Joyce

viernes, 18 de marzo de 2011

ANÉKDOTAS: EXCLUSIVA: ¡UNA DE GOYENECHE CON EL MARTIYO!


Anékdotas


Hoy: Es el pasado que vuelve

Con Roberto Goyeneche

Actores invitados: Mochín Marafioti y Néstor Marconi

Reparto: Norberto Mosteirin y Daniel Ares


El periodismo industrial no sólo son espinas, y una vez me tocó entrevistarlo a Roberto Goyeneche. Fue hacia fines de 1984, el Polaco volvía de triunfar en París, y por increíble que ahora suene, recién allí comenzaba a surgir el mito que es hoy.
Por aquellos días grababa su álbum “El Polaco por dentro” en un estudio de la calle Alsina, allí lo conocí. Apenas entré al control, ahí estaba, sentado en un rincón en sombras al otro lado de la consola, apena visible, un codo sobre las rodillas y la mano sosteníendole la cara. Parecía cansado, esgunfiado o algo así. Más allá del vidrio, Néstor Marconí metía su estupendo bandoneón. Luego de los saludos rigor, la sesión continúa, el fotógrafo (Norberto Mosteirín) y yo debemos esperar para la nota, cuando en un momento Marafioti le recuerda algo al Polaco, pero no sabemos ni importa qué.
-- ¿Te acordás, Roberto, que yo te lo dije el lunes?
Era viernes.
 -- ¿El lunes?... –preguntó el Polaco, entre la intriga y el asombro.
--  El lunes, sí, ¿te acordás? -insistió Marafioti.
-- ¡¿El lunes, Mochin?!... Vos sí que tenés mucho pasado, eh?...


* * *

TIEMPOS MODERNOS: instantáneas feroces de un progreso feroz...

El Martiyo Producciones Presenta...



Tiempos Modernos XIII

ESPAÑA: NACE OTRO NIÑO HECHO A MANO.




Mientras se nos van de las manos los reactores nucleares que instalamos en Japón, se anuncia en España el nacimiento del segundo "bebé de diseño". Producido  poco antes de navidad, se informa recién ahora, ya consumado el hecho, y echado a vivir entre nosotros como si fuera igual que nosotros cuando es mejor que nosotros…



NIÑOS:
SOMOS FABRICANTES



Como un buen peluquero al que le confían de pronto una operación de cerebro, así la especie humana hoy divide y fusiona átomos, manipula genes y diseña más humanos sin saber del todo qué hace ni con qué materiales experimenta, porque exactamente experimenta. Las sorpresas, como corresponde a las sorpresas, vendrán bien más adelante. En tal sentido, el futuro aparece promisorio. Ahora todo es festejo.
Mientras revientan reactores nucleares propios del siglo XXV, y nosotros intentamos enfriarlos con mangueras del siglo XVII; hoy nos cuentan los diarios que nació en España el segundo ser humano hecho a mano, el cual es mucho mejor que nosostros, porque a éste le sacaron un gen que lo exime de varias formas de cáncer, cosa que a Dios  no se le había ocurrido, si será chambón…
El hecho se produjo en Barcelona, poco antes de navidad, las informaciones recién trascienden ahora, y pese a que el bebé –se dice que es una niña- tiene apenas un par de meses, los médicos ya consideran el proceso todo un éxito, para qué esperar.
El primero había nacido en el 2008, en Gran Bretaña, el otro país que junto con España  autoriza la manipulación genética.  El Martiyo desafía a sus lectores a buscar información sobre ese niño. En el gran oráculo de la red, sorprendentemente, no hay nada.
Como no había de éste –o ésta- hasta hoy...
Durantes meses o acaso años los médicos de la Comisión Nacional de Reproducción Asistida de España  trabajaron en perfecto silencio sin que se supiera nada hasta hoy, cuando el niño, la niña, o lo que fuera, ya es uno de los nuestros… y no.
Herméticos pero entusiasmados, los hacedores de gente prometen más. De hecho, nos permitieron saber que ya están autorizados para trabajar en un segundo caso al que librarán esta vez del cáncer de colon…
Es infantil imaginar hoy hasta dónde podemos llegar si todo sale bien con estos primeros experimentos… Dirían los chinos: “aún el camino más largo empieza con el primer paso”.
Allá vamos...
En Japón mientras tanto la naturaleza nos demuestra en simultáneo lo que hace con nosotros y con nuestros mejores juguetes...
Pero en España nosotros le respondemos y le mostramos lo que hacemos con ella. Para que vea. La podamos. Le sacamos los yuyos que no sirven, y le dejamos nada más lo que nos gusta. Para que aprenda.
Desde el núcleo más íntimo de nuestro corazón humano les deseamos a estos nuevos niños una vida aún mejor que la que le auguran sus propios fabricantes. Así sea.
Pero hace tan poco (ver El futuro que volvió de la muerte), recordábamos a propósito de las centrales nucleares de Fukushima la metáfora de la Shelley en Frankestein… que ahora sobre llovido esta noticia nos eriza la piel como una brisa radioactiva…
Nosotros nos deseamos lo mejor a todos… incluso al neurocirujano ese que en realidad es peluquero.

Repetimos la imagen,
porque repetimos el escalofrío...

jueves, 17 de marzo de 2011

Aforismos: "No por mucho madrugar...


Aforismos:


"No por mucho madrugar, vas a andar más despierto".

LOS MÁRTIRES DE FUKUSHIMA: DE LO QUE SOMOS CAPACES



Lo dijimos el martes y ayer nos refrendó la OIEN: “la situación está fuera de control". Mientras tanto 180 personas, entre operarios y técnicos, son fulminados minuto a minuto en las plantas nucleares de Fukushima, muriendo efectivamente por sus semejantes, en una demostración de valor y sacrificio voluntario que el hombre no ofrecía, acaso, desde los lejanos tiempos del primer cristianismo.  


LOS MÁRTIRES DE FUKUSHIMA



A Mitchiko Otzuki y sus 179 compañeros.

El martes lo dijimos nosotros (Ver El futuro que volvió de la muerte), y ayer nos refrendó y con la mismas palabras la Organización Internacional de Energía Nuclear: “La situación está fuera de control”, dijo así nomás su director Yukiya Amano, para desdecirse unas horas después por razones que desde luego jamás se explicarán.
“La cosa está fuera de control”, lo seguimos diciendo nosotros, por las dudas ellos se callen.
Los reactores de Fukushima estallan por simpatía y vapores de un blanco letal aterran el Pacífico entero. La mítica superpotencia tecnológica nipona, se reduce de pronto a tres o cuatro helicópteros y un  par de baldazos aéreos que no dan risa porque más miedo dan cuando se comprende que enfrentamos un monstruo invisible, enorme y homicida, armados con un tenedor.
Los muertos ya se cuentan de a miles, pero en números redondos porque aumentan minuto a minuto sin tiempo para el detalle. Los desaparecidos se calculan incalculables, los heridos alcanzan el millón, pero son cifras parciales, y por ello más dramáticas aún…
Y mientras tanto la isla no para de temblar y de romperse: las réplicas ya van por 500, y algunas son terremotos en sí. Otro tsunami es posible en el próximo minuto. Pero ahora es el aire, el viento, lo que asusta: respirar.
El gobierno aconsejó mantener puertas y ventanas cerradas y ordenó evacuar la zona del reactor en un radio de 20 km. Pero al toque y sin consultar a nadie -gauchitos siempre- el gobierno norteamericano extendió el círculo para sus ciudadanos a los 80 km sembrando el pánico absoluto porque ahora nadie le cree a nadie, y todos escapan lo más lejos y lo más rápido que pueden…
Todos menos 180 tipos que a contramano de la vida, se adentran en la muerte seguros de morir.
180 entre hombres y mujeres, operarios y técnicos.
Son los que en este preciso instante en que usted nos lee y nosotros le escribimos, están ahí, en Fukushima, en la usina, adentro, trabajando en los reactores, protegidos hasta cierto punto, fulminándose despacio…
El Martiyo quería saludarlos, destacarlos… algo.
Gregory Jackzo, director de la Comisión Reguladora Nuclear de los Estados Unidos, avisó ya que “las radiaciones son extremadamente fuertes y potencialmente letales para los operarios”.
Y ellos ahí.
Los 180 condenados, y ya lo saben.
Podrían haber escapado, como todos, renunciar a sus empleos y listo, o por lo menos enloquecer y chau; pero no, siguen ahí, concentrados en su trabajo, laboriosos y suicidas… Heroicos, claro.
Entre el pueblo japonés ya se ganaron ese rango, y nosotros queríamos ayudar a vocearlo…
Están muertos, pero allí están. Luchando por la vida de todos los otros –nosotros-; debatiéndose cada uno de ellos en vaya a saber sólo Dios qué pensamientos de horror y precisión, entre logaritmos y espasmos de un más allá ahí nomás, manipulando piezas de metal que se deshacen, materia más sólida que la carne que se vuelve espuma o nube o viento o nada… y ellos ahí, con sus cuerpos ahí…
Son 180, nada más, es cierto. Una gota de altruismo en un océano de pánico, negligencia y mentiras. Son sólo 180, pero no son extraterrestres, son humanos, hombres y mujeres, seres como nosotros, capaces de algo así…. y es bueno recordarlo en medio del horror, de tanto irresponsable, tanto miedo y tanta mierda. .
Quizás no les sirva de nada... pero porque ya nada les sirve de nada, ni Obama, ni la NASA ni nadie, y sin embargo… ayer uno de ellos, de nombre Mitchiko Otzuki, escribió en una red social:
-- La gente que trabaja en estas plantas está luchando sin huir.
Y así como en nuestra sección Tiempos modernos recreamos con imágenes -y morboso placer-, el espanto del que somos capaces, también somos capaces de cosas así, y nos dio ganas de vocearlo...
Por Mitchiko Otzuki, y sus 179 compañeros... y por todos nosotros.



miércoles, 16 de marzo de 2011

LOS CHISTES DE BORGES... humor premiun...

Los chistes de Borges



Cuando le preguntan a María Kodama qué es lo que más extraña de Borges, ella no duda en responder: “su sentido del humor”. Uno de los hombres más divertidos de la historia del hombre, sin embargo, decidió pasearse por su siglo disfrazado de viejo aburrido, sin romances rimbombantes ni escándalos de vodeville, con su traje siempre gris, su bastón y su ceguera, su hablar lerdo y trabado, y su genio camuflado de sabio que no sabe. No es arbitrario pensar que esa sola caracterización, única y total, fuera su más secreta y grande broma.


Cada año, cada octubre, cada vez que no le daban el premio Nobel, lo peor acaso consistía en soportar las embestidas ajenas sobre la justicia o no del que sí lo había recibido.
Asombrado al respecto, comentó una vez:
-- Es extraño lo que ocurre: nadie discute el premio Nobel de física, o el de química, pero todos discuten el de literatura... como si la literatura fuera más simple que la química o la física...


 

martes, 15 de marzo de 2011

EL MILAGRO JAPONÉS. OTRO CUENTO QUE TERMINA MAL.


Mientras seguimos oyendo que se trata de la tercera economía del mundo, de una potencia industrial superpreparada para cualquier desastre, el desabastecimiento y la incertidumbre devuelven al Japón a sus peores días, mientras la radioactividad tan temida ya ganó los vientos de la tierra.



EL FUTURO QUE VOLVIÓ DE LA MUERTE




“Juegan con cosas que no tienen repuesto”
J.M. Serrat

“Ya somos el pasado que seremos”
J.L. Borges


Como un chasco barato de un tiempo perdido, de pronto por las pantallas de todo el mundo estalla en la cara de la entera humanidad el mito del milagro japonés y su perfecto progreso, su evolución tecnológica, su sacra pericia, su sabia sabiduría, nada… en minutos apenas el mar y la tierra se lo tragaron todo, coches, barcos, sembradíos, seres y ciudades, mitos y dioses, ilusiones, fantasías o mentiras que al final costaron vidas y desataron la muerte…
Retrasados por su proverbial inercia, los medios sin embargo insisten en sostener el espejismo repitiendo como pájaros tropicales que se trata de un país muy organizado, muy moderno y avanzado, y más preparado que ninguno para este tipo de catástrofes, pero lo que vemos mientras tanto es ruina y desabastecimiento, falta de agua, de combustible, de medicamentos y energía, galácticos reactores que no aguantaron las olas, y el consecuente monstruo del frankestein nuclear que supimos crear, que ahora anda suelto, y que ahí viene por nosotros… tal el progreso.
Fukushima hoy.
 Allí la tercera economía del mundo, allí el país de la teconología naciente, de la sabiduría oriental y la eficiencia milenaria…  
Hizo falta un terremoto 8.8 y un tsunami como otro mundo que se les fue encima, sí, pero bastaron minutos para llevarse un pedazo del norte del país lleno de cosas, de casas y de gente, sin que nada ni nadie pudiera evitarlo, apenas filmarlo…
Los cuerpos ya ni se pueden contar, el viento de los mares se cargó de muerte, ahora el pato lo pagamos todos, y en una sola mañana el pueblo del futuro volvió a su ayer peor… encadenado el planeta a su hecatombe…
¿No estaba todo controlado?...
Los responsables del mundo parecen despertar recién ahora y se miran las caras despeinados y confundidos, sin saber de pronto si continuar o no con sus programas nucleares, con sus centrales y sus reactores….
¿No estaba, ya, todo chequeado?...  
¿No era que sabíamos perfectamente cómo funcionaban estas cosas?...
El futuro al fin era otra pompa de jabón, un aviso de Sony, un cuento japonés, de golpe amanecemos despojados y desnudos sobre un hormiguero atómico.
Hiroshima ayer.
No estaba todo controlado, no. Para nada.
El Japón se sumerge en el caos, su primer ministro reconoce la mayor crisis desde las dos grandes bombas, Ucrania ofreció los técnicos de Chernobyl porque los japoneses no bastan, no saben, o no sirven. Quiseron enfriar los reactores con agua de mar, y peor, reventaron. Se equivocaron. Improvisaron. No saben. La sospecha general es que se miente al respecto y que el riesgo es mucho más grave de lo que cuentan… acaso de lo que entienden. Hollywood nos llevó puestos. La cosa está fuera de control.
Las usinas estaban mal hechas, o en el lugar equivocado, o ambas negligencias a la vez.
Y nadie las controló y nadie tuvo la imaginación suficiente como para imaginarse nada.
El tercer país más rico y moderno y desarroillado del mundo. Sí.
El mejor preparado para.. seguro.
Parte y proa del Occidente que vigila los planes nucleares del universo entero porque la tiene más clara que Dios...
Ahora ya no sabemos si conviene respirar o no, si el mar nos servirá de algo mañana por la mañana, ni cuánta muerte costará todavía tanta petulancia, tanto delirio...
Los dioses de un tiempo perdido mueren así, enfurecidos con sus criaturas.

Y un día nuestra propia creación...
volvió por nosotros.


Las chicas del Martiyo: cuando más vale que sobre...

“Las Chicas”


Hay quienes opinan que a estas dos (2) chicas les sobran unos kilitos.
Pero nosotros  celebramos justamente cuando sobra, no cuando falta. 

LOS 7 PECADOS EN 7 FOTOS Y UN SOLO CLICK...

El Martiyo Producciones Presenta...

* LOS 7 PECADOS EN 7 FOTOS *

Aquí en un sólo click toda la serie de esta sección gráfica y finita inspirada en ese poético invento católico de los 7 pecados capitales, que tantas ficciones, dramas y comedias, conflictos y prejuicios han inspirado a su vez, sin que se les conozca ningúna otra razón más o menos positiva...
Aquí entonces, para ver, reflexionar, cortar o pegotear, los 7 pecados en 7 fotos y un solo -y valiente- click...
(Pecar sería huir)

"Más de 1000 Palabras" - Serie RATZINGER. Hoy: "Besos de Judas".

El Martiyo Producciones Presenta...


*Más de 1000 Palabras*
(galería de imágenes)


 Título:

"Besos de Judas"

Joseph Ratzinger.

lunes, 14 de marzo de 2011

MEMORIAS DE UN MERCENARIO - HOY: "NUNCA SABRÁS NADA".



* * *
El periodismo es un negocio de extorsión, la prensa libre no existe, y estamos todos rodeados”; fue dicho en el post del 10/11/08, Una puta inmaculada, que sirve de introducción a esta sección, y donde a la vez anunciábamos estos rápidos relatos destinados a refrendar con hechos las palabras, porque una buena historia vale más que mil imágenes. El autor se retiró de lo que gusta llamar "el periodismo industrial", no arrepentido, pero si medio asqueado, al cabo de 25 años de oficio.
De su experiencia, estos recuerdos.



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El Martiyo Producciones presenta…


"Memorias de un mercenario"
 




“Los mercenarios que he tratado, y con quienes a veces he compartido la vida, combaten de los veinte a los treinta años para rehacer el mundo. Hasta los cuarenta, se baten por sus sueños y por esa idea que de sí mismo se han inventado. Después, si no han dejado la piel en la batalla, se resignan a vivir como todo el mundo –a vivir mal, porque no cobran ningún retiro- y mueren en su lecho de una congestión o de una cirrosis hepática. El dinero nunca les interesa, la gloria rara vez, y se preocupan muy poco de la opinión que merecen a sus contemporáneos. En esto es en lo que se distinguen de los demás hombres”.

Jean Lartéguy 

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Hoy: Nunca sabrás nada
         (una introducción)


El civil gusta imaginar que los medios periodísticos son lugares donde los periodistas van a decir lo que saben, o lo que piensan, o lo que sienten, según el grado de inocencia del civil que imagine. Así también ese civil suele enojarse con tal o cual periodista por lo que dice, calla o sugiere. Ja. El profesional de los medios contempla a dicho civil con una sonrisa estremecida entre la ternura y el cinismo. Como miraríamos al hombre que en plena partida de ajedrez, se pone a putear contra un alfil o, incluso, contra el mismísimo rey.
Algo de eso pretendí dejar en claro en Sangre, sudor y lucro, pero si hoy retomo en parte el tema es más bien para referirme a la condición técnica, no solo instrumental, del periodista. Que como tal es una especie de herramienta, sí, pero al ser humano, es una especie de herramienta con vida propia.
Porque el periodista –el periodista profesional, el periodista industrial-, es, antes que nada, un técnico, y como tal, consigue abstraerse con mucha facilidad de la materia con que trabaja, así como al cirujano poco le importa si el paciente que opera es un canalla o no. Pero cuidado: esto no tiene nada que ver con la presumida objetividad periodística –abstracto de la especie del Santo Grial- sino con las necesidades operativas, y finalmente comerciales de su faena.
 Así también el civil suele soñar diferentes en importancia o seriedad al periodista de Página 12 o La Nación (esto ya según la canción que el civil guste de oír), frente al periodista por ejemplo de Crónica, o de Diario Popular. Otra ingenuidad similar a presentarse en los estudios Walt Disney para entrevistar a Pluto.
Al periodista –profesional, industrial- le da lo mismo el medio para el cual trabaje –no así su sueldo- porque su trabajo en nada muda con el medio. En todos tendrá que hacer lo mismo: manufacturar la realidad, en sustancias de imágenes y palabras, según las directivas del que pague, para obtener, a cambio, el dinero de la gente. Así en Le Monde Diplomatique, como en el Paparazzi, o en cualquier otro medio que contenga publicidad, precio de venta y distribución masiva. La sustancia que a tales fines le entreguen al periodista, no modifica la mecánica de su trabajo; así como no hay diferencias para el cardiólogo entre el corazón de un buen hombre y el de un hijo de puta.  Los dos sangran, los dos laten, los dos mueren.
Para 1990 yo llevaba ya diez años de profesionalismo, los cinco primeros, en Editorial Atlántida, donde no faltaba un helicóptero si hacía falta, y cuyo archivo fue el oráculo más completo que yo conocí antes de Google. Una gran escuela, Atlántida, la facultad que entonces no existía. Todavía le agradezco. Allí hice de todo, mil guardias, persecuciones, investigaciones, deportes, parlamentarias, espectáculos, policiales, sociales, entrevisté políticos, artistas, estrellas y estrellitas, estadistas y asesinos, viajé por el mundo, cubrí giras presidenciales, la guerra de las Malvinas, el juicio a los comandantes, crímenes y castigos, hice de todo, aprendí mucho… Como además eran entonces los que mejor pagaban, allí trabajaban los mejores profesionales que hubiera sueltos, vivos, y a mano. Muchos me enseñaron mucho. Maestros. Mercenarios como sólo Larteguy y yo conocimos.
Asfixiado por las redacciones, ya todo un profesional, al quinto año me fui, soñaba ser free lance –como me gustaba llamarme-, y alcé el vuelo y volé…
Sobreviví, sí, y aprendí mucho más. Trabajé para editoriales pequeñas y medianas, y rodé por revistas donde a veces no había ni máquinas de escribir, ni siquiera otra revista a mano de dónde robar alguna foto… Y sobre todo en esas, en las más precarias, en las más pequeñas, en las más piratas, aprendí más y  desarrollé un ingenio que de regreso a las grandes ligas iba a marcar la diferencia. No hay vuelta que darle: el que sobrevive al mar, pisa la tierra firme como si fuera suya.
Volví a las grandes ligas a fines de 1990, (ver No odies a tu enemigo: contrátalo), y a principios de 1991 ya estaba de vuelta en Atlántida, un mes después de haber mandado preso a su dueño, y para una revista nueva... ni siquiera eso: para una especie de proyecto menor, dedicado a la farándula y la tevé, pero destinado al apoyo del canal Telefé que Menem acababa de adjudicarles.
Una revista de género menor, un house organ satelital del nuevo gran negocio de la empresa, condenada, clara, abiertamente, a sofocar cualquier verdad que los perjudicara, así como a difundir cualquier mentira que los beneficiara. Nada que no hicieran los otros medios, pero este así: clara, abiertamente.
Yo no sólo había acabado con el prestigio público de Constancio Vigil apenas unas semanas antes, sino que cinco años atrás me había ido de Atlántida llevándome el cien por ciento de la indemnización correspondiente, pese a que el jefe de personal me advirtiera ya en ese momento que "si la quería toda” debía renunciar a la posibilidad de volver a la empresa alguna vez.  También por todo eso que yo ahora quería volver.
Pero si ellos, pese a todo eso, estaban dispuestos a indultarme, era antes que nada porque llevaban meses convocando profesionales sin convencer a ninguno por mucho que les pagaran. Así de mierda era el barquito por  el cual y para el cual me “perdonaban”.
Pero además de perdonarme, me ofrecían el triple de lo que en ese momento ganaba en Noticias. Y yo ya era un verdadero profesional, con más deudas personales que cuando no lo era, sin embargo.
Como la cuenta era muy simple, no demoré más que lo que toma pensar tres por uno cuatro, y allí estaba de vuelta en Atlántida, cinco años después, diez más viejo, más zorro, más sólido, con 35 de edad y en  plena forma, y todo para eso… para una revista de género menor que ni siquiera me podían explicar.
La buena noticia era que no habría grandes presiones, advertí rápidamente.
De arranque no sería yo el responsable de nada, sino apenas un redactor estrella (o sea: muy bien pago). Para mejor, pragmáticos siempre, no aspiraban a vender más de 15 mil ejemplares, al fin y al cabo, era poco más que una revista de servicios, con la programación de todos los canales, destaques a Telefé y sus figuras -claro-, pero en reportajitos acordados, de promoción, insulsos, insípidos e incoloros, ideales para el inodoro. La paga no sólo era buena, sino que mis últimos cinco años habían sido tan demasiado agitados, que un poco de calma no me vendría nada mal.
Pero si algo no se cansa de enseñarte la vida, es que nunca sabrás nada.
Antes de dos meses aquella revista quedaría en mis manos, y antes de seis alcanzaríamos los 120 mil ejemplares, a la par de Noticias o Gente, que eran las que más vendían entonces. Ninguna calma me esperaba, sino todo lo contrario. Nunca sabrás nada.
Así también supe que el éxito puede ser más áspero que la batalla, pronto la victoria se llenó de traidores, y...  
Pero eso fue después. Primero fue ese grupo de novatos a mi mando, ese barquito endeble, esa campaña trinfal, que nunca valió nada para el mundo pero sí para la empresa, que llegó a facturar con ese producto 500 mil pesos-dólares por semana; y también para nosotros, su capitán, sus oficiales, sus tripulantes, los que estuvimos allí en esa hora, los que la vimos nacer, crecer, imponerse, destruirse… completar el ciclo de una epopeya íntima, pero epopeya al fin.
La revista por fin se llamó Tele clic –recuerdo que yo despreciaba su nombre-, y fue, así como era, menor y liviena, sin embargo puntual en mi carrera.. Era mi hora de probar lo aprendido hasta entonces. ¿Sabía o no? La materia no importaba. Las técnicas. El paciente era siempre el mismo: un pecho abierto y un corazón ensangrentado. El objetivo también: el dinero de la gente. No me pidieron, jamás -en ninguna empresa periodistica-, otra cosa. ¿Sabía conseguirlo o no?...  
Con permiso del buen Salinger, si de veras les interesa lo que voy a contarles, esto es sólo el principio de esa breve y tan rica historia.
Una introducción, diría JD. 


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Aforismos: "Si Dios nos hizo perfectos...

Aforismos:


"Si Dios nos hizo perfectos ¿Quíén nos deshizo así?"

CRÓNICAS Y BLUES: MELODÍAS ROBADAS A LA VIDA DE TODOS.

Crónicas & Blues


“Sé que el mundo podría vivir tranquilamente sin mis canciones.
Pero yo no”.
Joaquín Sabina.


Crónicas & Blues es la sección donde nos permitimos, sin ningún permiso, el verso libre, la imagen abstracta o descompuesta, el desenlace inaudito, el enfoque dislocado, peripecias sintácticas y efectos especiales que generan así, a simple vista, la ilusión apenas óptica de estar leyendo un poema. Pero estos textos no son poemas, ni siquiera son crónicas las crónicas, ni los blues son blues tampoco, y aún así, algo cuentan, algo dicen, algo suenan…
como melodías robabas a la vida de todos.

domingo, 13 de marzo de 2011

ESCRITOR X ESCRITOR - HOY: MACEDONIO X BORGES.

ESCRITOR POR ESCRITOR


Aunque más no fuera por alentar o sostener o cuando menos celebrar esa magnífica fraternidad fuera del tiempo y del espacio que suscita la escritura entre escritores, aquí El Martiyo presenta esta sección que fija, recorta y comparte, en fragmentos preciosos, pedacitos de ese platónico amor de verdad desinteresado, de verdad espiritual, de verdad eterno… de verdad amor.
Escritor x escritor, como Destellos Ajenos, es un espacio exquisitamente escrito, pues lo escriben exclusivamente gigantes inmortales, sólo que aquí los unos elevan a los otros elevándose así en prueba de una generosidad como la que soñaba don Antonio Machado, cuando “la monedita del alma, se pierde si no se da”.




ESCRITOR x ESCRITOR


Macedonio Fernández x Jorge Luis Borges:

Macedonio Fernández.




 
"Los historiadores de la mística judía hablan de un tipo de maestro, el Zaddik, cuya doctrina de la Ley es menos importante que el hecho de que él mismo es la Ley. Algo de Zaddik hubo en Macedonio. Yo por aquellos años lo imité, hasta la transcripción, hasta el apasionado y devoto plagio. Yo sentía: Macedonio es la metafísica, es la literatura. Quienes lo precedieron pueden resplandecer en la historia, pero eran borradores de Macedonio, versiones imperfecta y previas. No imitar ese canon hubiera sido una negligencia increíble.
Las mejores posibilidades de lo argentino –la lucidez, la modestia, la cortesía, la íntima pasión, la amistad genial- se realizaron en Macedonio Fernánez, acaso con mayor plenitud que en otros contemporáneos famosos. Macedonio era criollo, con naturalidad y aun con inocencia, y precisamente por serlo, pudo bromear (como Estanislao del Campo, a quien tanto quería) sobre el gaucho y decir que éste era un entretenimiento para los caballos de las estancias.
Antes de ser escritas, las bromas y las especulaciones de Macedonio fueron orales. Yo he conocido la dicha de verlas surgir, al azar del diálogo, con una espontaneidad que acaso no guardan en la página escrita.
Definir a Macedonio Fernández parece una empresa imposible, es como definir el rojo en términos de otro color, entiendo que el epíteto genial, por lo que afirma y lo que excluye, es quizá el más preciso que puede hallarse. Macedonio perdurará en su obra y como centro de una cariñosa mitología. Una de las felicidad de mi vida es haber sido amigo de Macedonio, haberlo visto vivir”.

(Marzo-abril de 1952, “Palabras ante la tumba de Macedonio Fernández”).

Jorge Luis Borges.


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