////// Año XVº /// Editor Anónimo: Daniel Ares /// "Prefiero ser martillo que yunque", Julio Popper ///

viernes, 18 de marzo de 2011

ESPAÑA: NACE OTRO NIÑO HECHO A MANO.




Mientras se nos van de las manos los reactores nucleares que instalamos en Japón, se anuncia en España el nacimiento del segundo "bebé de diseño". Producido  poco antes de navidad, se informa recién ahora, ya consumado el hecho, y echado a vivir entre nosotros como si fuera igual que nosotros cuando es mejor que nosotros…



NIÑOS:
SOMOS FABRICANTES



Como un buen peluquero al que le confían de pronto una operación de cerebro, así la especie humana hoy divide y fusiona átomos, manipula genes y diseña más humanos sin saber del todo qué hace ni con qué materiales experimenta, porque exactamente experimenta. Las sorpresas, como corresponde a las sorpresas, vendrán bien más adelante. En tal sentido, el futuro aparece promisorio. Ahora todo es festejo.
Mientras revientan reactores nucleares propios del siglo XXV, y nosotros intentamos enfriarlos con mangueras del siglo XVII; hoy nos cuentan los diarios que nació en España el segundo ser humano hecho a mano, el cual es mucho mejor que nosostros, porque a éste le sacaron un gen que lo exime de varias formas de cáncer, cosa que a Dios  no se le había ocurrido, si será chambón…
El hecho se produjo en Barcelona, poco antes de navidad, las informaciones recién trascienden ahora, y pese a que el bebé –se dice que es una niña- tiene apenas un par de meses, los médicos ya consideran el proceso todo un éxito, para qué esperar.
El primero había nacido en el 2008, en Gran Bretaña, el otro país que junto con España  autoriza la manipulación genética.  El Martiyo desafía a sus lectores a buscar información sobre ese niño. En el gran oráculo de la red, sorprendentemente, no hay nada.
Como no había de éste –o ésta- hasta hoy...
Durantes meses o acaso años los médicos de la Comisión Nacional de Reproducción Asistida de España  trabajaron en perfecto silencio sin que se supiera nada hasta hoy, cuando el niño, la niña, o lo que fuera, ya es uno de los nuestros… y no.
Herméticos pero entusiasmados, los hacedores de gente prometen más. De hecho, nos permitieron saber que ya están autorizados para trabajar en un segundo caso al que librarán esta vez del cáncer de colon…
Es infantil imaginar hoy hasta dónde podemos llegar si todo sale bien con estos primeros experimentos… Dirían los chinos: “aún el camino más largo empieza con el primer paso”.
Allá vamos...
En Japón mientras tanto la naturaleza nos demuestra en simultáneo lo que hace con nosotros y con nuestros mejores juguetes...
Pero en España nosotros le respondemos y le mostramos lo que hacemos con ella. Para que vea. La podamos. Le sacamos los yuyos que no sirven, y le dejamos nada más lo que nos gusta. Para que aprenda.
Desde el núcleo más íntimo de nuestro corazón humano les deseamos a estos nuevos niños una vida aún mejor que la que le auguran sus propios fabricantes. Así sea.
Pero hace tan poco (ver El futuro que volvió de la muerte), recordábamos a propósito de las centrales nucleares de Fukushima la metáfora de la Shelley en Frankestein… que ahora sobre llovido esta noticia nos eriza la piel como una brisa radioactiva…
Nosotros nos deseamos lo mejor a todos… incluso al neurocirujano ese que en realidad es peluquero.

Repetimos la imagen,
porque repetimos el escalofrío...

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