////// Año XVIº /// Editor Anónimo: Daniel Ares /// "Prefiero ser martillo que yunque", Julio Popper ///

sábado, 28 de marzo de 2015

LA SOLEDAD DE MASSA: ROMA NO PAGA TRAIDORES.


Tiempos veloces los tiempos argentinos, ayer nomás Sergio Massa se alzaba como la gran esperanza blanca de la Argentina llena de negros. Nacido en la UCD, ungido por Clarín, aunque surgido del oficialismo, Magnetto lo soñó la cuña del mismo palo que tanto iba a doler. Pero licuada en el Pro la UCR; el crédito de Tigre no les interesó más, y lo olvidaron. Hoy se hunde en las encuestas y en silencio, triste, solitario y banal.


¿Tabajaí?



"Roma no paga traidores".
Escipión 

Otra vez la triste historia de la modelito que en su sueño de protagonizar una novela, va y se acuesta con todos sus productores para que después los muy despiadados se queden con otra, y chau.
En su instante mejor, allá por el 2013, cuando los medios del miedo lo ungían victorioso, Sergio Massa creyó que de verdad había ganado algo. Que la traición al proyecto que lo había proyectado, que adoptar la forma del recipiente que Magnetto dictaba, por fin rendía sus frutos. Más habrá creído: habrá creído que Magnetto sabía. No sólo que lo quería.
Era tapa del gran diario día por medio, siempre sonriente, siempre promisorio, los periodistas de TN -tan aguerridos con el oficialismo-, de pronto con él se comportaban como auténticas alternadoras; y María Laura Santillán no le ladraba más.
Todo estaba bien.
La Argentina civilizada, ilustrada, la poderosa, la de los monopolios y la banca extranjera, la de Papel Prensa y el FMI, la que encubrió el genocidio y encumbró a Menem, la que probó con De la Rua y resolvió con Duhalde, ahora lo ungía a él: Sergio Massa.
Había llegado.
Narciso ahogado en esa pobre imagen propia, el querido Pepe Parada diría: “el problema de Sergio Massa, es que se creyó Sergio Massa”.
Disfrazado de pibe bueno lleno de nobles y nuevas intenciones; con su vocecita de Spinetta sin guitarra, y un repertorio de lugares comunes y eslóganes baratos, salió a cantar la canción que el público (de Magnetto) quería escuchar. Hizo fácil.
Se mostró comprensivo con los fondos buitres, con Inglaterra, con Occidente, con los pobres y los ricos, con Dios y con el Papa al mismo tiempo.
Joven maravilla, peleaba cual Robin sin Batman contra la corrupción de un gobierno que no sólo había integrado, sino que era su sola trayectoria. Magnetto vivaba.
Más TN, más Van der Koy más amable, más Inmorales Solá más amable todavía, María Laura Santillán, lejos de ladrarle, ahora le chupaba las botas cada vez que lo veía. No se podía pedir más. El protagónico era suyo. Podía sentir la victoria.
Pero Roma no paga traidores.
Verdad más antigua que la antigua Roma.
Porque un día inesperado la UCR se fundió con el Pro, y se fundió del todo; y de golpe Magneto ya tenía otro chico para su novela.
Todo, así, de golpe, había terminado.
El sueño de una noche de verano de ser el Kennedy argentino sin más apoyo que Clarín y los country de Tigre, le explotaba en la cara como un chasco barato.
Adiós presidencia de la Nación, adiós historia, adiós María Laura Santillán.
A manera de treinta dineros por los servicios prestados, los medios del miedo todavía le dan espacio en sus noticieros, sus cámaras algo muestran de las andanzas de Robin lejos de ciudad Gótica, acompañado aquí, y allá, de unas cuantas personas, que –no sin piedad- los medios del miedo se abstienen de contar. Algo es algo.
Pero nada nuevo.
Otra vez la triste historia de la modelo que en su sueño de protagonizar una novela, se acuesta con todos sus productores, para que después los muy hijos de puta se queden con otra, y chau.
Conocedor del ambiente y sus trastiendas, El Martiyo está en condiciones de afirmar que más de uno de esos hijos de puta, debe estar diciendo ahora: “que se joda por boluda”.  

sábado, 21 de marzo de 2015

LA NUEVA ALIANZA: EL REGRESO DE FRANKESTEIN


Con las bendiciones del presidente eyecto Fernando De La Rua, y del no menos abyecto Domingo Cavallo, y una vez más cosida de apuro con los restos partidarios de los oportunistas de siempre; la Nueva Alianza marca el regreso de un sueño eterno: vencer al peronismo.
Después que Dios te ayude.



EL CARTERO LLAMA DOS VECES 

Lo llaman El Bobo, pero su gobierno mató 39 personas en dos días. 



Rendidos ante la cruda verdad, sin nada nuevo que ofrecer, volvieron a juntarse.
Casi los mismos nombres –la Bullrich, Carrió, Lopérfido, Cavallo-, y exactamente los mismos intereses –la Rural, Clarín, la banca financiera internacional, la Embajada-. All together now. La monstruosa alianza que dinamitó el país en 2001, está de regreso. Cuidado: no es un chiste por mucho que lo parezca.
Hoy como ayer, cosida de apuro con los restos partidarios de los oportunistas de siempre, el frankestein electoral que sembrara el horror con su helicóptero, su Cavallo y sus 39 muertos; allí se levanta de su sepulcro, y vuelve a andar. Brrrr…
Como si fuera una novedad, ahora portan la cara de Mauricio Macri, quien allí esplende como Nerón en Roma, alumbrado por las mismas llamas que incendian la UCR. Los infaltables radicales de todo fracaso, celebraron el acuerdo como quien cierra con un gran error cien años de grandes errores. Y entre ambos, la Carrió, jefa ideológica del uno por ciento del electorado, bomba de tiempo de cualquier rejunte.     
El presidente eyecto Fernando de la Rua, ya les dio su bendición. Y el no menos abyecto Domingo Cavallo, también. Su alegría desbordó los muchos esfuerzos que hicieron sus socios por ocultarlo. Ellos los de entonces, siguen siendo los mismos. Están de regreso.

Hoy como ayer, no los convoca una ideología, ni el programa de gobierno del que todavía carecen, ni mucho menos reparan en doctrinas que tampoco tienen u olvidaron, nada de eso: no los une el amor, sino el espanto. Odian al peronismo, y eso es todo.
Y no temen ganar. Están preparados para la peregrina posibilidad. No tendrán proyectos, planes, ideas ni programas, pero tampoco los precisan. Bastará con atravesar los cuatro años de su gobierno echándole la culpa al gobierno anterior. Es fácil, los grandes medios acompañarán, y está la historia para respaldarlos.
Entre 1955 y 1973, hicieron lo mismo. Durante casi dos décadas decadentes, la impericia general era explicada así: Perón, el peronismo, los peronistas, habían arruinado a tal punto el país, que ya mejor tratarlo como a un muerto. Se obviaba el futuro, se lloraba el presente por culpa del pasado. Todo era ayer atroz, irremediable. Tango sin fin.
Ahora harían lo mismo. Ya lo avisan. Que el país queda en una situación muy complicada, y bla blá. Es todo lo que tienen: bla blá. Lo que tuvieron siempre, por eso al cabo de aquellas dos decadentes décadas, lo fueron a buscar, viejo y cansado, a Madrid.
Si el país no fuera un barco en el que viajamos todos, hasta sería divertido verlos ganar. Repetir paso a paso la entrega y el desvarío, mirar cómo se les escapan los índices de desempleo, escucharlos explicar lo inexplicable, ver cómo uno por uno clausuran todos los planes de ayuda social, así como entonces les bajaban el sueldo a los jubilados para pagarles a los grandes bancos extranjeros… y tragar pochoclo mirando cómo se deshacen día a día, cómo les renuncian los vicepresidentes y se les quiebran los ministros; cómo les tiran con la montada a las Madres de Plaza de Mayo, cómo los bancos se quedan con la guita de la gente, cómo ejecutan 39 personas en dos días, y cómo se los lleva, por fin, un helicóptero. Sí, serían cómicos si no fueran tan peligrosos…
Pero son ese monstruo hecho con restos de muertos que en vida también fueron terribles. Son el regreso de aquel frankestein electoral que casi nos borra del mapa. Ningún chiste. Cuidado.


jueves, 19 de marzo de 2015

CASO NISMAN: OTRA DE PIRATAS...

Apurados por el odio a Cristina, Magnetto y sus muchachos ya hablaban con el papa Francisco para canonizar al fiscal Nisman sin mayores trámites.
Pero otra vez la realidad no supo acompañarlos. Todos los días nuevos datos y más fotos revelan a un hombre que -dijeran Los Auténticos Decadentes- vivía entre “patines y levantes, programas todo el día, una agenda secreta, con una doble vida”

SOMOS LOS PIRATAS





“Toda una vida fiel,
al gato y a las trampas”.
Los Auténticos Decadentes.




Nadie es mejor porque se muere.
Y otra cosa: eso de que no hay que investigar a la víctima es un viejo eslogan estupido inventado tan luego por el muerto de Bernardo Neustadt cuando el asesinato de María Soledad Morales se volvió funcional para el gobierno de Carlos Menem.
Siempre hay que investigar a la víctima. No hay un camino mejor para llegar al victimario. ¿A quién se le ocurre no querer saber dónde iba, con quién se juntaba, qué hacía, cómo se portaba el muerto, eh?... Al muerto de Bernardo Neustadt, nada más.
Sin embargo no. Con renovado énfasis, jóvenes panelistas opositores, indignados políticos ídem, y otros concursantes del 18F, atropellados por la verdad, infantilmente se tapan los oídos mientras gritan porque no quieren saber, no quieren ver ni quieren oir qué pedazo de patético tarambana estaban a punto de canonizar.
De pronto el nuevo santo de la espada era un viejo demonio de la noche admirado incluso hasta por Guillermo Coppola, pirata por antonomasia. Chicas, risas, viajes, fiestas. Viva la pepa. Hay fotos. Muchas fotos. Cada vez más.
De pronto el íntimo amigo que le prestó el revólver que lo mata, era más bien un testaferro que le pagaba para tener trabajo, mientras lo ayudaba a lavar guita, y que ahora prende el ventilador harto de encubrir a su buen amigo Alberto que mirá en qué quilombo lo metió... ¡A tomar por culo, Alberto!...
Porque de pronto resulta que el valiente fiscal lavaba dinero, malversaba fondos públicos, mantenía y explotaba ñoquis, practicaba el cohecho, y de la AMIA ni hablar. Diez años, y nada. Un tiro en la cabeza.
A todo esto su ex esposa la jueza federal Sandra Arroyo Salgado, que tan dramáticamente irrumpiera en la pantalla chica argentina pidiendo prudencia a los unos y los otros; de pronto reparte gacetillas, fotos, hipótesis y pericias paralelas mientras impide otras oficiales y pide silencio y sale a hablar, y todo al mismo tiempo.
Como una burla siniestra de la suerte, vuelven travestidas las imágenes del 18F, aquella marcha de paraguas sin propuestas y en silencio, ahora ganan con los días un brillo distinto, una pátina cómica que recuerda con tristeza la fuerza que todavía tienen los grandes medios para vender gato por liebre.    
Sus participantes, que aquella tarde se mojaron tanto y tan al pedo, ahora, ante los hechos, ¿qué pueden hacer?... Taparse los oídos, cerrar los ojos, gritar bien fuerte “no toquen al muerto”.
Y es lógico.
Porque en cada foto de Nisman de joda con sus chicas; en cada nueva revelación de su fiel Lagomarsino; en cada nuevo paso de su dolida ex esposa; ellos ven un dedo que los señala cagándose de risa.
No, mejor no hablar del muerto.
No rindió lo que se esperaba. Apurados por el odio a Cristina, ungieron mártir a un pirata digno de Los Auténticos Decadentes.
Sí, mejor no investigar a la víctima.
Y no mojarse más al pedo por culpa de Magnetto.


"No tenemos vacaciones, ni feriados"...

sábado, 28 de febrero de 2015

MUERTO NISMAN, VIVA BOUDOU…


Cuando la fiesta de la oposición alcanzaba su clímax, el juez Daniel Rafecas les cortó la música de golpe: Cristina no era la asesina de Nisman, ni tampoco su gobierno es una célula de Al Qaeda. Un golpe durísimo para los medios del miedo, que por 24 horas tartamudearon su desconcierto sin conseguir siquiera explicar de qué color era un vestido azul.
Por suerte siempre está Boudou para salvarlos.


AMADO AMADO





La resolución del juez Daniel Rafecas ante la denuncia contra la presidenta elaborada por el fiscal Alberto Nisman, -aunque presentada finalmente por su colega Gerardo Pollicitas (con la misma fe con que se juega al 37 en la ruleta)-, cayó como un corte de luz en pleno festejo.
La oposición -con sus periodistas al frente, y sus políticos detrás-, llevaba ya más de un mes pregonando sin decirlo la culpabilidad del gobierno en la muerte de Nisman. Palabras más, palabras menos, Cristina lo había asesinado.
Los móviles estaban a la vista –la verdad no, la verdad todo lo contrario, pero a la oposición qué le importa la verdad-: Nisman había descubierto la pertenencia de Cristina, y de su canciller, al terrorismo islámico. Palabras más, palabras menos. Así las cosas, sencillamente, según los panelistas de la oposición -cuyos políticos repiten obedientes-no quedaba otra, claro, que matarlo. Berni borraría las huellas, y Aníbal Fernández enterraría el cadáver con la ayuda de Capitanich y Kicillof, como hacían Ray Lliota y De Niro en Buenos muchachos. Todo cerraba. La fiesta comenzó.
Una marcha contra el gobierno, marcó su apogeo el miércoles 18. Aunque bajo la lluvia y sin propuestas –porque propuestas no hay-, un grupo de fiscales –confiados en su anonimato, y de la mano de Magnetto-, la convocó y la encabezaba. Y allí los políticos de la oposición –siempre atrás, siempre escondidos-, tocaron el cielo con las manos, por un instante propia la multitud ajena. (Ver El silencio de las cacerolas).
Horas de gloria, cómo no.
Ya no hacía falta más nada, Nisman lo era todo.
Su inmolación, su valiente muerte en manos de un gobierno ya por completo desbocado, acorralado, desesperado al punto tal de salir a asesinar fiscales… Fiscales que por fin se levantaban, levantando así la última esperanza de acabar con esta dictadura, de encontrar algo mejor que Macri, Massa, Carrió, Binner, y los inútiles de siempre…
¡Por fin el Poder Judicial llegaba sobre la hora como la caballería para salvar al gran pueblo argentino que tiene Pinamar lleno de negros!… ¡Por fin la Justicia sería justicia!… Otra que la consagración de la primavera.
No podía pedirse más.
Cristina sería fusilada.
Y no.
De repente no, simplemente no.
De repente Rafecas va y les corta la luz, y se acaba la música, el dancing se detiene, y todo es silencio, desconcierto... Pasmo… ¡¿Pero qué mierda pasa aquí?!...
Por más de 24 horas los medios del miedo farfullaron palabras más, palabras menos, pero palabras apenas. Ya no completaban una frase, ni hablar de un pensamiento, el tartamudeo se hacía moda: la Justicia de la que esperaban tanto, de pronto les escupía la cara… ¿Pero entonces para qué fuimos a la marcha, eh?... Y Cristina, entonces… ¿no sería fusilada?...         
Decepción, dolor, espanto.
La resolución de Rafecas no sólo reduce la denuncia de Nisman a un esfuerzo impropio de un estudiante, sino que para colmo destaca la acción del gobierno en la causa AMIA, y recuerda que Nisman, encima, decía lo mismo.
Pero Nisman ya no importa, Nisman ya no sirve. No lo mató Cristina, y esto lo vuelve inútil. Como un barco de piedra, su caso ya empezó a hundirse hacia el fondo del olvido de las páginas interiores de los medios que, apenas ayer, se rasgaban las vestiduras con sólo mencionarlo.
Con los reflejos de un mueble –o de un contendiente muy golpeado-, Clarín y sus ecos incontables demoraron más de 24 horas en reaccionar y contragolpear… Pero de su galera exhausta ya no pudieron sacar otra cosa, otra vez, que el viejo truco de Ciccone y Boudou.  
Porque ahí sí, ojo, ahí un día, la oposición –y no sólo sus periodistas, sus políticos también- promete, por fin, acertar una. Un día. Seguro. (Bueno, casi seguro)…
Mientras tanto por qué no preguntarse -como Julio Cobos entre otros-, si ese vestido que vemos es azul y negro, o dorado y blanco… o verde podrido, como quedaron todos... 


sábado, 21 de febrero de 2015

A FALTA DE IDEAS, BUENOS SON NISMAN…



El último miércoles 150 mil porteños (según informan Clarín y La Nazión) marcharon por el centro de Buenos Aires bajo la lluvia y en silencio, expresando así –entre la lluvia y el silencio- la tristeza y la impotencia de no tener en quién creer.
 Los convocaba un grupo de fiscales cuya mayor virtud es ser desconocidos por sus convocados. 
Detrás y escondidos, perdidos y camuflados de ciudadanos comunes, los referentes de la oposición, aún más callados, pero contentos. 
A falta de ideas...



EL SILENCIO DE LAS CACEROLAS

Patricia Bullrich: que la alegría por el odio a Cristina,
no opaque la tristeza por Nisman




A meses –minutos- de las próximas presidenciales, el único programa de gobierno que se conoce, el único proyecto de país –con sustento ideológico y doctrinario-, es el del oficialismo. La oposición, en cambio... allí va: marcha callada y escondida en el fondo del resentimiento y la impotencia de los que sólo saben qué no votarán, pero no qué votarán. Sin embargo se los vio felices, ocultos bajo sus paraguas, pero locos de contentos: por un minuto propia la multitud ajena... 
El Martiyo sigue con atención las declaraciones de los referentes de esa oposición. Busca descifrar, en el entramado de lugares comunes y
La Donda y Binner: chochos y de marcha.
promesas de manual que los caracteriza; sus propuestas, sus planes, una idea. Pero ya sólo hablan del caso Nisman. Para eso los consultan, claro. Y ellos van y hablan, más bien. De otra forma el público podría olvidarlos. 
Critican, previsibles, a Cristina, y a todo su gobierno por todo lo que hace y deja de hacer. Y por todo lo que hizo, y dejó de hacer, y por todo lo que hará, y no. Cantan la canción que quieren escuchar los que no quieren a Cristina, pero a ellos tampoco. En los medios funcionales a los fondos buitres y sus secuaces, un coro de panelistas les da la razón, y eso es todo.
Ni una idea, ni un proyecto, ni una respuesta clara a la hora de explicar cómo harán, por ejemplo, para mantener la AUH y las jubilaciones más altas de la región, sin tocarles el culo a los intereses de las corporaciones que financian y apoyan, tan luego, sus candidaturas. Mejor no hablar de ciertas cosas. 
Piden justicia a los gritos, pero no para todos, para la causa Papel Prensa, por ejemplo, no. De eso tampoco se habla. 
De pronto son todos detectives listos para esclarecer la muerte de Nisman, a cambio de un voto. Y eso es todo. 
Encendidos, todavía alardean de una victoria en las últimas legislativas, pero al mismo tiempo lloran la supremacía parlamentaria del oficialismo, sin terminar de explicar cómo fue que perdieron esa victoria de la que tanto alardean. Todo les sale mal.  
Gil Lavedra: ¡mejor no sirve!
Forman, deforman, fundan y funden frentes y alianzas que dan risa cuando no pena. O miedo. Tejen como pueden el crochet de votos multicolor que el odio a Cristina les prodigue. Se juntan y se rejuntan, se abrazan y se acusan, de narcos, de traidores, de boludos. Sin futuro por delante, adoptan la forma del recipiente diario que los contiene, y así se diluyen en la coyuntura invocando hoy los mismos principios que negaban ayer, y viceversa. Eso es todo.
La vieja Unión Democrática, no se entrega. De pronto los troskos marchan con la Sociedad Rural, y la izquierda cierra filas con Mauricio Macri. Todo vale cuando nada sirve.
Y la Carrió, que va y viene revoleando denuncias como un trompo envenenado…
Y De Narváez, que resucita como buen pescador que oye el río revuelto.
Y Massa, que se hace el tucumano, el cordobés, el bueno… pero que rebota sin solución contra los límites estrechos de los countrys de Tigre.
Y Pino, ora abrazado a Mariano Grondona, ora –ahora- a Sergio Massa...
Y Binner, sus fotos con Magnetto, su apoyo a Capriles, su expulsión del foro de San Pablo, sus vestigios…
Eso es todo.
Una marcha callada por el centro de Buenos Aires detrás de unos fiscales en los que sólo confían quienes no los conocen. 
Y la lluvia, y el silencio.
Y nada más. 
Ya no rompen sus cacerolas.
Ya saben que llaman a nadie.


sábado, 6 de diciembre de 2014

PASÓ EL TIEMPO, Y NADA MÁS...


Llevamos algunos meses sin actualizar nuestro blog, pero la realidad nacional es tan estable –muy más allá de su diaria turbulencia-, que volvemos y lo encontramos todo igual: el gobierno que gobierna, y la oposición que se opone sin tener nada que poner.
Satélite histórico del peronismo, el antiperonismo gira a su alrededor, y en el vacío.

LOS UNOS Y LA NADA





Pasó el tiempo y muchas cosas, y nada al mismo tiempo. O sí, pero en hondura, no en dirección.
El arco opositor –para llamar de alguna manera al lazo invisible cada vez más visible que une a la oligarquía terrateniente, la timba financiera internacional, las metástasis de la dictadura, los sectores más reaccionarios de las Fuerzas Armadas y la Iglesia, y coronando la operativa, el monopolio mediático Clarín-La Nazión-, sigue a la deriva, disparando a ciegas entre contradicciones profundas y de las otras; corroído por el propio descrédito que supieron conseguir, rascando minucias en la coyuntura inocuos por pueriles, sin propuesta ninguna, sin convocatoria popular, sin representación real, sin ideas, a la deriva. A lo lejos oímos el ruido de rotas cacerolas… pero ya muy a lo lejos. Como agotadas de llamar a nadie.
Del otro lado, el gobierno, Cristina, vapuleada, agraviada, insultada, pero afianzada, arriba al final de su segundo mandato –tercero del modelo que encarna-, más fuerte, o no menos fuerte, que en los días previos a las PASO de 2011, cuando los medios del miedo auguraban seguros su desastrosa derrota. Y todo lo contrario los esperó en los hechos.
Ya entonces -después del Huracán Cristina de las últimas presidenciales-, nos preguntábamos con sincera intriga por qué Clarín –lo que es, supone y oculta- insistía con una estrategia que tan tristes resultados le había dado.
Agravios, mentiras, insultos, todo terminó en la victoria aplastante de CFK, pero ellos siguieron igual. Como aturdidos por la derrota. Como Hitler en su sótano de Berlín, desplegando tropas que ya no existían.
Pasó el tiempo y muchas cosas, y nada al mismo tiempo. O sí, pero en hondura. El gobierno profundizó su acción, no traicionó su dirección. Insistió irreductible en su política inclusiva, reforzó planes sociales, enfrentó a los fondos buitres y les puso el pecho; en un gesto de incuestionable soberanía, encabezó una avanzada internacional que rápido tuvo el apoyo de la Asamblea de las Naciones Unidas; y ahora también va detrás de los grandes fugadores de riqueza, los intocables de siempre, que ya no lo son, y ahí la rabia, que crece y desespera. Tal vez por eso, superficial y fútil, la oposición se hunde en esa misma hondura ajena.
“La oposición es un océano de un centímetro de profundidad”, no pudimos precisar al autor de la sentencia, alguien nos dijo que era Aníbal Fernández. A quien fuera, salud. La oposición es un océano de un centímetro de profundidad. Y sin embargo, en su impericia, en ese mínimo centímetro, va y se ahoga.
Sin proyectos, sin candidatos definidos, sin consistencia ideológica, adoptando la forma del programa que los invita, incapaces todos juntos de llenar un almacén de barrio; a las patadas y entre traiciones mientras se acusan de narcos y de golpistas (ellos mismos, sí, qué risa); las presidenciales de 2015 se les vienen encima y los encuentra así: abrazados a los mismos medios que insisten con la misma estrategia que ya fracasó.
La gran cuestión cruza la historia como un tren de dudas. Durante los 18 años que fueron de 1955 a 1973, el peronismo –Perón- estuvo proscrito, incluso prohibido su nombre (La Nazión lo llamaba “el tirano depuesto” -porque llamaba “libertadores” a los asesinos del bombardeo contra la gente en Playa de Mayo-); se quemaban sus fotos, ni en chiste se lo mencionaba, se decía “el que te jedi”, se lo barrió de la historia, se le adjudicaron desde los medios y las escuelas, todos los males argentinos; y para mejor, o peor, durante esos 18 años, el antiperonismo articulado –de izquierda a derecha- contó con todo el apoyo y la subvención de los grandes bancos extranjeros, de los grandes monopolios, del Departamento de Estado, de la Santa Sede, de la Sociedad Rural, y por efecto simpatía, de las Fuerzas Armadas. Y 18 años después lo fueron a buscar porque entre todos y con tanto, en tanto tiempo, no pudieron resolver un pomo.
Es el eterno problema del antiperonismo. Como es anti, por su propia naturaleza, sólo puede destruir, y cuando ya lo destruyó todo… tiene que llamar al que construye para poder romper de nuevo.
Pasó el tiempo y muchas cosas, pero… 


Plaza de Mayo, 16 de junio de 1955.

sábado, 22 de marzo de 2014

VERANO DEL 14: CIEN AÑOS NO ES NADA…


Senadores norteamericanos exigen a la FIFA expulsar a Rusia del Mundial de Brasil, en tanto parlamentarios rusos le piden a la FIFA que mejor expulse a los Estados Unidos. En simultáneo, tropas prorrusas ocupan otras dos bases militares en Crimea, los heridos y los muertos suman y siguen, y Obama, Putin y la Merkel, cambian ironías, amenazas y manotazos. China, apenas, como ajena, busca un avión perdido.


LOCOS DE LA GUERRA




Infantiles y feroces como dementes peligrosos –mientras las tropas rusas ocupan otras dos bases ucranias en Crimea, y los primeros muertos suman y siguen-, senadores norteamericanos le pidieron a la FIFA que expulse a Rusia del Mundial de Brasil, y en reciprocidad diplomática, senadores rusos le pidieron a la FIFA que expulse a Estados Unidos del Mundial de Brasil. Infantiles, feroces, peligrosos.
Los dos senadores norteamericanos –Mark Kirk y Dan Coates, a la sazón republicanos-, le escribieron a Joseph Blatter: “Tras la ocupación militar de un territorio de Ucrania, solicitamos a la FIFA que excluya a Rusia el mundial y le retire la organización de la Copa del Mundo de 2018”.
Los parlamentarios rusos, por su parte –Alexander Sidyakin, y Michael Markelov, en carta con membrete oficial del parlamento que preside Vladimir Putin-, le exigen al mismo Blatter, que “A la luz de las agresiones de Estados Unidos contra varios estados soberanos como Yugoslavia, sin una razón particular; Irak y Libia, alegando la búsqueda de armas químicas, el intento de invadir y ocupar Siria y los numerosos casos de violación de los derechos humanos alrededor del mundo revelados por E. Snowden, solicitamos respetuosamente que convoque una reunión de urgencia de la FIFA para tratar la expulsión de los Estados Unidos de su organización y la exclusión de su selección del próximo Mundial de Brasil”.
Rusos y norteamericanos, eso sí, coinciden en recordarle al ahora apretado Blatter, que por razones similares se excluyó a Yugoslavia de la Eurocopa del 92 y del mundial del 94. Entonces un distendido Blatter no tuvo problemas en justificar la decisión diciendo que  “no es bueno mezclar política y deporte, pero la FIFA tiene que respetar las decisión de Naciones Unidas”.
En la semana el gobierno norteamericano bloqueó los fondos de más de 30 funcionarios rusos, exceptuando a Vladimir Putin, en respeto –o por temor- a su estatus de jefe de estado. Inmediatamente, el gobierno ruso bloqueó fondos de funcionarios norteamericanos. Uno de ellos, un senador, lamentó por Twitter “ya no poder pasar mis vacaciones en la Siberia”. Putin, a su vez, aprovechó la eximición para considerar públicamente depositar su salario en un banco de Nueva York. Qué graciosos todos.
Mientras se escriben estas líneas, sábado 22 de marzo, tropas rusas ocupan otras dos bases crimeas que eran de Ucrania, como toda la Crimea, pero ya tampoco.
Un comunicado del Ministerio de Defensa ruso informa a su vez que de los 18 mil soldados ucranios apostados en Crimea, “sólo dos mil han manifestado su voluntad de ser repatriados”. El resto –chocho- se unió al ejército ruso.  
La Unión Europea y los Estados Unidos –a quienes de aquí en adelante llamaremos Los Aliados (las cartas ya están sobre la mesa)- se esfuerzan por mostrarle los dientes a Rusia… pero más de una vez el gesto bravío degenera en la mueca de una trémula sonrisa. El gas, recuerdan. El gas ruso.
Hoy la UE produce el 6 de la energía mundial, pero consume el 14. La diferencia es dependencia.
En 2002 el gas ruso representaba el 45 por ciento del gas importado por Europa. En busca de nuevos proveedores, en 2012 por primera vez Noruega lideró las exportaciones de gas a la UE, pero en 2013 Rusia volvió al primer puesto con el 30 por ciento.
Angela Merkel, con determinación germana, avisó ayer que Estados Unidos podría ser un nuevo proveedor de gas para Europa. Pero al toque admitió que eso llevaría a la creación de una red de regasificadores, que hoy no sólo no existe, sino que llevaría muchos años construirla.
Hay quienes intentan restarle dramatismo a la situación recordando que el gas no representa sino la tercera parte de la energía europea. Pero a muchos la reflexión no les sirve de nada.
Más del 50 por ciento del gas que consume Alemania viene de Rusia; el 100 por ciento del que consume Finlandia viene de Rusia; como el 93 por ciento que consume Eslovaquia; o el 83 de Polonia, el 82 de Hungría y el 80 de Grecia. Por ejemplo.
Por todo eso y más, Angela Merkel, mientras consideraba a los Estados Unidos como un futuro posible proveedor de gas, confió expresamente en que Rusia no cerrará la canilla de su gas, “porque aún en los momentos más difíciles de la Guerra Fría, Moscu supo cumplir con sus compromisos con la UE”.. Y así su rudo intento por mostrar los dientes, degeneró en esta triste sonrisa lastimosa.
Como quien desespera entonces con un pomo de carnaval frente el gran incendio, en pos de resolver la energía continental en 24 horas, comisiones carísimas de funcionarios lerdos apuran ahora reuniones inútiles, o cuyas conclusiones, tardías cuando no trágicas, alucinan soluciones para un futuro que aún inmediato, no deja de resultar lejano… Que traer gas licuado de Estados Unidos, que reducir el consumo un poco más, que extraerlo de África, que echar a la chimenea todos los muebles…
Recién comienza la primavera en Europa, pero el invierno volverá sin faltas cuando acabe el verano. ¿Y entonces?... ¿Las bravuconadas y las ironías que hoy cruzan Obama y Putin, las amenazas de la Merkel y sus reugos, el avance de las tropas rusas, habrán terminado?... ¿Todo se habrá resuelto? O por el contrario Putin le habrá cortado el gas a Europa, recordándole así, como a Napoleón y a Hitler, lo duro que suele ser el invierno ruso.
Mientras tanto, esto es lo que hay: muertos que siguen muriendo, tropas de un lado y del otro que se desplazan y parapetan; parlamentarios futboleros, jefes de estado que se burlan, cambian ironías, se empujan y se amenazan, y dan marcha atrás y vuelven a empezar, sin encontrar nunca la salida.
Ayer también, el severo Alfredo Grieco y Bavio, en un muy lúcito artículo (ver aquí), recordaba -como El Martiyo siempre- las cada vez más y más temibles analogías de este presente europeo, con aquel plácido verano de cien puntuales años atrás.
Y China –a todo esto- busca el avión malayo. ¿Sí?...

* * *

sábado, 8 de marzo de 2014

viernes, 28 de febrero de 2014

MÁS DE 1000 PALABRAS - HOY: "Sombras de la historia", con Angela Merkel y Benjamin Netanyahu...

El Martiyo Producciones Presenta...


*Más de 1000 Palabras*
(galería de imágenes)

Título:

"Sombras de la historia"

Angela Merkel, canciller alemana,
y Benjamin Netanyahu, primer ministro israelí.

* * *

miércoles, 12 de febrero de 2014

Destellos Ajenos - Hoy: Rodolfo Walsh.





Destellos Ajenos:

“Nuestras clases dominantes han procurado siempre que los trabajadores no tengan historia, no tengan doctrina, no tengan héroes ni tengan mártires. Cada lucha debe empezar de nuevo, separada de las luchas anteriores; la experiencia colectiva se pierde, las lecciones se olvidan. La historia parece así como propiedad privada, cuyos dueños son los dueños de todas las otras cosas”.


Rodolfo Walsh

Destellos Apócrifos - Hoy: Martín Karadajian...

Destellos Apócrifos:



"Hay hombres que luchan toda la vida, esos son los imprescindibles".



Martín Karadajian

viernes, 31 de enero de 2014

ESCUPIDAS AL CIELO: ACUARELAS PORTEÑAS…



Hasta que enero por fin se llevó de vacaciones a las mayorías porteñas, Buenos Aires no tuvo paz. Calor y cortes de luz, pero además, restorantes abarrotados, estacionamientos llenos, shopings saturados, colas para todo y todo que se acaba, menos la remarcación constante que, sin embargo, no reprime el consumo. 
Misterios de la ciudad de la furia, jamás un estado de bienestar semejante, provocó tanta ira.


ESCUPIDAS AL CIELO




Rabioso, enceguecido por la furia, cuando el contrargentino se queda sin argumentos políticos razonables, desvía su ataque hacia el plano personal. Allí entonces, sin error, El Martiyo escucha siempre la misma sentencia: “hay que esta acá para hablar”, o en su defecto, “vos hablás así porque no estás acá”.
Como ya hemos explicado algunas veces, El Martiyo es un órgano periodístico de verdad libre, de verdad independiente; individual, unipersonal –aún operando desde la primera persona del plural-, y escrito en argentino para argentinos -de cualquier nacionalidad que fueran-, pero escrito fuera de la Argentina. Entonces el contra, nos dice siempre lo mismo: “hay que estar acá para hablar”, sin importar que nadie está en la Argentina, sino siempre y apenas en un puntito de la Argentina; sin considerar tampoco cuánto nos informemos sobre el país, ni cuánto lo vivimos porque allí viven nuestros seres más queridos, y allí siguen estando nuestros bienes materiales, y nuestro trabajo y nuestras deudas, y que fuera del país, además, como santos por pecadores, pagamos el 35 por ciento de impuesto sobre cada peso que gastamos por culpa de los especuladores que al sonar del Clarín corren espantados hacia la fuga de divisas, hacia el suicidio social… una vez más, y van...
“Hay que estar acá para hablar”, sin embargo, tampoco le impide al contrargentino hablar de países que ni siquiera ha visitado un fin de semana, pero que siempre y por supuesto serán mejores que la Argentina, “más adelantados”, y “más civilizados”... “Hay que estar acá para hablar, supone, además, que basta una ubicación geográfica para comprenderlo todo. La economía mundial, su política, el mundo, y sus detalles.
“De lejos dicen que se ve más claro”, cantaba Serrat, pero igual agarramos y fuimos allá para poder hablar acá. Aterrizamos en Buenos Aires poco antes de navidad, y 40 días después de cruzarla por todos lados, recorrerla, observarla, circundarla, disfrutarla y sufrirla, nos volvimos con el eterno asombro que provoca ese pueblo tan extraño, el pueblo que, después de todo, votó dos veces a Fernando de la Rua, ¡una para presidente!...
Hasta que enero se llevó a las mayorías porteñas de vacaciones, éstas avanzaban sobre los comercios con una dinámica muy parecida al pánico; saturaban restorantes, agotagan stocks, encarecían por demanda cualquier oferta, y se empastaban en las avenidas, en autos, en bondis o a pie, una masa compacta, densa, hirviente, se derramaba sobre las calles, y las cubría. Eso vimos.
Vimos una ciudad colapsada por sí misma. El verano impío, los cortes de luz y sus cortes de calles, desvíos imprevistos, embotellamientos, puteadas, estacionamientos que se desbordan, interminables colas en grandes supermercados sin embargo insuficientes, los pasajes que se agotan para todas partes, como el lechón y los pollos, y la mejor carne del mundo, y aún así, o por lo tanto, una puteada en cada boca. Como si se tratara del condenado éxito con que nos amenazaba Duhalde. Eso vimos.
Un porteño muy nervioso, y muy gordo, vimos. Que se queja con una mano, y consume con la otra. Y no escuchamos argumentos, escuchamos agravios. No había gratitud. Ni a Dios, ni a nada. Reclamos, había, rezongos, el temblor de una injusticia en cada voz… Y más agravios, más insultos, desprecios. Ningún equilibrio. Odio. Un odio como tal irracional.
En las mesas esplendía el bienestar vuelto manjares y abundancia. Las mejores carnes, los mejores vinos, el buen pan, achuras, ensaladas de todos los colores, la Argentina al palo. Nunca como ahora Buenos Aires parecía un país aparte. Un mundo aparte.
En Europa mientras tanto el precio de la calefacción se ha vuelto imposible para grandes franjas de sus clases medias, que tiritan de hambre frente a las ollas populares, ahogados en deudas, cocinados en la recesión y la desocupación. Eso al porteño no le importa. No vale el mundo, a no ser cuando no hay cómo explicar el crecimiento y entonces cantan aquel hit de Magnetto Record´s “Vientos de cola”. Ahí sí. Ahora no. Ahora el mundo, la Europa que crecieron adorando, los mismos Estados Unidos que se murieron y aún los guía -como el Flaco Abel del tango-, nada de eso importa nada, ahora... Todo es un desastre, rebuzna el contrargentino con la boca llena, y se va de vacaciones.
A viva voz y en plena vigilia, como si estuviera despierto, sueña con que “este gobierno no llega al 2015”. No sabe con qué reemplazarlo, ni le importa. Y jura que ya no lee Clarín, pero lo repite sin errores. 
El odio que han desarrollado por Cristina, insumirá mucha literatura en los años y décadas por venir, cruzará este siglo, incluso, costará explicarlo. La salud presidencial les inspira más de una fantasía tétrica, que ella desbarata con sus apariciones puntuales, estelares, que más odio desata entre los odiadores… ya no hay regreso. Algo de ese odio los regocija. 
Y no pueden ni precisan explicarlo. Les basta en sí mismo. 
Surge de las profundidades más insondables de esa ciudad siempre a contramano del país; del viejo puerto que todavía se sueña un desprendimiento de las Europas, y de ese pueblo tan extraño, que en plena pascua de la abundancia, llueve de abajo para arriba en escupidas imperdonables. 

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domingo, 19 de enero de 2014

DIEZ CONSEJOS PRÁCTICOS PARA LEER LOS DIARIOS, revistas y afines...

DECÁLOGO DEL LECTOR AVIVADO


  1. Antes que los titulares de un medio, lea siempre sus avisos. Si tiene Internet a mano, puede mejor informarse sobre la composición societaria del medio, lo cual le dará sin error su orientación política.
  2. Distinga así fuera en un rápido giro o adjetivo la opinión o el vaticinio, de lo que es información concreta.
  3. Ante cada información concreta, intente establecer la fuente citada, y revise si dicha fuente está de alguna forma asociada o enfrentada –política o económicamente- al medio que habla, o al hecho que se comenta. Si no consigue precisar la fuente, dude de la veracidad de esa información.
  4. No fije en su mente como “información”, rumores, suposiciones y/o chismes. Cuando se tope con expresiones como “fuentes allegadas”, “un funcionario cercano”, o cosas así, considérelas como lo que son: rumores, especulaciones, chismes, etc.
  5. Esté atento a cada potencial: habría, diría, sería, podría, etc. La falsa información, la intencionalidad política, lo que en periodismo se llama “carne podrida”, suele envolverse así.
  6. Separe como la paja del trigo lo que son puras especulaciones subjetivas del autor de la nota, tipo “fulano querría”, “mengano piensa que”, “zutano intentaría”, etc. Nunca olvide que el cronista periodístico no es un narrador omnisciente que habita la mente de sus personajes. Nada que ver.
  7. La objetividad de un medio será siempre imposible, pero su coherencia no. Si saludan en un funcionario la misma actitud que critican en otro, es claro que están haciendo negocios, no periodismo.
  8. Nunca deje de sopesar en sus conclusiones, ante cada cosa que se dice, cuánto se calla con respecto al mismo tema. En los silencios de los medios, muchas veces, queda atrapada la verdad.
  9. Cuando una frase, enfoque o razonamiento se repite sistemáticamente en distintos articulistas de un mismo medio, o de medios asociados, no descarte la posibilidad de una campaña de prensa decidida más arriba, mucho más arriba del autor del artículo.
  10. Mantenga presente siempre el comportamiento histórico de cada medio en los distintos momentos del país. Y recuerde: especialmente en la Argentina, cuanto mayor es la trayectoria, más sospechoso es el medio. Una historia como la nuestra no se atraviesa impunemente.

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sábado, 21 de diciembre de 2013

Los chistes de Borges, hoy... ¿Maupassant?

Los Chistes de Borges



Cuando le preguntan a María Kodama qué es lo que más extraña de Borges, ella no duda en responder: “su sentido del humor”. Uno de los hombres más divertidos de la historia del hombre, sin embargo, decidió pasearse por su siglo disfrazado de viejo aburrido, sin romances rimbombantes ni escándalos de vodeville, con su traje siempre gris, su bastón y su ceguera, su hablar lerdo y trabado, y su genio camuflado de sabio que no sabe. No es arbitrario pensar que esa sola caracterización, única y total, fuera su más secreta y grande broma.




Sus ironías y sarcasmos eran no menos filosos que los cuchillos de sus orilleros, y cuando embestía con ellos, hería de muerte en un rápido tajo.
Cierta vez, letal, se le fue encima al buen escritor francés Guy de Maupassant:
-- ¿Maupassant?... Un periodista que contaba historias de periodistas... Terminó loco, pero empezó tonto.


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martes, 17 de diciembre de 2013

LAS TAPITAS DE CLARÍN – HOY: 6/5/76, desaparece Haroldo Conti, periodista y escritor…


 LAS TAPITAS DE Clarín

No hace mucho Clarín.com agregó un “atractivo” a su deslucido portal, que nos atrajo a nosotros también, y por eso saludamos al extinto monopolio, no sin gratitud. Lo cortés no quita nada, suma.
Y lo saludamos con gratitud porque pese a que pretendieron restringir el recurso a un juego de autorreferencias personales, titulado desde el vamos “Mirá la tapa del día que naciste”; El Martiyo advirtió allí, en cambio, una maravillosa posibilidad de revisar, día por día, la historia argentina moderna a partir de la confesión de parte de uno de sus principales gestores: Clarín.



El 5 mayo de 1976 el escritor y periodista Haroldo Conti era secuestrado frente a su domicilio (Fitz Roy 1205, Capital Federal), por hombres del Batallón 601 de Inteligencia del Ejército. 
Al día siguiente, así informaba el valiente matutino que siempre luchó por la libertad, la democracia, y la justicia… según repiten sin que se les caiga la cara  sus más caros empleados.


Clarín, 6-5-76

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