////// Año XVIº /// Editor Anónimo: Daniel Ares /// "Prefiero ser martillo que yunque", Julio Popper ///

viernes, 25 de marzo de 2011

DESDE LA NACIÓN NOS DESAFÍAN. EL MARTIYO EN NÚMEROS: TODA LA VERDAD.



Encapuchado pero inconfundible, el hombre de La Nación al que aludimos ayer (Ceferino Reato), nos responde mientras nos arroja, como si fueran muchas, sus 700 visitas ajenas. Obligados a la réplica, le descerrajamos todas las nuestras, de verdad nuestras.

22.000 MARTIYAZOS




Comentábamos ayer las dificultades que todos los 23 de marzo pasan los editores de los principales diarios, para preparar cada año la edición del dia siguiente, tan luego desde allí, desde Clarín y La Nación… Brrrr… Más o menos las dificultades que debe ofrecer un elefante si queremos encerrarlo en un armario… vivo. Porque la memoria de ese golpe y su genocidio, es eso: un elefante vivo sin armario que lo banque, por monopólico que sea...
Ahí está el post aludido (ver Quemá esas cartas), donde referíamos el vergonzoso aunque lógico silencio de Clarín –reduciendo el hecho a un cronograma de actividades-, y el gesto en cambio dos veces vergonzoso de La Nación, quien publicó una nota preguntándole a los candidatos –no así a sus dueños- ¿Qué estaban haciendo el 24 de marzo del 76?, y otra, una columna, ya de opinión, de un tal Ceferino Reato, titulada Por qué la gente apoyó a los militares, en la cual el autor, simplificando más que sintetizando, nos ensuciaba a todos impedido de limpiar a sus patrones.
El caso es que Reato nos respondió (al pie de dicho post pueden leer su comentario “anónimo”), y aunque no firma con su nombre, encapuchado pero previsible, se deschava cuando afirma que no nos conocemos, siendo que toda lógica indica que sólo uno sabe quién lo conoce o no (descontando siempre a quienes hemos olvidado que conocemos, y a quienes nos conocen sin que lo sepamos)…
Pero  si, Reato, quedáte tranquilo, tenés razón: no nos conocemos. ¿Y?...  
En cuanto a las muchas visitas que vos decís que tuvo tu nota (“700”), y lo “solo”· que suponés que está nuestro editor… nos resistimos al autobombo, no nos parece fino, pero al igual que Bonaparte, aunque buscamos la paz, nos obligan a la guerra, y aquì entonces,  Ceferino, descargamos como bombas nuestras cifras contra las tuyas, y luego, dijera John Fante, “pregúntale al polvo”...
Pero siempre más cerca de la gratitud que de la vanidad, así como anunciamos el día que superamos la marca de 300 visitas diarias, y luego las 400, nos place anunciar que el último 21 superamos también las 500, con 506 exactamente…
Nos felicitamos, sí, pero sobre todo les agradecemos a todos los lectores –Reato incluido-, y en pago a tanto apoyo, aquí publicamos nuestros números, no sin orgullo, pero sí dentro de la mayor sobriedad que pueda caberle a una victoria.
A la izquierda, en la columna de los gadgets, abajo, hacia el final, aún debajo de la semblanza de nuestro editor, agregamos, empujados por Ceferino, pero para ustedes, porque son de ustedes, un contador de visitas, y actualizado como se usa “minuto minuto”. Dijera Rimbaud, “hay que ser absolutamente modernos”.
Queríamos hacerlo ya el otro día, cuando rompimos la marca del medio millar, queríamos hacerlo cuando superamos el total de las primeras diez mil, y después, cuando pasamos las primeras veinte mil… pero la sangrienta primavera árabe, la nube letal del Japón, “la cosa fuera de control”, el aniversario del golpe, el insoslayable aporte de Clarín y La Nación al genocidio, en fin… no encontramos estos cinco minutos sino hasta que llegaron, y desde aquí entonces agradecemos haciendo públicos nuestros números, según el contador inviolable de Blogspot, y a la altura momentánea de las 21.500 páginas vistas hasta la fecha.
Si el lector quiere un promedio diario, ha de contar a partir del 11 de noviembre último, cuando Clarín tuvo la gracia de censurar El Martillo y expulsarnos de su comunidad, en la cual –y muy bueno es recordarlo hoy (sobre todo para sus bloggers)- con idéntico material, nunca superamos en promedio las 30 visitas diarias.
Pero la tendencia es lo que importa. Porque de esas casi 22 mil entradas, más de 9 mil corresponden al último mes… y así seguimos creciendo, pasamos un día las 300, ahora 300 son nuestro promedio diario, después pasamos las 400, ahora las 500…
¿Mucho? ¿Poco?...
Mucho, sí… porque estas 22 mil entradas corresponden a cuatro meses de blog, es cierto, pero son todas nuestras… Las 700 de Reato son en un día, sí, pero son de La Nación. Todas
No queremos pensar qué marcas alcanzaríamos si El Martiyo contase con todo el apoyo de un monopolio mediático monstruoso… (brrr).
Otra vez gracias a nuestros lectores todos –Ceferino incluido-, y refrendamos nuestro sólo compromiso con ustedes, en la voz del General San Martín: “seamos libres y lo demás no importa nada”

¡Vivan ustedes!
¡Viva nosotros!
¡Viva El Martiyo!


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MEMORIAS DE UN MERCENARIO - HOY: "NUNCA SABRÁS NADA DE NADA" (con los hermanos Herrera Noble)...


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El periodismo es un negocio de extorsión, la prensa libre no existe, y estamos todos rodeados”; fue dicho en el post del 10/11, Una puta inmaculada, que sirve de introducción a esta sección, y donde a la vez anunciábamos estos rápidos relatos destinados a refrendar con hechos las palabras, porque una buena historia vale más que mil imágenes. El autor se retiró de lo que gusta llamar "el periodismo industrial", no arrepentido, pero si medio asqueado, al cabo de 25 años de oficio.
De su experiencia, estos recuerdos.



* * *


El Martiyo Producciones presenta…


"Memorias de un mercenario"
 




“Los mercenarios que he tratado, y con quienes a veces he compartido la vida, combaten de los veinte a los treinta años para rehacer el mundo. Hasta los cuarenta, se baten por sus sueños y por esa idea que de sí mismo se han inventado. Después, si no han dejado la piel en la batalla, se resignan a vivir como todo el mundo –a vivir mal, porque no cobran ningún retiro- y mueren en su lecho de una congestión o de una cirrosis hepática. El dinero nunca les interesa, la gloria rara vez, y se preocupan muy poco de la opinión que merecen a sus contemporáneos. En esto es en lo que se distinguen de los demás hombres”.

Jean Lartéguy 

* * *

Hoy: Nunca sabrás nada de nada



Nunca sabrás nada "de nada", habría que agregar al título del último episodio. Porque fue sin embargo en aquella revista que aún no era una revista ni nombre tenía –ni futuro le veía yo-, esa revista de género menor, limitada a la farándula y la tevé, y condenada a no ser más que un satélite del canal que acababa de comprar Atlántida; en ese pasquín, digamos, del que yo no esperaba grandes emociones, y en el que sin embargo me encargaron por primera y única vez en todo mi deambular por distintios medios, una investigación a fondo del extraño caso de los hijos de la dueña de Clarín. Por eso digo: nunca sabrás nada de nada.
Rápida composición de lugar. Abril de 1991, Menem presidente, gran remate gran, salen a licitación también las señales de cable y los canales abiertos, las radios nacionales, provinciales, todo se vende, bah… Las grandes empresas periodísticas entran en guerra. Atlántida se queda con Canal 11, varias radios y algunas señales, Clarín agarra el 13, y otro paquete grande… pero duhaldista ya, se oponía a Menem.
El tema de los hijos de la Noble serpenteaba desde siempre en forma de rumor y en voz muy baja entre políticos o periodistas o gente muy informada, y ya corría el riesgo de convertirse en leyenda, en fábula sin moraleja, o mentira simple… Alguna vez Alfonsín, siendo presidente, había intentado encararlo … pero otra vez retrocedió enseguida.
Sin embargo, por aquellos días, poco antes de esta historia, Guillermo Patricio Kelly había presentado una denuncia contra la viuda en la justicia. Sin demasiada repercusión en los grandes medios, por supuesto..
Hoy  todo eso parece muy claro, entonces no era tan así. La guerra de los medios por más medios estaba en pleno combate –se peleaba por muchísimos millones de dólares-, y entre el humo, las balas y los muertos, nada se veía tan claro…
La nota me la encargó personalmente Constancio Vigil, dueño de esa revista y de la mitad de la Editorial, el hombre que pocas semanas antes yo había mandado preso… (Ver  No odies a tu enemigo: contrátalo).
Era la primera vez que nos encontrábamos a solas cara a cara… Me pareció que le costaba mirame (despuès de todo yo era el hombre que lo había denunciado, que conocía sus miserias); recuerdo que fue serio casi solemne, y muy preciso. No tengo las palabras que usó, pero sí el contenido de sus órdenes: yo debía sugerirlo todo sin afirmar nada, y, sin acausar a nadie, rondar el tema dejando en claro que sabíamos mucho más de lo que decíamos. Inmediatamente, me sugirió hablar con Kelly.
Kelly ya se murió, pero entonces estaba en plena forma, y era temible. No para los periodistas, con quienes solía ser muy gaucho; sino para sus enemigos, que pretendían presentarlo como un payaso, un loco, un espía multinacional, un mercenario… y era un poco todo eso, sí, pero le temían porque los investigaba en serio, y porque muchas  veces los mandaba presos de verdad.
Yo lo traté sólo esa vez, creo que en su casa, donde me citó… recuerdo que grabé la entrevista, pero él también. Apenas encendí mi grabador, Kelly enmudeció de repente, desplegó su rara sonrisa de payaso loco pero peligroso, alzó las manos, me hizo una seña para que espere, y encendió él también un grabador.
-- Si nos grabamos nos grabamos todos  –me dijo y yo también le sonreí.
 Y luego me lo contó todo. Todo lo que hoy tanto hacen por ocultar la señora de Noble, sus socios, sus abogados, sus empleados y sus cómplices... Pero esa es otra historia, no quiero desviarme.
Después de hablar con Kelly investigué un poco más (lo suficiente como para confirmar algunos datos puntuales que le daban veracidad al resto de la historia), y me escribí una nota que me valió algo más que buenos elogios del patrón.
Concentrado en impresionarlo (no para congraciarme con mi reciente víctima, sino por  anunciarle o mostrarle que yo estaba para algo más que esa revistita de mierda), derribé sin desperdicio de municiones cada uno de los objetivos impuestos. En tercera persona, un sobrio narrador omnisciente denunciaba el caso alardeando de su muy buena información, cuidando profesionalmente de sus fuentes, y, sin acusar a nadie, sospechaba de todos, se preguntaba sin responder ni afirmar, pero revelando en cada línea, que sabía mucho más. Que lo sabía todo, bah…
Esas palabras de Constancio, cuando leyó la nota en crudo, sí las recuerdo.
-- Muy bien, eh… casi demasiado bien, le diría…
Nunca entendí lo que me quiso decir.
De cualquier forma tan excelente trabajo pasó por la imprenta pero no vio jamás la luz del día, quedó allí, en un número cero del que hoy no quedarán seguramente ni cenizas…
Y tal vez allí también hubiera quedado este episodio, y yo me habría ido a la tumba por mis cenizas sin comprender jamás el por qué ni el para qué de tanto esfuerzo, tanta precisión y tanta enjundia para nada…
Pero con los años, conseguí otras piezas del puzzle. No todas… pero sí las necesarias como para revelarnos el motivo general…
Esta fuente la reservo para siempre. Un periodista, un colega, un amigo, un mercenario como yo, al servicio entonces del diario La Nación, me cuenta años después que allá, muy en los inicios del menemismo, en el 91 exactamente, lo invitan y asiste a un almuerzo para periodistas en la quinta presidencial de Olivos, del cual también participa la señora Ernestina de Noble. Repito: por entonces Clarín, ya duhaldista, se oponía a Menem.
Tanto así, que en algún momento del almuerzo, medio en broma nunca en broma, Menem le reprocha a la señora de Noble el castigo que recibe de su diario. Este amigo me cuenta que ella se excusa, y en nombre de la libertad de expresión, les endosa la culpa a sus “muchachos”… Más risas.
Hasta que se acabó el almuerzo. Y las risas.
Todo según mi fuente –gente cien por ciento confiable-, la viuda de Noble es invitada entonces a un aparte con el presidente, su secretario Alberto Kohan, y algunas otras personas...
Luego, alguien que estaba adentro iba a contar afuera que allí el mismo Menem le explicó a la señora el doble filo de la libertad de expresión. Y al mejor estilo Michael Corleone e en El Padrino I, le recuerda que ellos también tienen medios, y ahí nomás le tira una revista, aún inexistente, a punto de ser lanzada por una poderosa editorial, y cuyo primer número presentaría una larga y muy completa nota contando por primera vez para el gran público argentino, la verdadera historia de sus hijos adoptivos…
-- Medios tenemos todos… -nos gusta pensar que le dijo.
Hoy ya es pública la historia del pacto Menem-Clarín, que luego se rompe cuando el enfrentamiento con Duhalde llega a su punto más caliente, y Menem le tira con el juez Marquievich, y… hoy todo está más claro.
Y está claro también lo que ya dije alguna vez en El Martiyo: ningún periodista argentino, mayor de 40 años, ignoraba la historia de los hijos de Ernestina… Ninguno.  Se llame como se llame, Morales Solá, Santo Biassati, Ricardo Kirchbaum, o el tibio Bonelli. Todos lo sabíamos así como cada uno de nosotros sabe por qué calló… o calla todavía. (Aunque la razón entre mercenarios, es siempre la misma, a qué engañarnos: el dinero).
No, no puedo asegurar que esa revista con la cual Menem amenazó a la Noble era aquél número cero de Tele clic. Pero tampoco descartarlo.
Si sé que por aquellos días Constancio Vigil era un habitué de Olivos; que la guerra de los medios era un título de las revistas, pero una carnicería cierta; que los ataques al Grupo Clarín desde Tele clic continuaron por un buen tiempo pero limitados a lo institucional, a sus productos y sus figuras; y que cesaron de pronto un día en el cual el propio Constancio bajó a la redacción para darme la orden expresa y personalmente con su gravedad castrense.
-- De aquí en adelante, no nos metemos más con Clarín. Ni a favor ni en contra.
Alguna victoria, alguna tregua, se había conseguido.
Alguna forma de extorsión, había vuelto a funcionar.
No los nombramos nunca más. Pero la guerra continuó. Enemigos nunca faltan, por suerte...
Y pronto mis artes de mercenario andado serían muy valoradas en aquella revistita que ahora descubría que en realidad era un comando especial camuflado para operaciones encubiertas.
Nunca sabrás nada de nada.


(continuará)...

ANÉKDOTAS. HOY: "Hombre en suspenso", con Francisco de Quevedo. Y olé.

Anékdotas

Hoy: Hombre en suspenso

Con Francisco de Quevedo


Mucho antes de que la política y la cárcel acabaran con su ánimo y sus tripas, en tiempos de juventud, en su Madrid natal, Francisco de Quevedo era aún más conocido por su sentido del humor, que por sus versos.
Se cuenta que cierta noche, solo por la calle, es asaltado por una pandilla de bromistas, que escudados en una bella joven, consiguen convencerlo de entrar en un cubo, un especie de tonel, que ellos luego alzarían a partir de unas poleas, para oírlo recitar allá en lo alto...
Quevedo accede, pero una vez arriba, allí colgado, la joven y su pandilla lo dejan y se van.
Para su suerte al rato un ronda nocturno percibe un bulto entre las sombras de la altura, y grita:
-- ¡Quién vive!...
Y la voz del Siglo de Oro que responde:
-- Soy yo, Quevedo… que ni subo, ni bajo, ni me quedo…

* * *

jueves, 24 de marzo de 2011

A 35 AÑOS DEL GOLPE, CLARÍN CALLA, LA NACIÓN OTORGA...

En un nuevo aniversario del golpe militar que en su momento aplaudieron, acompañaron y encubrieron, La Nación y Clarín se la rebuscan como pueden para pasar el día del ahorcado con la capucha del verdugo todavía puesta.


QUEMÁ ESAS CARTAS

Otra tapita de Clarín. (*)



Como ex profesionales del periodismo industrial, podemos imaginar casi con exactitud lo difícil que debe ser resolver la edición de cada 24 de marzo para los responsables de los principales diarios, mucho más hoy, cuando ya no hay gobierno que los encubra. Difícil como hablar de la soga en la casa del ahorcado, cuando uno es el verdugo.
Tan luego hoy, más abajo, recordábamos la reacción de ambos medios apenas en la edición del día siguiente al golpe. (Ver Hoy una tristeza, ayer una ilusión).
Si hasta podemos oír la pregunta que se deben hacer cada 23 de marzo los editores de estos diariso: ¿Cómo se levanta este caballo?... ¿Con qué cara, ahora, salir a rasgarse las vestiduras por el golpe de ayer y la democracia de hoy cuando entonces no dijimos nada, peor, cuando fuimos cómplices?...
Clarín prefirió pasar el aniversario en puntitas de pie, apenas un cronograma de actividades ascético y minimalista y del todo objetivo. Una pieza de quirófano, se diría por lo esterilizada. Desde luego ninguna mención a la adquisición de Papel Prensa ni a los hijos de la Noble, más bien. Ja.
La Nación, en cambio, con la cara de piedra que le quedó a Mitre en las estatuas, se atreve a un par de artículos que más y mejor que aquellos hechos, nos recuerdan el cinismo ecuestre de esta empresa.
El primero es una encuesta, que bajo el título “¿Qué estaban haciendo el 24 de marzo del 1976””, reúne las respuestas de todos los posibles candidatos a presidente, con la sintomática excepción de Elisa Carrió (que era empleada de la dictadura), Maruicio Macri (que era socio), y Mario Das Neves (que no está de humor para encuestitas). Una pena que no le hicieran la misma pregunta a Bartolomé Luis Mitre y sus amigos,  quienes seguramente nos hubieran regalado un recuerdo alegre.
La otra nota va más lejos aún, se trata de una columna de opinión a cargo de un tal Ceferino Reato, quien según parece publicó un libro sobre aquél golpe, y que aquí ya, desde el título (¡y encima desde La Nación!) pretende explicarnos “Por qué la gente apoyó a los militares”… y a continuación nomás presenta apenas dos panorámicas razones que no razona y que, según él nos dice, justificarían un golpe de estado –no sólo aquél-, y luego sí, ya que le es imposible limpiar a sus patrones, ensucia al resto del mundo, y chau.
Reato -este tipo- nos justifica el golpe y le endosa –unilateralmente-, el apoyo de “la gente”, debido, apenas, a dos razones más o menos abstractas, pero no para él. Y citamos textual:
“Por un lado, la ineficacia y pérdida de legitimidad del gobierno, que había convertido en insolubles los problemas de la inflación, el desabastecimiento y la violencia política, y (por otro lado) por la dramática debilidad del liderazgo de la viuda de Perón, que hasta se deprimía seguido”.
Y listo. Con estos dos requisitos, y sin necesidad de entrar en más detalles, basta para dar un golpe y desatar un genocidio en cualquier lugar del mundo, se supone.
Pero luego -y antes-, Reato se la pasa repartiendo culpas y responsabilidades por todos lados, el propio gobierno primero, a los Montoneros por supuesto, a los gremios, claro, en fin, menos el Departamento de Estado norteamericano, que sacudía de golpes la regíón, y por supuesto a cada uno de sus personeros locales, allí no falta nadie. Si hasta se nos aleja pegándole a esa “juventud maravillosa a la que hoy alude la presidenta” (?),y en un momento incluso se retuerce para acusarlo también a Jacobo Timerman, aunque no consigue citar más que  algunos datos objetivos sobre la inflación y la violencia publicados por La Opinión en aquellos días… Conclusión: estuvimos todos de acuerdo, y acá no ha pasado nada. Tal la tesis de Reato y sus patrones.
Nosotros no lo vemos así, Ceferino…  
No, no.
Nosotros creemos que fuimos un pueblo irresponsable que se pensó que era posible dejar el país y sus asusntos en manos de cuatro o cinco delincuentes con tal de que nos devolvieran el coche y las cosas que nos habían robado, sin preguntar jamás cómo lo harían. Por eso la gente apoyó a los militares, Reato. Por ignorancia, por negligencia, y también por mala leche, por desinterés, por indiferencia, y sobre todo, por creerles a ustedes, a La Nación, a Clarín, a La Razón, a los grandes medios que eran ustedes,porque ustedes nos informaban y nos contaban la realidad, y nadie los negaba. Ustedes nos hablaban de TOTAL NORMALIDAD, y aplaudían o callaban los crímenes que sí conocían, y festejaban cada mango que nos prestaba el FMI sin explicarnos jamás que nos hundíamos en el desastre, en el genocidio, en un delirio huracanado que todavía sangra y que todavía callan, ustedes, los medios hegemónicos, los dueños del monopolio del papel en la Argentina, los que a la hora de avisarnos lo que pasaba, mentían y aplaudían, acumulaban y mataban, o dejaban matar, tanto da… Por eso la gente apoyó a los militares, Ceferino. Por el mismo motivo que mucho antes la misma turba había gritado un día Barrabás Barrabás… porque los agitadores a sueldo del Sanedrín la confundió con sus mentiras... Agitadores como La Nación, Reato, como Clarín… como vos.   


Ssshhh...

* * *

(*) Agradecemos la imágen a Cristina Agostoni, fiel lectora y amiga y siempre al pie del cañón como se ve.

TIEMPOS MODERNOS: EL FUTURO QUE SOÑÁBAMOS AYER...

El Martiyo Producciones Presenta...



Tiempos Modernos XIV

A 35 AÑOS DEL GOLPE, CLARÍN Y LA NACIÓN LO CELEBRAN PARA SIEMPRE.



No todos lloraron ese día...  


HOY UNA TRISTEZA
AYER UNA ILUSIÓN

"TOTAL NORMALIDAD" 




“Lo terrible no es que me hayas mentido,
sino que no podré creerte nunca más”.
Immanuel Kant.


El 24 de marzo de 1976 el Departamento de Estado Norteamericano impulsó un golpe de estado en la Argentina estructurado por José Alfredo Martínez de Hoz en representación conjunta de la banca extranjera y la Sociedad Rural, ejecutado por las Fuerzas Armadas, justificado por los principales diarios, y bendecido por la Iglesia Católica. A continuación, mancomunados, y conforme sus planes originales, destruyeron la industria nacional, consecuentemente la clase obrera, endeudaron al país por varias décadas, y lo bañaron en sangre.
El Martiyo preferiría dedicar este espacio y este tiempo, a otros recuerdos… y es por eso que se lo cedemos, mejor, a dos de sus protagonistas principales, los diarios La Nazión y Clarín, sin cuya colaboración dicho desastre nacional no hubiese sido posible; y quienes aquí se expresan en fragmentos impresos y públicos por ellos mismos, y que así guardan, por lo tanto, el peso ilevantable de lo ya dicho para siempre.


* * *

 

Así nos alumbraba el diario Clarín ya el 25 de marzo de 1976 -o sea, apenas al día siguiente, dijéramos: rapidito rapidito- en su hoy histórico editorial:

"Aunque resulta innecesario justificar las motivaciones de la acción militar del 24 de marzo -porque nada fue más evidente que la incapacidad del anterior gobierno para modificar el rumbo que nos conducía a todos al desastre- ha sido oportuno que el país escuchara las explicaciones de su nuevo presidente. Ellas ratificaron el hecho conocido de que las Fuerzas Armadas no han interrumpido el proceso que se venía desarrollando, sino cuando tuvieron el convencimiento de que se hallaban agotados todos los recursos susceptibles de operar la indispensable rectificación".

Y así remataba para rematarnos:

"La palabra presidencial (el discurso de Videla), sin buscar aplausos anticipados, ha fijado un rumbo apto para la solución de los problemas nacionales. Y como el mismo Presidente lo expresa, el acierto de las decisiones del gobierno será en definitiva el que suscitará la adhesión de la gran mayoría de los argentinos".

Eso es, y será siempre Clarín.

Mitre, la Noble y Videla.
Los días dorados.


La Nazión, por su parte, festejaba así:

"La crisis ha culminado. No hay sorpresa en la Nación ante la caída de un gobierno que estaba muerto mucho antes de su eliminación por vía de un cambio como el que se ha operado. En lugar de aquella sorpresa, hay una enorme expectación. Todos sabemos que se necesitan planes sólidos para facilitar la rehabilitación material y moral de una comunidad herida por demasiados fracasos y dominada por un escepticismo contaminante. Precisamente por la magnitud de la tarea por emprender, la primera condición es que se afiance en las Fuerzas Armadas la cohesión con la cual han actuado hasta aquì. Hay un país que tiene valiosas reservas de confianza, pero también hay un terrorismo que acecha".

Esto es y fue siemrpe La Nazión.

Cuando todo era brindar,
callar y acumular.


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Aforismos: "El hombre aprende de sus errores...

Aforismos:


"El hombre aprende de sus errores. Por eso los repite siempre".

miércoles, 23 de marzo de 2011

LIBIA: LA GUERRA DEL FIN DEL MUNDO


Varias potencias occidentales bombardean Libia sin control de nadie. Quienes debieran comandarlas, aún discuten quién debe comandarlas y nadie se pone de acuerdo, pero igual no importa.
Ya nada importa.
Borges diría: “parecen pelados peleando por un peine”.

LA MITAD DE NADA




A los historiadores del futuro les va costar mucho explicar qué fue que hubo en aquél marzo del 2011 cuando una coalición de potencias occidentales invadió un país arruinado por el propio dictador que ellos venían manteniendo, y lo más raro de todo: en simultáneo con el Apocalipsis.
Francia, Inglaterra y finalmente Estados Unidos, el sábado pasado, atacaron Libia.
El hombre Líquido estaba de batucada por Brasil juntando fama barata para impresionar en Washington, cuando despuès de muchas vueltas, y al cabo de un llamado urgente de Hillary Clinton, Obama dio marcha atrás, y fue para adelante. Atacó.
La excusa otra vez son los civiles ajenos, inspirado acaso en la indignación de su par el primer ministro inglés David Camerun, que dijo: “Kadafi está mascarndo a su propio pueblo”. Europa en eso siempre fue muy cuidadosa, masacrando sólo pueblos ajenos. Desde ese punto de vista, lo de Kadafi es ciertamente inadmisible.
“El mundo árabe” que los acompañaba –o los acompañaría- en la incursión, finalmente prefirió quedarse en casa… la reciente y sanguinaria historia de casi todas las intervenciones humanitarias de Occidente fuera de Occidente, desde Somalia a Irak, no animan a nadie, se entiende...
Amores de estudiantes, los socios de ayer son hoy enemigos, ya se enfrentan con el mismo corazón con que hace poco se besaban, y las mismas armas que hasta hace poco traficaban. Las balas van y vienen, lo que importa es matar.
La mitad de los habitantes de Trípoli ya dejaron la ciudad por temor justamente a quienes llegan para defenderlos.  La otra mitad se encerró en sus casas debajo de la cama. Acaso por eso el vocero del gobierno francés llegó a decir: “Evitamos una masacre de civiles en Libia”.
Sorprendió saber que entre los países que con mayor fervor apoyaron el ataque, están España y Grecia, como si en casa les faltaran problemas; y es sobre todo allí donde esta generosa carnicería empieza a oler a nafta demasiado…
A Grecia no, pero a Zapatero se lo entiende: Aznar hizo lo mismo, y le fue fenómeno. De no haber sido por Atocha, hoy Zapatero no estaría imitándolo… Son muchas las ventajas que ofrecen las coaliciones bélicas, pero claro, si se sobrevive a la guerra, de lo contrario…
Tal vez por eso, pensándolo bien, pasada la calentura del momento, ahora todos quieren borrarse, otros piden que venga la OTAN, ya nadie sabe quién manda ni a quién hay que apuntarle, mientras Obama no para de explicarque nada de esto es contra la persona de Kadafi, como quien te rompe toda la casa, pero con buena onda.
Noruega también fue uno de los que más apoyó el ataque. Pero ya se retiró. No del todo, sino sólo hasta que “la misión sea clarificada”. Ejem. Italia una vez más se fue sólo en amenazas, y a la hora de la carga, ofreció bases, pero ningún avión. Los Emiratos Árabes, que tan decididos parecían, prefirieron limitarse a un apoyo humanitario, casi simbólico. Qatar iba a sumar un bombardero, pero todavía no salió.
¿Y Alemania?... Alemania bien, bárbaro. Recuperándose de la crisis más cruda que tuvo desde la segunda guerra, y en buena medida, gracias a las exportaciones de armas.
Alemania vende, hoy, el 11 por ciento de todo el armamento que circula legalmente por el mundo. En 2009 exportó armas a Libia por 53 millones de euros, trece veces más que en el 2008. Bien, bárbaro, Alemania. Según informa hoy el diario El País de España: “Buena parte de las exportaciones de armas de Alemania se concentraron en el Norte de África y en el Orente Medio. En 2009, por un valor de mil millones de euros”.
El Instituto de Estudios para la Paz de Estocolmo, dice que sólo Estados Unidos y Rusia, entre ambos, venden más armas que Alemania. Según estos, en los últimos cinco años la venta de armas creció un 21 por ciento en todo el mundo, y un 70 por ciento en Alemania. Entre sus principales clientes, están Sudáfrica, Turquía, y por lo tanto, Grecia… Alemania bien, gracias, fenómeno. En un gran momento mientras sus hermanos de la Unión se arman hasta los dientes y se internan acéfalos en otra cruzada lejana y feroz.
El vetusto coronel, mientras tanto, cae, sí, pero fiel a las más crudas tradiciones musulmanas, antes incendia su aldea y luego arrastra consigo montones de inocentes. Es lo de menos.
Dicen que ya perdió un hijo en la contienda.
Sin embargo parece entusiasmado. “Serán horas gloriosas”, grita desde su tienda blindada por la ira…
 “Si el mundo se ha vuelto loco, nosotros nos volveremos más locos todavía”, y amenaza blancos civiles por todo el Mediterráneo.
Al cierre de este post la coalición occidental se endilga nuevas victorias, pero los rebeldes retroceden sin agua ni medicamentos. La tropas leales ya controlan el hospital de Benghassi, y van por más.
“Libia se ríe de los cohetes de Occidente”, dicen que dice loco de risa el coronel…
Poco importa.
Cae.
Dejará tras de sí un desierto en llamas y un pueblo fantasma peleando consigo mismo más allá de la muerte de todos sus habitantes, pero eso tampoco importa…
Los grandes líderes de la democracia occidental encontrarán nuevos conflictos donde vender más armas y exportar el odio que producen la frustración y el fracaso de una civilización incapaz de sobrevivir si no es matando.
Pero eso tampoco importa ya.
En realidad todos estos muchachos -Obama, Sarkozy, Camerun, el mismo Kadafi-, si bien se los mira, a la luz de las circunstancias generales, resultan casi tiernos, infantiles, cuando menos.
En las mismas páginas del mismo diario que recién citamos, ahora mismo, mientras cerramos este post,  leemos las declaraciones de Günter Ottinger, comisario de Energía de la Unión Europea, quien tuvo que recurrir a la Santa Biblia, al capítulo del Apocalipsis, para explicar mejor lo que está pasando ahora en Japón.
“Hay quienes hablan de Apocalipsis, y la palabra me parece muy apropiada. Todo está prácticamente fuera de control. No excluyo lo peor en horas y días venideros”, dijo. Dice, bah.
Porque ahora mismo sucede esto, hoy prohibieron en todo Japón el agua potable para los niños, ciertas verduras y la leche y todo lo que proviene de Fukushima y sus alrededores. Los chinos disecan uno por uno cada pescadito que sacan del mar de siempre. Ayer reventó el reactor número tres, el que contiene plutonio. La nube radioactiva ya dejó la isla que la vio nacer. Ya ganó la red de vientos que es más rápida que Internet.
Antes que nadie, lo gritó El Martiyo: la cosa está fuera de control (Ver El futuro que volvió de la muerte).
No nos jactamos, avisamos.
Desde esa óptica, Sarkozy, Obama, Kadafi… resultan casi infantiles, casi cómicos, si es que no fueran patéticos… manga de borrachines absurdos peleando por media botella a bordo de este Titanic…
A los historiadores del futuro les costará mucho explicar por qué nos matábamos así para dominar un mundo así.

Fukushima.

martes, 22 de marzo de 2011

LOS CHISTES DE BORGES... y la muerte antes de la muerte...

Los chistes de Borges



Cuando le preguntan a María Kodama qué es lo que más extraña de Borges, ella no duda en responder: “su sentido del humor”. Uno de los hombres más divertidos de la historia del hombre, sin embargo, decidió pasearse por su siglo disfrazado de viejo aburrido, sin romances rimbombantes ni escándalos de vodeville, con su traje siempre gris, su bastón y su ceguera, su hablar lerdo y trabado, y su genio camuflado de sabio que no sabe. No es arbitrario pensar que esa sola caracterización, única y total, fuera su más secreta y grande broma.

 
El cronista de estos chistes cierta vez tuvo la suerte de conversar de Borges con su gran amigo Ulyses Petit de Murat, quien ostentaba con orgullo el raro privilegio de tutearse con él. Se conocían desde la juventud, habían trabajado juntos en el diario Crítica; me contó muchas cosas de las cuales rescato tres historias. Aquí va la primera.
Un día hacia mil novecientos ochenta y algo, algunos diarios franceses, y hasta el  New York Times, difundieron la falsa noticia de la muerte de Borges.
-- Apenas pude –recordaba Ulyses-, me comuniqué con Georgie y le expresé mi desagrado por la noticia apócrifa de su muerte.
-- Apócrifa no –me corrigió él-, prematura nada más.    

EL MARTIYO: ENTRE EL OFICIALISMO, EL IDEALISMO Y EL FANATISMO...

Ni santos ni demonios…


NO SOMOS ANGELES
Nosotros estamos a favor de nosotros.
¿Cuántas veces debemos repetirlo?




Lectores que nos quieren bien dicen que a veces somos “demasiado oficialistas”. Lectores que nos quieren menos bien, nos acusan directamente de "fanáticos".
Nosotros ya explicamos que no estamos a favor de este gobierno (Ver De panfletos y otros flatos), que dicha percepción es una ilusión óptica producto de esta rareza histórica de tener un gobierno que por fin está a favor de nosotros.
Reconocemos, sí, una admiración franca y profunda por Cristina Fernández de Kirchner, y vemos en ella, con íntima convicción, la persona capaz de hacer lo que está haciendo, y de hacerlo todavía mejor en la medida en que la sociedad la acompañe y los grandes enemigos del país sean del todo derrotados.
Por lo demás, testigos presenciales de la historia argentina de las últimas cuatro décadas, (y como ciudadanos, no sólo como periodistas, pero también como periodistas); educados políticamente en las lecturas de José María Rosa, Jorge Abelardo Ramos, Arturo Jauretche, Juan Perón, Raul Scalabrini Ortiz, y otros prensadores del campo nacional y popular: negar hoy este gobierno, este modelo y este rumbo, sería negar lo aprendido, y más aún: lo que somos.
Y estamos orgullosos de quererla.

Si el fanatismo o el oficialismo que nos endilgan se debe a que nunca criticamos nada, que  ni rozamos siquiera las figuras más cuestionadas del kirchnerismo; cumplimos en explicar que  nada de esto es por cuestiones ideológicas, morales o políticas, sino por razones estrictamente de volumen informativo.
El Marityo, tal cual explicamos en nuestra columna de la izquierda, es un medio “individual”, “personal”, no contamos con una redacción capaz de cubrir y producir todos los hechos que nos importan o provocan. Impelidos a elegir, dejamos las críticas para cuando llegue la victoria final, y todos esos grandes enemigos eternos de la Argentina, ya no puedan usar lo que decimos en nuestra propia contra.
Por otra parte, no acaban de asustarnos los cucos con los que la oposición quiere asustarnos. Podemos imaginar el tipo de sindicalismo espontáneo que sueñan ahora Macri, el diputado Olmdo, el rabino Bergman, Duhalde… un sindicalismo sin bases surgido mejor de sus cócteles, más del tipo de Luis Barrionuevo y el Momo Venégas, con trabajadores esclavos, y recitados periódicos en la embajada norteamericana pidiendo ingerencia en nuestros asuntos internos…
Al Martiyo no lo asuntan Hugo Moyano, Luis D´Elía, Hebe de Bonafini. Ni siquiera la gente de piel más oscurita… Más le tememos a Videla y sus amigos, a la señora de Noble y sus socios y procederes; a las escuchas ilegales de Mauricio Macri, a su policía llena de presos, a todo lo que todos sabemos de Eduardo Duhalde y de Luis Barrionuevo, al bruto bobo y bestial de Alfredo De Angelis, muñeco maldito de la monstruosa mesa de enlace…  
Y además tampoco vemos que haga falta más oposición, ni que a la oposición le falten medios (de hecho los grandes medios son la oposición); así que no precisan del Martiyo por ahora... 
En tal caso cuando la Ley de Medios esté por fin en plena vigencia; cuando la justicia deje de fallar contra las leyes que votamos todos; cuando de verdad todos seamos iguales ante la ley –la Noble, Magnetto, los Mitre, Moyano y El Martiyo-; cuando ya no existan monopolios que nos impongan su voluntad por prepotencia de volumen; cuando la Sociedad Rural deponga su voracidad y comparta la comida que haga falta; cuando la banca extranjera se comporte patrióticamente; cuando América Latina conforme la sola nación que ha sido siempre; cuando la oposición no se oponga al país ni a su pueblo, sino apenas a los errores del gobierno en función de los sueños que tenemos hoy, entonces nosotros también nos permitiremos la crítica hasta el detalle.
Mientras tanto, no somos oficialistas, ni fanáticos, ni tampoco idealistas, ni mucho menos ángeles, más bien...
Somos nada más un medio periodístico independiente, de verdad libre, que no presume objetividad porque garantiza su honestidad, y como tal, y por muchísimas razones muy razonables, estamos convencidos de que este es el rumbo, y Cristina su conductora, y simplemente no lo ocultamos... como sí hacen Clarín y La Nación con los negocios que defieden contra nosotros todos los días de la vida.
Y repetimos: que los hombres y mujeres que integran este gobierno, no consigan pasar por  por el detector de santos, no nos asusta. Mucho menos cuando vemos los demonios que enfrentan.

El cielo es el límite.

lunes, 21 de marzo de 2011

Las chicas del Martiyo...te revientan la cabeza y chau...

“Las Chicas”
Esta chica se ve mejor si hacés la vertical 
y aguantás hasta que la sangre te reviente la cabeza.
Allí vamos nosotros, chau... 

LOS 7 PECADOS EN 7 FOTOS Y UN SOLO CLIC...


El Martiyo Producciones Presenta...

* LOS 7 PECADOS EN 7 FOTOS *

Aquí en un sólo click toda la serie de esta sección gráfica y finita inspirada en ese poético invento católico de los 7 pecados capitales, que tantas ficciones, dramas y comedias, conflictos y prejuicios han inspirado a su vez, sin que se les conozca ningúna otra razón más o menos positiva...
Aquí entonces, para ver, reflexionar, cortar o pegotear, los 7 pecados en 7 fotos y un solo -y valiente- click...
(Pecar sería huir)