La idea es realizar un documental que registre los días finales del grupo mediático más grande de Latinoamérica, el cual desde el cuarto poder llegó a ser el primero en su país, y una vez allí, desde la cima de su consagración, se hundió más rápido que el Titanic.
Podría producirlo Adrián Suar, y robarle el título a Subiela.
Podría producirlo Adrián Suar, y robarle el título a Subiela.
No sólo para el periodista sino para el ciudadano común que no se interesa especialmente por los avatares del mundo de las comunicaciones, resulta igualmente interesante –nos atrevemos a creer- el derrumbe por desgaste –y finalmente por implosión- de cualquier gran conglomerado mediático, en este caso, el mayor de Latinoamérica: el Grupo Clarín.
Si hasta creemos que es un muy buen tema para un muy buen documental del Nathional Geographic o el History Channel; no le falta argumento, con su inicio, conflicto y desenslace, y le sobra intriga, ¿pues cómo un holding periodístico, económicamente consolidado, culturalmente instalado, y más poderoso aún que el poder político de su nación; productor y dueño para colmo de casi todo el papel de su país; acaba sin embargo en pocos años reducido a un house organ empresarial, pierde por completo la credibilidad frente a la mayor parte del público, y vira símbolo de los sectores más reaccionarios de la población a la que se dirige?... ¿Cómo lo consiguieron?
Muchos argentinos ya lo sabemos: hay una historia delictiva detrás, una complicidad con la última dictadura y su genocidio, y una manipulación sistemática de la realidad que les estalló en la cara en el 2001, y que algún día tenían que pagar; más otros detalles que nos eximimos de inventariar porque nos parece ya escupir un muerto… y tampoco es cuestión de perder la dignidad en la victoria.
Pero no todo el mundo es argentino, y muchos afuera precisan comprender qué fue lo que pasó.
Porque así como cada vez más argentinos hoy descubren que han repetido infinidad de boludeces traicionados por la buena fe que pusieron en Clarín, así también afuera, y no ya sólo ciudadanos comunes sin ninguna obligación de informar con precisión, sino importantes periodistas y grandes medios, por repetir a Clarín, hoy no saben qué decir ni con qué cara tampoco...
El Martiyo –como ya hemos explicado en anteriores oportunidades- se hace desde el Brasil, y convive a diario con, por ejemplo, la poderosa Red O Globo, (socia de Clarín en la SIP) , cuyos medios todos, hasta el 13 de agosto puntualemnte, no tenían otra visión de la Argentina que la manufacturada y exportada por Magnetto, y así los muy confiados se jugaron a jugar con el desgaste de Cristina y su caída...
Por supuesto dicha red y todos sus productos y habladores hicieron silencio el 14, el 15 por la mañana informaron del huracán que ya sabemos, y desde entonces no hablaron más de la Argentina a no ser por el preolimpico de basquet y estos amistosos de fútbol entre combinados locales…
Así Clarín en su caída arrastra más cosas que un tsunami, se lleva puesto medios extranjeros, nombres, gente, incendia su aldea, pero también su universo, y entonces nos preguntamos y deslizamos: ¿no da para un buen documental del Discovery Channel?... Se trata de un inmenso dinosaurio de la prensa mundial, cuyo extinción podemos sí atestiguar y registrar; de una catástrofe que reíte de Pompeya; del final de un imperio que otra que Roma, y encima en éste los cristianos acaban por morfarse a los leones, ¿cómo que no da?...
Desde aquí les dejamos la idea a los productores del mundo todo, sin reclamar derechos de ningún tipo, apenas por darnos el gusto de verlo un día por tevé...
Incluso a Adrián Suar, se la ofrecemos… o sobre todo a Suar.
Siempre es aconsejable, en circunstancias así, no alejarse demasiado de los botes salvavidas.(*)
(*) N. de la R.: el lector podrá apreciar que el titular "LLEVARÍAN AL CINE...", parece anunciar algo en marcha, cuando el texto, luego, nos descubre de a poco que se trata apenas de una sugerencia nuestra. Efectos especiales de la letra impresa, que así de rápido proyectan sobre la realidad un hecho falso... Artificios bravos que le dieron vida al Grupo Clarín durante largos años, y que El Martiyo conoce tan bién como ellos, y por eso por aquí no pasaron ni pasarán.
* * *
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Como tantos medios públicos, EL Martiyo no deja de ser privado, y por lo tanto se reserva el derecho de pubicar o no los comentarios recibidos.