Para triste orgullo de este blog, la realidad se apura a cumplir nuestra recurrente profecía de una Europa en guerra. En simultáneo con la serie La triple guerra del final, Italia presentó su plan de emergencia para los inmigrantes norafricanos, con el cual Berlusconi pretendía endosar el problema ya que no puede resolverlo. Pero la UE lo rechazó ahondando grietas ya abiertas en dicha patria grande…
LA NUEVA DESUNIÓN EUROPEA
Mientras Francia prohíbe el uso del velo en las mujeres musulmanas –que es lo mismo que imponerlo pero al revés-, Italia no puede conseguir que sus hermanos de la Unión aprueben el plan de emergencia contra el diluvio de norafricanos que ya coparon Lampedussa cuadruplicando en número a sus habitantes. Y que ya van por otras islas de sur, claro, rumbo al continene, más bien…
El plan de emergencia de Italia en realidad consistía en una nueva picardía del pícaro Berlusconi, quien se proponía repartir visados de la UE por seis meses, para luego repartir a los inmigrantes por toda Europa, pero ya no por seis meses, sino mejor para siempre.
Otra unión europea... |
Ni lerdo ni perezoso Sarkozy el deportador, viéndose venir la que se le venía -ya que la mayoría de esos inmigrantes tienen familia en Francia, Bélgica y Alemania (los vejámenes de la conquista tarde o temprano se pagan)-, les advirtió a sus hermanos itálicos que ante cualquier intento de endosarles ahora el Magreb, él cerraría sus fronteras, y chau…
Por su parte Angela Merkel –que está cansada de explicar que “el proyecto multirracial fracasó”- también se opuso a cualquier plan de emergencia, y ya que a Italia le tocó en suerte estar más cerca de Africa, bueno… que se joda, bah.
Pero como la Unión Europea no es cualquier cosa, y siempre tiene alguna solución alternativa para sus usuarios, les sugirieron simplemente que los repatríen, y chau. Así nomás.
Desde luego Italia se sintió, no digamos traicionada, pero sí acaso decepcionada con tal falta de apoyo de sus hermanos, socios, o lo que fueran que digan que son, porque a esta altura está visto que…
“Mejor solos que mal acompañados”, gritó con raro espíritu fraternal el ministro del interior italiano Roberto Maroni, uno de los principales referentes de la Liga del Norte (que hace poco hacía campaña regalando jabones para lavarse las manos después de tocar un inmigrante). “La unión europea deberá demostrase unida y solidaria, o degradarse a simple espacio geográfico”, sentenció Maroni.
Il pícaro Berlusconi... |
Todo indica que la UE eligió la segunda opción, para eso es libre, claro.
De cualquier forma, con Maroni adentro y todo, la Liga del Norte ya dejó en claro que en su región no instalarán centros para inmigrantes ni nada por el estilo.
No es casualidad que en simultáneo El Martiyo Plus entregue su serie La triple guerra del final que nos cuenta, en el lenguaje férreo de las aritméticas -y basada en estadísticas y proyecciones de los organismos más confiables que existen-, la espada y la pared de una sociedad europea que ya no podrá sobrevivir sin inmigrantes, ni con ellos tampoco… No es casualidad, es la guerra en Europa que nadie quiere ver y que ya comenzó.
Mientras tanto los mienbros de la Unión se quiebran en su fraternidad, se desconfían y se apartan, o se penetran sin amor y se apropian de lo ajeno (¡y ya entre ellos!); o se complican en coaliciones imperiales que no hacen más que ahondar sus derrotas, exportar su fracaso y exponer sus miserias morales. y su codicia…
Pero resulta que ahora el mundo que siempre invadieron, se les viene encima como un avispero que no debieron joder…
La mala noticia es que Europa ya no sabe qué hacer consigo misma, mal podría hacerse cargo de África… La buena es que para eso llegan los africanos, para hacerse cargo de Europa.
Según demuestran las estadística mencionadas, lo que hoy vemos en la isla de Lampedussa, antes de mediados de siglo lo veremos en todo el continente.
Será otra Europa, bah… Acaso mejor, quizá más humana...
El problema no es ese, el problema es que el tiempo que les tome integrarse a los unos con los otros, se medirá en muertes humanas. Y si eso no es la guerra...
¿Pero vienen a pedir, o a cobrar? |
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